Declaración
de la corriente Socialismo o Barbarie Internacional
ante el Referéndum del 15 de febrero en Venezuela
Ni
el SÍ de Chávez, ni el NO de la oposición burguesa
Llamamos
a la abstención
El
próximo domingo se realizará en Venezuela una nueva votación,
esta vez el referéndum por la Enmienda Constitucional
que habilita la reelección presidencial y demás
cargos públicos electivos.
El
marco en que se realiza esta consulta es el de un empeoramiento
de la situación de la clase obrera y los sectores populares.
El desesperante y creciente problema del desempleo,
los salarios miserables desgastados por una inflación
sin freno y en general todos los problemas sociales que
padecen los trabajadores, se han visto cada vez más
agravados.
Como
en todo el mundo, los despidos, suspensiones y cierres están
al orden del día. El gobierno, por su parte, deja que los
capitalistas hagan lo que quieran. Pero cuando surge una
protesta obrera, interviene contra los trabajadores, como
acaba de suceder en la sangrienta represión, con dos
muertos, a los obreros de Mitsubishi. Esto no ha sido
excepcional. Viene precedido de la impunidad otorgada al
sicariato en el asesinato de los tres dirigentes obreros de
Aragua en noviembre último, y las repetidas represiones a
los trabajadores de Sidor y otras empresas.
Por
un lado, se están sufriendo las consecuencias de la crisis
capitalista mundial. Pero, por el otro, si la crisis castiga
de esta manera, se debe a que el gobierno del presidente Chávez,
después de 10 años en el poder, prácticamente no ha
hecho ningún cambio de fondo en la estructura económico–social
del país.
El
“socialismo del siglo XXI” no ha pasado de ser un lema
de propaganda mayormente hueca. No se corresponde con ninguna
transformación seria de la economía y la sociedad
venezolanas, que sólo se podría realizar a partir de
la expropiación de las grandes empresas y latifundios. Chávez
está absolutamente en contra de medidas anticapitalistas
como esas ya que, como lo ha dicho mil veces, su
“socialismo del siglo XXI” se construiría con los
“empresarios patriotas”.
Por
eso, después de 10 años, Venezuela sigue siendo el mismo
país monoproductor de petróleo, sujeto por lo tanto a los
vaivenes del mercado mundial, que hoy, con la crisis, ha
derrumbado los precios y, por lo tanto, los ingresos. El
fundamental sector petrolero sigue en manos de
administradores sobre los que la clase obrera y el pueblo no
tienen control alguno, y por lo tanto, continúa la corrupción
de costumbre, como en los mejores años de la IV República.
El resto de la economía directamente lo siguen poseyendo
los grandes capitalistas y banqueros nacionales y
extranjeros, los mismos de siempre. La nacionalización de
Sidor, impuesta al gobierno por la movilización obrera, no
logra cambiar este cuadro.
El
único cambio real que se ha producido en estos 10 años, es
una extensión del asistencialismo de la miseria, que
no soluciona ninguno de los dos fundamentales problemas
populares: ¡trabajo estable para todos y salarios
dignos!
Hoy
la crisis viene a agravar esta situación. Y frente a
esto el gobierno de Chávez sigue insistiendo con la misma y
fracasada política de unidad con los empresarios
“patriotas”, que sólo “colaboran” robando más y
mejor, en alianza con los nuevos ricos “bolivarianos”,
no menos rapaces.
Todo
esto ha producido un lógico desengaño de amplios
sectores obreros y populares, que en su momento apoyaron
a Chávez y se movilizaron derrotando los intentos golpistas
del imperialismo yanqui y la burguesía escuálida.
Esta
desilusión ya se expresó en el alto número de
abstenciones y la derrota del gobierno en el referéndum
constitucional del 2007. Luego, que en las elecciones
regionales del 23 de noviembre de 2008, las listas del
gobierno ganasen la mayoría en el país, pero perdiesen en
casi todas las grandes ciudades y los centros políticos y
sociales decisivos, incluso en sectores populares como
Petare en Caracas, que había sido un bastión de apoyo
fervoroso a Chávez.
El
resultado de 10 años de Chávez sin cambio estructural
alguno y, por lo tanto, sin solución del desempleo y del
salario miserable, es que la oposición de derecha
–los “escuálidos” alentados por el imperialismo
yanqui– ha ido progresivamente recuperando fuerzas,
después de ser derrotada en los intentos golpistas del 11
de abril de 2002 y el lock out patronal posterior.
Con
caras “nuevas” y tácticas más astutas, tomándose de
algunos de los problemas que han desilusionado a las masas
trabajadoras (aunque no por supuesto de las cuestiones de
fondo del salario y el empleo), la oposición burguesa y
proimperialista no sólo ha venido avanzado, sino que hasta
ahora ha logrado aparecer como la única alternativa a Chávez
a nivel de masas.
Chávez,
por su parte, nuevamente le ha brindado en bandeja la ocasión
de polarizar a su favor la situación política. ¡Ha puesto
en el centro de la escena un tema –su reelección– que no
tiene nada que ver con los desgarrantes problemas que hoy
sufren las masas trabajadoras por la crisis: conservar o
lograr un empleo y tener un salario que alcance.
¡En
medio de una crisis fenomenal que empieza a golpear con todo
en Venezuela, Chávez llama un referéndum por su reelección,
cuando su actual mandato se extiende hasta enero del 2013!
En
esta situación, afirmamos que no se puede votar por el SÍ,
que representa un apoyo al desastroso balance de 10 años de
pseudo-socialismo chavista.
Tampoco
ningún trabajador puede votar por el NO. Sería
apoyar a la oposición burguesa-escuálida y a su principal
sostén, el imperialismo yanqui.
La
única forma de expresar una posición independiente
es la abstención o el voto nulo.
Sea
cual fuere el resultado de este domingo, el problema
fundamental es que sigue planteada a los luchadores obreros
y populares y a la clase trabajadora la necesidad de
levantar una alternativa a la izquierda de Chávez y su
gobierno.
Las
luchas obreras vienen siendo fragmentarias, pero han sido
duras y permanentes a lo largo de estos diez años. Y ahora
también se están expresando frente a la crisis. Por eso,
se hace cada vez más necesario a los trabajadores
establecer un polo propio, de clase y realmente
socialista. Es decir, una alternativa propia frente a Chávez
y la oposición burguesa.
Corriente
internacional Socialismo o Barbarie
11/02/09
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