"Estilo
K" (Parte 1)
Un gobierno a la medida de las petroleras
Por
Marcelo García
Enviado por EDI, Economistas de Izquierda, 15/04/04
Con la conclusión del carnaval los murgueros se sacaron las
mascaritas, pero al presidente Néstor Kirchner se le cayó la careta
con la que ocultaba su defensa a ultranza de las multinacionales
petroleras. El “estilo K” no es ni más ni menos que el de
garantizarle a las empresas hidrocarburíferas abultadas ganancias,
liberándole la liquidación en el del 70% de las exportaciones;
responder a todos sus pedidos de aumentos tarifarios; favorecerlas al
no hablar de ellas en la revisión de los contratos de las
privatizadas y posibilitarle la explotación indiscriminada los
recursos naturales.
Lentamente
las máscaras se van cayendo. Aunque todavía hoy el canto de las
sirenas sigue obnubilando a un pueblo al que le cuesta salir del
encanto, aunque cada vez queda más claro hacía dónde apunta el
gobierno de Néstor Kirchner. El “estilo K” no es más que el de
la defensa de los capitales petroleros multinacionales, quienes surgen
como los mayores beneficiados de una administración que parece
plantarse como administradora de los explotadores del oro negro.
El
último dato que trasunta esta relación “carnal” entre Kirchner
las petroleras es el reciente aumento en el gas y la electricidad,
aunque es solamente la punta de un iceberg que permanece oculto para
el conjunto del pueblo. Pero a esta situación se le deben sumar los
magníficos beneficios obtenidos por las petroleras al no tener que
liquidar en el mercado interno el 70% de los dividendos conseguidos
por exportación.
Por
mas que el gobierno se desgañite intentando argumentar que los
incrementos no afectarán a los sectores de menores recursos, nadie
puede asegurar que los incrementos en el gas y la electricidad no
repercutirán en los consumidores y ya se está hablando de trasladar
los aumentos a los precios. Las variaciones en los valores del gas en
boca de pozo eran unos de los reclamos más insistentes de las
multinacionales del sector, los que se escucharon nuevamente en el último
viaje de Kirchner a España. [1]
Tras
reunirse con el titular de Repsol-YPF, Alfonso Cortina, y con los
reyes de España, a una semana del regreso el gobierno anunció los
incrementos tarifarios que fueron recibidos con bombos y platillos por
aquellos que hasta amenazaron con reducir las inversiones o con irse
del país.
El
aumento en el precio del Gas Natural Comprimido se convierte en uno de
los pocos rubros faltantes donde las compañías petroleras anhelaban
una suba. Luego que se dispararan los valores en el 2002 de las naftas
y el gasoil, muchos transportistas (transportes livianos, fletes,
taxis y remises) y automovilistas particulares se volcaron al GNC
producto de su bajo costo. Ahora ellos también sentirán el peso de
las petroleras sobre sus espaldas, esas mismas empresas que cuentan
con la anuencia de los gobiernos para subir los valores de los
combustibles cuando se eleva el precio internacional del petróleo o
del dólar, pero que no los bajan cuando alguna de estas variables
retroceden. [2]
Otro
elemento vital a tener en cuenta es la inexistente presión a las
multinacionales para que inviertan en, así se les ha posibilitado
extraer grandes cantidades de petróleo crudo, sin que se efectúen
nuevos descubrimientos de reservas, que luego es vendido a un alto
precio internacional mientras que su costo de extracción es
verdaderamente bajo y no superaría la franja de los 4 o 7 dólares
(Ver “La pérdida de recursos naturales estratégicos y el camino a
la tumba”).
El
Privatizador
Los
grandes discursos altisonantes esbozados por Kirchner contra las
privatizadas desentona profundamente con la situación que se viene
dando en el ámbito hidrocarburífero. Tras haber planteado
“revisiones” de los contratos de las prestatarias de los servicios
públicos, de jugar al gato y al ratón con los concesionarios del
Correo Argentino, en el rubro del petróleo y el gas no hizo
absolutamente nada, ni siquiera parece tratarse de un sector
privatizado y todo hace pensar que nada bueno sucederá.
Uno
de los pocos hechos concretos que se asomaba como interesante en la
relación del Estado con las privatizadas fue la contratación de los
investigadores de FLACSO para la elaboración de un proyecto marco
para la renegociación con las empresas entregadas a capitales
privados. Esto se convirtió en un nuevo fiasco al “estilo K” ya
que fuentes confiables confirmaron que en realidad todo pareció ser
una pantalla para blanquear un proyecto ya existente en las huestes
gubernamentales. Como si fuera poco cuando los miembros de FLACSO
recibieron la devolución anteproyecto corregido por los funcionarios
públicos se encontraron con la eliminación de todo el capítulo
dedicado al sector petrolero.
En
realidad Kirchner no hace más que mantener la concepción menemista
de los recursos naturales como bienes transables comercialmente (commoditys)
y lejos está de considerarlos bienes estratégicos para el Estado y
pueblo argentino, ni que hablar de intentar avanzar en la creación de
una compañía petrolera latinoamericana (incluyendo entre otros a
Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina) tal como lo planteó el
presidente venezolano Hugo Chávez.
Lejos
ha quedado aquella falacia de campaña cuando Kirchner prometía:
“El candidato presidencial por el justicialismo Néstor Kirchner
insistió ayer en su discurso estatizador, y se pronunció a favor de
la creación de una empresa petrolera estatal que actúe ‘como
testigo en cuanto a los precios’. El gobernador de Santa Cruz explicó
que ‘más que una empresa de producción puede ser una empresa
testigo en cuanto a los precios, y que pueda intervenir en la
comercialización”. [3]
Para
el integrante del Grupo MoRENO, Gustavo Calleja [4], la política de
la actual administración es mas que clara. “La
presencia de los máximos ejecutivos de Repsol-YPF y de Petrobras en
los actos protocolares de toma del poder por las nuevas autoridades y
su ingreso irrestricto y privilegiado al despacho presidencial, no son
ajenos a la reciente firma del Decreto 456 –cesión a las Provincias
de la áreas no explotadas- ni a las manifestaciones presidenciales
que, tergiversando claras disposiciones constitucionales e invocando
un falso y exacerbado federalismo, aboga por la sanción de una nueva
Ley de Hidrocarburos”, enfatizó.
El
rol jugado por Kirchner es la continuación de la política
transicional establecida por el ex presidente, Eduardo Duhalde, quien
tomó un Estado en llamas,
quebrado y con un pueblo encaminado hacia una revolución
insurreccional. En medio de una bisagra histórica y mientras el
pueblo reclamaba en las calles cambios categóricos y “que se vayan
todos”, fue justamente Duhalde el que bendijo a las petroleras desde
su corta gestión y de esa manera entrelazó las políticas pro
multinacionales de la última década.
Para
comprender parte de lo que hoy está aconteciendo entre el Presidente
y las compañías petroleras extranjeras hay retrotraerse hasta
principios de la década del ’90 cuando el entonces gobernador de
Santa Cruz (Néstor Kirchner) fue uno de los grandes promotores del
proceso privatista y se convirtió en una pieza clave de la entrega de
Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF). Su impronta privatista también
se reflejó en la entrega a manos privadas el yacimiento de carbón de
Río Turbio el que finalmente debió ser reestatizado luego de grandes
negociados y de el casi desguace de la empresa que puesta en marcha en
la década del ’40.
El
24 de septiembre de 1992 el Congreso de la Nación sancionó la ley
24.145 que privatizó la primera petrolera estatal conocida en América
Latina, pero para conseguirlo hizo falta la presencia de un diputado
nacional proveniente de Santa Cruz. Según Calleja el ex diputado
radical Raúl Baglini comentó que el entonces legislador
justicialista Rafael Flores se encontraba en su provincia natal
convaleciente y con su pierna enyesada, pero el gobernador Kirchner
puso a su disposición el avión de la Gobernación para que pudiese
llegar a la sesión, se lograra el quórum –se comenta que sentándose
en una banca y haciendo lo propio con el yeso en la banca vecina,
marcando una doble presencia- y se sancionara una de las más nefastas
leyes que finalizó con la YPF estatal.
Tras
esto el ex gobernador santacruceño embolsó en las arcas provinciales
una millonaria suma (más de 500 millones de dólares) por el pago de
las regalías mal liquidadas por el Estado Nacional, la que sutilmente
depositó en cuentas bancarias del extranjero y así evitó al
“corralito” bancario del 2001. Además, esos ingresos le
permitieron establecer una especie de feudo provincial donde generó
una alta dependencia del empleo público y por consiguiente un fuerte
clientelismo político
Ganancias
Exportables
Otro
de los elementos que expone con contundencia quiénes son los grandes
beneficiados del modelo político-económico imperante en la
actualidad, son las abultadas ganancias que han obtenido desde la
devaluación los sectores exportadores y en particular las petroleras.
Además, respecto de último rubro hay que sumarle los beneficios
otorgados por las administraciones de Duhalde y Kirchner para poder
llevarse al exterior el 70% de los dividendos obtenidos en concepto de
exportaciones.
La
administración transicional de Duhalde introdujo, en enero de 2002,
las retenciones a las exportaciones a través de la Ley 25.561 que:
gravó las exportaciones de hidrocarburos y sus derivados; anuló la
indexación de tarifas en base a índices de Estados Unidos y las
pesificó; dispuso la revisón total de los contratos derivados de las
privatizaciones; entre otros temas.
Tras
la puesta en marcha de las retenciones a las exportaciones, los
gobernadores de las provincias productoras de petróleo y gas
comenzaron a montar un operativo opositor al que sumaron a los
sindicalistas que terminaron protagonizando un hecho casi inédito en
la historia del movimiento obrero. Las grandes operadoras
multinacionales incentivaron la protesta contra la determinación del
Gobierno nacional, argumentando que la medida generaría reducción de
inversiones y una oleada de despidos de trabajadores. Así se
coordinaron movilizaciones en varios puntos del país.
Uno
de los actos, con corte de ruta incluido, lo protagonizaron
empresarios, sindicalistas, trabajadores y hasta funcionarios políticos
de las ciudades del sur de Chubut y la zona norte de la provincia de
Santa Cruz, en la denominada Cuenca del Golfo San Jorge. Los
empresarios tuvieron como orador piquetero al gerente de operaciones
de Repsol-YPF en la Cuenca y fue éste el que dio la pauta de la
verdadera intencionalidad del piquete. Los dirigentes del Sindicato de
Petroleros Privados de Chubut cumplieron un rol fundamental en la
movilización de los obreros para que defendieran los intereses de
quienes los explotan y los amenazaban con transformarlos en
desocupados.
Retomando
la cuestión de las retenciones a las exportaciones, el especialista
en temáticas petroleras y miembro del MoRENO, Félix Herrero, explicó:
“en
el caso de la actual devaluación, si el dólar se mantuviera a 3
pesos (con una revaluación del dólar del 200% y una devaluación de
nuestro peso del 66%) y si se quisiera hacer una retención similar a
la de 1967, la retención actual a los hidrocarburos debería haber
alcanzado al 40%. Por ello es que varios analistas consideraron
durante el mes de enero pasado que la retención establecida en la
reglamentación de la Ley de Emergencia resultaba exigua”. [5]
Para Herrero, el lobby petrolero ha conseguido imponer su voluntad a
partir de las legislaciones menemistas, aliancistas, duhaldistas y
kirchneristas, lograron hacer realidad un sueño: bajas retenciones a
las exportaciones y al mismo tiempo rebajas en los impuestos de
transferencia a los combustibles.
Buena parte de los excelentes resultados financieros obtenidos por las
petroleras en los últimos años están relacionados a las
exportaciones, rubro donde la devaluación las ha favorecido de manera
más que notoria. Tal como puede apreciarse en el cuadro, tras la
ruptura de la Convertibilidad los valores exportados en conceptos de
hidrocarburos se vieron ampliamente favorecidos.
Exportaciones
en pesos del sector hidrocarburífero
Fuente: Elaboración propia en base al Sistema SESCO de la Secretaría
de Energía de la Nación.
La
bondad con que ha tratado la devaluación al sector hidrocarburífero
exportador se puede ver reflejado al comparar los valores en pesos con
los volúmenes en metros cúbicos enviados al exterior. Así se
constató que mientras en el 2000 la totalidad de hidrocarburos era de
4,6 mil millones de metros cúbicos de hidrocarburos en general, en el
2001 aumentaron a 6,2 mil millones y en el 2003 treparon a 6,4 mil
millones. Una situación diametralmente opuesta a la relacionada con
los valores en pesos.
Volumen
de exportaciones en metros cúbicos del sector hidrocarburífero
|
2000
|
2001
|
2002
|
2003
|
Hidrocarburos
|
4.668.263.489
|
6.204.153.678
|
5.869.515.601
|
6.481.753.896
|
Petróleo
|
16.099.798
|
16.685.616
|
15.460.848
|
13.335.675
|
Gas
|
4.646.921.691
|
6.180.275.115
|
5.846.336.570
|
6.460.531.300
|
Fuente: Elaboración propia en base al Sistema SESCO de la Secretaría
de Energía de la Nación.
En
el caso del petróleo de pudo verificar una realidad similar, aunque
no se puede dejar de mencionar que las petroleras no solamente se
vieron beneficiadas con la devaluación sino también con el
incremento que valor del precio internacional del crudo que pasó de
30,31 dólares el barril a 31,05 en el 2003, habiendo descendido a
25,91 en el 2001 y a 26,10 en el 2002. No se puede dejar de mencionar
que el costo de elaboración de un barril de crudo en la Argentina se
estima que ronda entre los 4 y los 7 dólares.
Finalmente,
en el apartado correspondiente al gas las exportaciones han crecido en
forma pronunciada pasando de 4,6 mil millones metros cúbicos en el
2000 a casi 6,5 mil millones de metros cúbicos en el 2003, lo
que ha representado un incremento del 39 por ciento.
Notas:
Integrante
del programa radial “El cielo por asalto” de Comodoro Rivadavia e
investigador del Centro Regional de Estudios Económicos de la
Patagonia Central.
[1]
El diario Clarín en su edición del 29 de enero de 2004 publicó: “Se
conocen de antaño (Kirchner y Cortina) y los sacudones de la crisis
con Kirchner convertido en Presidente los hicieron verse asiduamente.
Repsol es la empresa más grande de la Argentina por facturación y
por liderar las exportaciones. Y es la mayor pagadora de impuestos...
Aunque no lo admitió públicamente (Cortinas) también
llevó el reclamo para acercar el valor del precio del gas en
boca de pozo, de los US$ 0,60 por millón de BTU a US$ 1,50,
que domina en el escenario internacional, según reveló un testigo
del encuentro... Al salir de la residencia del embajador argentino,
Cortina fue escueto en las declaraciones. Negó que hubiera hablado de
tarifas ya que no son distribuidores, y comentó que habían discutido
con el Presidente ‘la posibilidad de incrementar las reservas de
gas de cara al futuro’”.
[2]
Un estudio del Centro Regional de Estudios Económicos de la Patagonia
Central (www.creepace.com.ar)
analiza, durante el lapso 2001-2002, el aumento de los combustibles en
Comodoro Rivadavia y el resto de la Patagonia respecto de las
fluctuaciones que tuvieron durante el mismo período el precio del
petróleo crudo internacional (WTI) y el dólar estadounidense.
[3]
Tomado del resumen informativo Pregón Energético 445 del 12 de
febrero de 2003, citando al diario BAE.
[4]
Gustavo Adolfo Calleja forma parte junto a Félix Herrero, Pino
Solanas y otros del denominado Movimiento por la Recuperación de la
Energía Nacional Orientadora (MoRENO), y además estuvo a cargo de la
Subsecretaría de Combustibles durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
[5]
Nota publicada en junio del 2002 en la revista Línea bajo el nombre
“Los monopolios petroleros se han impuesto”.
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