Durante
la mañana del 26.11.09 fue asesinado en la ciudad de
Barquisimeto Mijail Martínez, de 24 años de edad,
videoactivista y colaborador del Comité de Víctimas contra
la Impunidad del estado Lara. Según los testimonios, dos
individuos desconocidos abordaron a Mijail en las afueras de
su domicilio, y tras llamarlo por su nombre le realizaron
varios disparos en el pecho.
La víctima
es productor audiovisual y trabaja en el programa de
televisión de su padre Víctor Martínez, un antiguo
militante bolivariano y ex diputado del Consejo Legislativo
de la región, el cual debido a las múltiples
contradicciones del proceso bolivariano ha venido realizando
denuncias acerca de la implicación de altos funcionarios
gubernamentales y policiales en hechos de corrupción y
violación a los derechos humanos. En declaraciones
ofrecidas a los medios, Víctor señala que el móvil del
asesinato es político, y buscaba silenciar sus señalamientos:
“Chávez yo te ayudé cuando estabas solo en la cárcel y
nadie daba medio por ti, eres el responsable de la muerte de
mi hijo y de muchos delitos que se cometen, porque en vez de
ser el primer garante de la constitución eres el primer
violador y debido a esto pagamos todos los venezolanos con
la inseguridad que hay en el país”, afirmó.
Este
crimen político se realiza en un contexto regional de
profunda degradación de los diferentes niveles del poder
gubernamental. Como han venido registrando organizaciones de
derechos humanos como Provea, la policía del estado Lara es
el segundo cuerpo policial denunciado por violaciones al
derecho a la vida, acumulando durante el año 2008 el 19,43%
de los casos en todo el país, para un total de 31 víctimas.
Además, los policías han sido denunciados por su
participación activa en extorsiones, atracos a bancos,
secuestros, tráfico y siembra de drogas en la ciudad, lo
cual tiene como principales víctimas a personas de bajos
recursos. Esta situación ha motivado la respuesta social de
diferentes organizaciones populares, como el Comité de Víctimas
contra la Impunidad (CVCI), fundado en el año 2004. El CVCI
ha denunciado la implicación de altos funcionarios
regionales, tales como el antiguo comandante de la policía
Rodríguez Figuera, en la creación de las mafias
policiales, así como el encubrimiento y participación del
antiguo gobernador del estado Lara Luis Reyes Reyes. En vez
de realizar una investigación de las diferentes denuncias,
el gobierno central premió al exgobernador con el cargo de
Ministro de la Secretaría de la Presidencia.
Debido
a sus denuncias y movilizaciones, los integrantes del CVCI
han sido objeto de amenazas de muerte y de un proceso
creciente de criminalización. Desde el momento de su
fundación, Mijail Martínez había venido registrando en
video el trabajo comunitario de la organización, con la
intención de realizar un documental sobre esta experiencia
popular. Una muestra de su trabajo puede verse en http://www.vimeo.com/5130428
Desde
el periódico El Libertario denunciamos este hecho como un
nuevo capítulo de la arremetida gubernamental contra las
organizaciones de base, autónomas, revolucionarias y
disidentes. Asimismo, enviamos todos nuestros mensajes de
condolencia y afecto a los familiares y amigos de Mijail, un
prometedor joven en el terreno de las luchas sociales cuyo
entusiasmo y compañerismo fuimos testigos. Señalamos que
este crimen es parte de la política de criminalización de
la protesta popular emprendida por un gobierno servil a los
intereses del capitalismo globalizado. Por último,
denunciamos la complicidad del gobierno, de los medios
estatales y pseudocomunitarios, de la Fiscalía General de
la República, Defensoría del Pueblo y Tribunales de
Justicia en cualquier hecho que ponga en peligro la vida e
integridad de Víctor Martínez y su familia, los
integrantes del Comité de Víctimas contra la Impunidad del
Estado Lara y del resto de luchadores y luchadoras populares
de la región que han venido señalando, con nombres y
apellidos, la implicación de funcionarios policiales y
burocráticos en hechos de corrupción, tráfico de drogas,
extorsión, secuestros y asesinatos en la región
centro–occidental del país.