Se
realizó el III Encuentro del Subte
La campaña de las 6 horas y la necesidad de una tendencia
obrera
Socialismo o Barbarie,
periódico, 23/08/04
El pasado sábado 21/8 se
realizó un nuevo Encuentro por la jornada laboral de 6 horas con
aumento general de salarios. En esta reunión se dio un paso de enorme
importancia: se acordó la realización de un gran acto político
nacional que lance realmente la campaña por la reducción de la
jornada y por el aumento general de los salarios. A este efecto, se
constituyó una mesa encargada de su organización y preparación, que
deberá ir procesando y evaluando la posibilidad de constituir una
tendencia o agrupación clasista de las experiencias independientes más
importantes que se están dando entre los trabajadores ocupados.
En
el Encuentro estuvieron ausentes el PO, el MST, así como la enorme
mayoría de los movimientos “piqueteros” a los cuales parece no
importarles que se ponga sobre la escena política un programa
realmente superador de la lucha sólo por los planes. El PTS sí
estuvo presente, pero sosteniendo una posición que es –en el
fondo– “ni si ni
no” respecto de la campaña, el acto y el agrupamiento obrero
clasista.
A
continuación entonces, presentamos un artículo de debate con estas
corrientes.
El
pasado sábado 21/8 se realizó un nuevo encuentro convocado por los
compañeros del cuerpo de delegados del Subte. En esta oportunidad, el
Encuentro se hizo de manera más compartida, junto con compañeros
de la Directiva Provisoria de los mineros de Río Turbio, así como
con la presencia de los compañeros de Zanón.
Los debates realizados en este nuevo Encuentro, son
una oportunidad para volver a poner sobre la mesa una serie de
consideraciones que venimos haciendo desde estas páginas en
relación con la campaña por la jornada de 6 horas y la necesidad de
conformar una tendencia o agrupamiento entre experiencias obreras
clasistas.
Equivocada actitud de las corrientes de izquierda
Hasta
ahora se habían realizado dos encuentros convocados por los compañeros
del Subte, pero aún no se había puesto en marcha una verdadera campaña.
Esto se debe a varias razones, pero la primera y principal, es la
actitud que han tomado varias de las corrientes de la izquierda.
De
las distintas expresiones de la burocracia sindical, no se podía
esperar otra cosa: están totalmente en contra que esta reivindicación
se levante de manera consecuente, independiente de que debe ser una señal
de atención el hecho de que un gremio como Luz y Fuerza dirigido por
Oscar Lezcano, esté planteando esta demanda. Es que la burocracia
nunca eleva la lucha de los trabajadores al terreno político
independiente de todo sector burgués.
Por
su lado, la CCC (“Corriente Clasista y Combativa”), que no
casualmente “se borró” del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre,
hoy milita como ala “izquierda” del campo del gobierno, es
oficialista “crítica” del gobierno que intenta enterrar el
Argentinazo, razón por la cual prácticamente no han tenido
presencia en ninguno de los encuentros.
Pero
frente al planteo de una campaña por la
reducción de la jornada laboral, tan ligada a la historia del
movimiento obrero (no sólo argentino, sino mundial) era de esperar otra
reacción de las distintas corrientes de la izquierda. Sin
embargo, a coro, el PO, el MST (y en cierto modo, también el PTS) han
expresado todo tipo de resistencias y/o negativas a
comprometerse realmente con esta campaña.
A
decir verdad, el argumento “más político” ha sido el del MST,
que dice “no ver” la campaña “políticamente”(1). Los compañeros
se manejan con una orientación sindicalista y reivindicativa, y no
entienden que aún las menores conquistas de la clase trabajadora siempre
han sido subproducto de una lucha política y revolucionaria.
Salir a pelear por las 6 horas, incluso contra los prejuicios
de los propios trabajadores, les parece “imposible”,
“propagandismo”.
En
el caso del PO, su autoproclamación obcesada les impide ver que el
planteo de los compañeros del Subte es una oportunidad para la
unidad de clase, la unidad de ocupados y desocupados, y de
reorientar de una vez por todas, el falso programa de los movimientos.
Lo único que ven es que el Encuentro le compite al Bloque
Piquetero y la ANT. Pero la ANT ya no existe (dada la orientación
abiertamente populista de Castells), y el propio Bloque se encuentra
sumido en una crisis luego de ruptura/expulsión del Beto Ibarra del
MTL, y del renovado giro del PC-MTL hacia la CTA, a la que consideran
el “ámbito insustituible” de la reorganización de los
trabajadores.
En
el fondo, el problema es que el PO ha sido uno de los abanderados de un
programa errado para los movimientos de trabajadores desocupados,
que increíblemente no tiene como centro la pelea por trabajo. Actúan
como si la vanguardia fuera algo estanco, donde ningún nuevo
fenómeno puede obligar a un replanteo. Pero la tendencia de los últimos
meses está a la vista: la emergencia de una serie de nuevas
expresiones clasistas o antiburocráticas a nivel del movimiento
obrero ocupado. Y como parte de ellas, la irrupción de un sector,
como el cuerpo de delegados del Subte, que tiene el enorme mérito
(mas allá de cualquier otra debilidad) de poner sobre la mesa un
planteo político: un programa superador para la recomposición y
unidad de los trabajadores.(2)
En el caso del PTS, su comportamiento ha sido de
“duplicidad”: no ha planteado claramente si están o no a favor
de llevar adelante la campaña. Estuvieron presentes en el
Encuentro, pero como son meramente “sindicalistas de izquierda”,
no ven la importancia que tiene que un sector de la clase trabajadora
ponga sobre la mesa, como clase, un planteo político que posee el
inmenso valor de ser prenda de unidad y bandera de toda la clase
trabajadora. En su sindicalismo, sólo se les ocurre “apilar
luchas”, nunca que un sector de la clase se eleve realmente a un
planteo político de conjunto.
Porque no comprenden que la clase trabajadora y sus
expresiones más avanzadas sólo podrán pelear por el conjunto, si
levantan un programa que vaya mas allá de sus propias
reivindicaciones, es decir, “hegemónico”. No alcanza con levantar
de manera combativa las propias reivindicaciones. No, con eso no
alcanza. Lo que se necesita es que sectores de la clase levanten un
programa que sintetice y exprese las necesidades del conjunto de la
clase, ocupados y desocupados. Y ésta es la gran virtud que tiene
el planteo de los compañeros del Subte y que el PTS no entiende.
Empecemos a organizar el acto
En
los Encuentros anteriores, le planteamos a los compañeros del cuerpo
de delegados de Subte que no se podía esperar más. No hay
manera que la campaña arrancara si no se daba un paso adelante.
La manera de romper el impasse en que estuvo la campaña era lanzar
una iniciativa que ponga sobre la mesa
el tema de las 6 horas.
Lo
realmente relevante es que este III Encuentro ha dado un gran paso
adelante para poner en marcha realmente esta campaña: la realización
de un de un gran acto obrero por las 6 horas, el reconocimiento
de la Provisoria en Turbio, el desprocesamiento de todos los
luchadores, el aumento general de salarios y por una ley de expropiación
definitiva de las fábricas recuperadas. Este acto político obrero
aspiramos a realizarlo en el Luna Park (u otro lugar similar),
con el objetivo de instalar nacionalmente la campaña entre todos los
trabajadores. La tarea es entonces reunir la Mesa conformada a tal
efecto y comenzar a organizar el acto.
Notas:
1. El PTS en Río Turbio –días atrás– ha
repetido el mismo argumento, en el sentido de que la campaña de las 6
horas sería “propagandística”.
2. Hasta el diario burgués La Nación ha
venido dedicando notas al “desembarco del movimiento piquetero en
los sindicatos”, lo que si bien es una visión distorsionada del
proceso, refleja la preocupación de la patronal por un problema real:
el avance de la vanguardia clasista en los sindicatos.
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