Ante la capitulación de Kirchner
frente a los acreedores y el FMI
Apoyemos a los que luchan
Editorial
Socialismo o Barbarie, periódico, 04/06/04
“Fuerte apoyo de los empresarios
al nuevo plan para salir del default”.
“Este es el empresariado que
reconoce en usted, señor presidente, a quien ha consolidado en la
Argentina un liderazgo político democrático sólido, luego de una
profunda crisis político-institucional”: así tituló La Nación (3/06/04) y
estas palabras le dedicó el importante empresario Luis Pagani
(presidente de la “Asociación de Empresarios Argentinos” y de
Arcor) a Néstor Kirchner.
Pagani resumió la opinión de un
nutridísimo grupo de empresarios, los que vale la pena nombrar:
Pascual Mastellone (La Serenísima), Enrique Pescarmona (Impsa), Aldo
Roggio (grupo Roggio), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Manuel
Sacerdote (Bank Boston), José Cartellone (constructora Cartellone),
Oscar Vicente (Petrobras), José María Ranero Díaz (Repsol YPF),
Julio Saguier (SA La Nación), Héctor Magneto (grupo Clarín),
Alfredo Coto (supermercados Coto), Luis María Castro (Unilever),
Arturo Acevedo (Acindar). Empresarios importantísimos que de
“argentinos”... tienen poco.
Capitulación y retorno de la
hipoteca
Los elogios de los empresarios no
deben sorprender. Efectivamente, a lo largo de un año de mandato, el
gobierno de Kirchner –a costa de concesiones relativamente
menores– ha ido avanzando en legitimar las vapuleadas instituciones
de la democracia de ricos y las reformas estructurales de los ’90. Ni
por las tapas ha resuelto la crisis más de fondo en ninguno de
los dos terrenos, pero sin embargo, hasta ahora, ha logrado
consolidar una nueva situación política muy distinta a la imperante
a lo largo del 2002 y el 2003.
A esto se agrega un hecho muy
importante: el retorno de la hipoteca. Porque la reciente
propuesta del gobierno para salir del default de la deuda privada,
reduce la famosa quita de la deuda del 75% anunciado con bombos y
platillos el año pasado en Dubai, a un porcentaje que irá entre
el 56 y el 46% del valor nominal de los bonos (ver nota pagina
central).
En este marco, el gobierno denuncio
un supuesto “complot” para desestabilizarlo... Es una nueva
cortina de humo para intentar engañar a la población trabajadora
justamente en momentos de su capitulación definitiva ante los
organismos internacionales y el FMI.
Como decíamos en nuestro periódico
del 12 de marzo pasado: “el pago del gobierno tiene un significado
político que va mas allá de los 3.100 millones de dólares.
Significan toda una definición: categóricamente, el gobierno ha
entrado en un túnel cuya salida es acabar con el default y recomenzar
el pago íntegro de la deuda a los acreedores (...) esto es,
retornará a pleno el condicionamiento permanente al desarrollo del país
de los últimos 30 años, que significa el inmenso giro anual de
recursos líquidos al exterior (...). Es necesario explicar el por qué
de este curso del gobierno. Para obtener esta respuesta, la pregunta
correcta es ¿en qué clases sociales se apoya verdaderamente el
gobierno para gobernar? En la gran patronal nacional y extranjera, en
el imperialismo y en las clases medias. Esto es, el gobierno –a
pesar de su retórica– no tiene otra ‘base orgánica’ que ésta,
heredada (aunque parcialmente reconfigurada a partir de la devaluación
de Duhalde) de los ’90. Ahí es donde mueren las palabras y se
imponen los hechos” (“Socialismo o Barbarie” periódico, Nº
37).
En esta definición podemos
encontrar la explicación de los elogios de estos empresarios.
Porque ellos son “la base orgánica” del gobierno de
Kirchner. No la “comparsa progresista” que le monta shows como el
del 25 de Mayo (desde Hebe de Bonafini, hasta “Barrios de Pie”,
con la inestimable colaboración de “trovadores” progres como
Silvio Rodríguez y otros) y que sólo sirven al cínico objetivo
del presidente peronista de intentar seguir “engañando a los giles”.
Lenta experiencia con el gobierno y
conflictos
Pero esto no tiene “costo
cero”. Desde la coyuntura de crisis que se armó en las últimas
semanas de marzo, una lenta pero sostenida experiencia con el
gobierno ha comenzado en franjas de las masas trabajadoras y populares.
El aumento del costo de vida, los problemas con los servicios de los
ferrocarriles, la crisis energética, han ido sumando elementos a
un creciente malestar popular.
Parte importantísima de este fenómeno
es el sostenido aumento de las luchas, sobre todo entre los
trabajadores ocupados. Al exitoso conflicto de subtes (con ocupación
durante cuatro días de las vías) se ha sumado una escalada de
conflictos entre los trabajadores de la administración pública,
incluso con importantes manifestaciones (aún anárquicas y no
coordinadas) por fuera de la burocracia oficialista de la CTA.
Es el caso de estatales nacionales y de la provincia de Buenos Aires.
También estuvo el conflicto docente como núcleo de la crisis política
en San Luis. Es el caso hoy de la ocupación de varios hospitales en
el gran Buenos Aires, así como la experiencia desigual en distintas
secciónales opositoras del SUTEBA.
Todo esto tuvo un punto de
referencia importante en la última marcha del 28 de mayo en La Plata,
cuando un nutrido sector de varios miles de compañeros estatales y
docentes, decidieron romper con las decisiones de los “cuerpos orgánicos”
de la CTA, ATE y CTERA y movilizarse en confluencia con las
agrupaciones “piqueteras” independientes, como el Polo Obrero y la
FTC Nacional, entre otras.
Esta movilización independiente
desbordando los marcos de la burocracia sindical y esta confluencia
con las agrupaciones de trabajadores desocupados combativas, son
elementos –a nivel de las luchas y la vanguardia– de
importancia, que podrían marcar pasos en una perspectiva de unidad de
clase, como venimos insistiendo desde hace tiempo en estas paginas.
Campaña por las 6 horas, apoyo a
las luchas y Marcha Federal
En las próximas semanas hay tres
cuestiones de importancia.
En primer lugar, para el próximo 3
de julio quedó agendada una nueva reunión por la campaña de las 6
horas convocada por los compañeros del Cuerpo de Delegados de
Metrovías.
A pesar de los problemas que se
expresaron en la reunión anterior, donde no vimos de parte del resto
de las principales corrientes de la izquierda una decisión clara
respecto de poner en marcha con todo la campaña (ver pagina 3), en lo
que a nosotros concierne vamos a hacer todo el esfuerzo por
redoblar nuestra apuesta a que esta campaña se ponga en marcha.
Para que sirva –además– a lo que tanto está haciendo falta (más
aún cuando contingentes importantes de los ocupados se están
poniendo en marcha): la constitución de un agrupamiento,
corriente, coordinadora o tendencia clasista entre los trabajadores
ocupados verdaderamente de frente único, imprescindible para comenzar
a dar la batalla que se necesita para barrer a la burocracia sindical
en todas sus expresiones.
Parte importante de lo anterior, es
la próxima reunión que se realizará el 19 de junio para intentar
conformar una Lista Clasista de oposición a la burocracia en el
gremio docente. Lista a la que también apostamos todas nuestras
fuerzas, y creemos que no hay más justificaciones para seguir
dilatando su constitución, lo que sólo puede favorecer al mismísimo
gobierno de Kirchner y a sus amigos de la directiva burocrática de la
CTERA.
En segundo lugar, entre el 14 y el
18 de junio, está la nueva jornada que se ha acordado entre la ANT y
el Bloque Piquetero Nacional, junto con otras expresiones combativas
del movimiento de trabajadores desocupados que no forman parte de
estas agrupaciones, como es el caso del FTC Nacional.
Si bien –no sorprendentemente–
hemos perdido la discusión para que el “plan de lucha” para esta
jornada esté encabezado por la exigencia de la reducción de la
jornada laboral y por puestos de trabajo genuinos, creemos que
estas jornadas marcan un matiz progresivo a lo acostumbrado, en
la medida que vienen precedidas por este antecedente de algunas
acciones comunes con los ocupados en Buenos Aires y en el interior
del país. Esto es, por una confluencia con los compañeros con
trabajo, al mismo tiempo que la jornada del propio 14/06 está
concebida como una jornada de ida a puerta de fabrica a volantear y
dialogar con los compañeros con trabajo.
Estos leves matices en una
orientación puramente “piquetera” son pasos positivos que creemos
se deben aprovechar, más allá que no significan un giro político
orgánico de parte de las organizaciones que conforman este
agrupamiento (ANT y BP), que sólo han tomado empíricamente
nota del dato más importante de estos últimos meses a nivel de los
trabajadores: la tendencia creciente al ingreso a la lucha de los
trabajadores ocupados, así como también la apertura de una serie de
procesos de recomposición o reorganización (aún más sindical que
política) en sus filas.
Finalmente esto es lo que marca la tercer
gran tarea: el apoyo a lucha de los trabajadores del Estado, sobre
todo aquellos que están desbordando los cuerpos orgánicos, aportando
la perspectiva de la necesidad de superar la “anarquía” y de
establecer una coordinación entre todos ellos de los cuales pueda
surgir una dirección que supere a la de la burocracia autora de una y
mil traiciones.
No al pacto del gobierno con los
acreedores y el FMI
No al pago de la deuda externa
Por la unidad de ocupados y
desocupados
Por aumento de salarios acorde a la
canasta familiar
Por trabajo genuino
Por la reducción de la jornada
laboral a 6 horas
Por una Tendencia Clasista
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