Reportaje en el PST de Honduras
23 años de lucha
Entre el 9 y 11 de enero pasados, se llevó a
cabo el X Congreso del Partido Socialista de los
Trabajadores de Honduras. Además de las discusiones y
votaciones propias de este tipo de encuentros (sobre situación
internacional y nacional, balances internos, etc.), en éste
se resolvió de manera unánime la entrada del PST–H a la
Corriente Socialismo o Barbarie Internacional.
Aprovechando la visita que realizaron un grupo de compañeros
y compañeras del PST de Costa Rica, desde SoB entrevistamos
al compañero Juan Romero, con la finalidad de que nos
brindara con sus propias palabras una descripción de lo que
es el PST–H, sus más recientes e importantes luchas y los
motivos por los cuales se adhirieron a nuestra corriente.
Sob: ¿Cuáles son
las principales características que identifican al PST–H?
JR:
El PST–H es un partido socialista revolucionario, tanto
por sus planteamientos así como por su método de trabajo.
Tiene 23 años de existencia, es un grupo pequeño pero que
ha dado muy importantes cuadros para la dirección del
movimiento de masas en Honduras.
Hasta el día de hoy nuestro trabajo ha girado en diversos
sectores. Por ejemplo, en sus inicios el partido tuvo una
destacada intervención en la Universidad Autónoma, donde
compañeros muy jóvenes en la carrera de Pedagogía le
quitaron la primera asociación de estudiantes a la derecha,
en el marco de un gobierno con métodos fascistas y de la
revolución centroamericana (finales de los ochenta).
En los noventa pasamos a intervenir en los sindicatos
bananeros, llegando a liderar la segunda huelga más
importante desde 1954.
Sob: En la actualidad
¿en qué lugares del país y sectores interviene el
PST–H?
JR: Somos
un partido muy joven y con muchos estudiantes, donde casi el
70% de nuestra militancia oscila entre los 18 y 26 años.
Por ello, actualmente estamos principalmente estructurados
en las universidades de Tegucigalpa y en varias ciudades del
Valle de Sula.
Además, también intervenimos en el magisterio y el sector
campesino. Por ejemplo, un compañero es dirigente de una
regional de la CNTC en la ciudad de El Progreso.
En este mismo lugar, intervenimos en la Asamblea Popular
Permanente (APP), donde se aglutinan sindicatos,
organizaciones populares, patronatos, vendedores ambulantes,
etc.,
Sob: Muchas y muchos
de nuestros lectores no tienen mucho conocimiento sobre la
realidad política hondureña ¿Qué caracterización
manejan ustedes de la situación del país?
JR: Los
años noventa fueron la “década perdida”, puesto que
implicó un retroceso significativo para las organizaciones
populares. Tanto los gobiernos así como la empresa privada,
le dieron importantes golpes al movimiento obrero hondureño,
desarticulando muchos sindicatos estatales y privados. Además,
las privatizaciones y el auge del modelo neoliberal hicieron
retroceder significativamente las luchas en el país.
Pero pasados estos años y entrando al siglo XXI, hay un
reacomodo de algunos sectores de masas en los que se
comienzan a librar importantes luchas, sobre todo en el
magisterio. Y para el año 2002 tiene lugar un importante
evento, que desde el partido lo consideramos como un
“parte aguas” de la lucha de clases y la correlación de
fuerzas, el “verjazo”, donde los maestros botan una
verja colocada alrededor del Congreso Nacional.
Posterior a esta acción, el 26 de agosto del 2003 se funda
la Coordinadora Nacional de Resistencia, con lo cual se
comienzan a aglutinar las fuerzas del movimiento popular.
En resumen, hay un cambio de situación en el país. Pasada
la “reacción democrática” en los noventa, actualmente
el movimiento popular ha tomado la ofensiva, buscando
retomar sus viejas conquistas. Por ejemplo, es destacable la
conquista del Estatuto Docente hondureño, con el cual se
establecen derechos, tales como la estabilidad laboral hasta
la misma facultad de poder luchar.
En este sentido la “Coordinadora” ha logrado aglutinar
a varios sindicatos, los cuales buscan una manera de
organizarse por fuera de las tradicionales (y burocráticas)
centrales. De hecho, de acuerdo a pesquisas y conversaciones
con personas de otros países, es una instancia única en su
estilo, tan sólo comparable con la APPO de Oaxaca.
Tiene su programa de lucha definido (los 12 puntos), que
desde el 2003 ha permitido centralizar y reflejar el sentir
de cada uno de los sectores en lucha. Es un
espacio democrático donde hay debates muy amplios.
Sob: ¿Qué papel ha
tenido el partido en las luchas de los últimos años? Podrías
referirte a los Paros Cívicos.
JR:
El 2008 nos ha dejado un gran legado y experiencia a nuestra
militancia, que a pesar de ser muy joven se vio inserta en
la lucha de clases, a partir de su trabajo con los
estudiantes de secundaria.
Los Paros Cívicos son fruto de un planteamiento del
partido en diversos momentos, todos en función de lograr
una Huelga General, que permita recuperar las conquistas
perdidas en la década de los noventas y avanzar hacia una
lucha que transcienda el reformismo y se acerque a la
consecución de la emancipación de la clase trabajadora.
En ese sentido, el PST–H en su noveno congreso (2007)
vota ir a los sectores populares y a la Coordinadora, para
promover un Encuentro Obrero, Campesino y Popular, donde
estuvieran las centrales obreras, organizaciones campesinas
y la Coordinadora. De allí surgió plan de lucha que
conllevó al Paro Cívico Nacional del 17 de Abril, en el
cual nuestro partido tuvo un papel fundamental, al grado de
fungir como dirigencia del proceso.
De diciembre del 2007 a mayo del 2008, el PST–H tuvo la
conducción de la Coordinadora. El partido se distribuyó en
su mayor amplitud, interviniendo en Tegucigalpa, Progreso,
Ceiba y San Pedro Sula, por lo que nuestros planteamientos
se llevaron a muchos sectores y se logró un gran éxito en
el Paro Cívico Nacional, no tanto en avanzar hacia una
conquista, sino de avanzar hacia una nueva forma de lucha de
los sectores populares.
Lo novedoso del Paro Cívico no fueron las 27 tomas de
carreteras en todo el país, sino que fue un día de paro de
labores en las instituciones estatales y en unas cuantas
instituciones privadas, y la participación de los
estudiantes de secundaria, quienes participaron de manera
consciente y activa.
Luego, el 14 de mayo y en apoyo a la huelga de hambre de
los fiscales contra la corrupción, se impulsa el segundo
Paro Cívico, en el cual el partido tuvo una intervención
en la dirección y hay una participación activa de
maestros, alumnos, de las bases campesinas y de algunos
sindicatos importantes. Todo esto dio como fruto un periodo
de luchas, las más importantes desde la huelga de 1954.
Sob: ¿Podrías
explicarnos la difícil situación que atravesó el PST–H,
con el asesinato a manos de sicarios del compañero Edickson
Lemus?
JR:
Para el partido es una de las pérdidas más significativas.
Fue un compañero que organizaba la Central Nacional de
Trabajadores del Campo y tenía un papel importante como
Secretario General, especialmente en la lucha cotidiana.
Era un agitador por excelencia y transmitía una gran
emotividad hacia los demás campesinos. No se quedaba sólo
en las luchas campesinas, iba a las peleas de los
estudiantes y los profesores, etc.
El compañero fue víctima de la represión brutal que los
terratenientes ejercen sobre los campesinos que luchan por
su derecho a un pedazo de tierra. Su participación como
dirigente significó que le “echaran” un ataque de
sicarios, ante el cual las instancias pertinentes no han
dado mayores frutos en la investigación, y aparentemente no
existe voluntad política por resolver el crimen, como en
otros cientos de casos de dirigente campesinos asesinados.
Alrededor de esto y a tres años de su asesinato, el
partido siempre hace una jornada de protesta para acordarles
a las autoridades de que este crimen no lo olvidamos y que
vamos a insistir en promover su esclarecimiento.
Sob: En este congreso
el PST–H optó por ingresar a Socialismo o Barbarie
Internacional. ¿Cuáles fueron las razones que llevaron a
esto?
JR:
Somos un partido trotskista y tenemos un compromiso
permanente en tener una vinculación con otros partidos del
mundo, en función del principio del internacionalismo.
Nuestro partido tuvo una crisis de sus organismos
internacionales, desde la LIT, el CITO y el SECA.
Por ello, el partido optó por buscar otros sectores del
trotskismo en Latinoamérica con los cuales se pudiera
trabajar.
A partir de la cercanía y fraternidad existente con el
PST–CR, que ingresó a Socialismo o Barbarie con
anterioridad, nosotros votamos en nuestro noveno congreso el
estudio y seguimiento de SoB para caracterizarlo y votar el
ingreso a esta corriente, que es un paso importante puesto
que ya no estaremos aislados.
Además, consideramos importante que SoB le toma
importancia al hecho de plantear los principios de las
organizaciones revolucionarias, en el sentido de insistir en
la independencia de clase y en el posicionamiento que ha
tenido ante el surgimiento de los gobiernos populistas, como
Chávez.
Otro de los elementos de convencernos por SoB, fue que los
compañeros nos demostraron el internacionalismo en
concreto. Hicieron un esfuerzo material importantísimo en
al visitarnos en el año 2007, aún sin tener relaciones
formales. Eso para nosotros fue significativo, puesto que
vimos su interés por tener relaciones fraternas y formales
con nosotros.
Junto con esto, fue importante
nuestro afán por continuar las relaciones fraternarles con
el PST–CR, lo que nos permitirá dinamizar nuestro trabajo
conjunto.
Esta es la tercera ciudad en importancia de Honduras,
luego de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Liga Internacional de los Trabajadores, Centro
Internacional del Trotskismo Ortodoxo y Secretariado
Centroamericano respectivamente.
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