Argentina

 

Crecen las luchas contra la miseria salarial y los despidos

Una pelea contra el gobierno de Kirchner
y la burocracia sindical

Por Oscar Alba
Socialismo o Barbarie en la web, 01/05/05

La inflación sigue golpeando  a los bolsillos de los trabajadores quienes empiezan a responder con reclamos de aumento de salarios y ha colocado a sectores importantes de trabajadores ocupados en la escena política. El gobierno de Néstor Kirchner esta empeñado (con la complicidad de la CGT –Confederación General del Trabajo– y la CTA–Central de los Trabajadores Argentinos) en evitar que estos reclamos desborden sus planes. Para que no se pongan en peligro sus compromisos de superávit fiscal para pagar la deuda a los usureros del FMI y que, a su vez,  se mantenga la caída del salario real lograda por las patronales con la devaluación.

El actual período se caracteriza, fundamentalmente, por una creciente lucha salarial en distintos sectores de trabajadores ocupados.

Los conflictos en el gremio de la salud han cobrado un nuevo impulso a partir de la lucha del Hospital Garraham, que en los últimos días se transformó en el conflicto laboral  mas importante. Y a pesar de la suspensión de las medidas de fuerzas en los últimos días ý la aceptación de la propuesta de 300 pesos de aumento hecha por el Ministerio de Trabajo en dicho hospital, la lucha salarial continua su curso. Han salido al paro los hospitales Ramos Mejía, Gutiérrez, Álvarez, Argerich y Durand de capital y otros hospitales del Gran Buenos Aires como el  Posadas, el de Moreno y Merlo, Así como también ha habido asambleas en el hospital de San Miguel.

Los trabajadores de LAFSA, empresa de aviación privatizada por Kirchner, vienen llevando adelante una importante lucha contra esa medida y por impedir despidos.

En el gremio de la carne los trabajadores han logrado un triunfo al lograr la oficialización de la lista de oposición Naranja– Violeta y la postergación de las elecciones frente a la burocracia de Peretti (otro amigo de Kirchner) En Salta los docentes y la comunidad educativa sostuvieron una dura pelea contra el gobernador Romero a lo largo de casi dos meses por aumento salarial y contra la política de Romero y Kirchner de pagar a los estatales gran parte de los salarios en negro, logrando hace unos días un importante triunfo que se viene a sumar a los de subte y Taym.

En el sur patagónico, en la provincia de Chubut, los trabajadores de la industria de la pesca, nucleados en el sindicato de la alimentación (STIA) están peleando por aumento salarial. En Puerto Madryn se realizo una marcha de mas de 3000 trabajadores de distintos gremios en apoyo a esta lucha. Mientras el sindicato petrolero inició un paro por tiempo indeterminado en empresa ENERCOM por incumplimiento del convenio laboral.

En la provincia de Córdoba, los docentes realizaron un paro por mejoras salariales.

En la Capital Federal portuarios, ferroportuarios y del PAMI también anunciaron su entrada en la lucha salarial.

También han recobrado su movilización los movimientos piqueteros combativos, porque a esta altura es imposible seguir viviendo con los 150 pesos miserables de los planes, mientras que, al mismo tiempo, el gobierno no pone en marcha ninguna verdadera acción para abrir nuevas fuentes de trabajo.

Esta situación, por supuesto, preocupa al gobierno y el jueves 21 de este mes Kirchner se reunió con el ministro de trabajo, Carlos Tomada, en la Casa Rosada, para analizar la marcha de los conflictos y comenzar a tener una política mas dura frente a las luchas y las conducciones que surgen independiente de los aparatos de la burocracia sindical. Ante esta realidad el gobierno muestra sus dientes con “aprietes” a los compañeros del Garraham y la represión a los docentes de Salta y los trabajadores de Lafsa.

Marcar a fuego al verdadero responsable

En este resurgir de sectores asalariados que salen a pelear, en el seno de los trabajadores en lucha, como lo venimos marcando, se está desarrollando un importante debate. El pasado 2 de abril se desarrolló en Buenos Aires un Encuentro de trabajadores en lucha. En el mismo, estuvieron representados algunos de los más importantes conflictos como Subtes, Hospital Garraham, Zanon, ferroviarios y la oposición a la burocracia de la carne, entre otros. No obstante la importancia de esta representación, el  Encuentro aún no llegó a abarcar la totalidad del proceso de luchas, como por ejemplo, los docentes de Salta,  y el surgimiento de nuevas direcciones antiburocráticas que lentamente se está extendiendo.

En dicho Encuentro, además, quedó planteada la necesidad de conformar un agrupamiento clasista permanente de todos los sectores independientes de los burocrátas de la CGT  y el CTA. Esto, a fin de poder quebrar el monopolio que estos sindicalistas, amigos del presidente Kirchner, tienen aún sobre la representación del movimiento obrero.

A partir de este problema, estamos convencidos de que es un grave error separar la lucha sindical de la lucha política, como tienden a hacer muchos compañeros de izquierda cuando son la dirección de las luchas

De la misma manera que la pelea contra la desocupación y por trabajo genuino es una lucha contra los planes del gobierno y las patronales, la reivindicación salarial y por mejores condiciones laborales golpea directamente los objetivos de Kirchner de hacerle pagar a los trabajadores su cuota de rapiña a los usureros internacionales y garantizar fabulosas ganancias a las patronales. Por eso, hoy no puede haber lucha que se circunscriba solo al terreno sindical, tanto en su extensión como en su contenido. Es decir, no se puede encerrar entre las cuatro paredes del lugar de trabajo ni dejar de entenderla como lucha política contra el gobierno y sus agentes.

El paro de media hora  del subte en solidaridad con los trabajadores de Lafsa es una clara muestra de como se puede fortalecer una lucha y que es necesario romper los “corralitos” sectoriales que quieren imponernos los burócratas y los funcionarios del gobierno.

En este sentido, Kirchner se cuida, por el momento, de atacar personalmente a los trabajadores que luchan pero manda a sus ministros, funcionarios y alcahuetes a que lo hagan. Estos ya hablan de “extorsión” en el conflicto del Garraham  o como hace Susana Rueda de la CGT que dice, directamente, que no se pueden hacer paros porque ese no es un método válido. En el conflicto del Garraham, Michelis, el secretario general de ATE, fue la punta de lanza que tuvo el ministerio para que se suspendiera la medida y no se movilizaran los compañeros hacia el ministerio de trabajo con el argumento de que “no había que presionar” !!mientras el gobierno a través de los medios no cesaba en su campaña de acusaciones a quienes luchaban¡¡

Está claro que la participación y la dirección de las huelgas debe ser –incondicionalmente– para que las mismas triunfen. Pero no se pueden separar la reivindicación  sindical y la lucha política. De lo contrario los trabajadores no llegan a visualizar al enemigo fundamental: el gobierno. Y para esto hay que decirlo con nombre y apellido: Néstor Kirchner. Él es el principal responsable de que la plata no alcance para vivir, que la educación se caiga a pedazos, que la salud se quebrante día a día, que el pleno empleo sea solo una ilusión y que las ganancias de lo que producimos engorde los bolsillos de los imperialistas y la patronal.

Este gobierno tiene la boca y la lengua llena de gestos y palabrerío demagógicos. Por eso es tan mentiroso como el de Menem o cualquier otro. Y por eso hay que denunciarlo con todas las letras.

Y estas luchas también son políticas porque también se plantean contra la burocracia sindical, sea de donde sea. Justamente, una preocupación que muestra el gobierno es que en muchos lugares quienes encabezan los reclamos y las medidas de fuerza son trabajadores”autoconvocados” o delegados opositores al aparato sindical de la burocracia. Mientras que estos, los burócratas, se esfuerzan para que ningún conflicto se le vaya de las manos. Porque apoyan la política del gobierno y el mantenimiento de sus privilegios..

Reafirmamos entonces que ante la extensión de los reclamos y la entrada en escena de nuevos luchadores se hace imprescindible organizar un reagrupamiento clasista que comience a sentar las bases para la recomposición de la clase trabajadora.

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