Hazañas
del capitalismo
México sin maíz
Por
Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, periódico, 08/02/07
La
“crisis de la tortilla” de maíz que estallo en México, es uno de
esos hechos que ilustran cómo funcionan el imperialismo, el
capitalismo y la “globalización”.
En
el imaginario popular, Argentina figuraba como “el país de las
vacas y el trigo”. El capitalismo logró que aquí los chicos se
muriesen de hambre. Ahora en México, en el país que “inventó”
el maíz, el capitalismo ha conseguido que los mexicanos (es decir,
los pobres, que son la mayoría) no puedan comer la tradicional
“tortilla”.
No
exageramos al decir que el maíz fue “inventado” en México.
Efectivamente, comenzó a ser domesticado desde hace unos 9.000 años
a partir de una planta silvestre, al parecer en la región de Oaxaca.
Gracias a ese cultivo, los pueblos originarios del actual México,
Guatemala y otros países centroamericanos, lograron un gran progreso
de las fuerzas productivas, y construir civilizaciones que
desarrollaron la escritura, las matemáticas y la astronomía, en
ciudades mayores que las contemporáneas de Europa. El maíz (y las
populares “tortillas”) han sido el alimento básico de la población
desde tiempos inmemoriales.
México sin maíz
Dejar
al pueblo de México sin maíz es entonces toda una hazaña del
capitalismo, el imperialismo... y de la miserable burguesía mexicana
a su servicio.
El
primer paso fue la firma del colonial “Tratado de Libre Comercio de
América del Norte” (NAFTA) con EEUU y Canadá en 1994.
El
NAFTA, al establecer la “libre competencia” también en la
agricultura llevó lógicamente a la bancarrota del campesinado
mexicano frente al “agribusiness” de EEUU, económica y tecnológicamente
más fuerte... y además subvencionado por el gobierno. Así México
ha terminado importando hasta las zanahorias de EEUU. La consecuencia
social inmediata fue la corriente interminable de campesinos en la
miseria que emigran a EEUU como ilegales.
Por
otra parte, bajo el régimen de “libre comercio” que impone el
NAFTA, la producción agraria que aun se mantiene en México, sigue
automáticamente las alzas y bajas de los precios y de la demanda del
mercado estadounidense. Aquí entró en juego el programa de Bush para
los “biocombustibles”.
El
gobierno yanqui viene dando subvenciones millonarias a grupos
capitalistas amigos para instalar plantas productoras de etanol
(alcohol etílico) para reemplazar la gasolina proveniente del petróleo.
Para eso se esgrimen diversos pretextos. Se dice que serían
combustibles más “ecológicos” y que permitirían ir solucionando
la dependencia del petróleo para generar energía. Aquí no podemos
desarrollar las explicaciones de porqué todo es un fraude. Basta
decir que, para cubrir el consumo de EEUU... habría prácticamente
que sembrar casi toda la superficie cultivable del país...
Pero,
aunque todo sea fraudulento, es un magnífico negocio para los amigos
de Bush que reciben fondos del gobierno prácticamente a costo cero,
para instalar destilerías de etanol. La materia prima que utilizan es
el maíz y eso ha subido la demanda y disparado los precios.
Así,
las destilerías de Bush y sus amigos se quedan con el maíz que antes
alimentaba a los mexicanos pobres.
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