Caracas.– La gran fuente
del paseo ubicado en el centro geográfico de la capital venezolana, que este
año incorporó tecnología de punta, disparará sus chorros de agua y los
iluminará con luces de colores y sonido de a ratos y sólo entre martes y
jueves. Es una muestra del ahorro de energía diseñado por el gobierno.
A pesar del calor reinante,
la fuente de la Plaza Venezuela permanecerá desactivada en las horas de mayor
consumo de electricidad los restantes días de la semana.
A pocos metros de ese lugar y
en fila para abordar un transporte público, Dilcia Flores expresa a IPS su
preocupación por la medida. Es que esta mujer de 47 años se gana la vida
limpiando casas en diferentes sitios de la ciudad y por esa causa viaja a
variadas horas para su casa, en la populosa Petare, una barriada en el este de
Caracas señalada entre las violentas.
"Cortes de luz significa
calles más oscuras y más peligro cuando se regresa a la casa. Y si no se
puede guardar comida en la ‘nevera’ (refrigerador), entonces hay que
comprarla cada día, y así es más cara", explica.
El presidente de Venezuela,
Hugo Chávez, presentó un panorama marcado por el "aumento en el consumo
y derroche de energía", aunado a "fenómenos como El Niño (sequía
derivada de trastornos climáticos originados por el calentamiento temporal de
las aguas del océano Pacífico), que han disminuido el caudal de los ríos"
que alimentan plantas hidroeléctricas.
Por ello, Chávez anunció
que se debe ahorrar electricidad, pidió a los organismos públicos que
disminuyan 20 por ciento del consumo, dijo que en el Palacio de Miraflores
(sede del gobierno) se apagarán más luces y equipos de aire acondicionado, y
demandó a la cadena de centros comerciales Sambil que compren sus propias
plantas generadoras.
Además creó el Ministerio
para la Energía Eléctrica, como parte del proceso comenzado hace dos años
con la estatización de la firma Electricidad de Caracas y la instalación de
la Corporación Nacional para coordinar todo el sector.
Al frente de la flamante
cartera ubicó a Ángel Rodríguez, un ex sindicalista petrolero que presidía
la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).
¿Potencia
energética?
Venezuela se precia de ser
una potencia energética, con casi un siglo como gran exportador de petróleo,
del que aún tiene cuantiosas reservas, así como de gas. También construyó
hace 50 años represas en su Guayana (sudeste), que suman hoy una capacidad
instalada de generación eléctrica de 12.500 megavatios/hora (Mwh),
consideradas de las mayores del mundo.
Según el Ministerio de Energía,
la capacidad eléctrica instalada del país alcanza los 23.367 Mwh, 63 por
ciento de los cuales son aportados por la generación hidráulica y el resto
por usinas térmicas impulsadas a vapor, a gas, con motores diesel y de ciclo
combinado (vapor y gas).
Pero una cosa es capacidad
instalada y otra efectiva. En Plantacentro, ubicada al noroeste de Caracas y
nominalmente de 2.000 Mwh, apenas operan dos de sus cinco turbinas y entregan
entre 500 y 800 Mwh. Igual problema se registra en el gigante complejo hidroeléctrico
Guri, con capacidad para 10.000 Mwh, trabajaban este mes sólo 14 de sus 20
generadores.
La demanda de energía eléctrica
en Venezuela fue de 14.000 Mwh en 2005, de casi 16.000 en 2006, de 15.500 en
2007, de 16.350 en 2008 y de 17.300 Mwh en lo que va de 2009, es decir, que ha
crecido entre cinco y siete por ciento interanual.
Pero 20 por ciento de la
capacidad instalada, si funcionase a la perfección todo el sistema, debería
ser objeto de constante mantenimiento y debe haber además holgura para
confrontar emergencias, explicó José Aller, profesor de la carrera de
ingeniería eléctrica en la caraqueña Universidad Simón Bolívar.
Por distintas razones, unos
7.000 Mwh de capacidad instalada no están disponibles, según Aller, lo cual
deja al sistema en condiciones de suministrar sólo poco más de 16.000 Mwh,
una cifra ya superada por la demanda creciente.
El Estado venezolano
"tiene con sus ciudadanos una deuda de 4.000 a 5.000 Mwh, equivalentes a
la capacidad de generación de Ecuador y casi el doble de la Uruguay",
dijo a IPS Víctor Poleo, viceministro de Energía durante los tres primeros años
de gobierno de Chávez (1999–2001).
Para reponerla haría falta
invertir, sólo en generación, unos 8.000 millones de dólares, más lo que
se requeriría para incrementar anualmente la capacidad en unos 1.000 Mwh y
sin contar inversiones en transmisión y distribución, según Poleo. Aller
estima que el rezago de la última década requiere invertir 18.000 millones
de dólares en cinco años.
Caos en la
red
Los tendidos eléctricos,
desde los fuertes, que llevan al norte el fluido de Guayana, hasta los
capilares, cables de tomas clandestinas en barrios pobres de las ciudades, así
como transmisores y otros equipos, están en condiciones deficientes.
Caracas ha sufrido media
docena de apagones, de varias horas, en los últimos dos años.
Es, sin embargo, privilegiada
en relación con la provincia, donde abundan los apagones de dos a cinco veces
por semana, especialmente en el oriente servido por una vieja compañía
estatal, Cadafe, con sistemas de distribución muy deficientes.
En Puerto La
Cruz–Barcelona, la mayor aglomeración urbana del nordeste, un apagón de 24
horas continuas llevó a centenares de manifestantes a cortar la principal vía
de la región.
En San Cristóbal, capital
del extremo sudoeste, indignados vecinos dejaron a las puertas de la compañía
eléctrica estatal decenas de televisores, ventiladores, licuadoras y otros
enseres dañados como consecuencia de los cortes de electricidad.
Patético es el caso de la
sudoriental Ciudad Guayana, porque padece los mismos apagones, pero es el
asiento de Guri y demás represas del portentoso río Caroní, donde se
generan 70 por ciento de la electricidad que consume Venezuela y 500 Mwh
llevados a Roraima, el estado más septentrional de Brasil.
En Caracas, activistas de un
comité de usuarios del servicio eléctrico manifestaron ante la embajada de
Bolivia por la decisión del gobierno venezolano de construir una planta
termo–eléctrica en ese país, a un costo de 80 millones de dólares.
Aixa López, abogada que
preside el comité, dijo a IPS que "la ineficiencia del gobierno creó
esta crisis. ¡Cómo es posible que sin resolver el déficit aquí se
entreguen plantas eléctricas a Bolivia y Nicaragua", y anunció acciones
de protesta en los próximos días en al menos ocho de los 23 estados de
Venezuela.
"Cortes y racionamiento
de electricidad, más los de agua potable en Caracas y otras ciudades, tienen
un costo político alto porque generan malestar, incluso emocional, en la
ciudadanía", comentó a IPS el analista político Manuel Felipe Sierra.
Merma económica
El peso de la crisis se
siente en los grandes y pequeños establecimientos. El sindicalista del acero
José Luis Alcócer informó que la estatal Siderúrgica del Orinoco, que
produce más de tres millones de toneladas al año, apaga sus hornos por horas
para consumir menos electricidad, y la producción ha bajado hasta en 20 por
ciento.
Deberán hacer otro tanto las
empresas de aluminio, que, con la siderúrgica, son el espinazo industrial de
Ciudad Guayana, erigido precisamente para aprovechar las ventajas de la
electricidad cercana y barata, así como las reservas de hierro y bauxita.
La prensa de provincia recoge
numerosas denuncias de criadores de pollos y carniceros que denuncian pérdida
de sus inventarios a causa de los apagones. Los comerciantes declaran que la
falta de electricidad ahuyenta a la clientela.
¿Cómo
fue posible?
"Si algún sector se
obliga a la planificación con un horizonte de 30 años, es el eléctrico",
sostiene Poleo, quien no atisba solución al problema en el corto plazo, pues
pasa por "la construcción de nuevas plantas generadoras, inclusive las
hidráulicas que han sido desechadas por el ministro de Planificación",
Jorge Giordani.
Otro problema es "la
sordera de quienes toman las decisiones, incapaces de aceptar la crítica,
intolerable para ellos, lo que aunado a la desprofesionalización del sector
eléctrico requeriría que una nueva gerencia lo asuma, pero para eso sería
necesario una nueva conducción en el país", sostuvo Poleo.
En su opinión, un tercer
elemento es la corrupción, pues por ejemplo "en redes de transmisión
debieron ejecutarse 285 proyectos entre 2001 y 2005, con un desembolso de 643
millones de dólares, pero sólo se ejecutaron 155 millones de dólares y se
desconoce el paradero de los 488 millones restantes".
"El problema responde a
falta de previsión, de planificación y de gerencia, pues dinero ha habido
suficiente con los ingresos por los altos precios del petróleo", advirtió
José Guerra, director de la Escuela de Economía en la Universidad Central.
El presidente de la
Confederación de Industriales, Carlos Larrazábal, sostuvo que "el
problema ha estado en la alarmante falta de inversión en generación de
oferta para atender la demanda, en redes de distribución y mantenimiento de
equipos. El conjunto de la economía se resentirá con esta crisis eléctrica".
"¿No era deber del
gobierno prever la expansión de la demanda, aunque no fuera sino por el
crecimiento vegetativo de la población?", se preguntó el dirigente
opositor y editor del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff. "La crisis eléctrica
es hija legítima de Chávez y no son necesarias pruebas de ADN para
comprobarlo", opinó.
Rodrigo Castro, mesero en un
restaurante en el popular barrio de La Candelaria, asediado por la
delincuencia, también da su opinión a IPS en forma de pregunta: "¿No
ahorramos energía si el presidente anula la orden que dio hace dos años para
atrasar los relojes media hora y así tendríamos un poco más de luz
natural?".