El
cardenal Miguel Obando presidirá el “Consejo de Paz y Reconciliación”
El
FSLN le claudica a la Iglesia Catolica
Por
Cassandra García
El Socialista Centroamericano Nº 61, febrero 2007
El
Cardenal Miguel Obando y Bravo es un personaje muy conocido en
Nicaragua, no solo por haber sido el jerarca de la Iglesia durante la
dictadura Somocista, la Revolución Sandisnista y los subsiguientes
gobiernos hasta hace un año. A lo largo de estas etapas, la Iglesia
Católica a través de Obando se ha relacionado con los distintos regímenes,
con la constante que siempre han jugado un papel
contrarrevolucionario.
Desde
dictadores hasta reconciliadores
Miguel
Obando ha sido en Nicaragua, el líder más carismático de los católicos.
La Iglesia Católica ha lo largo de nuestra historia reciente, ha
jugado un papel contrarrevolucionario.
En
tiempos de la dictadura Somocista los jerarcas católicos mantuvieron
relaciones cordiales con los Somoza. No fue sino hasta finales de los
70, cuando la alianza entre el FSLN y la burguesía pusieron en jaque
a Anastasio Somoza Debayle, que la Iglesia se reacomodó y tomo una
“postura crítica” hacia aquél.
Durante
los años 80, la Iglesia fue un importante polo contra del régimen
sandinista; las parroquias eran verdaderos bastiones
contrarrevolucionarios de propaganda. El Gobierno Sandinista atacó
directamente a la jerarquía católica con trágicos resultados, ya
que su feligresía los defendió más que nunca. El mismo Cardenal
Obando sirvió de mediador y garante para la firma de los acuerdos de
Esquípulas, que fueron la última palada de tierra a la revolución
centroamericana.
En
la década de los 90, mantuvo estrecha relaciones con los sucesivos
Gobiernos de Violeta Barrios y Arnoldo Alemán; durante este último
periodo estallaron los escándalos de corrupción y defraudación
estatal, los cuales incluían jugosas “colaboraciones y contratos”
con organizaciones y universidades propiedad de la Iglesia Católica.
El
giro de Bolaños
En
2001 que asumió Enrique Bolaños la Presidencia, y con su plan de
ataque a la corrupción del anterior gobierno, la Iglesia Católica
fue una de las sacrificadas. Aunque Bolaños es conservador y católico,
la alianza que mantenía la Iglesia con Alemán y que era alimentada
con los millones del presupuesto, significaba un obstáculo para su
política de echar al caudillo del PLC.
Es
así que Bolaños, sin romper con la Iglesia Católica, reduce los
“beneficios” y “ayudas” estatales a las obras de ésta.Es aquí
en donde la personalidad versátil y oportunista de Obando y la
Iglesia obro un “giro” hacia el FSLN, que se manifestó claramente
en las recién pasadas elecciones. En éstas, aunque Obando no era ya
el jefe de Conferencia Episcopal, fue el más importante personaje
“antisandinsita” que legitimó la campaña de Daniel Ortega
proclamando la “Reconciliación” entre los nicaragüenses.
Obando
al Gobierno
Daniel
Ortega ahora propone que el que fuese su peor enemigo en el pasado, y
hoy aliado, ocupe la dirección del que será el “Consejo de Paz y
Reconciliación”. El que se supone dará seguimiento al cumplimiento
de los acuerdos firmados con los desmovilizados de los extintos
Ejercito Popular Sandinista, la Contra y Ministerio del Interior.
Aún
no se oficializa la aceptación de Obando, quien espera el permiso del
Vaticano. Pero sin duda, aunque Obando y la Iglesia hoy se cambien de
“bando” sus intereses son los mismos, recordemos que fue la
jerarquía católica la ideóloga y autora de la campaña reaccionaria
en contra del Aborto Terapéutico en media contienda electoral. Campaña
que acabó con la claudicación de todos los partidos (incluyendo el
FSLN) a la pretensión anti democrática y misógina de la Iglesia Católica.
Fuera
Obando del Gobierno
Obando
es un personaje muy hábil, aunque se le llama el “mediador por
excelencia”, es claro que ha sabido defender los intereses
contrarrevolucionarios de la Iglesia Católica en casi medio siglo. Ha
pasado de ser fiel capellán del Dictador Somoza a confesor de Daniel
Ortega. Indudablemente la Iglesia Católica se ha reacomodado una vez
mas, y que Obando participe en el Gobierno Sandinista, no es mas que
la perfecta expresión de esa dinámica; en donde una personaje como
el Cardenal ayudará a frenar cualquier intento de lucha o
reivindicación social por medio de “sus buenos oficios”.
La
inclusión de un jerarca católico en el gobierno devela aún más el
carácter reaccionario y antipopular del “Gobierno de Unidad”
proclamado por Ortega. La inclusión de Obando o cualquiera otro
jerarca religioso, debe ser repudiada, y exigir su inmediata expulsión
del Gobierno.
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