El
rebrotar del fascismo ha causado ya la
muerte por encargo de 230 líderes campesinos en Venezuela (refinado por las tácticas importadas
del narcoparamilitarismo colombiano).
Paramilitares,
parapolítica, sicariato, casinos, formas de exterminio
y
lumpenización que aplica la burguesía a los trabajadores
Por
Manuel Sutherland (*)
Kaos
en la Red, 22/07/09
La
agudización de la lucha de clases en Venezuela es
impresionante. A pesar de los esfuerzos en negarla (A.
Muller Rojas, Vicepresidente del partido del gobierno PSUV)
la ferocidad de los acontecimientos hace de Venezuela un
epicentro de batallas por tomar el control de un país que
maneja las reservas de petróleo más grandes del mundo. La
y los terratenientes, la Camarilla más anticomunistas del
Chavismo y una caterva de empresarios importadores, se
disputan la posibilidad de captación de renta y de la
apropiación de plusvalía criolla. Ese forcejeo se ha
recrudecido con el reivindicativo accionar de la clase
obrera, los proletarios rurales y una cantidad de campesinos
(que a pesar de ser numéricamente bajo, por la alta
urbanización nacional) han protagonizado una defensa
insigne de la Ley de Tierras, a pesar de lo blanda que es,
ya que deja recovecos legales útiles para mantener extensas
cantidades de tierra ociosas en pocas manos.
El
rebrotar del fascismo (refinado por las tácticas importadas
del narco-paramilitarismo colombiano) ha causado ya la
muerte por encargo de 230 líderes campesinos, decenas de
dirigentes obreros (6 en los últimos 7 meses) y una
cantidad de homicidios por encargo, que ni siquiera salen en
al prensa, debido a que son hechos con tal saña, que la
policía los archiva como “ajuste de cuenta”[i]. Un
sucinto panorama debe empezar con el fenómeno paramilitar,
desde su origen y plenitud latinoamericana: Colombia.
Los
narco-paracos, como estrategia criminal de la burguesía en
Colombia, para someter al terror a millones de personas.
En
Colombia, no hubo Reforma Agraria, por más tibia que fue en
otras partes del continente permitió cierto avance
redistributivo, allá, no. La concentración de la posesión
de la tierra está en manos de los terratenientes más
reaccionarios del continente: en sólo el 0,4% de los
propietarios está el 61% de las tierras cultivables y mejor
situadas, sólo el 1,7% está en manos del 54% de pequeños
propietarios[ii], y en Colombia eso es más grave que en
Venezuela, debido a que existen cerca de 8 millones de
pobladores rurales, que están en situaciones de trágico
desamparo. De hecho, Colombia es el segundo país con más
refugiados internos después de Sudán, con una cifra que
ronda de los 4 millones, 25% más que toda la población del
Uruguay.
Colombia,
es el país cuyas inversiones extranjeras (casi todas de
EEUU) se triplicaron en el lapso de 5 años, mientras en el
caso venezolano han descendido notablemente[iii]. Nuestros
vecinos tienen cerca de 20 millones de pobres, 7 millones en
la Indigencia (1 de cada 6 colombiano es indigente)[iv] con
un desempleo real, que según R. Cantor, alcanza al 41% de
la población. Colombia es el undécimo país más desigual
del mundo, con un escandaloso coeficiente de Gini que ronda
el 58%[v], en circunstancias así es fácil entender por qué:
como Colombia es el país con la tercera ayuda militar más
grande de EEUU y como la masacre de izquierdistas hace
imposible cualquier trabajo político más allá de
keynesianismo tropical, debido a que la Oligarquía
colombiana es responsable del asesinato de 8 de cada 10
sindicalistas en el mundo.
Se
calcula que el año 2008 hubo casi 150 asesinatos a líderes
sindicales, sin contar golpizas, amenazas, heridos etc. Lo
que hacen inverosímil cualquier intento por cambiar el
sistema, sin utilizar las armas para la defensa y organización
de la clase obrera. No hay otra posibilidad, que no sea
defender con las armas el derecho de emancipación de los
pueblos. A pesar que algunos crean que la lucha armada
“pasó de moda”, está out o que toda lucha en foquista
y atrae innecesariamente a la represión, nosotros
consideramos que las FARC-EP son una alternativa de lucha y
defensa de la vida de los militantes de izquierda, ante el
genocidio más perseverante de América.
De
la Horrenda situación anterior, nuestra burguesía
venezolana, ha aprendido las prácticas de Narco-Paramilitares
de los Neogranadinos, y ha usado técnicas de opresión de
forma tal, que el sicariato es ya, una forma primigenia de
lucha, al fallar o dilatar las usuales tácticas de soborno
a las corruptas instancias del estado burgués venezolano.
Así, el acercamiento que han tenido ambas burguesías,
ligadas por su antichavismo (ven a Chávez como un Comunista
recalcitrante) ha hecho que una eduque a la otra, y le enseñe
las formas más viles y fascistas en el combate contra
trabajadores que plantean mínimas reivindicaciones.
Los
terratenientes criollos y el mar de sangre en el campo que
se desprende hacia la fábrica
El
fuste militar en la apropiación de las tierras en Venezuela
a inicios de la Independencia, le dio un rasgo más atrasado
y menos industrial del que tuvo en otros países el
desarrollo rural. No sólo eso, la vinculación abyecta con
el imperialismo, convirtió a muchos de esos “héroes”,
en testaferros de los foráneos, que se apoderaron de
inmensas cantidades de terreno, como la hacienda El Charcote
de 200 mil hectáreas de propiedad inglesa. Así las cosas,
transnacionales del negocio forestal poseen cerca de 600 mil
hectáreas, marginando a millares de pobladores, desgastando
y deforestando tierras para acumular ganancias
extraordinarias sin que se haga absolutamente nada. ¿Por qué?
Fácil, las grotescas extensiones de tierra no son problema.
No. La caracterización de latifundio radica según nuestra
Ley de Tierras (2001) en: “que sean baldíos de la Nación
y estén totalmente incultas e improductivas”[vi] Todo
ello contribuye a que en los arduos y larguísimos casos jurídicos
de “rescate” de esas tierras, los Terratenientes
argumenten idioteces como: “Somos una reserva de
biodiversidad agroecológica”, demostrando eso, al enseñar
a lo lejos con un binocular: un caimán y dos pajaritos en
un nido.
Las
negociaciones por la tierra de los latifundistas Azpurua y
su haciendita plenamente ociosa de 10 mil hectáreas La
Marqueseña, son una muestra de la incomprensión supina del
problema. Si contraponemos Reforma vs. Revolución, como
Rosa Luxemburgo, nos damos cuenta que el reformismo negocia
con los latifundistas, los lleva a juicios extenuantes,
expulsa a los pobladores que tratan de regresar a sus
propias tierras antes expropiadas y piensa en hacer alianzas
“estratégicas” para producir lo que nunca antes los
terratenientes produjeron. Las tácticas de la Democracia
Social, jamás solucionarán el problema de la tierra, que
es un problema de la reproducción de la vida, con
parcelamientos de tierras para minifundios, conucos o
huertos, No. Esa es una práctica mil veces ensayada por el
populismo, que ha llevado a la quiebra a millones de
campesinos.
A
pesar de todo lo moderada de la Ley (entre otras cosas,
latifundio se considera 5 mil hectáreas incultas en
adelante), los terratenientes y la burguesía criolla han
sido sumamente enérgicos en la forma de aplastar a los
luchadores por la tierra. Es famoso el video donde líderes
de FEDENAGA, queman la Ley de Tierras en una rueda de prensa
y juran vengarse de cualquier campesino que ose a invadir
sus tierras. Desde allí, ha recrudecido una feroz persecución
a todo aquel que trate de cuestionar la feudalidad de la
tierra, y fruto de esta cruzada, han asesinado a cerca de
230 líderes campesinos, más otras centenas de luchadores
menos conocidos. Además, unos 1500 proletarios rurales y
campesinos, están siendo sometidos a régimen de presentación
judicial por “atreverse” a regresar a sus tierras. Todo
ello con impunidad del gobierno bolivariano, que se dice
campesino, pero conserva el sistema judicial burgués que ha
hecho imposible que se encarcele a los autores intelectuales
(y una alta cantidad de los materiales) de estos crímenes.
Paramilitares,
bingos, prostíbulos y la anuencia del gobierno
En
estos diez años de chavismo hemos visto un singular aumento
de las actividades que describimos en éste subtítulo.
Lejos de posiciones moralistas y adustas, es notoria y
penosa, la proliferación de lupanares, casas de juego y una
serie de negocios donde la burguesía hamponil, se encarga
de lumpenizar a buena parte de la población; explotándolos
como prostitutas, sirve-jugadores o extrayéndole dinero por
la vía de la venta del sueño de riqueza fácil, drogas y
el alcohol como depresor ilustre. En estos negocios, la
burguesía se alía con el paramilitarismo y empieza un
proceso de lavado de dinero de proporciones bárbaras. Así,
la burguesía financia, esconde y reparte el negocio del
crimen en una serie de lugares que en vez de cerrarse,
funcionan ahora a plena luz del día, pululan por doquier y
son el escaparte perfecto para las mafias de explotadores,
paramilitares y narcos.
Es pública
la cercanía de algunos funcionarios del gobierno
bolivariano que avalan no sólo la impunidad de estos grupos
paramilitares y sus secuaces, sino que incluso los defienden
soterradamente y según el intelectual afecto al gobierno Luís
Britto García: “Pobre Venezuela, que prepara una ley
suicida para legalizarles sus aparatos de legitimación de
capitales provenientes de delitos…Parapolítica,
paracasinos y parabingos: es el proyecto social que intenta
legitimar el Proyecto de Ley de Impuesto a las Actividades
de Juegos de Envite y Azar.” [vii] Es menester recordar,
que una ley tan retrograda, es planteada en la Asamblea
Nacional cuya totalidad de efectivos fueron en la plancha
del gobierno Bolivariano que a diario plantea el socialismo
del siglo XXI.
No
es todo, los paramilitares en Venezuela son responsables
abiertos de los crímenes sobre la clase obrera,
generalmente hacen vida pública en barrios muy populosos, y
en parroquias enteras (Petare) son responsables de
amedrentar a la clase trabajadora e inducirla a votar por
candidatos fascistas. Los “paras” manejan trenes de
servicios en restaurantes y centenares de empresas donde se
encargan de obligar a obreros a cotizar para sus canallescas
organizaciones, siendo a la vez, gendarmes de la burguesía,
a la hora de aplacar a sangre y fuego cualquier intento de
reivindicación económica.
La burguesía industrial y comercial
copia el sicariato e importa paramilitares como brigadas de
choque delincuencial y patrullaje antisindical - Algunos
casos
Hay
pequeños pueblos enteros en Venezuela donde los
paramilitares ya están cobrando peajes y patrullan
abiertamente, con una concupiscencia dramática por parte
del gobierno. El periódico Panorama, del estado Zulia,
donde el Chavismo es más débil, calcula que hay cerca de
1500 Paramilitares fuertemente armados en actividades de
sicariato, casinos y prostíbulos. La asociación entre
burgueses y estos mercenarios ha cerrado las puertas a
trabajos políticos con la clase obrera y somete a la
población a criminales humillaciones por parte de
semejantes vándalos que actúan en plena impunidad y que
aparte de ser represores de toda reivindicación social, se
yerguen como la sustitución organizada del hampa en una red
de extorsiones, secuestros y robos de gran magnitud.
Los
sicarios “independientes”, están siendo desplazados por
“paras” profesionales, a pesar de que aún actúen de
manera relativamente frecuente. De hecho, el asesinato de
Argenis Vásquez Marcano, quien era Secretario General del
Sindicato de la Planta Toyota, fue realizado por un
“supuesto” independiente, que al inicio fingió un
ajuste, pero luego cambió su declaración. En noviembre
pasado los dirigentes de la UNT en Aragua, Richard Gallardo,
Luis Hernández y Carlos Requena, fueron baleados por
sicarios en un restaurante. Estos dirigentes obreros
encabezaban una huelga contra la empresa colombiana Alpina y
habían tomado la determinación de tomar la fábrica, ante
la negación a la discusión del contrato colectivo con la
empresa. Este horrendo crimen muestra la forma como la
burguesía está resolviendo los conflictos laborales.
En
febrero del 2009 también fueron ultimados a balazos dos
trabajadores huelguistas de la empresa Mitsubishi que
respondían a los nombres de Javier Marcano y Pedro Suárez,
por parte de la Policía del Estado Anzoátegui, cuyo
gobernador es un fiel lugarteniente del chavismo y otrora
destacado promotor de los derechos humanos y ahora manchado
por tan abominable resolución del conflicto. La solidaridad
de los trabajadores de nómina de la Mitsubishi, con los 135
Tercerizados despedidos en la planta y la posterior toma de
la misma; fue salvajemente aplastada por una turba de policías
de la gobernación, que tras horas de intimidación,
irrumpieron en la sede de la empresa con una violencia insólita,
similar a la Guardia Blanca Zarista, de la película de
Eisenstein La Huelga, donde la orden fue aniquilar a
mansalva. Acá no hubo jinetes ni rifles, sólo vehículos y
pistolas (absolutamente ilegales a la hora de encargarse del
orden público) que sirvieron para una masacre, que quedó
plasmada en decenas de videos que en Youtube se pueden
observar.
También
el pasado cinco de abril fue asesinado el dirigente del
sindicato de Cerámicas Caribe, Jorge Lozada, este último
homicidio fue adjudicado por las autoridades al hampa común.
Todo ello, a pesar de las fuertes vinculaciones de lucha de
ese obrero y las evidentes sospechas de paras o sicarios.
Cabe destacar, que parte de la intelectualidad genuflexa al
chavismo, “insto” a los obreros luego de sus protestas
ante estos crímenes, a bajar la “conflictividad”, no
darle razones al imperialismo y no hacer huelga para
desestabilizar al Gobierno. Es decir, para esos mercenarios
de la pluma y la propaganda, el problema es la popularidad
del proceso bolivariano, y no la vida de quienes lo
defienden. No es extraño en ellos, que aparte de perseguir
y hostigar a compañeros comunistas en sus reductos burocráticos
y académicos, se atreven a decir como Elio Córdova, que a
los residentes de Venezuela no les afecta en nada el aumento
del 33% en el IVA, debido a que TODOS Compramos TODO en los
mercados populares del gobierno, donde consumimos TODO lo
que necesitamos. O “argumentan”: “Hoy en día tenemos
un Estado que prefiere endeudarse él antes que transferirle
los costos de la crisis a los más necesitados”[viii],
como si el Estado fuera un ente celestial que se mantiene
con el dinero que brota de ideas filantrópicas de personas
que para nada trabajan.
En
noviembre de 2007 fue asesinado William Junior, quien como
nos cuenta G. Gómez, era dirigente sindical de los
trabajadores de la construcción, perteneciente a la Unión
Bolivariana de Trabajadores (UBT). El hecho fue perpetrado
de forma dantesca en plena Asamblea Obrera en el Municipio
Roscio del Estado Bolívar. La descripción de G. Gómez es
esclarecedora sobre la metodología empleada: “Llegaron
unos 40 matones que se bajaron de varios carros y rápidamente
se le fueron encima al dirigente esgrimiendo sus armas.
Luego de golpearlo repetidamente, le descargaron siete
tiros, causándole la muerte, e hirieron también a un
trabajador, sin que los demás pudiesen hacer nada para
evitarlo. Realmente actuaron como una banda paramilitar
apabullante[ix]”
La ausencia de justicia y la
necesidad de la toma de conciencia para la construcción del
socialismo revolucionario
Los
canallas burócratas exigen cartas y cartas, denuncias y
denuncias a la Fiscalía y procedimientos que por lo largo y
costoso, facilitan la defensa de millonarios autores
intelectuales de los crímenes y en el peor de los casos
garantizan su escape. La justicia burguesa no puede castigar
a sus creadores. A pesar de que el mismo Presidente Chávez
dice a diario lo necesario de los cambios radicales y lo
nefasto que es el estado burgués que él maneja, no aparece
por ninguna parte, atisbo de cambio estructural que implique
un salto cualitativo en las relaciones sociales de producción
basadas en la propiedad privada, la alienación y la
explotación.
Por
ello, es necesario que la clase obrera se unifique en torno
a un programa que se plantee la gestión efectiva de los
medios de producción, mediante los Consejos Revolucionarios
de Trabajadores que permitan saltar por encima de las
amarras burocráticas y las persecuciones burguesas. Un
Consejo que configure el control efectivo de las grandes
empresas y su absoluta propiedad social. Un Consejo que
decida en Asamblea junto con la Comunidad y el ente de
Planificación Centralizada (no el Ministerio que tenemos de
Planificación), ¿Cómo, Dónde, Cuándo, Porqué y Para qué?
Producir. Todo ello amerita de un aparato político que
organice las acciones de la clase y pueda aplastar
militarmente a la criminalidad burguesa y su abobinable
Propiedad Privada. Dura es su ausencia, pero trabajamos por
su formación…
(*)
De la Asociación Latinoamericana de Economía Política
Marxista (ALEM)
Notas:
[i]
La policía cuando observa crímenes en los cuales hay mucho
ensañamiento (20 o 30 disparos) suele archivar el evento,
lo consideran como una riña interna entre bandas de
delincuentes, y ni siquiera realizan averiguaciones.
[ii]
Ver el discurso del Renan Vega Cantor, ganador del premio
Libertador al Pensamiento Crítico, por su libro, Un mundo
incierto, un mundo para aprender y enseñar. 2008.
disponible en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=71788
[iii]
En Venezuela ha disminuido a pesar de la inversión en Petróleo
en al Faja del Orinoco, que es realizada en forma de Join
Ventures con transnacionales de todo el mundo.
[iv]
Ibíd. Cit. 1.
[v]
Informe del Desarrollo Humano 2005, ONU. El Gini es un
indicador parcial que estima la repartición del ingreso en
la población, dividida en deciles.
[vi]
Ley de Tierras, promulgada en la Ley Habilitante 2001,
extracto resaltado por el autor.
[vii]
Luís Britto García, Paramilitares, Parapolítica,
Parabingos, Paracasinos. Publicado en Ultimas Noticias, y
disponible en http://www.altercom.org/article147866.html
[viii]
Ver artículo de Elio Córdova, donde explica de forma
aterradora, como aumentar el IVA y el endeudamiento interno
es una medida muy socialista e híper revolucionaria:
http://www.kaosenlared.net/noticia/algunas-reflexiones-sobre-medidas-economicas
[ix]
Gónzalo Gomez, Una acción contra el sicariato: van 26
activistas sindicales y populares asesinados en Guayana,
escrito para ANMCLA, disponible en
http://www.controlobrero.org/content/view/214/1/
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