1° de Mayo

 

EL SOCIALISMO ES UN “SUEÑO” POSIBLE

 

En este 1° de mayo, la patronal y la burocracia festejaron el dia del trabajo, como si fuese una fiesta, intentando ocultar su verdadero origen y significado, un dia internacional de lucha ante la desesperante situación que nos conduce el capitalismo. Como lo demostraron los jóvenes ingleses en Londres o los trabajadores Coreanos en Seúl. Como parte de las actividades que realizo nuestro Partido, los compañeros de la Capital organizaron junto a los compañeros de LSR, una jornada abierta de discusión y participación,  transcribimos partes de la intervención de la compañera Laura Marrone.

 

El debate que acabamos de realizar fue producto de una reflexión con compañeros nuevos que se acercaron en esta campaña, y que nos decían qué cosas nuevas quieren de la izquierda. En sus debilidades y aciertos el debate mostró que desafíos tenemos que enfrentar.

Sin duda el MAS viene de una gran crisis. No pretendemos hacer un balance único, pero sí preguntarnos por qué. No voy a poder contestar las preguntas que muchos hicieron, pero sí invitarlos a que participen del debate que hoy el MAS está haciendo abierto a todos, sobre su balance.

Quiero decir que todos dentro de este proceso de balance tenemos que referenciarnos a los procesos objetivos que se han dado.

El siglo XX fue un siglo de luchas, de revoluciones y contrarrevoluciones que terminó en derrotas. Pero  estas derrotas  nos dejan enseñanzas para que en este nuevo siglo XXI relancemos  la batalla por el socialismo.

Esas derrotas tienen bases objetivas. La reconversión del capitalismo en su etapa globalizada, ha planteado problemas a la clase obrera: su fragmentación, la reconversión de sus organismos tradicionales en agentes directos del imperialismo y la burguesía.

Tienen  también elementos subjetivos. Nos referimos a la mala experiencia con 70 años de stalinismo que llevaron a la derrota a los principales procesos revolucionarios del siglo. Y a los errores que cometimos nosotros.

Nuestro partido fue durante un período el principal partido de la izquierda argentina y parte de una corriente internacional revolucionaria principista, enemiga acérrima de los aparatos contrarevolucionarios, el stalinismo, el castrismo y la socialdemocracia que condujeron a las derrotas del siglo XX. Nuestros errores no pesan hoy sólo como balances negativos internos que hacen a nuestra organización sino que tuvieron consecuencias sobre el proceso revolucionario objetivo de nuestro país, de su vanguardia obrera.

Quienes hoy compartimos este acto con los compañeros de la LSR nos sentimos orgullosos de haber hecho una pequeña acción distinta a esa práctica que queremos desterrar. Hemos realizado una actividad en común y la hemos hecho bien. Estamos contentos de haber podido trabajar juntos en un clima de respeto y lealtad. Queremos destacar especialmente el respeto que se han ganado entre nosotros por vuestra seriedad y entrega militante.

Y en ese camino queremos decir que estamos dispuestos a que esto no termine el 8 de mayo y a que nos propongamos sin mandatos organizativos pero con amplitud de pensamiento a seguir trabajando juntos en todo lo que sea posible después de las elecciones, y junto a la acción revolucionaria común profundizar el debate político e ideológico iniciado y ver qué podemos aportar al necesario reagrupamiento de los revolucionarios y que nos supera a nosotros dos y que está planteado en nuestro país y en el mundo.

El desastre que significaron los aparatos burocráticos, tanto nacionalistas como las burocracias peronistas en la Argentina o stalinistas en el mundo han dejado en las masas trabajadoras enseñanzas que se manifiestan en los procesos nuevos de lucha,  como ya fue señalado en este mismo acto.

Esos ejemplos de organismos nuevos que empiezan a surgir, donde los trabajadores, sin que estemos nosotros pelean porque nadie los traicione, pelean porque nadie los controle, pelean porque nadie se desprenda de la base.

Nuestra tarea es ser parte activa y consciente de estos proceso de lucha y autoorganización de los trabajadores buscando su fortalecimiento y también su triunfo en el combate concreto, señalando la necesidad de una perspectiva revolucionaria superior. Como decía Lenin, no como economicistas, sino en tanto tribunos populares, desde el programa de la revolución socialista.

Y aquí quería llegar, al tema de nuestra campaña electoral: El socialismo como única alternativa a  la barbarie capitalista.

Es necesario comprender que entramos a este nuevo siglo en circunstancias muy distintas a las de inicio del siglo pasado, cuando la idea del socialismo, era un sueño que alimentaba las luchas obreras del mundo.

Los  usurpadores de Octubre,   para controlar las revoluciones  obreras y populares establecieron estados totalitarios que se fortalecieron en lugar de ser cada día un poco más su propia negación, como anunciaba el Manifiesto Comunista. Estos mismos usurpadores, asociados al capital imperialista globalizado, terminaron restaurando el capitalismo en los países donde dominaban, para lo cual incluso apelaron al genocidio como ocurrió en Bosnia y Kosovo.... No podemos ni siquiera imaginar cuántos de esos crímenes se siguen cometiendo hoy, no sólo en Chechenia, sino en la misma China, donde el capitalismo rojo, mantiene a 1.000 millones de seres humanos bajo un régimen perverso que combina la explotación capitalista y formas de esclavitud humana con una de las dominaciones estatales más totalitarias del planeta

¿Cómo vencer el crimen stalinista de haber destruido el “sueño” del socialismo, de un mundo mejor en la cabeza de los trabajadores del mundo?

Trotsky dijo en el 36 que la crisis de la humanidad era en última instancia la crisis de su dirección revolucionaria. Lo dijo cuando las masas obreras y populares de Europa eran socialistas y comunistas. Es decir, creían en el socialismo como salida para la humanidad pero no habían terminado de hacer su experiencia con las direcciones contrarevolucionarias que dirigían los partidos socialistas y comunistas.

Hoy las masas no creen ni siquiera en el socialismo como salida a la barbarie capitalista.

Repetir las palabras de Trotsky, sin considerar esta nueva realidad es dogmatismo. La crisis de la humanidad no se reduce a un problema de dirección. Los trabajadores,  los pobres y los jóvenes carecen de un “sueño”, carecen de ilusión en el socialismo como salida para sus males.

Este es nuestro desafío. Es necesario que cada uno de nosotros que sí tenemos un sueño, que sí seguimos convencidos de que el socialismo es no sólo necesario para liberar a la humanidad del reino de la necesidad sino posible, actuemos en el movimiento de masas, siendo propagandistas de ese sueño. Es necesario que relancemos la batalla por el socialismo.

Cuando los Redondos dicen “El futuro ya llegó y es un palo ya lo ves”, han sido capaces de llevar a la cultura de los jóvenes con una fuerza inapelable, que no hay nada que esperar de este sistema. Que no hay salida en este sistema.

Un querido amigo, amante de los redondos me decía hace unos días: Te equivocas, los Redondos, también hablan del futuro, pasan imágenes de Octubre en sus festivales con soviets votando, pero los pibes no se dan cuenta...

Entonces, tengo que corregirme y decir que a los Redondos les pasa un poco lo que a nosotros, aunque con menos éxito que a ellos. Sabemos denunciar la barbarie pero no entramos en la cabeza de la gente con la alternativa socialista.

Después de 10 años de caída del muro,  los propios organismos internacionales del  imperialismo no pueden ocultar la realidad: hay ricos más ricos,. Hay más pobres,  más pobres. Hay más violencia, más brutalización de las relaciones humanas, más barbarie. Los desastres ecológicos son más alarmantes.

Durante los últimos  10 años el capitalismo imperialista golpeó la cabeza de la gente tratando de imponer el pensamiento único, el fin de las ideologías, y la idea de que no había alternativa al capitalismo.

Pero un hecho nuevo empieza a suceder. Hay hechos nuevos de la realidad que son punto de apoyo para nuestra batalla por relanzar la lucha por el socialismo.  Primero, que la realidad le demuestra a cualquier trabajador que no está mejor y sabe que no lo estará en el futuro.

Segundo, las luchas internacionales que empezaron a darse en Seattle y Washington señalan la perspectiva de un internacionalismo distinto, que tienen que ver con la nueva etapa del capitalismo globalizado. Tenemos que aprender de estos procesos reales. El programa que elaboraron los trabajadores y organizaciones que participaron en esos procesos, está señalando no de una mera lucha nacional que se solidariza con las luchas de otros pueblos que fue el carácter que en general adoptaban gran parte de las luchas que llamábamos internacionalistas en el siglo pasado. Está planteando la posibilidad de una lucha estructural del movimiento de masas a nivel mundial.

Tercero, gran parte de estas luchas no son controladas por ningún aparato contrarevolucionario. Las masas que se movilizaron en Ecuador, los estudiantes de la UNAM, y los diferentes procesos de crisis provinciales en nuestro país que se señalaron antes, tienen la particularidad de no tener aparatos contrarevolucionarios que los controlen.

Tenemos que  ir al movimiento de  masas no sólo con la denuncia de lo que pasa y con propuestas para organizar la lucha. Tenemos que ser  capaces de mostrarles que el “sueño” del socialismo es posible, de que existe otro futuro.

El desarrollo del conocimiento humano y de las fuerzas productivas del hombre hoy hacen materialmente posible solucionar el problema del hambre en el mundo, para que dejemos el mundo de la necesidad, y pasemos al mundo de la felicidad.

¿Por qué muchos temen el desciframiento del genoma humano? Porque existe temor aún entre quienes no son socialistas, de que este conocimiento en manos privadas pueda ser palanca de las más perversas prácticas en nombre de la ciencia.

Pero si este poderoso avance del conocimiento fuera parte de un proceso de apropiación social de los medios de producción, se transformaría en una de las más grandes revoluciones de la humanidad que abriría las puertas nada menos que a la superación de las enfermedades genéticas y prevención de otras tantas.

Las fuerzas productivas de la humanidad  están atadas a una forma social de producción, la relación capital-trabajo que las ahoga: millones de trabajadores sin trabajo, miles de avances tecnológicos sin poder ser disfrutados por el conjunto de la humanidad, destrucción de recursos naturales que la Tierra tardó millones de años en gestar.

Cuando en Bs. As. , comemos papa frita alemana, no estamos disfrutando de progreso, estamos siendo parte de la dilapidación de fuerzas productivas. Cuando vestimos un baratísimo bordado hindú estamos siendo parte del uso de mano de obra de niños esclavos que el capital mantiene dividido en fronteras nacionales.

La planificación de la economía con sentido social y no en función de la ganancia pondrá fin al uso irracional de recursos naturales, a la anarquía de la producción actual, a la utilización de las fronteras para dividir y derrotar a los trabajadores aboliendo la mano de obra esclava.

Tomando palabras de  Trotsky en Literatura y Revolución decimos que entonces, será posible que la mujer salga de la esclavitud, que  hombre y  mujer se dediquen seriamente a armonizar su propio ser y obtener belleza de los movimientos de su cuerpo. Que por medio de la técnica se acabe con la rutina bárbara de su trabajo y por medio de la ciencia con la religión. Será posible reconstruir sobre bases diferentes la vida familiar tradicional. Tratar de ser dueño de sus propios sentimientos. Todas las artes darán a este proceso una forma sublime. Las formas de la existencia de la especie humana adquirirán una forma dinámicamente dramática. El hombre común se elevará a las alturas de un Aristóteles, un Goethe o un Marx. Así hablaba Trotsky, mientras intervenía en la lucha de clases.

Seamos portadores de este sueño, porque es posible. Y volviendo a Marx digamos que la liberación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos.

Seamos portadores de un socialismo diferente, que practique en su militancia cotidiana que deben ser los trabajadores los que mediante su participación directa,  arranquen a los capitalistas el poder,  destruyan Estado y establezcan un nuevo poder, su poder, el poder de los trabajadores y los pobres para iniciar la construcción del socialismo.

 

VIVA LA LUCHA POR EL SOCIALISMO INTERNACIONAL

 

VIVA LA CLASE OBRERA LIBERADA

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