Debate con el Partido
Obrero
El verdadero problema
es el programa
Socialismo o
Barbarie, periódico, 09/09/05
La semana que pasó
se ventiló públicamente una discusión a nivel de los movimientos
piqueteros combativos. Ante la política del gobierno de intentar
cercenar el incondicional derecho a la protesta, desde algunas
organizaciones como el FTC Nacional se impulsó que como parte del
plan de lucha y conjuntamente con las grandes movilizaciones masivas
que deben ser claramente el centro de nuestra orientación,
se realizaran una serie de medidas de lucha sorpresivas que
pudieran superar el cerco gubernamental.
Esto se logró
exitosamente el día miércoles 31/8, como fue reflejado en todos los
medios: “En el tenso tironeo entablado desde el viernes pasado, los
piqueteros se anotaron ayer un golpe: después de cinco días de
retroceder, demostraron que pueden burlar los operativos oficiales de
seguridad y adueñarse de las calles. La modalidad de protesta
sorpresiva no sitió la ciudad ni enloqueció el tránsito como otras
veces, pero puso en aprietos a la policía, que trastabilló en su
intento de contenerlos” (La Nación, 1-9-05).
Así, de manera
completamente “pacífica” y sin dar absolutamente ninguna excusa a
la represión (“fuentes de interior destacaron a Clarín que “no
hubo situaciones de violencia ni desbordes”, Clarín, 1-9-05), se
cortó por varias horas las boleterías de la estación Constitución,
dejando viajar gratis a los usuarios. Como está señalado, varios
medios reflejaron que se había logrado burlar el cerco gubernamental.
Precisamente ese
mismo día, un sector de trabajadores ocupados como los aeronáuticos
de APTA (Asociación de Personal Técnico Aeronáutico), también
protagonizaron medidas
sorpresivas contra la empresa. Esta coincidencia, debería ser
ejemplificadora para los compañeros del PO. Porque los paros
sorpresivos son parte de la tradición del movimiento obrero cuando
desde las empresas o el gobierno se pretende regimentar o quebrantar
el derecho a la protesta. En los últimos tiempos, han sido
utilizados por los compañeros del subte o los ferroviarios, para no
ir más lejos.
La verdadera
discusión es el programa
Pero la verdadera
discusión con los compañeros del PO no es esta. Desde el FTC
Nacional reiteramos que se acuerda completamente en que el EJE para
enfrentar y derrotar la política del gobierno contra la protesta
social pasa por la puesta en pie de movilizaciones masivas. Es por
esto que toda la apuesta de la organización está puesta en la
realización de una marcha verdaderamente FEDERAL para el próximo
viernes 16/9. Y también, es un hecho que luego de la importante
marcha del pasado 2/09, fue tal el escándalo por no haber dejado que
la movilización ingresara a la Plaza que ahora el gobierno ha
retrocedido respecto de la marcha contra Bush.
Es falsa,
entonces, la contraposición entre movilizaciones masivas y medidas
sorpresivas, que también creemos que deben hacerse “saturando” de
presencia de miles de compañeros y bajo ningún aspecto cayendo en
acciones minoritarias y menos que menos “provocativas”, como puede
ser las que se impulse, de manera irresponsable, desde sectores
minoritarios de los movimientos de desocupados.
Pero insistimos, la
verdadera discusión entre el FTC y el Polo Obrero no es esta. DESDE
HACE AÑOS que venimos insistiendo que hay un problema en la manera
del plantear El PROGRAMA de lucha de los movimientos: que el centro
no debe ser el reclamo de planes o el mero aumento de los mismos, sino
la pelea consecuente y decidida por el trabajo genuino y la unidad de
clase.
Parte de esto es que
a lo largo de todo el año 2004 luchamos casi en soledad por el
apoyo a la campaña que habían comenzado (y luego, de manera
totalmente inconsecuente, abandonaron) los compañeros del Cuerpo de
Delegados del Subte por la reducción de la jornada laboral a 6 horas.
El PO no sólo no se sumó a la misma, sino que se la pasó
BOMBARDEANDOLA de manera sistemática.
Esto ha sido un
desastre, porque el haber enarbolado y puesto en marcha una verdadera
lucha por trabajo genuino asalariado y la reducción de la jornada
laboral a seis horas (incluso buscando imponerla en forma de ley
parlamentaria) hubiera significado realmente tener una orientación
de unidad de clase con los ocupados y el resto de los explotados y
oprimidos de la sociedad. Y no hacerle –de hecho– el
juego a la política de aislamiento de los movimientos piqueteros del
gobierno K.
Compañeros del PO:
esa es la verdadera discusión. Pero para entenderla, deberían dar un
giro de ciento ochenta grados en su estrecha orientación sindicalera
y no consecuentemente de clase para el movimiento piquetero. Desde el
FTC seguiremos inclaudicablemente peleando para que el movimiento
en su conjunto asuma esta bandera.
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