El
MAS y el PTS acuerdan un frente electoral
Secretaría de Prensa
del MAS, 13/07/05
Héctor "Chino" Heberling, candidato a primer diputado
nacional por la provincia de Buenos Aires, anunció en la tarde de hoy
que se firmó un acuerdo entre el Movimiento al Socialismo (MAS) y el
Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) para las próximas
elecciones.
En
la Provincia de Buenos Aires el acuerdo se llamará Frente MAS–
PTS y en la Capital Federal se denominará Frente PTS – MAS.
Estos nombre intentan reflejar el criterio paritario con el que se
llegó al acuerdo.
Este
frente de la izquierda socialista y de los trabajadores denuncia en
primer lugar que : "El gobierno de Kirchner pretende utilizar las
próximas elecciones de octubre para fortalecer su gobierno y su
estructura política, como parte de tratar de enterrar el proceso
abierto en diciembre del 2001. Para esto, ha establecido pactos con
"caciques" de los PJ provinciales ex menemistas como De La
Sota a fin de incluir "kirchneristas" en las listas
electorales, mientras se enfrenta a quienes no aceptan sus candidatos,
como el duhaldismo en la Provincia de Buenos Aires. Está claro que no
son diferencias de "proyecto de país" lo que separa a
Cristina Fernández de Kirchner de Chiche Duhalde, sino las porciones
de poder político de cada camarilla"
"El
MAS y el PTS concretamos un acuerdo electoral en defensa de la
independencia de clase ante los partidos patronales, y para ayudar a
elevar la actual lucha reivindicativa de los trabajadores a la lucha
política, sin depositar ninguna confianza en los mecanismos de esta
democracia patronal"
El
Frente entre el MAS y el PTS llevará como candidatos, entre otros, a
Héctor Heberling (primer candidato a diputado nacional, MAS) y José
Montes (primer candidato a senador nacional, PTS) en la Provincia de
Buenos Aires y a Christian Castillo (primer candidato a diputado
nacional, PTS) y Andrea Salmini (MAS) en la Capital Federal.
Programa del acuerdo
Frente
de Izquierda Socialista y de los Trabajadores
El
gobierno de Kirchner pretende utilizar las próximas elecciones de
octubre para fortalecer su gobierno y su estructura política, como
parte de tratar de enterrar el proceso abierto en diciembre del 2001.
Para esto, ha establecido pactos con "caciques" de los PJ
provinciales ex menemistas como De La Sota a fin de incluir "kirchneristas"
en las listas electorales, mientras se enfrenta a quienes no aceptan
sus candidatos, como el duhaldismo en la Provincia de Buenos Aires.
Está claro que no son diferencias de "proyecto de país" lo
que separa a Cristina Fernández de Kirchner de Chiche Duhalde, sino
las porciones de poder político de cada camarilla. La prueba es que
tanto los Kirchner como los Duhalde coinciden en defender como
"modelo exitoso" la gestión económica de Roberto Lavagna,
la del "canje" de la deuda externa que superendeudó al país
por varias generaciones, la que pagó puntualmente al FMI miles de
millones de dólares, mientras permitió que la inflación hiciera
bajar aún más lo ya deprimidos salarios de los trabajadores.
Kirchneristas, duhaldistas, radicales, "opositores" como
Carrió o López Murphy y Macri, coinciden en lo esencial del proyecto
reaccionario en curso: alineamiento con Bush, aprobación de las leyes
"antiterroristas" redactadas en Washington, oposición a los
reclamos de aumentos salariales y ataque político a alguna de las
luchas más importantes, pago puntual de la deuda externa,
relegitimación de la cuestionada por el pueblo democracia de los
ricos.
La
clase trabajadora no ha esperado pasivamente que Kirchner le resuelva
sus problemas. Desde fines del 2004 se han sucedido luchas por la
recuperación salarial, que intentan ser canalizadas por las
negociaciones de convenios promovidas por el gobierno, la gran
patronal y la burocracia de la CGT y la CTA, para establecer aumentos
menores de los reclamados en las luchas. Sin embargo, se han destacado
conflictos que se desarrollaron al margen -y a pesar- de la dirección
burocrática de la CGT y
la CTA: las huelgas de telefónicos y subterráneos; el Hospital
Garrahan y numerosos sectores de la salud en todo el país como en el
Polo Sanitario de Córdoba, en Neuquen, Mendoza, etc; de docentes de
varias provincias, sobre todo las seccionales opositoras al Suteba que
viene de realizar un histórico paro de 24 hs. por fuera de la
burocracia y tantos otros. Mientras, los aeronáuticos de LAFSA (hoy
LAN) lograron evitar los despidos y pérdidas de conquistas, y los
heroicos obreros de Zanon han mantenido la gestión obrera de la fábrica,
al tiempo que los mineros de Río Turbio siguen reclamando castigo a
los responsables de la masacre de 14 de sus compañeros. En todos
estos conflictos primaron la acción directa y los métodos
asamblearios. Por su parte, los movimientos de trabajadores
desocupados opositores al gobierno como el FTC Nacional y otros han
protagonizado un plan de lucha unificado con el apoyo de los sectores
obreros combativos. Al mismo tiempo, ha continuado la pelea en los
sindicatos por poner en pie listas antiburocráticas y clasistas
incluso planteándose desbancar a la burocracia, como es el caso hoy
del gremio de la Carne, de la Alimentación o la lista de delegados
combativos en la Unión Ferroviaria del Metropolitano-Roca. Incluso en
gremios combativos como FOETRA Buenos Aires, la lista Rojo-Violeta
presentó una opción de lucha y democrática consecuente.
El
Encuentro de Trabajadores que se realizó el 2 de Abril, pese a sus límites,
empezó a mostrar que al calor de estas luchas es posible desarrollar
un importante proceso de reagrupamiento de los sectores más
combativos del movimiento obrero. Para esto, promovemos la conformación
de la Comisión de Enlace acordada en dicho Encuentro y la necesidad
de realizar un nuevo Encuentro ahora realmente abierto a la
participación del activismo y que tenga como uno de sus puntos más
importantes el promover la efectiva unidad de clase entre los
trabajadores ocupados y desocupados.
Por
la independencia política de los trabajadores y una perspectiva
socialista
Pero
si este proceso de recomposición está empezando a darse en el
terreno de las luchas, la situación está más retrasada en el
terreno político. Los socialistas del MAS Y del PTS, más allá de
nuestras diferencias, apostamos a que la fuerza social que expresan
los trabajadores en lucha tenga una expresión en el plano político,
como una alternativa de clase y socialista para el conjunto de la
sociedad ante el decadente capitalismo semicolonial argentino.
Buscamos
evitar que el futuro desgaste del gobierno sea capitalizado por una
opción de "centroizquierda", una nueva trampa como la que
se propone poner en pie el llamado "Encuentro de Rosario"
(que cuenta como destacados impulsores al PS, al PC y al sector de la
UCR liderado por Margarita Stolbizer). En ese sentido sostenemos que
tenemos que aprovechar la instancia electoral de octubre para agitar
masivamente esta necesidad de una alternativa de independencia de
clase y socialista. La respuesta a dar en el terreno electoral por
parte de la izquierda obrera y socialista debe ser un punto de apoyo
para la conquista de la independencia política de la clase
trabajadora y el relanzamiento de una alternativa socialista y
revolucionaria. Peleamos para que sean los trabajadores los que
empiecen a ocupar el centro de la escena política nacional.
Un
Frente de izquierda socialista y de los trabajadores
El
PTS y el MAS concretamos un acuerdo electoral en defensa de la
independencia de clase ante los partidos patronales, y para ayudar a
elevar la actual lucha reivindicativa de los trabajadores a la lucha
política, sin depositar ninguna confianza en los mecanismos de esta
democracia patronal: un Frente de izquierda socialista y de los
trabajadores en la Provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal.
Desde hace meses, hemos llamado públicamente al Partido Obrero a
concretar una alternativa unitaria, pero lamentablemente hasta ahora
se ha negado insistiendo en su llamado al Partido Comunista, un activo
constructor y vocero de la colaboración de clases. Llamamos al PO a
rever su posición sectaria hacia la izquierda obrera y socialista, y
conciliadora con el PC.
Nuestro
frente se pronuncia claramente en contra del gobierno de Kirchner y
del FMI, y de las falsas alternativas de derecha o de centroizquierda.
Con esto último nos referimos no sólo al ARI de Elisa Carrió sino
también al Partido Socialista de Hermes Binner, un
"transversal" kirchnerista encubierto, que en la Provincia
de Buenos Aires negocia un frente con Izquierda Unida, mientras ambos
acuerdan con el radicalismo en Neuquén y en ciudades como Bahía
Blanca, así como también respecto de Luís Zamora, el que cada vez más
abandona toda referencia a la
clase trabajadora e incluso, a la izquierda en general. Todos estos
enjuagues son la expresión de los impulsores del Encuentro de Rosario
que pretenden llevar a los trabajadores hacia la de colaboración de
clases con banqueros como Heller, para reeditar aquí un Frente Amplio
tan continuador de las políticas neoliberales como el uruguayo.
Rechazamos esta nueva trampa para los trabajadores.
Nuestro
frente levanta reivindicaciones obreras como la lucha por aumento de
salarios al nivel de la canasta familiar ($ 1800), la reducción de la
jornada laboral a 6 horas para garantizar trabajo para todos y un
subsidio universal a los desocupados de $800; el pase a planta
permanente de los contratados, pasantes y trabajadores en negro y la
derogación de todas las leyes y decretos de flexibilización laboral;
el no pago de la deuda externa para aumentar los presupuestos de salud
y educación y promover un plan de obras públicas bajo control de los
trabajadores; la expropiación definitiva de Zanon y todas las fábricas
recuperadas; la defensa de la fuente de trabajo del diario
Crónica y otras empresas en peligro de cierre y despidos; la
necesidad de la coordinación entre los sectores en lucha con los métodos
de la democracia obrera; como también el agrupamiento y / o tendencia
entre sectores clasistas; la unidad de clase entre ocupados y
desocupados (siguiendo -entre otros- el ejemplo de la Coordinadora del
Alto Valle que impulsaron los obreros ceramistas y la mayoría de los
movimientos de desocupados combativos de Neuquen o experiencias como
la que se intentó poner en pie con el movimiento por las 6 horas); la
necesidad de recuperar las comisiones internas, cuerpos de delegados y
sindicatos, derrotando a la burocracia sindical.
Impulsamos
la lucha democrática para que haya castigo a los responsables de la
masacre de Cromañón, para terminar con la impunidad para todos los
genocidas y asesinos de gatillo fácil. Reclamamos el derecho al
aborto seguro, libre y gratuito así como la libertad inmediata a
Romina Tejerína.
Llamamos
a organizar un gran movimiento contra la Cumbre de las Américas que
se hará en noviembre en Mar del Plata, para la cual vendrá el
terrorista Bush a la Argentina. Exigimos el retiro de las tropas
argentinas de Haití, y de las tropas imperialistas de Irak y Medio
Oriente. Llamamos a seguir el ejemplo de la heroica lucha de los
trabajadores, campesinos y pueblos originarios de Bolivia por la
nacionalización de los hidrocarburos, por sus derechos democráticos
y contra los gobiernos defensores de las multinacionales
imperialistas, y que han comenzado a construir órganos de poder de
los trabajadores y el pueblo pobre como la Asamblea Popular, y que
requiere de una iniciativa común de la vanguardia y la izquierda
argentina para establecer vínculos con los sectores más combativos
del país hermano.
Todas
estas reivindicaciones llevan al enfrentamiento con el gobierno, el régimen
y el estado capitalista, y a promover la unidad con los trabajadores y
pueblos oprimidos de América Latina y el mundo. Su resolución
definitiva y duradera sólo será posible con un gobierno de los
trabajadores y el pueblo, que impulse la lucha internacionalista de la
clase obrera para lograr la Federación de Repúblicas Socialistas de
América Latina.
Movimiento al Socialismo (MAS)
Partido de los
Trabajadores Socialistas (PTS)
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