El
PRD dividido
Por
Pedro Echeverría V.
Enviado por el autor, 20/08/07
1. La realidad es que
no podía esperarse otra cosa. Era iluso pensar que el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) pudiera salir unificado después de su
Congreso. A él asistieron
más de mil delegados cuyo objetivo, como ahora podrá reiterarse, era
derrotar a las corrientes opositoras para obtener mayor poder de grupo
y personal. Aunque este partido socialdemócrata (el PRD) se diga de
izquierda, con su actitud y su forma de hacer política no se
diferencia de los partidos de derecha como el PAN y el PRI. Les
importa un bledo que el panista Felipe Calderón, siguiendo el mismo
camino del anterior presidente Vicente Fox, siga profundizando el
desempleo, incrementado los precios de los artículos de primera
necesidad y entregándose más al gobierno de Bush. ¿Por qué la
población va a creer en el PRD si cobran, gobiernan y participan en
las elecciones como el PRI y el PAN?
2. El PRD, fundado en
1989, celebró su X Congreso los días 16, 17, 18 y 19 de agosto.
Durante 18 años el PRD ha sido el tercer partido en fuerza electoral;
sin embargo en las elecciones presidenciales de 2006 el candidato Andrés
Manuel López Obrador (AMLO), con una gran popularidad lograda en el
gobierno de la Ciudad de México, ganó la presidencia de la República;
misma de la que fue despojado por el gobierno de Fox, los empresarios
y los organismos que participaron como árbitros electorales. Dado que
el presidente usurpador, el panista Felipe Calderón, se negó al
recuento de los votos para limpiar la elección, fue declarado por el
lópezobradorismo presidente ilegítimo y usurpador. Pero los otros
partidos, entre ellos el PRI, reconocieron a Calderón y se han
aprovechado de la situación para ocupar los espacios vacíos dejados
por el PRD.
3. Originalmente el
PRD fue un partido nacionalista/cardenista porque sus principales
dirigentes venían del PRI después de romper con el neoliberalismo de
Salinas; sin embargo, al relacionarse con la izquierda en el interior
del partido fue definiéndose más hacia esta posición pero sin
superar el electoralismo o combinarlo con el movimiento social. Desde
entonces en el PRD conviven esencialmente dos posiciones definidas:
una de centro/izquierda, en un tiempo encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas
(hoy por López Obrador) y otra centrista dirigida en los noventa por
Muñoz Ledo (hoy por Jesús Ortega y su corriente) La primera busca
que el PRD se acerque al movimiento social y la segunda da prioridad a
la política de negociación al interior del aparato de poder. Pero
ambas corrientes pueden ubicarse dentro de la socialdemocracia porque
ambas actúan sólo en las elecciones.
4.
Es innegable que en los Congresos, en reuniones de Consejos y
Plenos, el PRD (como otros partidos) saca acuerdos; sin embargo no son
en esas reuniones, en los discursos o acuerdos donde se pueden
observar cambios para bien o para mal, sino en la actuación diaria
del partido y sus corrientes. Basta un botón de muestra: López
Obrador y seguidores lograron el primer día que el Congreso se
pronuncie porque el PRD continúe sin establecer relaciones con Calderón
y la corriente de Ortega consiguió que la próxima elección de la
dirigencia perredista se lleve a cabo sólo entre los militantes del
partido; hasta aquí iban parejo. Pero el último día del Congreso
Jesús Ortega y sus delegados echaron abajo lo conseguido por AMLO,
abriendo la posibilidad del reconocimiento a Calderón y una nueva
división del partido. ¿Estarán los orteguistas dispuestos a romper
con AMLO?
5. Lo importante
hubiese sido que el partido saliera unificado del Congreso para que la
lucha contra el neoliberalismo y la derecha sea real y pueda ganar
batallas. Tras esa ilusa idea estaba mucha gente que ha sentido
directamente la represión
contra el pueblo de Oaxaca, el encarcelamiento de los líderes de
Atenco, los zapatistas que buscan la unidad que refuerce el movimiento
nacional, los mineros que tienen exiliado a su líder, los
electricistas, los trabajadores del IMSS y del ISSSTE, los afiliados a
la UNT, etcétera, etcétera. Por el contrario, la mayoría de los
delegados perredistas del Congreso buscaban ajustar cuentas con sus
mismos compañeros de partido y ganar posiciones para las elecciones
internas de marzo, sin pensar en la situación de miseria y
desesperación de la mayoría del pueblo mexicano. ¿Para eso les
sirven los miles de millones en salarios y subsidios?
6. Televisa, TV
Azteca y Radio Fórmula, medios de información al servicio de
poderosos monopolios, podrán ya echar las campañas al vuelo porque
la división en el PRD se hizo más evidente en el Congreso y porque
la corriente “moderna de izquierda” ha ganado terreno en el
interior de ese partido. El bloqueo en esos medios a López Obrador y
seguidores les ha dado buenos resultados: han logrado debilitar a la
corriente “radicalizada” de AMLO y hacer mayoritaria a la
corriente “moderna” de Ortega dispuesta a dialogar con Calderón.
Sin embargo, a pesar de todo, no se vislumbra una escisión en el PRD
que lleve a la formación de un nuevo partido, pero sí un
debilitamiento de las posiciones de centro/izquierda que tendrán que
moverse hacia el centro para acercarse más al PRI y al PAN. Ya los
veremos votando junto a esos partidos por el “bien de la unidad”.
7. Pero tampoco podría
esperarse que los lópezobradoristas como Encinas, Padierna, Batres, y
Quintero dejen de pensar exclusivamente en lo electoral para ligarse
al movimiento social acompañando a los obreros, indígenas,
ciudadanos y sectores populares en sus luchas.
Por lo que se puede ver el orteguismo de Nueva Izquierda (NI)
está más que definido y en marzo (si no sucede otra cosa) el PRD será
propiedad de esa corriente. La Convención Nacional Democrática deberá
tomar en serio el trabajo de masas, pero no solo para lo electoral. La
lucha social requiere una gran coordinación y la corriente de AMLO
podría aportar una gran coordinación, al mismo tiempo (sin romper
con el PRD) podría ser la base del fuerte movimiento de oposición
que en estos momentos se necesita. Quizá ya es tiempo de comenzar a
convocar otras fuerzas en las que el proceso electoral sólo sea una
forma secundaria de lucha.
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