¡Tercera asamblea piquetera, de ocupados y desocupados, ya!

Del dicho al hecho

Las nuevas medidas del gobierno vuelven a atacar a al conjunto de los trabajadores. Es un reforzamiento del déficit cero y un recorte a los planes de ayuda social para ponerlos al servicio del pago de la deuda externa. No hay que dejarlo pasar: se debe realizar ya la tercera asamblea piquetera, con la participación de todos los trabajadores del país, para poner en marcha un plan de lucha nacional para terminar con el déficit cero, echar a De la Rúa Cavallo y discutir una salida obrera y popular al crisis, como votó la segunda asamblea piquetera.

Es como decía un viejo compañero de laburo: "estos hijos de puta ni duermen. Cuando apoyan la cabeza en la almohada es para pensar más cómodos cómo cagarnos". Una de las patas de este nuevo ajuste lo implementa la ex "revolucionaria" Patricia Bullrich, ministra de la nueva Agencia social, que concentrará la gran mayoría de planes de asistencia social existentes y los reconvertirá en un único "Sistema integral de Protección a la Familia". Lo que va a proteger debe ser la familia de los Mulford, de los Escasany y de todos los tenedores de la deuda externa argentina. Porque en este reordenamiento de la asistencia social se reducen 500 millones de dólares que irán a las familias de los banqueros y empresarios.

El procedimiento es sencillo: se le pagará un salario familiar de $ 30 por hijo menor de 14 años a todos los argentinos ocupados, desocupados, trabajadores en negro, etc. (los desocupados sin hijos que se mueran de hambre). De esta manera, primero se baja la edad de las asignaciones, y segundo se eliminan más de 70.000 planes Trabajar, 160.000 subsidios al desempleo existentes y otros tipos de ayuda. Pero la cosa no queda allí: se elimina la escolaridad en efectivo y se las reemplaza por lápices y gomas. Estas medidas incluso violan las propias leyes del sistema, y en la letra chica de los decreto incorporó el famoso per saltum inaugurado por Menem, para que sea la Corte la que defina sobre todas estas ilegalidades. Todos sabemos la Corte Suprema de Justicia siempre hace justicia... para los empresarios.

Pero el objetivo del gobierno va más allá de ahorrar esos 500 millones. Su fin es desorganizar el movimiento de piqueteros, desarticular los cientos de organizaciones de desocupados que están surgiendo y que comenzaron a hacer una rica experiencia de politización, organización y de búsqueda de una salida de los trabajadores a la crisis.

Tercera asamblea piquetera YA

"Los reclamos de nuestro plan de lucha están hoy más vigentes que nunca", dicen las resoluciones de la segunda asamblea de la Matanza ( ver recuadro "Lo que votó la segunda Asamblea"). Esa asamblea, con todas sus dificultades y límites, ha sido progresiva y dejó planteado la discusión de una salida de los trabajadores a la crisis, en la que plantea como primer punto el no pago de la deuda externa. Esta opción es vital para los trabajadores : o se deja de pagar totalmente la deuda o nos exprimen hasta la ultima gota de sangre para "honrar" a los vampiros de adentro y de afuera. El problema es que de setiembre a hoy la mesa de enlace de las organizaciones convocantes surgida en La Matanza ha llamado a distintos cortes y marchas pero no ha dado pasos concretos para convocar a la tercera asamblea. Hoy la realidad impone pasar de los dichos al hecho: convocar ya a una asamblea abierta, democrática de todas las organizaciones trabajadores desocupados y ocupados que acuerden en el programa y se comprometan a llevar a cabo lo que resuelva. Una asamblea que sea continuación y superación de la anterior y pase a discutir un plan de lucha nacional para derrotar el déficit cero, al gobierno y discutir una salida política a la crisis. No hay tiempo que perder

 

Por un programa anticapitalista y un gobierno de los trabajadores

Muchos de los reclamos y de los puntos planteados para la discusión de la 3ª asamblea nos parecen muy importantes. Un gran objetivo debe ser lograr TRABAJO PARA TODOS.

Y esto es posible, si se va contra las ganancias de los capitalistas, de los dueños de la Argentina. Hay que imponerle a las grandes empresas el reparto de las horas de trabajo, que ocupen a desocupados, como hicieron los compañeros del norte de Salta en Repsol. Que se bajen las horas de trabajo de los trabajadores ocupados sin reducción salarial, para que ingresen desocupados en esas horas. Si la mayoría tiene jornadas de 12 o 16 horas, ¿cuántos puestos de trabajo podría dar Repsol-YPF, si la jornada de trabajo fuese de 6 horas? El año pasado ganó 2.000 millones de dólares y se los llevaron afuera. Que gane menos y que dé fuentes de trabajo. Para que esta sencilla medida sea efectiva hay que imponerles a las empresas la apertura de los libros contables, para conocer su verdadera situación económica y obligarlas, bajo amenaza de ser expropiadas, a dar estos pasos. Tambien, hay que tomar el ejemplo de los compañeros de Turbio y Zanon que exigen la nacionalización bajo control de los trabajadores, frente a la posibilidad cierta del cierre de sus fuentes de trabajo.

Hay que imponer impuestos progresivos a las fortunas capitalistas, nacionales o extranjeras. Expropiar la banca y el comercio exterior y ponerla a funcionar bajo control democrático de los trabajadores.

Pero cada punto, cada idea, lleva al problema de los problemas: quién gobierna el país. Los trabajadores deben tener su propio gobierno y su propio poder. Este nuevo poder y nuevo gobierno deberá surgir desde abajo, basado en la más amplia democracia directa de los trabajadores, impulsando la organización de cabildos abiertos, asambleas populares, congresos de bases o plenarios abiertos a lo largo y a lo ancho de todo el país.

La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos y la liberación de los trabajadores de las cadenas del capital pasa por llevar una lucha a muerte contra los capitalistas en camino a conquistar una nueva sociedad, sin opresión y sin explotación, bajo la democracia directa de la clase trabajadora y sus propios organismos: el socialismo.

 

Recuadro

Las resoluciones

Presentamos las resoluciones de la segunda Asamblea Nacional de Organizaciones sociales, territoriales y desocupados, votadas el 4 de setiembre en La Matanza. Estas resoluciones son parte de un proceso de búsqueda de una salida obrera a la crisis, que no solamente se da entre los trabajadores desocupados. Ahí estan las ricas experiencias de los mineros de Río Turbio, los ceramistas de Neuquén, los docentes de Río Negro. Para unificar todas esas expresiones y ponerlas en pie de lucha contra el plan del gobierno hay que hacer la tercera asamblea.

1) Los reclamos de nuestro plan de lucha están hoy más vigentes que nunca: la derogación del ajuste expuesto en la ley del déficit cero y la libertad y el desprocesamiento de los luchadores.

2) El retiro del proyecto de presupuesto que consagra la profundización de la masacre social de nuestras familias y nuestros hijos.

3) La defensa y la extensión de los planes de empleo y comida a cada trabajador desocupado mayor de 16 años, estableciendo el reempadronamiento masivo bajo el control de las organizaciones de esta Asamblea nacional, rechazando la disminución de las asignaciones y el pago en bonos.

4) Cien pesos por hectárea para los pequeños y medianos chacareros para poder sembrar.

5) Prohibición de despidos y suspensiones.

6) Retiro inmediato de la Gendarmería de General Mosconi.

Convocamos, como continuidad de nuestro plan de lucha, a:

(Los primeros tres puntos aluden a las medidas ya realizadas.)

4) Convocar a una tercera Asamblea Nacional abierta a todas las organizaciones de trabajadores en el mes de octubre, con el método planteado aquí de un representante cada 20 compañeros organizados, ocupados o no, para resolver la continuidad de nuestro plan de lucha y un programa de salida a la crisis. Para este programa, esta Asamblea enarbola cinco ideas fundamentales:

· No al pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta.

· Reestatización de las AFJP.

· Renacionalización de los bancos y empresas estratégicas.

· Condonación de la deuda usuraria a los chacareros pequeños y precio sostén en origen para ellos.

· Fuera el régimen hambreador; no al gobierno de salvación nacional, que es sólo un recambio en las propias filas de los ajustadores.

5) Reclamar y organizar un paro activo nacional de 36 horas y la huelga general.

6) Constituir en esta misma Asamblea una Mesa de coordinación nacional. De su seno surgirá una Mesa de Enlace con las centrales de trabajadores. La primera tarea de esta Mesa será, con la mejor disposición posible, buscar puntos de coordinación con las iniciativas elaboradas y puestas en marcha por la Central de Trabajadores Argentinos.

Recuadro

II Asamblea

En el ya lejano 4 de septiembre se realizó la segunda asamblea. Los convocantes D´Elía (FTV-CTA), Alderete (CCC) y el Polo Obrero, habían acordado una asamblea donde cada organización designaba sus delegados. La suma de los delegados de la FTV y el CCC eran una holgada mayoría. Pero a La Matanza se acercaron muchos otros sin ser invitados, "sin su tarjeta de cartón", y ahí estaban, para hablar, discutir y votar. Y la mañana se puso movida. "Porqué no voy a entrar", gritaba un morocho alto envuelto en una bandera argentina. Algunos de los que ya estaban adentro empezaron a gritar "que entren, que entren", otros miraban impávidos sin entender y finalmente se entró... Los debates continuaron por varias horas, y finalmente se llegó a una resolución de consenso: la continuidad del plan de lucha con los cortes que se realizaron en octubre y el llamado para la tercera Asamblea para discutir una salida a la crisis en base a 5 puntos. Una mesa de enlace de todas las organizaciones de desocupados presentes organizaría y le pondría fecha para octubre. Pero octubre pasó y noviembre nos encuentra con un nuevo paquetazo. Las discusiones y problemas planteados no fueron resueltos y surgen a cada vuelta del camino.

Las distintas direcciones que actúan en el movimiento de desocupados tienen distintos proyectos políticos. La CTA actuó en las últimas elecciones a dos puntas: D´Elía fue electo diputado provincial por el Polo Social, y otro sector encabezado por Basteiro, de APA, fue con el ARI. Pero tanto uno como otro quieren poner a los trabajadores como fuerza de tiro de un proyecto que no les es propio: el de un supuesto capitalismo bueno encabezado por los patrones nacionales y las PyMES. La CTA quiere que las asambleas piqueteras sean un apéndice de sus proyectos políticos, la consulta popular y el FRENAPO u otros (ver nota aparte).

Las CCC llamó a votar en blanco o impugnar, pero tambien tienen un proyecto policlasista: la unidad con sectores medios y pequeños de los empresarios. Claro que opinan que hay que hacer un "Argentinazo" para imponerlo, mientras la CTA, en cambio, llama a hacer plebiscitos, consultas populares, y a llevar petitorios al parlamento. Son dos formas distintas para conseguir una misma alianza de clases que tienen intereses contrapuestos.

Las asambleas deben mantener la independencia total de cualquier proyecto de los patrones: ésta es la clave para la proyección del movimiento.

Sumario