¿Es
realmente revolucionaria la Reforma Presidencial
de
la Constitución?
Editorial
de “El Proletario”
PRT de
Venezuela, noviembre de 2007
Crece la
polémica surgida a raíz de la
propuesta de Reforma Constitucional realizada por el
Presidente Hugo Chávez y modificado por la Asamblea
Nacional el 2 de noviembre del corriente año. Polémica que
seguramente se extenderá por mucho tiempo en el proceso de
lucha ideológica, en el que ha entrado el proceso
revolucionario venezolano.
El debate ha sido desvirtuado de
manera descarada por la derecha tradicional venezolana de un
lado, y del otro lado, por el sector oficialista que trata
de dar un sentido lógico a las grandes contradicciones que
allí se reflejan o queriendo justificar las incongruencias
de un programa “socialista”, que se niega a liquidar las
viejas estructuras capitalistas y darle paso a una verdadera
revolución.
A
través de la historia las constituciones en el mundo son
expresiones directas de la ideología del sector o cúpula
que detenta el poder político y la impone al resto de la
sociedad. En el caso de Venezuela, el chavismo propone más
allá de la Reforma de algunos artículos de la Constitución
un programa político-jurídico de la corriente
nacional-democrática bolivariana, actualmente en el poder.
¿Es
realmente revolucionaria la Reforma Presidencial de la
Constitución?
Sin
entrar en una polémica de fondo lo que en nuestra situación
venezolana, significa revolucionario, de izquierda etc. y
analizando los artículos que mediante su transformación
podrían dar un vuelco estructural al sistema, debemos
decir, que no lo es en el cambio de la estructura
capitalista. Mencionemos el respaldo del Proyecto a la
propiedad privada de los medios de producción; las
imprecisiones y ambigüedades al plantear la supuesta
“prohibición” de los monopolios etc. Sus artículos
progresivos no alcanzan la profundidad necesaria en estos
momentos de la lucha de clase en Venezuela.
Es
demagógico prender transitar el socialismo, manteniendo
intactas las estructuras del poder capitalista. Estas
contradicciones flagrantes no obedecen a la ignorancia de
los hechos, sino a una limitación histórica del
nacionalismo bolivariano como corriente ideológica, que no
puede ver más allá y se atreve a plantear un socialismo
con contenido capitalista.
El
gobierno del presidente Chávez no se plantea la conquista
del poder por los trabajadores, que es un requisito
fundamental, para avanzar hacia el socialismo. Se considera
a éstos un eslabón más parra integrar su base política y
respaldo electoral ante cualquier requerimiento. La clase
obrera para esa política es un elemento más, no el
elemento principal, la fuerza motriz del proceso
revolucionario. De esa manera, la estrategia socialista se
transforma en un cascaron vacío de contenido histórico.
Para la corriente nacionalista, las contradicciones del
capitalismo serían “solucionables” a través de la
profundización de la democracia, el sujeto “histórico”
de los excluidos, así de genérico e impreciso Como vemos
pues, la propuesta de Reforma Constitucional, no es de
“ruptura”.
En
este número especial de El Proletario le exponemos nuestra
propuesta, producto del estudio y el debate. Aquí
reflejamos los argumentos objetivos, de acuerdo a la visión
marxista-leninista del colectivo, en contraposición a las
propuestas nacionalistas, algunas de ellas del nacionalismo
pequeño burgués, que se alejan de los verdaderos propósitos
socialistas, particularmente de la teoría científica que
Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Lenin, adosaron a
las generaciones revolucionarias de relevo y que hoy en día,
se mantienen más vigentes que nunca.
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