Aunque se
ganó una importante batalla...
La lucha por Sidor no ha terminado
Por Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, periódico, 17/04/08
En la
Declaración de Socialismo o Barbarie ante la nacionalización
de Sidor se advierte que “la lucha no termina ahí. Hay
que exigir a Chávez y luchar por imponer que la
expropiación sea sin indemnización alguna,
y que desde ahora la empresa funcione bajo control de
los trabajadores sidoristas.
Se trata de medidas elementales para poder defender esta
conquista, que desde el primer momento va a estar bajo el
fuego no sólo de la derecha y de los empresarios y
gobiernos extranjeros que van a protestar, sino también del
propio gobierno que fue obligado a tomarla”.
Este alerta se ha visto plenamente justificado. Chávez se vio obligado
a ceder y disponer la nacionalización ante la presión de
una lucha que amenazaba con extenderse a otros
sectores de la clase obrera,
y en medio de un profundo descontento de
los trabajadores y sectores populares por la carestía
de la vida y el curso a la derecha del gobierno.
Pero, en una maniobra tradicional de este tipo de gobiernos, Chávez
ahora actúa para limitar
y revertir en todo
lo posible esta gran conquista obrera. Se trata del clásico
mecanismo de “dar ahora para quitar después”.
En efecto, la propuesta de Chávez a Techint –la multinacional
argentina que se había apropiado escandalosamente de Sidor
por unos centavos, cuando fue privatizada en la década
pasada– no sólo es indemnizarla.
También le plantea una sociedad mixta,
con un 40% de las acciones para Techint,
y que además sea parte de la administración
de Sidor (algo prácticamente automático para quien tenga
el 40% del paquete accionario).
El gobierno
espera que la inmensa alegría de los trabajadores por este
triunfo (que no es sólo de los sidoristas, sino de toda la
clase obrera), haga pasar desapercibidas estas arteras
maniobras. Ellas, desde el primer momento, comienzan a poner
en cuestión su victoria. Por eso, las demandas de no a las
indemnizaciones y, sobre todo, de administración y control
obreros, se mantienen más vigentes que nunca.
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