El
presidente Correa se siente ganador
Por
Kintto Lucas
Inter Press Service (IPS), 13/04/07
Quito.–
El casi seguro triunfo del "Sí" en la consulta popular de
este domingo en Ecuador permite prever la convocatoria a una asamblea
constituyente en octubre. Sin embargo, más de 30 por ciento de los
electores no saben para qué irán a las urnas, según encuestas.
Nueve
millones de personas están habilitadas para votar a favor o en contra
de la convocatoria a una Asamblea Constituyente. La opción ganadora
deberá reunir más de la mitad de todos los sufragios, incluidos los
nulos y en blanco.
Además,
los electores deberán aprobar o rechazar el estatuto que regirá los
comicios de octubre, según el cual partidos políticos y
organizaciones sociales podrán presentar sus candidatos a
constituyentes, respaldados con las firmas de uno por ciento del padrón
electoral.
Los
últimos sondeos de las empresas consultoras Cedatos–Gallup y
Perfiles de Opinión indican un triunfo del Sí y una gran popularidad
del impulsor de la iniciativa constituyente, el presidente Rafael
Correa.
"El
enorme desprestigio de la oposición ha contribuido para que Correa
tenga un nivel de apoyo envidiable", dijo el director de Perfiles
de Opinión, Hugo Barber.
Correa
recibe 80 por ciento de opiniones favorables de los encuestados en el
último sondeo de esta consultora. Además, 78 por ciento se
manifestaron dispuestos a aceptar que el gobierno "tome
decisiones al margen de la actual Constitución si ello hace posible
un mejor desarrollo del país".
La
encuesta indica que 86,5 por ciento de los consultados apoyaron la
instalación de una asamblea constituyente, aunque sólo 64 por ciento
sabían que el domingo se consultaría al electorado sobre esa
alternativa.
Estos
datos y la crisis desatada en el Poder Legislativo y en los partidos
de la derecha explican en parte que sólo esta semana fuera visible la
campaña electoral.
Correa
promovió el Sí en entrevistas y en visitas oficiales a varias
provincias. El único partido que asumió el riesgo de pronunciarse y
hacer campaña por el "No" fue la Unión Demócrata
Cristiana (UDC), ex Democracia Popular.
Incluso
volvió a la escena el ex presidente Oswaldo Hurtado (1981–1984),
para afirmar que Correa intenta concentrar todos los poderes a través
de la constituyente.
Hurtado,
quien se había mantenido al margen luego de no obtener ni uno por
ciento de los votos en los comicios de 2002, fue en esta ocasión la
cara visible de la oposición al gobierno.
La
campaña del No se focalizó en vincular a Correa con su par
venezolano Hugo Chávez, con referencias y acusaciones que arreciaron
en los últimos días.
"Aquí
nadie sigue la línea de Chávez. Aquí seguimos la línea
ecuatoriana, la de los ciudadanos, profundamente humanista, que quiere
un cambio radical", replicó Correa.
Para
Barber, "quienes tratan de minar la popularidad de Correa asociándolo
con Chávez se equivocan, porque el 71 por ciento de los encuestados
tienen una imagen positiva del presidente de Venezuela".
Además,
y según sus sondeos, 53 por ciento creen que "Correa toma en
cuenta a Chávez para algunas decisiones, pero decide lo que le parece
mejor" y poco menos de 25 por ciento piensan que el mandatario
ecuatoriano "toma muy en cuenta a Chávez para tomar algunas
decisiones", abundó.
Correa
arguyó que la constituyente era el único mecanismo para reformular
las instituciones y el Estado y superar la permanente crisis
institucional que ha vivido Ecuador en la última década.
El
primer mandatario recordó que en los últimos años desfilaron ocho
presidentes, miles de millones de dólares salieron del país llevados
por la "banca corrupta" a través del "salvataje
bancario", y se registró un éxodo de miles de ecuatorianos.
El
26 de noviembre de 2006, fecha de las elecciones presidenciales que lo
llevaron al poder, el pueblo votó por un cambio profundo de las
estructuras vigentes, dijo Correa.
"El
decreto número 002 fue convocar a una consulta para que el pueblo se
pronuncie respecto a si quiere o no una Asamblea Constituyente que nos
dé una nueva constitución, y pese a las vicisitudes y trabas por
parte de la partidocracia, será una realidad el próximo domingo 15
de abril", afirmó.
Correa
aseveró que la asamblea será la máxima expresión de que el poder
radica en el pueblo, con el fin de discutir entre todos los
fundamentos que deben guiar la vida en común y crear una nueva
constitución de cara al siglo XXI, un verdadero Estado de derecho y
una adecuada división de los poderes.
Respecto
del estatuto, sostuvo que "pone en igualdad de condiciones a los
ciudadanos y a los partidos políticos. Todos los candidatos deberán
reunir firmas para la inscripción de su candidatura. El Estado
garantiza igualdad de espacios publicitarios y se prohíbe
terminantemente las dádivas, regalos, etcétera, que pretenden con
chequeras comprar la conciencia" de los ciudadanos, añadió.
El
mandatario enfatizó que la asamblea estará por encima de los poderes
Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Constitucional y Electoral. Pero señalar
que "plenos poderes significa que podrá atentar contra la
propiedad privada, o contra derechos fundamentales de la familia y los
seres humanos, nada más absurdo que eso", afirmó.
"Una
vez redactada esta nueva constitución" será "el pueblo,
nuevamente en las urnas, el que podrá aprobar o reprobarla",
dijo.
La
inminencia del proceso constituyente se da en medio de un grave vacío
en el Poder Legislativo.
La
destitución en febrero de 57 legisladores por parte del Tribunal
Supremo Electoral (TSE) fue un episodio más de la endémica crisis
institucional ecuatoriana. Los hechos se precipitaron por la puja
entre la mayoría parlamentaria opositora y la mayoría de los
magistrados del TSE.
Con
el voto de 57 legisladores de los 100 del Poder Legislativo
unicameral, el Congreso decidió sustituir al presidente del TSE,
Jorge Acosta, por haber convocado la consulta constituyente sin aval
parlamentario
Además,
los diputados presentaron al Tribunal Constitucional un recurso de
inconstitucionalidad de la convocatoria, pues ésta proponía un
estatuto constituyente que autorizaba a la asamblea, una vez
instalada, a clausurar el Congreso legislativo y a destituir a sus
miembros, contraviniendo otro estatuto aprobado por el parlamento.
Con
el voto de cuatro de los siete integrantes del TSE, éste destituyó a
los legisladores que promovieron la resolución, basado en que la Ley
Orgánica de Elecciones establece que el funcionario público que
"interfiera" con "los organismos electorales" en
medio de un período electoral, será separado de su cargo y se le
suspenderán "los derechos políticos por el tiempo de un año".
El
13 de febrero, en la convocatoria a la consulta del domingo, el TSE
estableció como período electoral "el lapso comprendido desde
el 15 de febrero hasta el 15 de mayo de 2007, inclusive".
El
tribunal adujo en su resolución que Ecuador está "en lo que
podríamos denominar estado de emergencia electoral, por lo que ningún
organismo ni persona natural o jurídica puede realizar acto alguno
que impida u obstaculice, en este caso, la consulta popular".
Apenas
esta semana el Tribunal Constitucional desestimó cualquier reclamo de
los legisladores destituidos, habilitando la asunción de sus
suplentes. Por eso, solamente después de conocidos los resultados
electorales del domingo, el Poder Legislativo podrá volver a
funcionar con normalidad.
Sondeo de CEDATOS–Gallup Internacional
Los ecuatorianos
apoyan la Asamblea Constituyente a un día del referéndum
El
Mundo, Madrid, corresponsal, 14/04/07
Un 66% de los ecuatorianos, a favor de
reformar el sistema política y un 15% en contra. Si el referéndum no
sale adelante, el presidente Correa ha anunciado que dimitirá.
Quito.– Un 66% de
los ecuatorianos respalda la propuesta del presidente del país,
Rafael Correa, de instaurar una Asamblea Constituyente para reformar
el sistema político de Ecuador a un día del referéndum en que se
votará tal iniciativa, según un sondeo de Cedatos–Gallup,
que también refleja que sólo un 15% se opone a ello. La
encuesta se aplicó a unas 1.460 personas y tiene un margen de error
del 5 puntos arriba o abajo.
Alrededor de 9,2 millones de
ecuatorianos están convocados a las urnas para decidir en
referéndum, este domingo, si se crea una Asamblea Constituyente a
través de la cual el presidente Correa quiere dar vía libre a una revolución
socialista y sofocar las demandas de una población hastiada
de la política tradicional. Ahora bien, de obtener un resultado
contrario, Correa ya ha dejado claro que dimitirá de su cargo.
Según las últimas encuestas, que no
se han dado a conocer en Ecuador al no permitirlo la ley de dicho país
el día antes del referéndum, el 66% de los ecuatorianos respaldarían
la propuesta que, según Correa, permitiría aplicar medidas a
seis de cada 10 ecuatorianos que viven en la pobreza.
El apoyo a la iniciativa ha aumentado tres
puntos porcentuales respecto al 63% registrado por la firma hace
sólo cuatro días. Además, señala que un 15% de la
población rechaza el plan, que requiere la mayoría absoluta
de los sufragios, incluidos votos válicos, nulos y en blanco, para
salir adelante. Este porcentaje tomaría la decisión por considerar
de forma mayoritaria que sería el escenario ideal para la instauración
de un régimen autoritario y estatizante.
De corroborarse estas cifras, Correa
se anotaría un nuevo triunfo en su batalla pos instaurar el
"socialismo del siglo XXI' y reducir el poder ejercido por los
partidos hegemónicos en el país.
'Transformación
profunda e irreversible'
"Será la ocasión
definitiva para sacar al país adelante. Llega la
transformación profunda e irreversible", aseguró el presidente
en un reciente discurso, en el que también aceptó el desafío de
buscar respuestas a las demandas de la población tanto en esta
asamblea como por vías externas.
Más allá de las repercusiones
constitucionales, la posible creación de una Asamblea Constituyente
ha despertado las esperanzas de la población sobre
una posible resolución de las recurrentes disputas políticas en el
país, como la introducción de la cadena perpetua. En tal escenario,
las expectativas generadas podrían convertise en un problema para
Correa.
La campaña mediática
emprendida por los detractores de la medida ha azuzado los temores
respecto a la vigencia de un sistema socialista entre los electores,
incluida la posibilidad de que se produzcan violaciones de la
propiedad privada, según los resultados del sondeo de
Cedatos–Gallup.
En todo caso, los resultados del referéndum
no llegarán hasta al menos cinco días después de su
realización. Entonces se podrá ver si Correa puede comenzar
a cumplir su promesa de abrir el camino a una "democracia
participativa" para que la población tengo mayor peso en la toma
de decisiones.
Correa
amenaza con renunciar si gana el No en
el referéndum
Reuters,
12/04/07
Quito.–
A sólo tres meses de haber asumido el cargo, el presidente
ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió ayer que podría presentar su
renuncia si el próximo domingo no se impone el Sí en el referéndum
sobre la instalación de una Asamblea Constituyente de plenos poderes.
La
redacción de una nueva Constitución es el eje del plan político de
Correa, que pretende restar poder al Congreso y a los desprestigiados
partidos políticos tradicionales para, al igual que su aliado, el
presidente Hugo Chávez, llevar a Ecuador al "socialismo del
siglo XXI".
La
amenaza de Correa provocó alarma en este país políticamente
inestable, que tuvo ocho presidentes sólo en la última década.
"No
estoy aquí para aferrarme a un cargo ni para pasar a la
historia", dijo ayer Correa. "En el momento en que el pueblo
ecuatoriano crea que ya no le sirvo, me voy a casa", advirtió el
mandatario, que afirmó que un voto negativo el domingo
"significaría un rechazo" a su gestión.
Los
ecuatorianos deberán decidir en la consulta popular si aprueban o
rechazan la instalación de la Asamblea Constituyente para redactar
una nueva Carta Magna, principal promesa de campaña de Correa, que
asumió el 15 de enero pasado. Su instalación fue muy resistida por
la oposición de derecha, entre otras cosas, porque la asamblea tendrá
poderes para disolver el Congreso.
Según
el último sondeo de la consultora Cedatos–Gallup, el Sí obtendría
el 63 por ciento, frente al 20 para el No. La propuesta tiene que ser
aprobada por la mayoría absoluta de los sufragios.
El
analista Hernán Reyes, de la Universidad Andina Simón Bolívar,
estimó que Correa amenazó con su posible renuncia para tratar de
aprovechar su alta popularidad –del 70 por ciento– de cara al
referéndum.
"Los
anuncios de renuncia son un discurso de corte electoral para conseguir
un triunfo en la consulta y luego una mayoría abrumadora en la
asamblea", señaló el experto.
La
instalación de la asamblea provocó una dura lucha de poder entre el
gobierno y la oposición, que acusa a Correa de querer implantar un
modelo autoritario y estatizar la economía. La pugna llegó a su
punto más crítico hace un mes, cuando, en una controvertida decisión,
el tribunal electoral del país destituyó a 57 de los 100
legisladores del Congreso unicameral por obstaculizar la convocatoria
a la asamblea.
Esta
decisión provocó una grave crisis política y paralizó al
Parlamento durante un mes.
Ayer,
el Congreso volvió a sesionar, tras reconocer como válida la
destitución de los 57 diputados, en una controvertida decisión que
todavía no fue aceptada por los afectados.
Los
diputados destituidos, en un claro desafío al gobierno, instalaron un
Congreso paralelo en un hotel de Quito, con el argumento que su remoción
fue ilegal. El Tribunal Constitucional (TC) tendrá la última palabra
en la disputa, pero no tiene plazo para pronunciarse sobre el asunto.
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