ATDEMIS: Asociación de
Trabajadores Dependientes del Ministerio de Salud de Córdoba
Los trabajadores de la salud fundan
un nuevo sindicato combativo y antiburocrático
Por Oscar Alba
Socialismo o Barbarie, periódico,
24/09/05
La extensión de los conflictos
salariales confirma la entrada de los trabajadores ocupados en la
escena política nacional. La lucha salarial posibilita, a su vez, en
gran medida, que la vanguardia de los que luchan amplíe el horizonte
de la recomposición del movimiento de los trabajadores. Es el caso de
los compañeros de la Salud de Córdoba.
La reivindicación salarial
motoriza otras reivindicaciones como la lucha contra la precarización
laboral y la superexplotación de los distintos sectores de
asalariados. Pero este proceso no sólo fortalece las reivindicaciones
específicas de cada sector si no que, al ser una lucha contra la política
del gobierno de Kirchner y la burocracia sindical, en todas sus
variantes, plantea la posibilidad de nuevas formas de organización
independientes de los famosos “cuerpos orgánicos” con los que la
burocracia sindical peronista enchalecó por años a los trabajadores.
El sector de los trabajadores de la
salud es uno de los sectores que más viene luchando. La pelea que
vienen dando los compañeros del Hospital Garrahan contra el techo
salarial que quiere imponer el gobierno, sobre todo en los sectores
estatales, es una referencia fundamental de este proceso. También
surgieron experiencias de trabajadores autoconvocados en diversos
hospitales. En este sentido, Misiones, Neuquén y Córdoba también
han sumado su cuota de lucha en este sector.
En Córdoba precisamente, como
producto de la movilización por aumento salarial y la bronca contra
la burocracia enquistada en el SEP, donde Pihen es su cabeza
principal, se está desarrollando una nueva experiencia de lucha, que
ha dado un paso importantísimo al constituir las bases de una nueva
organización.
Hacia una nueva organización en el
gremio de la salud en Córdoba
El viernes 16 de este mes, en la
Casa del Trabajador de la ciudad de Córdoba se realizó la asamblea
constitutiva de la Asociación de Trabajadores Dependientes del
Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba (ATDEMIS) La asamblea
estaba citada a las 19 horas. Los compañeros fueron llegando
lentamente; eran trabajadores del Polo Sanitario. Del Hospital de Niños,
de la Maternidad, del hospital de Pediatría y otros. También
llegaron dos compañeros del Hospital de Villa Dolores, que trajeron
la buena noticia de que ya llevaban afiliados a más de la mitad de
los compañeros del hospital.
Cuando faltaba un cuarto de hora
para las veinte dio comienzo la asamblea con más de sesenta compañeros,
lo que obligó a ocupar también la sala contigua ya que la que
original quedaba chica.
Los compañeros entonces, eligieron
a quienes tendrían a su cargo la conducción de la asamblea. Tres
compañeros tuvieron a su cargo esta tarea. Abrió entonces la reunión
el compañero Pancho Castro, delegado del Hospital de Niños. Luego de
una breve referencia al proceso de cómo se llegó a esta nueva
instancia, propuso el temario a discutir: la consideración del
proyecto de Estatuto de la nueva organización y la elección de la
Comisión Directiva.
La discusión sobre el proyecto de
estatuto, lejos de convertirse en declamaciones formales, recogió
inquietudes y planteos de los compañeros que tocaban puntos profundos
en la conformación de esta nueva experiencia. La discusión firme y
fraternal de los problemas expresaba que la tensión y la decisión
demostrada por los compañeros en la pelea salarial tenía su
continuidad en el debate. Así se discutió, por ejemplo, qué parámetro
se tomaba para fijar el monto de la cuota sindical. Se estableció que
sea el equivalente a una hora de trabajo con el sueldo básico, lo que
promedia unos tres o cuatro pesos mensuales.
El carácter revocable de los
cargos dirigentes fue otro de los principios que se votó. Es decir
que la asamblea general pueda echar a cualquier dirigente si así lo
considera necesario, sin esperar a que se cumpla la totalidad de su
mandato. Con respecto al período de duración del mandato de los
dirigentes, generalmente los estatutos gremiales establecen cuatro años
de duración y la posibilidad de reelección de por vida. Esto es,
entre otras cosas, lo que permite que los Moyano, Cavalieri, Pihen y
otros se atornillen a los sillones de los sindicatos. La propuesta de
la mesa fue de dos años de duración y posibilidad de reelección por
una vez. Se discutió, a propuesta de un compañero, si la reelección
no debía ser alternada. Es decir que no fuera de dos períodos
seguidos. Finalmente se resolvió por mayoría que la duración fuera
de dos años y la reelección una vez y podía ser sucesiva.
Una compañera del Hospital de Niños
planteó la necesidad de que el sindicato se definiera independiente
del Estado.
Otro de los puntos que se tocaron
fue sobre el Cuerpo de Delegados. En el SEP, Pihen tiene a sus
delegados como meros consultores. Los reúne, les pregunta cómo andan
los lugares de trabajo y después se arroga el derecho de hacer lo que
mejor le parezca. Con este antecedente, se resolvió que el cuerpo de
delegados en ATDEMIS debía ser ejecutivo.
Sin dudas, estos puntos requieren
una discusión más a fondo y así lo dejaron establecido los compañeros
antes de pasar a votar el Estatuto, que se aprobó a mano alzada por
unanimidad. En el segundo punto, se estableció que la Comisión
Directiva tendría carácter provisorio y un mandato por un año, y
que se conformaría de doce secretarías y ocho vocalías. Para su
elección se tuvo en cuenta, entre otras cosas, la participación
activa en la lucha de los distintos hospitales y compañeros. Luego de
un intercambio de nombres propuestos por la mesa y por los compañeros
asistentes a la asamblea, se hizo la votación, compañero por compañero,
también a mano alzada, dejando constituida la Comisión Directiva de
ATDEMIS. Un aplauso cerrado selló el fin de la asamblea en medio de
la alegría y la certeza de los compañeros de que se había dado un
primer paso y ahora había que consolidarlo.
Algunas consideraciones
Tal como lo expresara Pancho Castro
en la apertura de la asamblea, esta primera etapa debemos
identificarla como una asociación de activistas del sector de salud.
ATDEMIS se ha puesto en pie, lo cual significa un paso adelante que ha
dado la vanguardia de los trabajadores de la salud en Córdoba. En su
inicio confluye un sector de compañeros que vienen de experiencias
políticas y sindicales de izquierda y un sector, mayoritario, de
nuevos activistas surgidos en la lucha que dieron los trabajadores del
Polo Sanitario. Podemos decir que comienzan a conformar una corriente
de luchadores que, en el marco más general de la vanguardia de
trabajadores ocupados, busca ganar un espacio. La lucha que le dio
surgimiento no ha sido una pelea meramente reivindicativa. Las luchas
salariales en el sector de la salud y la educación, fundamentalmente,
han tenido también un carácter político al enfrentar la política
del gobierno de Kirchner. En Córdoba se suma la pelea contra De la
Sota y la nefasta burocracia de Pihen. Por eso, además de luchar por
su reconocimiento jurídico y gremial, tendrá que delinear su perfil
político-sindical.
Como toda organización de
trabajadores en sus primeros pasos, ATDEMIS deberá fortalecer sus músculos,
tensar sus fuerzas y aclarar su cabeza. Las resoluciones y los
principios votados en la asamblea del viernes 16 son una buena base
pero ahora deberán probarse en la confrontación, que tiene su primer
escenario entre la propia base trabajadora de los hospitales. Una base
atravesada por las necesidades económicas que motorizan las fuerzas
para la lucha y también por las expectativas e ilusiones que el
gobierno, los políticos patronales y la burocracia fogonean
diariamente.
El reconocimiento jurídico y
gremial significa imponerle a Kirchner, De la Sota y los Pihen un
nuevo frente de lucha. La consolidación de ATDEMIS como herramienta
permanente de lucha no puede ser tomada sólo como una lucha
sectorial. Debe trascender los hospitales y extenderse hacia el
conjunto de los trabajadores que están peleando. Concebida en el Polo
Sanitario de Córdoba, ATDEMIS deberá enfrentarse a la disyuntiva de
quedar circunscripta a una expresión provincial o por el contrario,
con sus particularidades, comenzar a ser un referente en la vanguardia
a escala nacional. Es en este sentido que deberá apelar a la
solidaridad efectiva de los otros sectores, fortaleciendo a la vez el
proceso de recomposición de los trabajadores.
Apoyamos esta experiencia y
queremos plantearles fraternalmente a los compañeros que junto a los
pasos técnicos y legales necesarios hay que encarar la elaboración
de un perfil clasista. Es decir, tomar una posición de clase frente a
los problemas políticos que hoy se infieren de la creciente
dependencia de nuestro país, el saqueo diario de las multinacionales,
la superexplotación de los trabajadores, la democracia para los ricos
y el ataque a los trabajadores que quieren profundizar Kirchner, De la
Sota y compañía junto a la burocracia sindical.
La marcha del 16 que volvió a
ocupar la Plaza de Mayo, la masiva movilización de docentes
universitarios y estudiantes en Córdoba y los conflictos tanto en el
sector estatal como privado son el marco en que esta nueva organización
comienza a andar. Desde el MAS llamamos a apoyar esta nueva
experiencia de los trabajadores de Córdoba. Una experiencia que lejos
de ser un sello superestructural es el producto de las condiciones políticas
y sindicales que recrea la actual coyuntura en el sector de los
trabajadores de salud en la provincia de Córdoba.
Una experiencia de lucha y
organización antiburocrática
Hablan dirigentes de ATDEMIS
Unas horas antes de la asamblea
constitutiva de ATDEMIS estuvimos charlando con Claudia De Berazategui
(delegada del Hospital de Pediatría) y Pancho Castro (delegado del
Hospital de Niños), quienes impulsaron junto a otros compañeros la
creación de esta nueva organización de los trabajadores de la salud.
SoB: Cuenten cómo se fue llegando
a esta nueva organización.
Claudia: Sobre todo en asambleas,
en los hospitales que conforman el polo sanitario, sobretodo en el
Hospital de Niños. Y en la Maternidad provincial que está bastante
cercana al polo sanitario, que es donde se había generado todo un
grupo de activistas que hacía asambleas en el marco de un plan de
luchas que había largado el sindicato pero que iban haciendo acciones
que no tenían nada que ver con lo que venía votando el sindicato. Y
se iba tratando de coordinar. Se produce el 24 de junio. El sindicato
llama a una marcha de cuerpos orgánicos y los trabajadores de los
hospitales deciden participar y convocarse todos los hospitales juntos
en esa marcha, como para poder hacer una acción conjunta de todos los
hospitales. Esa marcha tiene la característica de que como había
sido discutida por los compañeros de hospitales, sale masivamente. Se
concentran en la puerta del sindicato. Como el sindicato, como
siempre, trata de hacer todas las argucias posibles para ver cómo
controlaba y dirigía, los hospitales salen primero.
Una vez que los hospitales arrancan
con la marcha, la burocracia larga toda la patota que aplasta, se mete
en el medio de los compañeros, tiran los aparatos de sonido y todo lo
demás y se ponen al frente. Se mantiene la unidad de los hospitales y
éstos, como habían votado, se quedan en el Teatro San Martín,
marchando más o menos a media cuadra de lo que marcha la burocracia más
adelante. Y la burocracia va hasta la Casa de Gobierno. Eso, que para
ellos fue lo que ellos llaman “el quiebre de la movilización”, en
realidad, demostró ante los ojos de todo el mundo y, sobre todo, al
gobierno que la burocracia no dirigía el conflicto, sobre todo en
hospitales. Incluso ahí larga el Gobierno una propuesta de aumento,
que es rechazada. En tanto, se había organizado para el martes
siguiente (esta marcha fue un viernes) un locro en la puerta del
Hospital de Niños, en el polo sanitario. A ese locro van unos 1.500,
2.000 compañeros. Se hace una asamblea previa, donde se rechaza el
aumento. Y después el 30 de junio el Gobierno vuelve a mejorar la
oferta y el sindicato larga amenazas de que va a sancionar a los
trabajadores y acepta la propuesta.
Al día siguiente, en el polo
sanitario, donde está la confluencia del Hospital de Niños, el
Rawson y el San Roque, vuelve a haber una asamblea también de unos
1.500 compañeros, donde se plantea no aceptar por insuficiente, en el
medio de ver cómo se van concretando. Había habido varios intentos
en este locro, en asambleas previas, que habían venido del polo
sanitario, de poder concretar una Interhospitalaria o algún tipo de
organización que fuera pura de hospitales. Todos los hospitales traíamos
mandato desde las reparticiones, de hacer una coordinadora o una
interhospitalaria o algún tipo de organización que tuviera que ver
con los hospitales. Nadie estaba en contra de hacer la unidad con
otros sectores que no fueran hospitales. Pero que nos lo debíamos
porque históricamente siempre había sido la coordinación entre los
hospitales lo que siempre había soportado sobre las espaldas, en
general, todos los planes de lucha. Entonces, eso era lo que traíamos
como mandato.
Pancho: El problema fue que la
mejora que hizo el gobierno fue buena. Era alrededor de 550 ó 600
pesos, incluso para médicos y 500 pesos para enfermeras. Y nosotros,
300 y pico, 380. Y al resto de la administración central, 250. Todos
somos del SEP, pero por primera vez habíamos conseguido los
hospitales una mejora diferenciada del resto. Esto, aparentemente, no
es unidad. Pero nosotros, por eso se plantea lo del sindicato, estamos
metidos en el SEP y el SEP representa a 40.000 trabajadores. 40.000
trabajadores de los cuales 12.000 somos de salud y todo el resto son
reparticiones sueltas, compañeros porteros de escuelas diseminados
casi como los docentes por toda la provincia, y después son como 4 ó
5 ministerios que tiene el Sindicato de Empleados Públicos.
Y se llega a la situación casi ridícula
de que un cirujano gane 700 pesos y un compañero del Ministerio de
Obras Públicas o un dactilógrafo 800 en otra repartición. Porque
aparte esos otros ministerios tienen convenios entre ellos,
sectoriales, que no se dan a publicidad. Y eso no aparece en el
sindicato como salario. Cuando hacemos un plan lo hacemos en general,
para que todos tengamos un piso, pero a partir de ahí cada ministerio
salta tratando de rapiñar un peso más. Toda esta situación ha ido
un poco erosionando la cuestión y planteándonos nosotros el momento
de unirnos. Porque en todos los planes de lucha se daba esta situación
que les estaba diciendo y que el sector más fuerte y más combativo
eran los hospitales. Porque no tienen ningún convenio especial, como
tienen los otros. Así que se vieron obligados a salir. Esta vuelta
salimos por las nuestras, conseguimos eso y eso reafirmó la necesidad
de que tratáramos de cristalizar todo eso que hicimos en una
organización. Porque siempre tenemos esa capacidad de movilizar pero
no de mantenernos en el tiempo. Entonces, ¿cómo nos mantenemos? A
través de una organización.
Esto chocó o choca con algunos
activistas de las reparticiones de la administración central.
Fundamentalmente 2 ó 3 delegados que son del MST, de PO y otros 2 que
no sé de qué partido son. Ellos planteaban una Multisectorial. Esa
multisectorial en realidad se dio en el Hospital de Niños. Habremos
sido 100, un poco menos. Pero esa multisectorial, en primer lugar, no
refleja a los que están luchando, porque vienen de cualquier lado. Y
entonces diluimos todo en votaciones que nadie está dispuesto a
llevarlas adelante. O mejor dicho, que los únicos que están
dispuestos a llevarlas adelante son los hospitales. Por otro lado, no
es que nos oponíamos a la unidad, pero sí que queríamos primero
ordenarnos nosotros. Primero, tratar de organizarnos nosotros. Por eso
es que nosotros decíamos que queríamos una interhospitalaria o algo
parecido. Ahí largamos la necesidad del sindicato. Decíamos
Sindicato de Trabajadores dependiente del Ministerio de Salud. Después
lo cambiamos por Asociación. ¿Por qué? Porque los compañeros,
masivamente, no quieren saber nada con la palabra sindicato, aunque
asociación signifique lo mismo.
De por medio estaba la sanción a
compañeros delegados de hospitales que la burocracia acusó de haber
roto la movilización. De todas maneras, de esos compañeros, 3 fueron
sancionados por 30 días de suspensión, a otros 3 se los expulsó y a
otros 3 se les aceptó la renuncia. Esos, ex burócrata uno de ellos,
se pasaron a ATE y llaman a irse a ATE. Nosotros estamos construyendo
esta nueva asociación y uno, el Chipi, del PRS, está a favor de
continuar en el SEP para recuperarlo. Esa es la situación. Aparte hay
otro burócrata que está queriendo construir otro sindicato. O sea,
que hay varias organizaciones disputándose a los compañeros.
Nosotros empezamos a hacer reuniones semanales a ver si nos largábamos
con esto. Puede ser una pegada como puede ser un salto al vacío también.
Eso nos llevó más de un mes, como cuatro reuniones más o menos.
Porque no estaban muy de acuerdo algunos compañeros. Pero al final,
los que estuvimos de acuerdo dijimos: “entremos a hacer los tramiteríos
legales y chau”. Bueno, y en eso estamos. Fuimos al ministerio y
empezamos a afiliar. Nos exigen trescientas afiliaciones para darnos
la personería jurídica y ya tenemos quinientas. Un estatuto que ya
lo tenemos hecho. Hoy lo vamos a discutir para ver si lo podemos
aprobar. Y vamos a elegir una Comisión Directiva Provisoria que va a
durar un año. Va a tener como función seguir construyendo la
organización y luego, convocar a elecciones.
SoB: ¿Cómo hicieron el estatuto?
Castro: tomamos como modelo el
estatuto de ADIUC (docentes universitarios). Lo reformamos y le
pusimos puntos que nosotros considerábamos que eran fundamentales.
Como por ejemplo, en el caso de los dirigentes que son revocables. La
asamblea puede sacar a toda la comisión Directiva, no solo al
secretario general. Los mandatos son de dos años y se puede reelegir
una vez y nada más. Los cargos son todos ad honorem y todo el mundo
labura. La cuota sindical es el equivalente a una hora de trabajo.
Para tener un parámetro. Porque si no decimos tres pesos, después
seis, después ocho, después diez, después veinte. Y esa cuota no la
puede ir modificando la asamblea general. Lo único que puede
modificar la cuota es un plebiscito. Tomando también el plebiscito
como un mecanismo para cambiar determinados puntos del estatuto, como
ver a que federación nos adherimos.
SoB: ¿Por qué lo del plebiscito
para cambiar las cuotas?
Pancho: Porque para lanzar un paro
o aceptar un acuerdo lo debe hacer una asamblea. El plebiscito es muy
engorroso. Ahora, de última, la pregunta debería ser ¿Porqué la
asamblea, que es soberana, no puede resolver si aumentar o no la
cuota? Bueno, no lo puede hacer por que, generalmente en varios
sindicatos te ponen que la cuota son dos pesos, tres pesos. Y después
se faculta a la Comisón Directiva para que, llamando a una asamblea
general, esta pueda decidir. Y entonces te llaman a una asamblea
general en un momento en que los compañeros están desmovilizados,
entre gallos y medianoche, y te modifican el estatuto. Entonces, para
que eso no ocurra, es que ponemos en el estatuto de que la cuota
solamente puede ser modificada por un plebiscito.
SoB: ¿Y los puntos más generales?
Claudia: Nosotros, en este plan de
lucha, teníamos como hospitales ciertos puntos de reivindicaciones.
Nosotros conseguimos un aumento importante, logramos romperle el techo
salarial que tenia previsto, incluso, la burocracia con el gobierno.
Pero en realidad, logramos muy poco aumento en el básico. Por lo cual
de ahí te hacen todas las retenciones para los jubilados donde te
hacen la bonificación. Entonces casi tiene el mismo sueldo alguien
que recién ingresa como quien tiene veinte años de servicios, porque
los básicos son ínfimos. Entonces el pase de todo lo negro al básico
sigue siendo una reivindicación. Y la reivindicación más importante
es que se termine con la flexibilización laboral y la precarización,
y el pase a planta permanente de todos los contratados, suplentes e
interinos. Porque ya el porcentaje de estos compañeros debe ser de un
70% de la planta. Y otro de los puntos fundamentales que tratamos de
poner dentro del Estatuto es discutir las políticas sanitarias, que
para eso sirve también tener una organización que sea de los
trabajadores de la salud de la provincia. El poder pelear por un
aumento presupuestario y contra los problemas de la política
sanitaria. Porque nosotros somos todos trabajadores de la salud. Para
poder hacer el debate de lo que significa la salud y de la salud como
derecho.
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