Soberanía
alimentaria
El
mito de la soja en Argentina
Por
RENACE
Argenpress, 16/12/04
Ha
pasado mas de un año del pedido al ministro de salud de la nación,
para que difunda el estudio que esa cartera hizo acerca de las serias
consecuencias que tiene el consumo de soja en niños, embarazadas y
desnutridos.
La
Red Nacional de Acción Ecologista de la Argentina (RENACE) tuvo una
extensa reunión con el Sr Ministro de Salud de la Nación, Dr Ginés
González García, quien amablemente, a lo largo de tres horas, revisó
la agenda de temas e inquietudes que esta red le presentó.
El
compromiso más firme que obtuvimos al retirarnos, fue el de una campaña
consistente de parte del Ministerio, promocionando el informe
realizado dentro del área, que dice, entre otras cosas: (citamos)
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La soja no reemplaza a la carne
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El Jugo de soja no reemplaza a la leche de vaca. La bebida de
soja, mal denominada 'leche de soja', no debería utilizarse como
reemplazo de la leche de vaca, y mucho menos en la alimentación de niños
pequeños. En la bebida de soja, el contenido en calcio y fósforo es
pobre y de baja biodisponibilidad (por la formación de complejos con
los fitatos). Una situación semejante presenta la vitamina A en
cuanto al contenido y su aprovechamiento en ambos alimentos.
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El grano de soja contiene factores tóxicos o antinutrientes que
limitan la absorción de una serie de nutrientes, reduciendo en más
de un 50% su valor nutritivo y conllevan efectos digestivos
desagradables. Estos factores son inhibidores de tripsina, fitatos,
oligosacáridos y saponinas. Los inhibidores de la tripsina,
interfieren en la digestión de las proteínas en el intestino,
disminuyendo la asimilación de las proteínas de la propia soja, como
las proteínas de otros alimentos ingeridos junto con la soja activa.
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Se cree que los efectos estrogénicos de las isoflavonas pueden ser
perjudiciales en la salud infantil; pudiendo ser responsables de la
aparición de la telarca precoz y el adelanto de los eventos puberales
en niñas, o ginecomastia en varones, eventos dependientes de estrógenos
(García, 1999), y producir anormalidades inmunológicas y en el timo
en los niños alimentados con soja.
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Se ha reportado la presencia de proteínas que pueden estimular
respuestas alergénicas en individuos hipersensibles, pudiendo causar
reacciones adversas en el tracto intestinal en estos individuos.
(OECD, 2001)
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El patrón de composición mineral de la soja presenta una relación
calcio:fósforo inadecuada, que puede ocasionar complicaciones de
mineralización ósea en niños pequeños, adolescentes y mujeres
embarazadas.
Se
desaconseja el uso de la soja en niños menores de 5 años y
especialmente en menores de 2 años.
¿Seguiremos
aguardando presenciar los efectos, en los miles de argentinos que
siguen engañados con el mito de la soja?.
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