“A
Cavallo regalado... se le para la mano”
Por
Francisco Torres
Como por arte de magia, desaparecieron de la boca del gobierno y demás políticos la mala palabra “ajuste”, “recorte”, “achicar el déficit” o similares. En cambio el ultra activo Cavallo comenzó a hablar de competitividad, reactivación, creación de empleos, palabras agradables para los oídos de una población hastiada de tanto ajuste crónico, y desocupación. Pero detrás de las dulces palabras, otra historia se está escribiendo. Es como esos largos contratos que le hacen firmar a los trabajadores: el perro está en la letra chica, ésa que nunca se lee y que tiene poca publicidad. Hay que prepararse para enfrentar y derrotar al gobierno para que no nos metan “gato por liebre”.
Medidas
para el Fondo vs. Medidas contra el fondo
El padre de la convertibilidad y de la hiperdesocupación, vino por más. Con cara sonriente y menos gruñón prepara nuevos golpes a los trabajadores. Se trajo bajo el brazo una “cajita feliz”, una súper promo para alegría del FMI y de los empresarios. En primer lugar, el impuestazo disfrazado que ya comienza a ser trasladado a los precios, aunque el centavito no se nota, millones de millones de centavitos hacen 2.000 o 3.000 millones de dólares anuales. “Otra vez sopa”: un impuesto más a los pobres para que vaya a los ricos; al pago de la deuda externa y pública. Dicen que es para evitar la cesación de pagos y el caos que eso traería aparejado. Millones de trabajadores ocupados y desocupados estamos en cesación de pagos hace rato y vivimos en el caos que significa no tener trabajo o cobrar un sueldo miserable. Hay que cortar la sangría permanente que nos hacen a los trabajadores y el pueblo. ¡¡Dejar de pagar la deuda Ya!!. ¡Romper de manera inmediata con los capataces del FMI!
Cavallo
y todos sus antecesores se dedicaron y se dedican a hacerles ganar guita a las
multinacionales y a los grandes empresarios. Durante su anterior gestión,
Cavallo les regaló las empresas estatales (y ahora planea una cuantas
privatizaciones más), las eximió de impuestos y la gran patronal que tiene que
pagar algunos impuestos evade a lo loco. Ahora si un trabajador no paga dos
meses el gas o la luz o el teléfono se lo cortan y ni qué hablar de no pagar
el impuesto municipal, directamente le rematan la casa.
A
los que se llenaron los bolsillos con las privatizaciones. A los que se llenaron
los bolsillos pagando sueldos miserables y extorsionándonos con la desocupación;
a ellos hay que cobrarles un impuesto cada vez más alto, cuanto más alta es la
ganancia. Pero esto hay que acompañarlo con el control férreo a los bancos y a
los grandes empresarios para ver las verdadera ganancias. Este control sólo lo
podemos hacer los trabajadores, ya que somos los únicos que tenemos interés en
cobrarles impuestos a ellos para bajar los nuestros. Todo esto, en definitiva,
en la perspectiva de atacar la “sagrada” propiedad de estos chupasangres:
hay que arrancar de sus manos las riquezas que nos han robado. Hay que
expropiarlos bajo el control de los trabajadores.
En la promo se incluye el “plan de reactivación y creación de empleo”, que comenzaría con seis industrias que estarían en situación de emergencia, (autopartistas, máquinas herramientas, textiles, indumentaria, papel y calzado). “La intención de Economía es producir una reducción de impuestos y costos de producción promedio del orden del 20%” (Clarín, 1° de abril). Esto sería acordado entre todas las partes: los empresarios, los gremios y el gobierno. Al empresariado se le pediría a cambio el aumento de la producción y la creación de empleos, y al sindicato “adecuar las normas de trabajo” o, como dice Clarín sin pelos en la lengua, “Sería una suerte de flexibilización laboral pactada con los gremios. Intentarían repetir acuerdos como los existentes en algunas automotrices” (Clarín, 1-04, pág.20) (Véase pág.27: “El fin de una ilusión”). El “súper Mingo” hace al revés: baja los sueldos, pone a menos gente a que produzca más y le elimina impuestos a los ricos. Basta de trabajar 12 o 14 horas, sábado o domingo a la noche o la tarde y siempre cobrar lo mismo. Nosotros proponemos decir no a los acuerdo de la productividad, reducir las jornadas de trabajo a 6 horas sin rebajar el salario y crear así más fuentes de trabajo para bajar la desocupación.
Menos publicitada que en otras oportunidades se viene otra reestructuración estatal, se han anunciando más privatizaciones, seguidas como siempre de despidos. Otro buen negocio para algún empresario “pobre”. Debemos unirnos todos los estatales, seamos de la administración pública nacional, provincial, municipal o de entes descentralizados con un pliego de reclamos común y un plan de lucha único decidido por las bases, más allá del gremio al que se pertenezca, para enfrentar los despidos y la baja salarial. Basta de despidos!!. Que toda empresa o repartición pública o privada que cierrre o despida pase a ser administrada y controlada por los trabajadores. Sólo los que trabajan saben si hay ñoquis o no. Si se afana o no. Si se produce o no.
La educación no quedó fuera del ataque, pero en vez de bajar el sueldo
a los docentes, como proponía López Murphy, ahora quieren limitar el ingreso a
las universidades y seguir arancelando en forma encubierta. Más medidas a la
“medida” del Fondo, reducir los presupuestos que van a la gente, así a
ellos les queda más. Aumento del presupuesto educativo. Por un Acceso
irrestricto y gratuito a la educación. Becas para todo estudiante que su padre
o él estén desocupados. Por una educación integralmente financiada por el
Estado, pero dirigida y administrada de manera independiente por estudiantes,
docentes y los sectores populares.
El moño de la “cajita feliz”, es el “plan de empleo y ayuda social” que anuncian para julio. El total de estos planes nuevos serían alrededor de 206.000 para las familias más pobres que cobrarían 160 más 20 pesos por cada hijo menor. Para este plan prevén hacer un padrón nacional unificado, para poder ir absorbiendo todos los planes existentes. Es decir, un “plan Trabajar“ con otro nombre, y la cantidad de planes va a ser menor que la actual, si se suman todos los distintos planes que existen hoy. Por un verdadero subsidio de empleo para todo desocupado. Que todos los subsidios sean controlados y administrados por asambleas de desocupados, para terminar con el clientelismo perverso de políticos y sindicalistas: “te doy un plan trabajar si me hacés tal favor a cambio”. Por un verdadero subsidio al desocupado y un básico de $600.
Hay
una medida que no fue anunciada por ningún funcionario, pero expresada en la
resolución de la crisis del gobierno y en el nombramiento de Ramón Mestre como
Ministro de Interior: la ya antidemocrática “democracia para ricos” se
convierte cada vez más y más en antidemocrática.
Al gobierno Cavallo-de la Rúa no lo votó nadie, pero prepara más decretos, más
engaño, más mentiras. La estafa de este podrido régimen de “democracia para
ricos”, prepara más persecuciones y represiones. La Alianza ya cuenta con 5
trabajadores asesinados por luchar. El jueves 12 de abril encarcelaron a 5
luchadores más en Mar del Plata, luego de una brutal represión. En estos días
comienza el juicio a Emilio Alí en Mar del Plata cuyo único delito, al igual
que los 5 compañeros detenidos, es ser desocupado, tener hambre y luchar junto
a sus vecinos. Hay más de 2.500 presos y procesados por luchar, mientras los
genocidas siguen libres o presos en sus mansiones. ¡¡Basta de represión!!
¡¡Castigo a los asesinos del pueblo!!. ¡¡Libertad inmediata a Alí y demás
presos políticos!!
Ninguna
espera: dar pelea
Cuando las calles y rutas eran
cortadas por los desocupados. Cuando los estudiantes secundarios y
universitarios enfrentaban el recorte a la educación. Cuando los docentes
salieron a defender su salario con un fuertísimo paro de 48 horas. Cuando la
movilización de miles de desocupados el 20 de marzo a Plaza de Mayo volvía a
poner en el centro de la escena política este flagelo. Cuando el importante
paro del 21 contó con un alto índice de acatamiento y la simpatía de los que
no pudieron parar presionados por sus empresas y ayudados por la carnereada de
Daer y la CGT de los gordos. Cuando la multitudinaria movilización en repudio a
los 25 años del golpe se transformó en un hecho político contra el nuevo
gobierno. Cuando los barrios, las calles, las oficinas, se llenaban de
discusiones apasionadas, las dos centrales “opositoras” levantaron el pie
del acelerador de las luchas y “la confrontación”.
La CGT de Moyano levantó el paro del
5 y 6 de abril, con la excusa de que “la gente tiene expectativas”
alimentadas entre otros por él mismo. Esto no lo hizo por ingenuidad o
desconocimiento. Es que Moyano está alineado con Ruckauf y el gobernador
bonaerense es un importante representante de los grandes empresarios y el
imperialismo. Por esto, de Moyano no se puede esperar más que paros aislados
para descomprimir y cuidar “su imagen”.
Por su lado De Gennaro declaró
“esta crisis nos excede a los trabajadores” y que le debían dar salida los
políticos. Luego criticó a Cavallo. Ahora siguen juntando millones de firma
para pedirles a los diputados que convoquen a una consulta popular sobre si o no
un “seguro de empleo y formación”. Ayer llamó a votar y formó parte de la
Alianza. Hoy un sector de sus diputados rompen con el Frepaso y se alistan a
forma un ”frente por el cambio” que acordaría con el padre Farinello. Otro
sector se queda en el Frepaso pero se va del bloque con la UCR, quedándose en
la Alianza. Esta verdadera comedia de enredos de la CTA y de De Gennaro es el
resultado de su negativa cerrada a romper con los límites de este sistema y de
esta democracia para ricos y dentro de esos límites no hay salida a los dramas
que vivimos los trabajadores ocupados y desocupados. Así cientos de honestos
luchadores se encaminan a una nueva frustración.
Por esto es fundamental salir a
pelear desde abajo, de manera independiente. Debemos tomar la iniciativa: en
cada lugar de trabajo, en los barrios, en las escuelas y facultades. Realizar
asambleas para discutir entre todos los objetivos de la lucha, y cómo enfrentar
y derrotar las nuevas medidas de ajuste y desempleo para de esta manera asegurar
la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados y controlar nosotros mismos
la pelea. Para que de una vez por todas la gravísima crisis política y económica
se resuelva por el lado de los trabajadores y no por arriba, de mano de los políticos
patronales, contra el pueblo. En esta perspectiva, el desafío es lograr
desarrollar una gran lucha nacional –por tiempo indeterminado– con
movilizaciones y piquetes, ocupaciones y bloqueos, hasta derrotar y echar al
nuevo gobierno reaccionario de Cavallo y De la Rúa.
A
problemas globales, Salidas globales
Del
viejo país en el que con mucho trabajo –y siempre luchando– de a poquito
algo se conseguía sólo queda un lejano recuerdo para los más grandes, para la
juventud suena como cuentos de hadas. Es que desde hace años los trabajadores
tenemos la sensación de que nos largaron de un tobogán gigante que parece no
tener fin, siempre seguimos bajando y bajando, el “no va más” es un eco que
retumba en nuestras cabezas con distinta intensidad.
Sabemos que muchos compañeros
sienten con justa razón que “la política es basura”, “todos los políticos
son iguales”, pero siempre son los de arriba los que resuelven sobre nuestras
vidas. Hay abierta una crisis tan profunda, que lo que está planteado es el
proyecto de país, ya no alcanza con tal o cual medida, con “torcer el rumbo
al gobierno de turno”. Los trabajadores y la juventud oprimida tenemos que
construir un proyecto propio, de los que nunca gobernaron y siempre pagan los
platos rotos.
En la Argentina ya gobernaron
peronistas, radicales, militares, frepasistas, Cavallo por dos, pero el
verdadero poder estuvo siempre en el mismo lado, en las oficinas del FMI, en las
fundaciones que los patrones patrocinan, en las reuniones que los políticos
hacen con los empresarios, ahí esta el poder, en el reducido número de grandes
dueños del país y en sus empleados. Sólo algunos nombres, Repsol-YPF, Amalita
Lacroze de Fortabat, Agostino Rocca, Pérez Companc, Crotto, Telefónica,
Telecom, Shell, Esso, Excell Group, Cargill, Citicorp, Bank Boston. Estos señores
son los famosos mercados, los secretos coimeadores, los que tienen en sus manos
los papeles de la deuda que ellos mismos crearon para que nosotros la paguemos.
Los que se quedaron con el regalo de las privatizaciones. Ellos, los dueños de
los bancos, las tierras, las industrias. Ellos son el verdadero poder detrás de
los que gobernaron, detrás de este nuevo gobierno. Detrás de está
“democracia para ricos” está un mismo sistema e iguales intereses: los
grandes capitalistas, que en sus manos concentran las riquezas y se apropian de
nuestro trabajo. Su poder es nuestra desgracia, su lujo nuestra miseria.
¿Por qué no un gobierno de los que
nunca gobernaron? Sí, un gobierno de los trabajadores ocupados y desocupados,
de los piqueteros, de la juventud, de las mujeres trabajadoras siempre oprimidas
por partida triple.
Los políticos patronales dicen que sería imposible, que quedaríamos aislados del mundo, que se cerrarían los créditos internacionales, que no se podría fabricar ni una lamparita. Mentiras y más mentiras, y de tanta mentira te lo hacen creer. De tanto acceso al crédito no se ve un mango y se deben 160.000 millones de dólares. De tantas inversiones casi no quedan fábricas, y ya casi no se hacen ni lamparitas Sólo vienen a hacer negocios fáciles, rápidos y garantizados por el Estado. Son saqueadores, como los españoles hace 500 años, vienen a llevarse las riquezas naturales y a explotar el trabajo “indio”. Sólo los trabajadores podemos gobernar para los trabajadores.
Un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre, no es “un delirio trasnochado” de los “zurdos” como nos quieren hacer creer. Es el poder real que tenemos los trabajadores cuando ejercemos el derecho a reunirnos, a discutir, a luchar, a creer en nosotros mismos. Es el poder que tenemos cuando nos organizamos con democracia directa, a decidir independientemente de cualquier tutela patronal, cuando tomamos en nuestras manos la resolución de nuestros problemas.
Tenemos que hacer por 1.000 como las asambleas piqueteras del norte del país o los de “la plaza del aguante” correntina o como los obreros de Río Turbio. Ahí hay ejemplos reducidos de lo que los trabajadores pueden hacer cuando se autoorganizan en asambleas con democracia directa, con control de la asamblea sobre todo. Así los compañeros del norte han conseguido trabajo, en condición de contratados y no sólo planes trabajar. Han planteado la necesidad de administrar las regalías petroleras y un gobierno de ellos. Así los compañeros correntinos echaron a Romero Feris. Es así como los compañeros de Turbio desde la organización democrática de la mina comienzan a ser un referente político y de lucha para toda la Patagonia y propusieron una salida de los trabajadores ante la crisis política (véanse pág.17, Declaración de los mineros de Turbio y pág.19, “La lucha por el Pan”). Esas experiencias se deben ir coordinando, y las debemos dar conocer y discutir. Ése es el camino que debemos comenzar a recorre todos los trabajadores ocupados, desocupados y la juventud. El de la autoorganización y autodeterminación
Una
vida distinta. Otro mundo se esconde en nuestras potencialidades creadoras.
Tanta decadencia, tanto hambre y miseria nos hacen olvidar lo bello de vivir. La
abrumadora realidad del capitalismo actual nos hunde en un mundo de barbarie
social. Si solo podemos pensar en como vamos a comer hoy, en como vamos a
alimentar a nuestros hijos. Si estamos juntando las moneditas para viajar. En síntesis
en como vamos a sobrevivir. Pero está en nosotros pelear por
otra perspectiva: la de la solidaridad, la de las relaciones humanas
fraternales. Un mundo que nunca ha existido pero que puede existir, en el que no
haya diferencias sociales. Un mundo por el cual la clase trabajadora viene
peleando hace 200 años. Como decía el viejo Trotsky, para una humanidad que ha
alcanzado tantas altas cumbres, dejar atrás la desigualdad no es más que un
objetivo elemental. Desde las páginas de Socialismo o Barbarie y desde el
Movimiento al Socialismo queremos aportar nuestro grano de arena para relanzar
ese proyecto emancipador: el Socialismo