Venezuela
Asesinan
a tres dirigentes obreros
Por
Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, periódico, 04/12/08
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La
corriente Socialismo o Barbarie solidaria con los compañeros
venezolanos
Socialismo
o Barbarie, periódico, 04/12/08
Apenas
nos enteramos del hecho, en la mañana del viernes, enviamos
un mensaje solidario al compañero Miguel Angel Hernández,
dirigente de la USI (Unidad Socialista de Izquierda-UIT),
donde militaban los camaradas asesinados, y por su
intermedio, a los familiares y trabajadores de la UNT de
Aragua.
Emitimos
también una declaración internacional que planteaba: “¡Exijamos
investigación y castigo a los culpables! Llamamos, como
acción inmediata, a hacer petitorios y enviar
delegaciones que lleven esta exigencia a las embajadas y
consulados venezolanos de todo el mundo.”
Posteriormente,
en Buenos Aires, con Héctor Heberling y otros compañeros,
fuimos parte de una amplia delegación de organizaciones de
izquierda, obreras, estudiantiles y sociales que el lunes 1º
concurrió a la Embajada de Venezuela a reclamar investigación
y castigo de los culpables. Asimismo, en San Pablo, Brasil,
y San José, Costa Rica, los compañeros de SoB comenzaron a
difundir el hecho e iniciaron reuniones y contactos con
otras corrientes de izquierda para presentar unitariamente
reclamos en las embajadas y consulados venezolanos.
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La
protesta nacional e internacional logró que Chávez rompa
un silencio de 4 días y prometa el castigo de los
responsables.
El
jueves pasado, en Cagua, una ciudad obrera y popular del
estado de Aragua, fueron asesinados los dirigentes obreros Richard
Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena,
de larga trayectoria en las luchas de los trabajadores de
esa región. Los tres eran dirigentes de la UNT (Unión
Nacional de Trabajadores) de Aragua y militantes trotskistas
de larga trayectoria, en especial los dos primeros.
Su
asesinato estaba a todas luces relacionado con el conflicto
que venía sosteniendo la multinacional colombiana Alpina
con sus 400 obreros.
Los
trabajadores habían ocupado la fábrica por incumplimiento
del contrato colectivo y por la amenaza patronal de cerrar
el establecimiento.
Ese
jueves 27, al medio día, la policía estadual –que está
bajo el mando de un gobernador de derecha que finaliza su
mandato– asaltó la planta reprimiendo brutalmente a los
obreros y logró desalojarlos del establecimiento. Pero
luego una movilización solidaria de trabajadores de la UNT,
encabezada por los compañeros asesinados, consiguió que
los trabajadores de Alpina volvieran a ocupar la empresa.
Fue
esa misma noche que Richard Gallardo, Luis Hernández y
Carlos Requena fueron ametrallados, mientras se encontraban
cenando en Cagua.
Era
evidente que la patronal de Alpina había aplicado el “método
colombiano” de solución de los conflictos obreros; es
decir, asesinar a los dirigentes sindicales, contratando
sicarios paramilitares. En Colombia, sólo en 2008, ya han
sido muertos casi medio centenar de dirigentes y activistas.
No
es la primera vez que algo así sucede en Venezuela. Desde
hace tiempo, especialmente en el campo y en las zonas
fronterizas con Colombia, terratenientes y otros patrones
apelan a los servicios de los llamados “paracos”. Pero
era la primera vez que se producía un crimen de esta
magnitud y en uno de los puntos nodales del movimiento
obrero venezolano.
Inexplicable
silencio de cuatro días es roto por la protesta nacional e
internacional
Después
del hecho, se inició en Venezuela, con epicentro en el
estado de Aragua, un importante movimiento de repudio. También
internacionalmente comenzó a tomar forma una amplia
corriente de solidaridad.
Los
crecientes reclamos se enfrentaron a un hecho que, para
muchos, dentro y fuera de Venezuela, fue tan inesperado como
inexplicable: el presidente Chávez, todos los
funcionarios de su gobierno y todo el PSUV se
mantuvieron en completo silencio durante cuatro días.
Durante
esos largos cuatro días, para ellos nada había sucedido
en Cagua, en la noche del jueves 27.
Pero
esta vez fue imposible mantener la “cortina de silencio”
con la cual, lamentable, en Venezuela y en todo el mundo, se
“ningunean” las luchas obreras y los crímenes de los
capitalistas.
Numerosos
trabajadores de Aragua, después de realizar asambleas, habían
salido a la calle y comenzado a cortar las principales rutas
del estado. Hora a hora, la cosa se fue “calentando”
cada vez más.
Finalmente,
poco antes de iniciarse un paro general regional
dispuesto por la UNT, el gobierno se dio por enterado. El
gobernador electo de Aragua por el PSUV, Rafael Isea, repudió
"los hechos violentos", pero al mismo tiempo pidió
"mantener la calma y evitar las confrontaciones".
Luego, esa misma tarde, Chávez prometió investigar el
hecho y castigar a los responsables. Por último, el
ministro del Interior anunció que había sido detenido
“el presunto autor material del triple homicidio”.
Aún
no sabemos si esto último es cierto y, en todo caso, queda
pendiente la captura de sus autores intelectuales, los que
contrataron al sicario. Sin embargo, pese a ello, ha sido un
triunfo importante de la movilización en Venezuela y de la
solidaridad internacional haber perforado el siniestro
“muro de silencio” con que fue rodeado inicialmente este
monstruoso crimen.
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