Dentro de un acuerdo para desarrollar relaciones
fraternales que hemos establecido con los compañeros del PST (Partido
Socialista de las y los Trabajadores) de Costa Rica, iniciamos la
publicación de artículos en nuestros respectivos periódicos. Esta
nota fue editada en El Trabajador Centroamericano Nº 66, julio
de 2007
Importante
lucha antiimperialista en Costa Rica
La trampa del referendo sobre el TLC
Los medios de (in)comunicación latinoamericanos son
especialistas en ocultarnos mutuamente las luchas políticas y
sociales de nuestros países. Así, en el Cono Sur es prácticamente
desconocida una de las más importantes: la pelea en Costa Rica contra
el TLC (Tratado de Libre Comercio con EEUU). Grandes movilizaciones de
trabajadores y estudiantes pusieron en crisis a este proyecto
semicolonial. Si esta lucha contra el TLC llegase a triunfar, pondría
en cuestión en toda Centroamérica el actual esquema de dominio económico
de EEUU, basado en buena medida en esos tratados. Pero ahora la lucha
contra el TLC en Costa Rica está en una encrucijada. El gobierno, la
burguesía proTLC y la embajada yanqui, golpeados por esas
movilizaciones, respondieron con una maniobra: llamar a un
referendo sobre el TLC. Y frente a esta fraudulenta trampa
“democrática” están capitulando muchos que se decían
opositores. En este artículo, los compañeros del PST analizan el
abanico de posiciones ante el referendo-trampa.(SoB)
El uso del referendo para rechazar o aprobar el TLC
(Tratado de Libre Comercio con EEUU) ha provocado una enorme confusión
política dentro de las masas opositoras al Tratado, ya que la
existencia del referendo ha puesto la lucha contra el TLC en un
terreno que nadie esperaba dar. En este artículo pretendemos
polemizar con las distintas posiciones al respecto del referendo.
El carácter del referendo
Lo primero por mencionar es que el referendo es producto de
un acuerdo político entre los empresarios opuestos al TLC, como los
arroceros y farmacéuticos, políticos burgueses opuestos al TLC –Partido
Acción Ciudadana (PAC), Frente Liberacionista contra el
TLC, Frente Socialcristiano con el TLC; etc.– y el gobierno. Esa
negociación se dio en febrero pasado, cuando la táctica para aprobar
el TLC, la mayoría mecánica (38 votos parlamentarios), entró en
crisis debido a los errores administrativos-políticos del gobierno.
Debido a estos errores, la aprobación del TLC se habría atrasado
muchísimo, lo que podría conllevar al gobierno a la crisis. El
referendo es la tabla de salvación frente a ese problema.
En esta coyuntura, la movilización del 26 del febrero, por
mucho la más grande que se ha visto en los últimos 5 años, tuvo
como política principal, la exigencia del referendo para resolver
el TLC. Esta política fue impulsada por los grupos empresariales
opuestos al TLC. Las direcciones populares y de los trabajadores –la
Comisión Nacional de Enlace (CNE), la Coordinadora Contra el TLC y
otros– simplemente aplaudían cada vez que se hablaba de referendo,
o no tenían una posición enérgica contra él, dejando al movimiento
de masas como espectador del desastre.
El acuerdo alcanzado se basaba en detener las
movilizaciones contra el TLC y trasladar el TLC a las urnas,
donde el gobierno burgués y sus compinches oligarcas y exportadores
tienen todas las de ganar ¿Qué ganaban los opositores,
fundamentalmente el PAC? El PAC daba la promesa de respetar el
referendo y el orden institucional para reconstruir el bipartidismo y
ganar en las próximas elecciones. Obviamente el PAC quiere ser
gobierno, por eso no puede salirse de la institucionalidad que algún
día espera administrar.
Desde este punto de vista, el referendo es una trampa,
diseñada para detener la movilización y aprobar el TLC, ya que el
gobierno y las cámaras empresariales, a partir de la campaña de
miedo, mentiras y amenazas, dirigida a los trabajadores de empresas
privadas (que en Costa Rica lleva décadas sin movilizarse y prácticamente
no tiene sindicatos), va a aprobar holgadamente el TLC, con el millón
y medio de votos de estos trabajadores. Es decir, los trabajadores
privados son simplemente usados como votos para el referendo y es un
instrumento tan efectivo que de manera automática lleva a la
victoria. Esta campaña cuenta además, con el beneplácito del
solidarismo –masivo en empresa
privada–, lo que implica que en esta época electoral, las
asociaciones solidaristas van a hacer el crédito más sencillo (o
sea, van a comprar el voto con préstamos u otros beneficios
materiales). ¿Qué gana el solidarismo? Arias ya mencionó un
proyecto para hacer al solidarismo constitucional.
El pacto hecho por el PAC y demás burgueses con el
gobierno conscientemente lleva a la derrota del movimiento contra el
TLC, justo por lo que acabamos de señalar.
Como último elemento del acuerdo político que permite el
referendo, tenemos la Agenda de Implementación (la reforma de
las leyes necesaria para que el TLC se aplique de “manera
correcta”), ya que el Gobierno desistió de aprobarlas antes del
referendo, lo que podría acarrear movilizaciones, fundamentalmente
del FIT-ICE (Frente Interno de Trabajadores del Instituto
Costarricense de Electricidad). Esta era la misma política del PAC,
la última palada de tierra para enterrar cualquier movilización de
los sectores populares.
Las posiciones políticas
Los partidos del Gobierno: Todos
los partidos que formaron la alianza de los 38 votos por el TLC en el
parlamento (Unidad Social Cristiana, Movimiento Libertario, Liberación
Nacional, Echandí y Masey) se han unificado centralizadamente bajo el
mandato de Alfredo Volio, ex ministro de Arias y hombre de confianza
del gobierno, junto con las distintas cámaras empresariales, para
lanzar la campaña por “el Sí”, que cuenta con todo el dinero de
los empresarios y el respaldo del gobierno y el imperialismo
estadounidenses, así como el beneplácito de los medios de prensa
masivos (excluyendo a la Extra, periódico amarillista).
La campaña del “Sí” está orientada, como lo
mencionamos, intensivamente a los trabajadores de empresa privada y a
garantizar los votos que ellos significan. El “Sí” no ha perdido
tiempo haciendo importantes campañas en los centros estatales o
estudiantiles,
sino que ha salido directamente a garantizar los votos que necesita.
Los opositores
EL PAC y los demás empresarios opuestos al TLC: La
política de PAC es el referendo, por lo que ha saludado la iniciativa
como un logro político histórico “de la democracia”. Ottón Solís
ha celebrado de manera reconocida la convocatoria al referendo,
convirtiéndose en el soporte del gobierno dentro de los opositores al
TLC. Pongamos como ejemplo la reciente votación de la Sala IV sobre
el referendo; para la Nación: “el ex candidato presidencial Ottón
Solís expresó que (…) Acepto el fallo de la Sala IV y la meta es
el referendo”.[3]
Es decir, Solís asume el voto de la Sala, voto
absolutamente viciado por la influencia del gobierno en la Sala IV y
nos aclara que está “de cabeza” en la dinámica del referendo.
Solís es, en este momento, el vocero y agente del gobierno dentro de
los opositores al TLC. Solís está aplicando la misma línea del
gobierno, pero desde los opositores.
El PAC, además, tiene la táctica de controlar políticamente
todos los “Comités Patrióticos”, organizaciones cantonales o
distritales que desarrollan la campaña por el NO y donde la
vanguardia está militando como si fueran partidos políticos.
Frente Amplio: El
diputado de FA, Merino, dijo: “Por eso pedimos garantías para el
referéndum, por ser un instrumento nuevo y de importancia
extraordinaria para el futuro de nuestra democracia; por eso hay que
defenderlo de cualquier intento de prostituirlo o manipularlo”.[4]
El Frente Amplio, en vez de denunciar el referendo como la
trampa que es y el acuerdo político que lo acompaña, mas bien tiene
como política privilegiada la exigencia de una referendo “justo”
entre opositores y favorables al TLC.
Está fuera de toda duda que haya que exigir condiciones de
igualdad al Tribunal Supremo de Elecciones, puesto que el referendo es
tramposo. Sin embargo, justamente lo que hay que hacer es denunciar
abiertamente el carácter tramposo del referendo, y no intentar
“salvar” el referendo cuyo carácter es claro.
Sin embargo, la posición de FA no es solamente ésa.
Merino también sostiene: “Seguiremos en las calles, democrática y
pacíficamente, y ganaremos en las urnas el referéndum”.[5]
Sin duda alguna la apuesta de todos los opositores es que
gane el NO. Sin embargo, eso es muy difícil, fundamentalmente por el
carácter del referendo y la campaña del gobierno. Es por esto, que
los opositores del TLC no podemos tener ninguna confianza en el
gobierno, porque el referendo está diseñado para que gane el “Sí”.
Por eso la posición de Merino de señalar que vamos a ganar el NO, es
errónea, porque ahí lo más probable es que perdamos.
Con esta política, el Frente Amplio es la forma
izquierdista de la política del PAC, que consiste en apoyar el
referendo y respetar la institucionalidad del país.
Las direcciones sindicales: Recientemente,
UNDECA (Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad
Social), ASDEICE (Asociación Sindical de Empleados Industriales de
las Comunicaciones y la Energía), Movimiento de Cultura contra el
TLC, MEA (Movimiento Estudiantil Alternativo) y otros, ligados a la
Central Social Juanito Mora, se han plegado a la posición del Frente
Amplio, ya que sostienen que “debe propiciarse un real y equitativo
acceso a los diferentes medios de comunicación colectiva de amplia
cobertura nacional, para las dos tesis encontradas. Si bien es cierto
que confiamos plenamente en la victoria de los corazones sobre los
millones de plata, un aspecto intrínseco para un proceso de referéndum
realmente transparente, exige una igualdad de posibilidades de
información para ese abrumador segmento de la ciudadanía que la está
reclamando”. No es necesario explicar lo evidente, por la similitud
de las posiciones con FA.
Sin embargo, hay otras posiciones dentro de la dirigencia
sindical: APSE (Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza) y
ANDE (Asociación Nacional de Educadores) antes del referendo, ya lo
pedían, siendo la punta de lanza de la política del gobierno.
A la izquierda de este fenómeno tenemos al FIT-ICE y
sindicatos ligados a la izquierda (la CGT), que han tenido
mayoritariamente la política de participar del referendo y llamar a
movilizarse contra la Agenda de Implementación. Sin embargo, luego
del acuerdo sobre la Agenda, está política ha sido desplazada y en
este momento no constituye sino una política que de no ser aclarada
resulta propagandista.
La izquierda: los
partidos claramente de izquierda, como el MAS (sección de la LIT en
Costa Rica), PRT y Vanguardia Popular, en un primer momento tuvieron
una política oportunista, que consistía en hacer eje en “la
igualdad de oportunidades y la justicia” en el referendo, no
haciendo eje en la denuncia del referendo como trampa.
Más adelante, sin embargo, el PRT y MAS han tenido un
cambio, que consiste en denunciar la trampa, pero depositan confianza
en que el TLC pueda ser derrotado en las urnas. Veamos la posición
del MAS, que sintetiza, detalles más, detalles menos, la del PRT:
“En cuanto al TSE, decimos lo mismo, no podemos confiar en un
resultado de un referéndum donde su árbitro es un claro aliado de
Oscar Arias (…) Esta tiene que ser parte central de la política de
los opositores al TLC, de lo contrario caeremos en la trampa que nos
quiere imponer el gobierno con la Sala IV y el TSE. Derrotemos al TLC
en las calles y en las urnas”.[6]
Para el MAS la trampa del gobierno tiene que ver con el
uso de la Sala IV y TSE por parte del gobierno, sin embargo es
apariencia, la trampa es que el referendo cambia la lucha de las
calles a las urnas, no la utilización de tal o cual instrumento
del régimen; la trampa es la política del gobierno y el PAC, la
trampa no es la desigualdad en las condiciones o cuál institución va
a ser la fundamental de la situación. En este marco, además, no
mencionar las posibilidades reales de perder el referendo es convertirse
en la comparsa roja del PAC y FA. En muchos sentidos, el MAS-PRT
tiene esta política debido a que tienen la expectativa de dejarse un
pedazo de la organización por el NO y para eso no pueden sino, por lo
menos de los dientes para afuera, que el TLC puede ser derrotado en
las urnas.
La posición del PST
Desde el PST y una vez que han quedado claras las reglas
del juego, llamamos a todos los opositores a hacer una rabiosa
campaña por el NO, defendiendo consecuentemente los votos por el
NO en las urnas y denunciando el referendo como la trampa que es.
Creemos que las posibilidades de ganar el referendo son
pocas, por lo expuesto arriba; pero vamos a jugarnos con todas
nuestras fuerzas a incrementar esas posibilidades.
Llamamos a participar desde la Universidad creando
“brigadistas” de propaganda que vayan a colegios, fábricas, etc.
para detener la millonaria campaña del “Sí”, así como llamamos
a participar de los Comités Patrióticos o Comités por el NO, con
una política de denuncia al referendo.
De esta misma forma hacemos nuestro el llamado de la Comisión
Nacional de Enlace que “...hace un llamado a fortalecer la unidad y
la organización popular para derrotar en las urnas y en las calles al
TLC y los proyectos privatizadores de la Agenda de Implementación...”
El 21 de julio:
¡Discutamos
y votemos un plan para derrotar al TLC, la agenda de implementación y
al gobierno de los Arias!
Por Teresa López
El Trabajador Centroamericano Nº 66, julio 2007
Ante la posibilidad real de
que la Sala Constitucional resolviera que no había roces entre la
Constitución y el TLC, aunado a la presión de sectores de la
izquierda que ha insistido en la realización de una Asamblea Nacional
democrática; la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC (CNTLC)
decidió convocar a una Asamblea Nacional para el próximo 21 de
julio. Esta no es la primera vez que se acuerda llevar a cabo una
Asamblea Nacional, por el contrario han sido muchas las veces que la
burocracia sindical ha pasado por encima de estos acuerdos. La última
vez que se acordó realizar una Asamblea de este tipo, fue el 12 de
mayo en un Encuentro de la Coordinadora que tuvo lugar en la Clínica
Carlos Durán. Sin embargo, la burocracia del FIT y la ANDE
maniobraron en la CNTLC para que dicha Asamblea que iba a ser el 9 de
junio, fuera reemplazada por el acto protocolario y anti-democrático
del pasado 23 de junio.
¿Cómo organizarnos si la lucha la dirigen los burgueses
opuestos al TLC?
La lucha contra el TLC desde el 26 de febrero ha intentado
ser conducida por el sector burgués que se opone al TLC (PAC) y que
además se encarga de garantizar la institucionalidad democrática,
también por el Frente Nacional de Apoyo que ha insistido en crear
nuevas instancias de lucha de cara al referéndum, para procurar
dirigirlas de antemano.
Todo parece indicar que debajo del tapete hay un acuerdo
entre el PAC y el Gobierno, para contener la lucha contra el TLC que
aumentaba su combatividad y lucha callejera, sosteniendo la
institucionalidad democrática, a cambio de que la agenda de
implementación se votara luego del referéndum y, por supuesto en
caso de que ganara el sí al TLC, tanto el PAC como Merino del Frente
Amplio se dejarían de oponer a los proyectos complementarios. De
hecho, el 11 de julio en la Nación, aparecieron declaraciones de
Oscar Arias afirmando que la agenda de implementación sería votada
en el plenario legislativo posteriormente a la consulta popular.
Este pacto entre el PAC y el Gobierno, aunado al respaldo
del reformismo del FA a la institucionalidad democrática (critican la
resolución de la Sala IV pero no llaman a combatir a esta institución
del régimen) y a la burocracia sindical que le hace comparsa y cede
la conducción de la lucha al sector burgués; se traduce en una lucha
contra el TLC dirigida por burgueses que pactan con el gobierno y
reformistas que respetan la institucionalidad.
Por esta situación, la única forma de que los sectores
populares, sindicales y estudiantiles retomen la conducción de esta
lucha contra el Gobierno y los proyectos imperialistas, es mediante
las discusiones y la toma de decisiones en un espacio democrático en
que confluyan tanto el PAC, FA, Frente Nacional de Apoyo,
Liberacionistas contra el TLC, como los sectores populares, sindicales
y estudiantiles.
Es decir, esta es una oportunidad para que las bases de las
organizaciones sindicales y estudiantiles
discutan y decidan democráticamente un plan de acciones y se detenga
la forma burocrática en que se ha convocado a movilizaciones en los
últimos días, como lo ha hecho Albino Vargas, dirigente de la ANEP.
Además de que la CNTLC retome la conducción de la lucha con medidas
combativas para no confiar en el Gobierno y el pacto burgués, con
movilización por el retiro de la agenda de implementación.
Las distintas organizaciones sindicales, populares y
estudiantiles debemos insistir en que la Asamblea del 21 sea abierta y
democrática, para garantizar que la burocracia sindical no maniobre
de nuevo, cediendo la dirección del espacio al sector burgués.
Asimismo, debemos insistir para que haya una convocatoria hacia las
bases y que no sea burocrática.
Desde el PST llamamos a todas y todos los opositores al
TLC, a los comités patrióticos, organizaciones políticas,
sindicales, populares y estudiantiles a organizarnos con la CNTLC y a
participar de la Asamblea Nacional el 21 de julio a las 9.00 a.m. en
el Comedor de la UCR, para organizar democráticamente la lucha contra
el TLC, la campaña por el NO, la lucha por el retiro de la agenda de
implementación y contra la Sala IV.
¡Organicémonos contra la agenda de implementación, para
llamar a votar NO y contra las instituciones burguesas!
[1]
Nota de SoB: El “solidarismo” es un “movimiento”
que promueve la colaboración obrero-patronal bajo el pretexto de
prestar servicios a los trabajadores (recreación, préstamos,
etc.). Según su propia definición, “el solidarismo es un
sistema que fomenta la producción, democratiza el capital y
satisface las aspiraciones o necesidades de empresarios y
trabajadores. Su filosofía es contraria a la lucha de clases.
Considera que debe unirse el capital y el trabajo, el patrono y
el trabajador, para juntos incrementar la producción y
mejorar las condiciones socioeconómicas de los trabajadores...
Los fines primordiales de las asociaciones solidaristas son
procurar la justicia y la paz social, la armonía obrero-patronal
y el desarrollo integral de sus asociados” (Asociación
Solidarista de Empleados de Intel). Se trata de una maniobra
de las grandes patronales privadas para reventar la lucha obrera y
las organizaciones sindicales.
[2]
La existencia de US (Universitarios por el Sí, en la UCR) y su
campaña, no es masiva, pero ha sido extrapolada por la prensa
burguesa, que la ha señalado como la “oposición” a la FEUCR
(Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica) y a
la administración de la Universidad. Es decir, ha servido para
hacer escándalo, pero nada más.
[3]
Nos referimos al voto de la Sala IV que declaró constitucional el
referendo; Solís se refiera a Jorge Coronado, dirigente de la
CNE, que llamó a desconocer la Sala IV y sus votaciones. La Nación,
7-7-07
[4]
La Prensa Libre, 20-4-07
[6]
23-6-07, www.litci.org
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