Hugo
Chávez, las FARC y el probable fin del
antiimperialismo bolivariano
Por
Heinz Dieterich
Aporrea, 12/06/08
El discurso
del Presidente Hugo Chávez sobre las FARC es equivalente a
la demanda de su capitulación incondicional ante el
proyecto continental de Washington: unconditional surrender,
como lo llamaron los políticos y militares estadounidenses
a fines de la Segunda Guerra Mundial.
Este tipo
de discursos es característico de una situación militar en
la cual el enemigo tiene, o parece tener, una abrumadora
superioridad de fuerzas que aparenta dejar una sola
alternativa: la propia inmolación o la rendición sin
condiciones. En otras palabras, Hugo Chávez parece
interpretar la correlación de fuerzas norteamericanas,
latinoamericanas y europeas en su contra, como una situación
de jaque mate, en la cual la única salida para su
sobrevivencia presidencial a mediano plazo reside en una
oferta de alianza estratégica con Barack Obama y los
presidentes europeos Sarkozy, Zapatero, Merkel, Berlusconi y
Browne.
La oferta
consiste en dejar el bolivarianismo como un New Deal
latinoamericano, uno de tantos que ha habido, dentro de una
política imperial de “buen vecino”, es decir, aceptar
un papel subordinado dentro de un proyecto continental de
good neighbor policy al estilo de Franklin Delano Roosevelt,
que es la esencia del proyecto imperial de Barack Obama.
Tanto Hugo
Chávez como Barack Obama se encuentran ante difíciles
situaciones electorales e internacionales que los inducen
hacia una alianza de beneficio mútuo, sacrificándose en
ese poker mundial a las fuerzas guerrilleras de Colombia y a
Irán. Sin embargo, aunque esta coyuntura esté jugando un
papel central en el escenario latinoamericano actual ---al
igual que la derrota del gobierno de Evo Morales/Alvaro García
Linera en Bolivia, el debilitamiento del gobierno Kirchner
en Argentina y el posicionamiento de Brasil--- la correlación
de fuerzas en América Latina solo puede entenderse dentro
del contexto estructural de la ofensiva de dominación
continental de Washington, de la ceguera estratégica de los
gobiernos latinoamericanos y del carácter cortesano de su
intelectualidad.
Las grandes
ofensivas imperiales que han llevado a la actual situación
son, en orden cronológico: 1994, el TLCAN, Tratado de Libre
Comercio de América del Norte; 1999, el Plan Colombia,
modelado según la Operation Phoenix, en Vietnam; 2002, la
creación de la Asociación de Prosperidad y Seguridad de América
del Norte, ASPAN; 2008, el Plan Merida; 2008, las Autonomías
oligárquicas; 2008, la activación de la Cuarta Flota
estadounidense.
La
siguiente gráfica evidencia los grandes avances que
Washington ha logrado en su aseguramiento del “patio
trasero”, que ponen en peligro la integración
latinoamericana independiente y el destino de los gobiernos
progresistas latinoamericanos, incluyendo el futuro de Cuba.
¿Dónde y cuándo nacerá la vanguardia que salvará a la
Patria Grande?
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