2do Foro Social Mundial de Porto Alegre
Un balance
Por Marcelo Ríos. Colaboró Eduardo
¿En qué situación mundial se realizó el Foro? Sin entrar demasiado en detalle en la actual situación, vemos necesario aunque sea señalar algunos de los rasgos fundamentales de la realidad mundial, dentro de los cuales se posibilitó la realización del Foro de Porto Alegre.
Sin dar orden de prioridad, hay que señalar que entramos en una situación de polarización en la lucha de clases en el ámbito mundial, que era impensable en la década del 90. Por un lado tenemos el "giro" de Seattle y el importante surgimiento en Europa de movimientos antiglobalización que tuvieron en Génova su expresión más notoria, aunque antes estuvieron Niza y Praga... En Sudamérica estalló Argentina, en donde irrumpieron en la vida política del país inmensos sectores del movimiento de masas de manera independiente; también hay que sumarle la crisis económica y social de todo el resto del continente... Esto creemos se debe entre otros factores a que el capitalismo a escala mundial está haciendo cada vez más insoportables las condiciones de vidas de los más vastos sectores de la población del planeta; lo cual no solo afecta a los países de la "periferia", sino también ahora a los centrales.
Por el lado del imperialismo también se desencadena una brutal ofensiva a escala planetaria contra todo lo que se oponga a sus intereses económicos y políticos. La más cruda muestra de la barbarie es Afganistán: en nombre de la lucha contra el terrorismo internacional, los EEUU han sumido a la población en la más desoladora miseria, aumentando hasta el extremo el sufrimiento del golpeado pueblo afgano. Ahora, y por medio de su brazo armado en la región (Israel), está destruyendo y masacrando al heroico pueblo palestino. En América del Sur vemos la misma política para Colombia...
Lo señalado, creemos, es parte de un nuevo mapa político mundial, en donde cada vez más se ve al imperialismo (EEUU) intentando imponer a escala planetaria su total dominación apelando a una descarada opresión económica y también militar. Se ve también al movimiento de masas entrando en escena en muchos lugares con toda fuerza, poniendo en cuestión la legitimidad del capitalismo globalizado; sin tener por ahora mucha claridad estratégica, que presente una alternativa al conjunto de la sociedad.
Creemos que el gran cambio en la realidad de hoy se debe en parte a la irrupción en la arena mundial de inmensos sectores de la población que luchan en contra del capitalismo y/o neoliberalismo, o por lo menos contra sus consecuencias; aunque muchas veces esa lucha no tenga mucha claridad. Así y todo alcanza para cuestionar el "fin de la historia" que quisieron vendernos en la década pasada.
Dentro de este reacomodamiento de fuerzas está lo que llamamos corriente neorreformista, que se propone "humanizar" al capitalismo, lo cual es en sí mismo una contradicción, ya que éste ahora revela, sin maquillaje, su cara, su cara cruel y brutal. Creemos que esta revelación genera en miles de personas la necesidad de discutir y organizarse.
En este marco se presentó el Foro Social Mundial, entre el 31/1/02 y el 5/2/02 en la ciudad de Porto Alegre, gobernada por el PT de Lula, que pone a la orden del día la discusión de cuáles son las tareas que debemos llevar adelante los trabajadores para cambiar la sociedad; un debate hegemonizado por el neorreformismo, por arriba; y un sinfín de iniciativas y dificultades para discutir por abajo.
El Foro. Claves para entenderlo
Para que todos puedan entender cómo se desarrolló este evento es fundamental marcar que estuvo perfectamente diseñado (PT de Brasil, Le Monde Diplomatique, etc.), para que los miles de concurrentes no pudieran discutir ni sacar conclusiones.
Hubo un campamento juvenil, recargado de actividades y recitales nocturnos, en el cual había unos 15.000 jóvenes. En la otra punta de la ciudad, desde la más temprana hora empezaban las más importantes conferencias (en las cuales solo se podía escuchar). Entre un punto y otro solo había una línea de ómnibus. Llegar de un lugar a otro podía llevar horas. Así se evitó que el sector más dinámico pudiera "molestar". En la universidad, asistir a los eventos más importantes resultaba imposible, ya que había miles de personas por donde uno quisiera moverse. Todo esto favorece a los que no les interesa sacar conclusiones sobre cómo cambiar la realidad. Porque solo podían discutirse visiones parcializadas, y sobre temas puntuales.
Pero no todo estaba mal, siempre hubo "seguridad", y policías que impedían el desborde y la desorganización; aunque aquí, según el PT, la policía no está para reprimir, sino más bien para cuidarnos... Cabe mencionar que esto transcurría en la ciudad de mejor estándar de vida de Brasil (ya de entrada se nota que Porto Alegre es una ciudad muy prolija y cuidada) y no se veía en la zona de los eventos a los pocos pobres que hay en este lugar. Esto favorecía el discurso dominante de que se pude humanizar al capitalismo: este estado es gobernado por el PT.
Pero, en contraposición con esto, había en muchísimos concurrentes una esperanza de encontrar en el Foro la posibilidad de una alternativa real a los problemas que les depara el capitalismo. Así, era posible ver a delegaciones de diversos países buscando de discutir y polemizar con cuanta agrupación se presentara seriamente a tal fin. A ese sector queríamos llegar...
Para que todos puedan tener una idea más acabada de la composición señalamos que fundamentalmente había muchísimos sudamericanos y europeos; y en menor medida delegados de Africa y Asia. Los países con más participación (aparte de Brasil) fueron Argentina, Francia e Italia. Después Uruguay, Chile, Canadá, distintos países de Africa, y una infinidad de delegaciones menores, Bolivia, Perú, Irak, Pakistán, India y un largo etc....
Pensamos que esta masiva presencia se debe a la urgente necesidad que muchos ven de cambiar, aunque más no sea un poco, las degradantes condiciones de vida que impone la sociedad actual.
El encuentro por arriba
Como ya señalamos, estuvo hegemonizado por las corrientes del neorreformismo, el PT de Brasil, Le Monde y por Argentina participaba de la organización la CTA. Repetimos que éstas tienen como objetivo únicamente plantear la posibilidad de humanizar el capitalismo. Por lo tanto estuvieron a la orden del día solo discusiones acerca de cómo mejorar la "gestión" y "resolución" de problemas puntuales de ecología, potabilización del agua, presupuesto participativo, y un sinfín de etcéteras del mismo tenor... que nunca pusieron en tela de juicio una perspectiva de cambio del sistema, ni siquiera desde su particular posición. No, eso no se mencionaba. Desde el punto de vista más político se llegaba a tener una mirada antineoliberal; aunque cuidando mucho de que no se llegara nunca a cuestionar al capitalismo de conjunto. Esto quedó plasmado en la consigna "otro mundo es posible"; sin que los concurrentes tuvieran alguna idea de cómo sería ni cómo llegar a él. También estuvo muy marcada la idea de la transformación pacífica de la sociedad y el no-enfrentamiento directo contra el capitalismo. Esta postura llegó a su máxima expresión cuando no permitieron la presencia de la delegación de las FARC, dando cuenta así de una clara intención de no cuestionar de ninguna manera lo existente. Más allá de nuestra diferenciación absoluta con esta organización, creemos que es parte de la discusión que la vanguardia debe hacer...
Desde el punto de vista más institucional, prácticamente no había presencia de la izquierda revolucionaria, que se dedicó en mayor medida a otro tipo de actividades. En la mayor parte de las conferencias se notaba un gran peso de las ONGs (de todo tipo, la mayoría de Europa y Brasil), que reflejaban la más diversa gama de discusión y visiones del mundo actual.
El encuentro por abajo
Estuvo más diversificado, y reflejaba más ganas de discutir y hacer cosas; aquí se podía llevar adelante muchísimas más discusiones aunque de alcance mucho menor que lo institucional. Había muchísimos jóvenes dispuestos a hacer cosas, fundamentalmente de Sudamérica, y también de Italia, que habían participado en Génova y otras movilizaciones antiglobalización. Se notaba la buena disposición para entablar él dialogo y cambiar direcciones para establecer contactos con organizaciones de todos lados; había una gran avidez en saber lo que pasaba en Argentina, que prácticamente no figuraba en la agenda de discusión oficial...
Hubo muchas actividades impulsadas por la izquierda, movilizaciones por Argentina, Palestina, por la no opresión de los negros, por las mujeres de Afganistán e innumerables acciones de grupos anarquistas y grupos de AGP; también una masiva marcha en contra del ALCA y otras que sería interminable describir. Esto hace evidente la enorme contradicción que había entre lo institucional y las iniciativas de los grupos juveniles y de izquierda, además de sectores independientes con interés en participar de todo esto.
Nuestra perspectiva
Teniendo en cuenta las características del encuentro, en todo momento estaba a la orden del día discutir cuáles son las perspectivas para enfrentar al capitalismo: si la vía del PT, y el reformismo, expresada en la gobernación del estado de Rio Grande Do Sul; o si, por el contrario, son las masas irrumpiendo en la escena política de Argentina las que en forma autoorganizada e independiente, junto a las organizaciones de desocupados y trabajadores, y partidos de la izquierda revolucionaria, marcan la posibilidad real del cambio social.
Para dar esta batalla estratégica contamos con la invalorable ayuda de la realidad nacional, y con la imposibilidad del capitalismo globalizado de dar concesiones a las masas explotadas y oprimidas. En Brasil, muchos nos contaban que Argentina es puesta como ejemplo de lo que puede pasar si se profundizan las políticas económicas.
También participamos en una movilización con la consigna "Otro mundo socialista es posible", en franca oposición a lo planteado por el Foro ("otro mundo es posible"), lo cual nos diferenciaba correctamente del sector antineoliberal, pero no anticapitalista y mucho menos socialista.
Estar posicionados de esta manera estratégica nos posibilitaba enfrentar programáticamente en toda la línea a los que dicen que el capitalismo se puede humanizar. Dentro de este sector cabe una mención especial a nuestra conocida CTA, que a ya su sabida oposición a cuanta movilización independiente de los trabajadores haya, sumó en este encuentro su negativa a unificarse en una movilización de fuerte carácter internacionalista en apoyo de Argentina. Fue consecuente con su actitud durante el Argentinazo, de desmovilizar a los trabajadores y tratar de "contener" toda posibilidad de avance en la unificación de las luchas. Más grave aún considerando sus notables esfuerzos en llevar a las masas a confiar en el FRENAPO y otros proyectos sin salida para los trabajadores, como antes llamaba a seguir a la Alianza, al ARI, y cuanto engendro "progresista" ande por ahí.
Por estar en contra de la autodeterminación de las masas, apoya en toda la línea la política del PT de Brasil del presupuesto participativo (ver pág. ....); es decir, pone el énfasis en hacer creer a las masas en la posibilidad de regular al capitalismo, de "humanizarlo". Nuestra dura batalla política va en sentido contrario, en el sentido que muestran los trabajadores, las asambleas populares y los desocupados: deben ser los trabajadores los que con sus organizaciones, sus métodos, impongan una salida de fondo a la crisis... en la perspectiva de una verdadera "revolución".
Además del eje Reforma o Revolución, se plantearon otras discusiones, como la oposición democracia representativa, al servicio de los capitalistas, versus democracia directa, mediante la acción independiente de las masas, autoorganizadas de manera revolucionaria.
Nosotros pensamos que las masas deben tomar en sus manos las tareas de dirigir la sociedad, ya que los políticos y los grupos económicos la están hundiendo cada día más. Los organizadores del encuentro plantean que es necesario lograr un presupuesto participativo. Nosotros luchamos para que los trabajadores pongan bajo su control a toda empresa que cierre o despida; así como apoyamos toda medida que vaya en sentido de atacar a la propiedad privada de los medios de producción.
Ante la inmensa fuga de capitales y la confiscación de ahorros, proponemos nacionalizar la banca y el comercio exterior, con control de organizaciones obreras y populares. Y planteamos la necesidad de luchar por que gobiernen los trabajadores, única posibilidad de poner en práctica ésas y otras medidas.
También planteamos que para que el proceso de Argentina triunfe, es más necesaria que nunca la solidaridad activa de todos los pueblos explotados y oprimidos de la región (por lo menos), tratando de hacer ver que nuestros problemas son los mismos que aquejan a sus países. En este sentido era necesario contar con un foro que efectivamente sirviera a tales fines, lo cual nos llevó a plantear a un sector de la vanguardia más joven la necesidad de mantener redes internacionales para saber cómo están los diferentes procesos de luchas regionales y estar mejor organizados para el próximo encuentro. Se planteó entonces que "Otro Foro es posible".