1º de Mayo
Clase obrera y socialismo revolucionario
Partido Revolucionario de los Trabajadores
PRT
Venezuela, 20/04/08
La nueva fase del proceso revolucionario venezolano entra
en debate sobre el Socialismo y el Antiimperialismo. Dos políticas
claves para el movimiento obrero y el pueblo. No hay clase más
identificada históricamente con el Socialismo que la clase
obrera. Se ha abierto una gran polémica. Todas las
corrientes políticas y sociales opinan, unas lo hacen
honestamente dando su versión sobre el llamado Socialismo
del siglo XXI, otras solo para confundir y descalificar
la propuesta socialista.
En
el campo de los que confunden sobresalen desde Fedecámaras-Venancham
hasta los grupitos golpistas de Primero Justicia, COPEY, AD
y sus aliados e intelectuales de la derecha. El proletariado
tiene pues, que fijar valientemente su posición en ésta
controversia ideológica:
1.- La lucha por el Socialismo es la lucha principal de los
explotados y oprimidos por los capitalistas, pero no lucha
el proletariado por cualquier “socialismo” sino por el Socialismo
revolucionario, por un sistema que puede superar sus
propios errores asumiendo las nuevas experiencias de la
lucha de clases. En éste sentido las vanguardias del
proletariado deben poner las cosas en su lugar,
desenmascarando a quienes arremeten contra el proceso y la
alternativa socialista, descubriendo las tácticas de los
oportunistas de derecha como el MAS, Causa R, Un Nuevo
Tiempo, Bandera Roja, etc., pero también de los falsos
patriotas, que usurpan el nombre del Socialismo para meter
de contrabando sus líneas capitalistas dentro de los
trabajadores y el proceso revolucionario.
2.- Las diferencias entre el Socialismo revolucionario y el
falso Socialismo burgués son profundas e irreconciliables.
El Socialismo revolucionario como concepción científica
fundado por Marx, Engels, Lenin y otros dirigentes
comunistas, representa para la humanidad la lucha por su
emancipación, la liberación de los explotados y oprimidos,
la transferencia de los medios de producción a éstos, la
antesala del comunismo, no otra cosa. Los Burócratas y
renegados se han encargado de falsificar la esencia del
Socialismo introduciendo adulteraciones ideológicas,
falsificaciones, mientras que acusan a los verdaderos
socialistas de dogmáticos, esclerosados y ortodoxos por
defender la lucha de clases y la dictadura del proletariado,
contra el Imperialismo y sus socios. El programa de los
socialistas revolucionarios, que es el programa del
proletariado, plantea liquidar sin vacilaciones ni esperas
innecesarias, toda explotación y abusos por parte de la
burguesía del orden; que los principales medios de producción
pasen de manos de los explotadores capitalistas a manos de
la clase obrera-campesina y las comunidades organizadas;
eliminar los monopolios privados (aplicando el artículo 113
de la Constitución Bolivariana); ejecutar sin dilación la
famosa reforma agraria anunciada desde el año 1943 y que
todavía está en veremos; traspasar los monopolios
agro-industriales capitalistas a una propiedad colectiva,
que bien podría ser a través de un régimen de
cooperativas sociales no privadas y mixtas dirigidas
por los obreros del campo y la ciudad, por los campesinos y
las comunidades organizadas. Igual procedimiento debe
aplicarse para PDVSA, las Empresas Básicas, Eléctricas y
las grandes empresas capitalistas, particularmente la de los
conspiradores y saboteadores del proceso revolucionario; que
se estatice la banca y se mantenga el control de cambio;
congelar los precios básicos, equilibrar el salario y
sancionar una Ley de Seguridad Social Integral libre de las
presiones capitalistas; ejecutar una revolución urbana
integral y por la organización de un gobierno
socialista-antiimperialista producto de una coalición
democrática , con la clase obrera al frente del Estado, en
alianza histórica con los campesinos, los soldados y pequeños
productores, crear un Poder Popular real a partir de los
Consejos Comunales, así como las milicias y las reservas
militares bajo su mando.
3.- Evidentemente que un paso histórico de tal envergadura
-para el cual las condiciones objetivas están maduras no
solo en Venezuela sino en unos cuantos países
latinoamericanos y del Caribe- no será aceptado pacífica
ni respetuosamente por la gran burguesía. Por lo tanto “aquí
no cabemos todos”, ¿juntos explotadores capitalistas
y obreros?, ¿juntos el pueblo y sus asesinos de la oligarquía,
del imperio norteamericano, del Episcopado y los militares
fascistas?, ¿codo a codo los trabajadores revolucionarios
con los escombros sindicales del punto fijismo, que en 50 años
de poder absoluto, bañó de sangre los barrios, los
sindicatos y el campo venezolano? Muy difícil, ninguna
concesión ni “perdón” se justifica para los autores de
los 10 mil muertos de los años sesenta, para los ejecutores
de las masacres de Yumare, Cantaura y El Amparo, para los
asesinos de los ciudadanos en 1.989, para los que produjeron
más de 100 muertos y de 400 heridos en lo golpes del 11 de
abril y del 2 de diciembre, para los que derrocaron sin éxito
al Presidente electo y aún liquidan a los revolucionarios,
a través de sicarios y paramilitares; ninguna concesión a
los culpables del desempleo, a los corruptos, destructores
del ambiente y promotores del caos social.
4.- Son unos
ilusos quienes estimulando el pacifismo, la impunidad, la
resignación de las masas y el estéril democratismo de los
populistas, es suficiente para que la oligarquía rectifique
y deje de conspirar. En nuestras circunstancias toda
conciliación equivale a desarmar al pueblo, dejarlo a
merced de verdugos capitalistas que sin descanso preparan el
caos y la invasión militar de Estados Unidos. Es decir,
equivale a colaborar con la dictadura burguesa. Para
liberarse definitivamente de la explotación capitalista y
llegar al Socialismo, para defender las conquistas sociales,
la clase obrera, el pueblo todo, debe ser implacable y duro
con sus enemigos jurados. La lucha de clases entre
explotadores y explotados es sin tregua. No hay radicalismo
alguno en ésta verdad de la historia y los trabajadores de
Sidor han dado una lección al respecto.
5.- El mejor homenaje de los trabajadores venezolanos a los
mártires obreros de Chicago (1.886) a las luchas
internacionales de la clase obrera, es incorporándose
activamente a la batalla política y a la conciencia
socialista, para sacudir de sus filas a los conciliadores,
vacilantes y oportunistas, a los electoreros y
economicistas, a los inmorales negociadores patronales; es
fortaleciendo la unidad de los sindicatos con perfiles y
programas revolucionarios de clases e independientes,
transformando los sindicatos en verdaderas escuelas de
cuadros proletarios que tomen conciencia de su papel
dirigente dentro del proceso revolucionario y de la lucha
por el poder político.
• Sin clase obrera al frente del proceso revolucionario,
no habrá verdadero socialismo ni antiimperialismo en
Venezuela
• ¡Viva la clase obrera!
• ¡Viva la clase obrera de Sidor!
• ¡Hacia la Constituyente Sindical Revolucionaria!
1º DE MAYO-2008
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)
partidorevolucionariod@gmail.com
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