El
periódico Socialismo o Barbarie
se convertirá en semanario
El
fin de semana pasado (18, 19 y 20 de diciembre) nuestro
partido realizó el V Congreso desde la fundación en 1999.
El Congreso expresó un grado de maduración de
enorme importancia. No se trata de algo simplemente numérico
sino de calidad. Esto tanto por la composición
generacional cada vez más joven de nuestra organización,
como por el debate que se realizó a lo largo del mismo. Se
expresó que
el Nuevo MAS está creciendo como organización
tanto en lo que hace a las correctas respuestas políticas
(neumático, Carpa Roja, Honduras, etcétera) del último
período como así también en materia de riqueza como
organización.
Dos
discusiones centrales
Específicamente,
el Congreso partidario abordó dos desafíos. El primero,
tiene que ver con poner en el centro de la discusión el
proceso de recomposición en curso de la vanguardia obrera
de nuestro país, proceso que en la última coyuntura viene
amenazando con impactar entre franjas de masas de los
trabajadores, hecho que podría ser histórico si llegara
a concretarse.
El
segundo, tuvo que ver con cómo ajustar las tareas y el
funcionamiento partidario a una realidad que exige de las
corrientes de la izquierda revolucionaria en general y de
nuestro partido en particular, cada vez más. Es decir,
discutimos también como hacer de nuestro partido una
organización más concentrada en su actividad
votando como medio central para realizar este desafió el
proyecto de ir hacia un periódico semanal en un plazo de 5
meses.
Esta
necesidad de periódico semanal es casi una obviedad. Se
trata del hecho que el sucederse de los acontecimientos políticos
generales, sumado a los desafíos cotidianos que se plantean
en el terreno de las luchas y reorganización del movimiento
obrero y estudiantil, hace que no podamos seguir
respondiendo sólo cada quince días.
Por
otra parte, está el hecho también que a nivel de la
vanguardia se desarrolla una permanente y muy progresiva polémica
entre las diversas corrientes de la izquierda acerca de qué
respuestas dar a los desafíos que le coloca a la izquierda
la lucha de clases.
En
ese sentido, ir hacia un periódico semanal es una condición
de posibilidad para que el Nuevo MAS tercie de manera
creciente (como ya lo venimos haciendo) en la lucha
política de la vanguardia que, en gran medida, no es
otra cosa que la lucha de las tendencias de la izquierda (como
lo señaló correctamente una compañera en el debate).
Un
proceso que amenaza hacer historia
Es
un hecho. En los últimos meses el debate sobre el “modelo
sindical” tomó lugar en la palestra política nacional. Sí
un tema así llega a las “alturas” de los políticos,
los burócratas y los medios de comunicación, de alguna
manera no puede sino expresar que algo profundo se está
agitando en las entrañas de la organización de la clase
obrera de nuestro país. Porque el hecho es que a lo
largo de los últimos años, y sobre la base de la conmoción
que significó el Argentinazo (amen del contexto de procesos
internacionales más de conjunto), el hecho es que
–recuperación económica mediante- no solo comenzó a
darse un ciclo de luchas de los trabajadores ocupados cuya
centralidad creciente está en manos de los sectores obreros
de fábrica, sino que se empezó a cuestionar la
organización misma de los trabajadores en manos de la
burocracia sindical.
Nos
explicamos. La circunstancia es que en un conjunto de
lugares de trabajo de importancia estratégica en diversas
ramas de la producción, el activismo independiente ha
logrado desplazar a la burocracia sindical y protagonizar
luchas de alcance e impacto nacional.
Se
trata de una nueva generación obrera que está haciendo su
experiencia en el terreno de la lucha contra la patronal, la
burocracia sindical y el gobierno y cuyas fuerzas
coaligadas, cual Santa Alianza contra ellos, no logra
doblegarlos. Los ejemplos más emblemáticos de estas
experiencias vienen siendo la del cuerpo de delegados del
subterráneo de Buenos Aires, la experiencia en Kraft y
otras fábricas de la Alimentación, la experiencia del
cuerpo de delegados de FATE y la seccional San Fernando en
el neumático, experiencias de valor como las de Zanon, los
ferroviarios del Sarmiento, los Sutebas combativos, la junta
interna del Hospital Garraham, etcétera.
Insistimos:
se trata de experiencias que están presentes y que la Santa
Alianza antiobrera no ha logrado doblegar. Por el contrario,
este proceso se está profundizando: de ahí el sentido
profundo de la llegada del tema a los medios de comunicación
nacionales. De ahí la preocupación del gobierno K por
darles “el moro y el moro” a los compañeros del subte a
cambio de que bajaran por un año el reclamo por el
simplemente inscripto…
Está
claro que nuestro Congreso también debatió qué posición
asumir frente a los sectores de la burocracia que se
postulan para capitalizar el desprestigio de la CGT como es
el caso de la pérfida CTA. Así como el desarrollo de un
creciente debate al interior mismo de la vanguardia dónde
se expresa una presión hacia la eventual pérdida de la
independencia por la vía de criterios economisistas,
sindicalistas y posibilistas.
En
fin, este proceso de recomposición en curso es
“objetivo”. Pero, al mismo tiempo, está íntimamente
ligado a la izquierda partidaria. Y tenemos la firme
convicción de que el Nuevo MAS está llamado a cumplir un
creciente papel, siendo prácticamente la única
corriente que se para consecuentemente desde la necesidad
estratégica de un Nuevo Movimiento Obrero y no con
criterios puramente sindicales.
Razón
por la cual, el Congreso, a más de reafirmar la experiencia
de nuestro partido en el neumático (y la perspectiva de dar
pelea por el gremio a la Violeta de Wasiejko), votó la
jerarquización e inserción de compañeros en otros gremios
industriales de enorme importancia.
Socialismo
o Barbarie como periódico semanal
Es
en el contexto anterior que el Congreso discutió y votó,
unánimemente, la “revolución partidaria” que
significa ir a un periódico semanal. Esto por concretas
razones objetivas y subjetivas por así decirlo.
Objetivamente,
dado el hecho evidente que el desarrollo de los
acontecimientos mundiales, regionales y sobre todo
nacionales, hacen que no se pueda dar respuesta a los
mismos sólo quincenalmente. Pero, sobre todo, porque al
calor del crecimiento de las luchas obreras (el 2010 será
un año con más luchas) y del proceso mismo de reorganización,
lo que está ocurriendo es una agudización de las
experiencias, lecciones y polémicas que se está procesando
al interior de la misma vanguardia sobre cómo hacer para
que la recomposición en curso llegue a buen puerto y no
aborte. Una muestra muy reciente de esto han sido las
duras polémicas y las lecciones obtenidas alrededor de
luchas de importancia de los últimos años, como las mismas
del neumático, de Kraft y del subte.
Pero
también hay una exigencia “subjetiva”: se trata de
que el Nuevo MAS se ponga aun más a tono con este desafió.
Entendemos que en la vanguardia son valoradas de manera
creciente nuestras posiciones y experiencias y apostamos a
tener una mayor regularidad en este sentido con el objetivo
de “tallar” de manera creciente desde nuestro perfil
más “político” y revolucionario que las demás
tendencias.
De
ahí el planteo de periódico semanal que de alguna manera
tendrá todos los ingredientes, insistimos, de una
verdadera “revolución partidaria” en materia de una
organización cada vez más “leninista”.
Un
debate importante fue acerca de cómo hacer para que el periódico
sea algo más “ágil” pero sin perder su nivel político.
Esto no deja de tener importancia. Es que si bien en la
propia izquierda hay en curso otras experiencias por
intermedio de las cuales difundir las luchas y las políticas
de tal o cual organización, la “cultura de la
imagen” tiene muchísima importancia hoy pero no deja, al
mismo tiempo, de ser una adaptación a cierto retroceso político-cultural
general de la vanguardia y la izquierda hoy respecto a lo
que fue históricamente.
De
ahí que mantener un periódico de nivel, que obligue a
lector interesado a leerlo con atención y politizarse (e
incluso formarse) con el mismo, no deja de ser de enorme
importancia y un aporte del Nuevo MAS a la nueva generación
obrera.
En
un plazo entonces de no más de 5 meses, el Nuevo MAS pondrá
en marcha la experiencia del semanario como aporte a la
politización de la vanguardia obrera y estudiantil. Y,
claro está, herramienta para el reclutamiento de nuevos
compañeros obreros y estudiantes para nuestra organización.
Una organización que se viene fortaleciendo al calor de la
experiencia de la lucha de clases nacional y regional. Y
también del proceso de delimitación que se viene
operando al interior de la misma izquierda frente, en primer
lugar, a las corrientes oportunistas y también a las prácticas
sectarias que a cada momento pierden los intereses generales
de la clase obrera en su conjunto buscando hacer valer
solamente los de la propia secta.
Te
invitamos a sumarte al partido que vamos a ser
Un
tercer eje del Congreso estuvo ligado a la valoración de
proceso histórico de la instalación del Nuevo MAS y la
Corriente Internacional SOB como una de las
tendencias dinámicas del trotskysmo en nuestro país y
Latinoamérica. La realidad es que el Congreso exhibió el
orgullo de la totalidad de los compañeros delegados
acerca del camino recorrido y de lo obtenido.
Se
trata de un capital que no tiene que ver todavía tanto con
criterios “numéricos” (en ese sentido nos falta una
dura lucha por delante) sino con algo de calidad: la
capacidad de haber instalado al interior del ala izquierda
(por así decirlo) de las mismas corrientes de la izquierda
trotskista de la región y el país –lucha a brazo partido
mediante- de un “matiz” o un elemento de identidad
distintivo que no aporta ninguna de las otras corrientes de
esta tradición. Y creemos que es un hecho cierto ya que la
fuerza de esto lo estamos capitalizando de manera creciente.
De
ahí que varios compañeros se hayan referido –reflejando
esta fuerza y esta convicción- a la idea de que a
los nuevos compañeros –jóvenes obreros y estudiantes-
que están ingresando en nuestra organización, les atrae no
tanto el partido que todavía somos formalmente, sino el
que estamos construyendo (“el partido que vamos a ser”)
cómo subproducto de las concepciones, teoría, programa,
políticas, prácticas y perfil que de una manera cada vez más
distintiva estamos aportando a la lucha de clases nacional y
regional.
De
ahí que se hayan destacado las experiencias de PST H
integrante de nuestra corriente internacional y que acaban
de tener la única posición principista pública y con peso
de vanguardia de masas en las elecciones fraudulentas en
Honduras. O mismo la experiencia del neumático, FATE y la
lista Marrón. O la experiencia de la Carpa Roja cuando la
pelea entre el gobierno K y el “campo”. O experiencias
constructivas como la de Las Rojas en el terreno de la pelea
de las mujeres o de Tinta Roja entre los preuniversitarios
de la Capital Federal.
El
Congreso manifestó su firme convicción de que estas
experiencias -de alguna manera- están “prefigurando”
una organización revolucionaria que se está fortaleciendo
y que seguramente va a aportar -de manera creciente- al que
hoy es el desafió más importante para la izquierda
revolucionaria en nuestro país: dar un salto cualitativo en
lo que hace a la recomposición del movimiento obrero en
nuestro país, proceso que si se termina combinando con un
verdadero ascenso de las luchas obreras, podría dar lugar a
la emergencia de un nuevo movimiento obrero antiburocrático,
clasista y revolucionario.
Tenemos
la firme convicción de que esta es la tarea fundamental
de los revolucionarios en el próximo período y al servicio
de la misma se puso el V Congreso del Nuevo MAS.
[1]
Sobre toda la “mecánica” de la lucha de tendencias
y las leyes más generales de las organizaciones de
vanguardia ver en la revista SOB n°23 (de próxima
aparición) el artículo “Lenin en el siglo XXI”,
sobre todo el “anexo” del mismo.
[2]
Ver nuestra crítica a este error de los compañeros en
el periódico anterior: “Se dejó pasar una
oportunidad”.
[3]
En este sentido ver en nuestra edición anterior el
interesantísimo debate que se sustanció en la Facultad
de Filosofía y Letras entre representantes del proceso
de recomposición obrera, entre los cuales estaba
nuestro compañero Jorge Ayala del cuerpo de delegados
de FATE.
[4]
En esto pesa muchísimo la ausencia, en muchas
corrientes, de todo balance respecto de la
experiencia del “socialismo” del siglo XX.
[5]
Se trataría de la cuarta etapa en la organización del
movimiento obrero argentino luego de las experiencias
iniciales a finales del siglo XIX, los años 20 y 30, la
experiencia del movimiento obrero peronista de la
posguerra y lo que se podría estar abriendo ahora en
materia de un movimiento obrero más independiente,
antiburocrático y clasista.