Después
de las últimas movilizaciones
Un
nuevo movimiento estudiantil se está construyendo
Socialismo
o Barbarie, periódico, 24/09/05
Los
sucesos ocurridos durante el último año están mostrando que un
nuevo actor está saliendo a escena. Desde la gran lucha del Comahue y
la Patagonia hasta las manifestaciones con toma de facultades en Córdoba
y en la UBA se viene manifestando que los estudiantes nos empezamos a
organizar. En los inicios del segundo cuatrimestre de este año, y al
calor del importante paro que llevaron adelante los docentes, miles de
estudiantes de todo el país nos jugamos por conseguir los justos
reclamos de la huelga.
El
movimiento estudiantil que entró en escena es profundamente democrático,
se organiza en asambleas por facultad, en asambleas interfacultades,
discute y vota a mano alzada las resoluciones a seguir y se reconoce
en las luchas de los trabajadores, como es el caso de la inmensa
solidaridad con la pelea de los compañeros del Garrahan.
Por
un congreso abierto extraordinario de la FUBA
Este
movimiento empezó a cuestionar el rol que cumplen las conducciones de
los organismos gremiales de los estudiantes (federaciones y centros de
estudiantes). Particularmente en la UBA se dio un profundo debate
sobre la FUBA. Es evidente que luego de 4 años de haberle ganado la
conducción a la Franja Morada, el PO y el MST no han abierto ninguna
instancia de democratización de la federación y la han utilizado
para sus campañas y su propia construcción partidaria. Por ejemplo
los congresos de la FUBA se han limitado a reelegir a la conducción,
vacíos de todo debate político, en vacaciones y a espaldas del
movimiento estudiantil. Esta situación llevó a que el último
congreso, llamado escandolasamente con 5 días de anticipación y en
vacaciones de invierno (al mejor estilo Franja), no se haya podido
llevar a cabo. Esta forma antidemocrática de dirigir los organismos
de los estudiantes explica el rechazo generalizado que recibió la
conducción de la FUBA en las distintas interfacultades y que el
movimiento estudiantil no reconozca a ésta como su dirección.
Por
eso desde el MAS venimos impulsando y propusimos en las asambleas por
facultad y en la interfacultades la necesidad de realizar un Congreso
Abierto Extraordinario de la Federación (que se votó para el 1/10),
donde todos tengamos voz y voto para avanzar en la democratización,
donde se discuta la organización de la misma, su estatuto y ponerla a
tono con las necesidades del nuevo movimiento estudiantil.
Por
una coordinación nacional estudiantil
Las
tomas en Comahue y Patagonia, la inmensa movilización de 25.000 compañeros
en Córdoba y el proceso que se está desarrollando en la UBA, dan
cuenta de que esta lucha tiene carácter nacional. La FUA debería ser
el punto de coordinación natural de estos procesos y es la que debería
organizar la lucha conjunta en todo el país contra la LES y la LFE.
Pero ésta y la mayoría del movimiento estudiantil están dirigidos
por la Franja Morada, el
PJ y distintas variantes de organizaciones burocráticas, como la CEPA
que posa como combativa y mientras es aliada de la Franja en la FUA, y
desde los centros y federaciones que dirige boicotea todos los
espacios independientes de organización que construyen los
estudiantes para la lucha.
Al
calor de la pelea que se viene gestando es imperante democratizar
todos los ámbitos de coordinación del movimiento estudiantil. No
puede seguir ocurriendo que las federaciones arreglen todo por arriba
y los estudiantes seamos meros espectadores. Desde el MAS proponemos
que este Congreso vote poner en pie una Coordinadora Nacional de
Estudiantes, democrática y abierta, integrada por representantes de
todos los organismos que construyan los estudiantes para la lucha,
sean centros de estudiantes, asambleas interfacultades, cuerpos de
delegados y agrupaciones combativas, que sirva como punto de
referencia nacional para las experiencias de lucha que surjan del
movimiento estudiantil, y también para pelearle la FUA a la Franja y
sus aliados.
Balance
del Tercer Congreso Contra la Ley de Educación Superior
¿Congreso
estudiantil democrático o acto burocrático con “plan de lucha”?
Por
Sergio Pons, Sociales UBA
Socialismo
o Barbarie, periódico, 24/09/05
El
sábado 17 nos juntamos alrededor de mil estudiantes en la Facultad de
Derecho para realizar el 3er Congreso contra la Ley de Educación
Superior (LES), convocado por las Federaciones Universitarias de
Comahue (FUC), Buenos Aires (FUBA), Patagonia (FUP), Asambleas
Interfacultades, Centros de Estudiantes y agrupaciones combativas de
todo el país. El encuentro se dividió alrededor de dos posiciones
opuestas: una que sólo buscaba refrendar un cronograma de tres o
cuatro movilizaciones sin ninguna discusión de fondo y otra que
planteaba sacar conclusiones de la huelga docente para transformarla
en una lucha docente-estudiantil, discutir un programa para el
movimiento estudiantil, buscar formas de cómo organizar centros y
federaciones y qué instancias de coordinación buscar. Para poder
continuar con la organización de un nuevo movimiento estudiantil
democrático y combativo, es necesario sacar lecciones y balances
sobre todas las experiencias y a partir de estos debatir políticamente
como seguir.
Una
política para desarrollar la lucha en común
Para
el MAS y Ya Basta! el encuentro iba a estar cruzado por una serie de
discusiones y llevábamos propuestas para avanzar en resolverlas.
Nuestro
material dejaba bien sentada una postura de oposición frente al
gobierno de Kirchner y planteaba la necesidad de seguir la lucha por
la libertad de protesta, los salarios, el trabajo y la unidad con los
sectores que luchan.
Planteábamos
que había que hacer un balance crítico de la huelga docente y a
partir de allí orientar al movimiento estudiantil a confluir en una
lucha futura con un pliego de reclamos único docente-estudiantil. Fue
un error haber planteado la lucha sólo como un apéndice de la lucha
docente y ahora estaba planteada la posibilidad de encarar el proceso
de una forma distinta. Dejábamos propuesta la realización de una
carta abierta a la Conadu-H para avanzar en el pliego único (con
reivindicaciones tanto de estudiantes como de docentes) para luchar
codo a codo docentes y estudiantes por el conjunto de los reclamos
universitarios.
Por
otro lado, para nosotros que el eje sigue estando en abrir las
discusiones en las propias cursadas, en seguir organizándonos en
asambleas e Interfacultades y la necesidad de una Coordinadora
Nacional de Estudiantes. También planteábamos la necesidad de
realizar todos los congresos estudiantiles de manera abierta, para
fomentar la participación de la base y que no quede todo en manos de
las conducciones y de rosqueos hechos a espaldas del movimiento
estudiantil. Dejamos también plasmada la necesidad de avanzar en la
democratización y reorganización de Centros y Federaciones de todo
el país.
Todo
esto queríamos discutir en las comisiones del Congreso, pero nos
encontraríamos con una fuerte oposición a que se discuta cualquier
cosa.
¿Congreso
estudiantil democrático o acto burocrático acompañado de un “plan
de lucha”?
El
segundo congreso había tenido una lógica distinta. Luego de un acto
inicial, se abrieron las comisiones y a partir de allí se discutió
todo lo respectivo al movimiento estudiantil. Se debatió y resolvió
democráticamente en comisiones abiertas, y un plenario general de
cierre encauzó las discusiones realizadas en las comisiones.
Pero
entre el segundo congreso y éste pasó mucha agua debajo del puente.
De un congreso abierto y con discusiones democráticas, el PO y el MST
pasaron a negociar entre cuatro paredes una alianza con la CEPA, que
cuestiona los congresos abiertos a la participación estudiantil,
tiene acuerdos con la Franja Morada, no llamó a ninguno de los
congresos contra la LES ni a la organización de la Asamblea
Intefacultades de la Plata cuando dirigen la FULP (Federación
Universitaria de La Plata). El acuerdo MST-PO-CEPA incluyó la
repartija de los cargos en los burocráticos congresos de las
Federaciones a costa de la organización democrática del movimiento
estudiantil. [1]
Y
este congreso no estuvo exento de estos acuerdos de aparatos. El día
anterior, las direcciones de la FULP (CEPA) y FUBA (PO-MST
centralmente) acordaron, de espaldas al movimiento estudiantil, el
“plan de lucha” que se iba a hacer votar al otro día. A esta
reunión no estuvo invitada la FUC, que luego de haber dirigido una
triunfante huelga estudiantil ganó mucho prestigio en todo el
movimiento a nivel nacional. Todo esto muestra que la actual conducción
de la FUBA hizo un giro de 180 grados para acordar con la CEPA (que ni
siquiera convocó ni aportó al encuentro), dejando de lado la
perspectiva de realizar encuentros abiertos y democráticos en acuerdo
con la FUC, para pasar a negociar los distintos cargos en las
federaciones y aplastando de hecho la posibilidad de abrir espacios de
participación del movimiento estudiantil por la vía de los congresos
burocráticos.
Para
este encuentro, el frente PO-MST-CEPA que acordó de antemano el
“plan de lucha”, pretendía que hubiera una comisión específica
de plan de lucha separada de la discusión del conjunto del congreso,
para que el debate político democrático no frustrara el acuerdo
pactado entre gallos y a medianoche.
La
posición de gran parte del resto de los convocantes fue que el plan
de lucha debía surgir del propio debate político, reflejando en las
acciones a votar las discusiones realizadas. Pero ese debate era
justamente a lo que le escapaban estas corrientes. De hecho,
transformaron lo que debía ser un congreso abierto y democrático en
un acto político seguido de un anuncio de “plan de lucha”. Su
gran preocupación era que salieran algunas acciones sin ningún tipo
de discusión ni balances que pusieran sobre la mesa los grotescos
errores que vienen acumulando en el año las conducciones de la FUBA y
la FULP.
Éstas
eran algunas de las discusiones que estas conducciones necesitaban
acallar. Primero, la política burocrática de la CEPA en lo que
respecta a la organización del movimiento estudiantil, sus acuerdos
con la Franja Morada y su perspectiva de realizar sólo encuentros
entre conducciones, discusión que podía hacer peligrar el frente único
entre ellos y el PO-MST basado en negociaciones por cargos en centros
y federaciones. Segundo, el balance de la huelga docente, dado que la
conducción de la FUBA salió a presentar el ofrecimiento del gobierno
como un “rotundo triunfo” cuando los miles de ad honorem
siguen sin ver un peso y el estudiantado se decepcionó por la
resolución de conjunto del conflicto. Tercero, cómo orientar al
movimiento estudiantil a pelear en conjunto con los docentes pero con
sus propias reivindicaciones, superando el mero apoyo. Es decir, una
orientación distinta en base a un balance crítico de la huelga
docente. Cuarto, cómo lograr una coordinación nacional democrática
independiente que vaya por fuera de los canales orgánicos copados por
la Franja Morada, el PJ… y CEPA, y que exceda a las propias
conducciones de las federaciones. Ligado a esto, un balance de la mesa
coordinadora nacional votada en el congreso pasado que nunca se convocó.
Y por último, qué formas de organización podrían adoptar los
centros y las federaciones de todo el país en base a una propuesta de
abrir procesos estatuyentes.
Pero
discutir todas estas cuestiones no concordaba con la orientación que
le querían imprimir al encuentro entre el PO, el MST y la CEPA, que
hicieron todo lo posible por acallarlas.
El
Congreso que no fue: crónica de las mil y una maniobras del frente PO-MST-CEPA.
El
Congreso comenzó cerca de las 14 horas, dado que el Comahue estaba
discutiendo (democráticamente y en asamblea) su posición política
en un congreso que tenía todo cocinado de antemano. Podría decirse
que ese acuerdo de trasnoche ya mencionado [2] fue la madre de las
maniobras, ya que todas las subsiguientes fueron para defender a capa
y espada esa negociación. Ante la asamblea de la FUC, el PO y sus
socios de turno salieron a decir que “Comahue dilataba”,
“llegaba tarde” y “perdía el tiempo”, cuando lo que resolvía
era cómo posicionarse para evitar que el encuentro no sea una cáscara
vacía que sólo debía aplicar lo previamente discutido.
Al
llegar Comahue se abrió el acto. Luego de que hablaran las
federaciones convocantes, se permitió que la FULP (CEPA) que no había
convocado al espacio y se dedicó todo el año a boicotear la lucha de
los estudiantes, tomara la palabra en el acto al nivel de los
convocantes. Ante esto, gran cantidad de estudiantes (incluso los de
La Plata por fuera del PO-MST-CEPA) empezaron a chiflar y a cantar
“se va a morir, la burocracia estudiantil”.
A
esa hora, este canto era un villancico navideño, ya que se escucharon
durante toda la tarde cantos cruzados irónicos entre distintas
corrientes, como “Cafiero es de los trabajadores” “hace un
frente con Perón” y “tienen 2 fracciones y ninguna es
progresiva” –al MST- , “son una secta de capital” –al PTS–,
“ahí viene la FUBA, qué loca que esta, los congresos en vacaciones
ya se van a terminar” –al MST y al PO-
Pero
ante el canto, la CEPA armó un cordón de seguridad con PALOS y se
armó un revuelo bárbaro donde incluso le pegaron a un compañero de
Comahue. La silbatina y el cantito que la CEPA se ganó con mucho mérito
[3] llevaron al frente PO-MST-CEPA a excusarse con que no se podía
seguir porque no se respetaba… a los compañeros de la CEPA. Silbar
una intervención, decían el MST y cía., conducía a la ruptura del
encuentro (?). A esto se sumaba el falso argumento de que los
militantes de la CEPA corrían riesgo de ser golpeados. Cabe destacar
que los palos los tenían ellos y que luego en el encuentro estuvieron
sentados entre todo el mundo, por lo que lo del “riesgo” y la
silbatina fueron excusas para dilatar el comienzo de las comisiones.
Cuando
se recomienza el plenario, cerca de las 17, el discurso de los PO-MST-CEPA
era que ya no había tiempo para discutir en comisiones. El PO fue más
allá y mocionó que sólo se discutiera el “plan de lucha” en una
comisión única. Ante esto, una compañera del MAS mocionó desde el
público que se discutiera todo y no sólo el “plan de lucha”. A
pesar de la resistencia de la mayoría del plenario que quería
discutir todo, a esa altura, la madre las maniobras iba viento en
popa, dado que el bloque MST-PO-CEPA buscaba perder tiempo para no
comenzar todas las comisiones. Luego de la lectura de los distintos
mandatos a nivel nacional, se sometió a votación si había que hacer
varias comisiones o una sola. Ganó por una amplia mayoría la de las
comisiones para poder discutir todo. Nuevamente, para maniobrar el
inicio, se pidió por parte del PO volverla a votar con la gente que
ellos decían que no se veía por estar en las escaleras de los
costados. Se vuelve a votar y vuelven a perder claramente… pero
faltaba una maniobra más.
Primero,
al presidente de la FUBA (PO) se le “escapó”
proponer armar las comisiones dado que había ganado esa moción,
pero el principal dirigente de la UJS-PO pidió que se cuenten los
votos de los estudiantes para “estar más seguros” (lo que
retrasaría no menos de media hora en realizarlo). Ante semejante
maniobra, desde la mayoría del plenario se levantó un gran revuelo
para repudiar la actitud impresentable del PO. Finalmente, cerca de
las 19 se comenzó el trabajo en comisiones: LES, plan de lucha,
organización, obrero-estudiantil y presupuesto.
Las
comisiones y los cuentos chinos
Al
abrirse las comisiones, finalmente comenzaron los debates. Para
algunos de nosotros, era un triunfo que el congreso comenzara, pero
para otros era un problema que debían resolver rápidamente. El eje
de la discusión siguiente giró alrededor de si había que discutir
todo o solo el “plan de lucha”.
En
la polémica comisión de plan de lucha pusimos sobre la mesa la
necesidad de que el movimiento estudiantil se pusiera al frente con
sus propias reivindicaciones y en ese camino empalmara con la lucha
docente. Propusimos también que así como la AGD-UBA hizo una carta
abierta a los estudiantes llamándolos a solidarizarse cuando fue la
huelga docente, que ahora este congreso haga una carta abierta a la
Conadu-H para armar un pliego de reclamos único y luchar docentes y
estudiantes codo a codo por los reclamos del conjunto.[4]
En
cambio, el bloque CEPA-PO-MST hizo hincapié en ponerse en pie de
lucha si los docentes vuelven al paro. Conclusión: se esquivó toda
la tarde la discusión política para ir hacia la misma orientación
(luchar sólo en apoyo a la huelga docente) que dejó sin horizonte al
movimiento estudiantil.
Pero
faltaba más. Al terminar la comisión de plan de lucha, sólo había
concluido ésta y la de LES. Todavía quedaban funcionando tres
comisiones cuando el PO-MST-CEPA resolvió que las dos comisiones que
habían terminado se autoproclamaran plenario general con la excusa de
que la FUP tenía que volverse. Se leyeron todas las mociones
aprobadas en la comisión de plan de lucha, se votaron todas juntas
(tipo lista sábana), se dieron por aprobadas y se dio por terminado
el Congreso.
Esto
ya fue el escándalo de los escándalos. Primero, sólo dos de cinco
comisiones[5] votaron en nombre de todo el congreso, lo que muestra el
grado de burocratismo manejado durante toda la tarde. Segundo, al
“oficializar” el plan de lucha acordado entre cuatro paredes, los
CEPA-PO-MST, cortaron el sonido y se lo llevaron como cuando el dueño
de la pelota está perdiendo, la agarra para sacar un lateral y se va
corriendo.
La
FUP tenía que irse… ¡Pero la FUBA se escapó!
Es
cierto que los compañeros de la Patagonia tenían que irse. Pero
también es cierto que el resto de los compañeros del interior
(obviamente, los que no fuesen de los PO-MST-CEPA) habían votado a
favor de realizar comisiones.[6] Ante todo esto, el congreso debía
continuar hasta el final aunque no de manera resolutiva, ya que habrían
compañeros que no estarían presentes. Pero lo que fue absolutamente
repudiable, incalificable y sorprendente fue que el PO y el MST (y la
CEPA) se hayan ido en nombre de la FUBA sin dar ningún tipo de
explicación pública al movimiento estudiantil. Cortar el sonido y
evitar que el Congreso continuara fue bochornoso y sólo era esperable
de una rancia burocracia, no del PO y del MST aunque sí de la CEPA,
su nuevo socio. Nosotros íbamos a mocionar que el congreso continuara
con un mecanismo ad referéndum (de verdad, no al “estilo Correa”
del PO en la huelga docente) en el cual se vote indicativamente y las
asambleas de las distintas provincias rechacen o avalen en una discusión
democrática. Luego una mesa coordinadora se podría haber encargado
de contrastar los mandatos. Pero esto fue negado por el propio frente
CEPA-PO-MST y grupos afines, ya que al terminar de “votar” (una
minoría) el “plan de lucha” dieron por terminado el congreso.
Para ellos el objetivo estaba cumplido: se habían evitado a toda
costa las discusiones durante toda la tarde y se había “votado”
el “plan de lucha”.
Cómo
seguir
El
congreso estuvo efectivamente dividido en dos grandes bloques. Hubo
discusiones y lo que CEPA-PO-MST quieren presentar como votado
oficialmente sólo fue aprobado por una parte de los presentes, y
minoritaria. Por otro lado, el sesenta por ciento del congreso que
fuimos los que nos quedamos (Comahue, MAS, PTS, Viejo Topo, El Brote,
CAUCE y compañeros independientes de todo el país) no podemos
tampoco proclamar como válido del congreso lo que no votó el
conjunto. Para nosotros, la tarea planteada sigue siendo sublevar los
cursos y facultades, y que desde allí se discuta democráticamente
todo lo discutido en el congreso. Que sea desde las cursadas de las
facultades, las asambleas e Interfacultades donde se refrende o vote
lo respectivo al balance del congreso y las medidas a tomar. Ahora, de
lo que se trata es de poner las discusiones pendientes en el seno del
movimiento estudiantil y que sea éste en forma democrática quien
defina el rumbo y las acciones a seguir.
Notas:
[1]
Este acuerdo posterior al segundo congreso contra la LES ya hacía
poner en duda las características del tercero, dado que la política
de la FUBA entraba en las negociaciones CEPA-PO-MST. La defensa de la
FUBA se hizo a costa del proceso de organización del movimiento
estudiantil a nivel nacional.
[2]
Entre el PO-MST-CEPA y de espaldas al Comahue, otras organizaciones y
al estudiantado mismo.
[3]
No desarrollar la lucha en el marco de lucha nacional, negarse a
llamar a la Interfacultades, negociar con los decanos radicales de La
Plata y la lista sigue.
[4]
Si bien esto fue votado con la formulación mencionada, de manera
burocrática el PO lo hizo ver públicamente como “mandarle una
carta a la Conadu Histórica señalando que en caso de que no haya
respuestas favorables del gobierno al pliego docente organizar un plan
de lucha conjunto docente-estudiantil”. Es decir, deformó la moción
votada para transformarla a su política de sólo luchar por la huelga
docente. (ver balance de la UJS-PO sobre el congreso).
[5]
Inclusive compañeros de la comisión de LES nos comentaron que ni sabían
que se trataba del “plenario general”, y habían creído que la
comisión de plan de lucha estaba votando sus propias mociones.
[6]
Esto es importante marcarlo porque uno de los argumentos para negar
las comisiones por parte de la minoría del congreso era que “todo
el interior” debía irse. Pero había sido el propio interior el que
había votado por un congreso que discutiera en serio.
El
conflicto de los docentes universitarios
Balance
(crítico) de una gran huelga
Socialismo
o Barbarie, periódico, 24/09/05
Desde
finales del año pasado empezó a asomar un nuevo sector a la lucha.
Con la toma de la facultad del Comahue, que le puso un freno a la
intentona de aplicar la LES, la lucha de los compañeros de la
Patagonia y la reciente entrada en escena de los estudiantes de varias
universidades, un nuevo movimiento estudiantil empieza
a perfilarse.
La
huelga de los docentes universitarios, que suspendió el inicio del
cuatrimestre, sirvió de catalizador para que miles de estudiantes nos
organicemos y salgamos a la pelea. Lo que comenzó como un apoyo a la
huelga docente derivó en un una lucha docente-estudiantil por la
defensa de la educación, que confluyó con los trabajadores del
Garrahan, los maestros de la provincia de Buenos Aires –organizados
en las seccionales opositoras de SUTEBA– y los movimientos de
desocupados. La confluencia de estos sectores se expresó en una mesa
de coordinación –que desde el MAS impulsamos en todos los
frentes– en la primera marcha "por la salud, la educación, el
salario y el trabajo" que se realizó el 2 de septiembre, que el
gobierno de K impidió ingresar a Plaza de Mayo, y en una segunda
marcha que se realizó este viernes 16 donde quebramos la política
del gobierno.
Conadu
y Conadu Histórica levantaron el paro por los medios
Es
importante esbozar un balance sobre el desarrollo de esta primera
parte de la lucha. El domingo 4, los docentes y estudiantes que nos
jugamos por el éxito de la huelga y que veníamos con toda la bronca
por la puesta en escena que hizo el gobierno de todo su aparato
represivo para impedirnos el ingreso a Plaza de Mayo, nos desayunamos
por el diario con que el conflicto universitario estaba
"solucionado".
La
dirección de la Conadu Oficial y de la Conadu-H (Molina de la CTA y
Correa del PO), aparecieron juntas en todos los medios de comunicación
avalando un acuerdo con el gobierno que no sólo distaba muchísimo
del reclamo salarial y dejaba sin solución los problemas de los miles
de docentes ad honorem que trabajan gratis, el presupuesto
universitario y la anulación de la Ley de Educación Superior, sino
que además había sido firmado sin previa consulta a las asambleas de
base. Quedaba así levantada la medida de fuerza.
La
escandalosa actitud de la Conadu oficial, que sigue la línea burocrática
de la CTA, aliada del gobierno de Kirchner, no sorprende a nadie. No
es el caso de la actuación de la mesa ejecutiva de la Conadu-H, que
rompió con una sana tradición de esa organización de resolver todo
democráticamente en las asambleas. Así fue con los trabajadores del
subte, los maestros de
Salta y los trabajadores del Garrahan, lo que les valió el mote de
"sindicalistas salvajes" por romper el modelo de la
burocracia de la CGT y la CTA de resolver todo entre cuatro paredes en
chanchullos con el gobierno y la patronal. Por eso no extraña el
desconcierto que cundió entre los huelguistas (docentes y
estudiantes), que las asambleas de docentes hayan rechazado
masivamente el acuerdo y hasta se haya pedido la renuncia de la mesa
ejecutiva de la Conadu-H.
Apoyemos
a los docentes en una lucha común
Los
estudiantes debemos sacar nuestras conclusiones de cara a las próximas
luchas que se vienen. Tenemos que pasar del apoyo a los docentes a la
lucha en conjunto y coordinada. Hay que avanzar en la elaboración de
un pliego propio de reivindicaciones del movimiento estudiantil, que a
nuestro entender debe contemplar la triplicación del presupuesto
universitario, la derrota de la LES y la LFE, basta de cupos y
rankings, basta de cátedras únicas, disolución de la CONEAU, no a
los exámenes de ingreso y cualquier forma de restricción, fuera las
empresas de la universidad, por el financiamiento íntegramente
estatal, por nombramiento y renta para los más de 30.000 docentes ad-honorem
(en gran parte estudiantes) y por la democratización de todos los órganos
de gobierno de la universidad. Desde el MAS proponemos que este
Congreso elabore un pliego de reivindicaciones de los estudiantes y
lleve al próximo Congreso Extraordinario de la Conadu-H (que se
realizará el 24/9) la propuesta de concretar un pliego único
docente-estudiantil para salir a pelear en una gran huelga
universitaria, en la que resuelvan de conjunto los representantes de
los docentes y de los estudiantes el alcance de la lucha.
Una
nueva etapa: sublevemos las cursadas
La
lucha que comenzó con la huelga docente a principios del cuatrimestre
y que continuó con asambleas masivas por facultad y varias asambleas
interfacultades, que sirvieron para coordinar las marchas, clases públicas
y hasta la toma conjunta de las facultades, fueron un gran paso
adelante en la reorganización de movimiento estudiantil. Este
congreso también nos tienen que servir para ver cómo encaramos la
segunda etapa que se abre.
Las
tomas fueron de gran utilidad para asegurar la efectividad del paro
docente y para organizar a los sectores más activos de cada facultad.
Ahora debemos profundizar este proceso. El conjunto de los activistas
(organizados en agrupaciones o no) debemos bajar a nuestros cursos y
abrir el debate. Tenemos que sublevar las cursadas para que miles de
compañeros que todavía no entraron a la lucha se sumen para frenar
la actitud dictatorial de Kirchner, por el derecho a manifestarse, por
el cargo a los miles de docentes ad honorem que trabajan
gratis, por la derrota de la LES, la triplicación del presupuesto
universitario y el conjunto de nuestras reivindicaciones.
Todos
juntos por salario, salud, educación y trabajo
La
actitud prepotente del gobierno ante todos los sectores en lucha puso
en evidencia que la política de K es global y archicontinuista, al
servicio de pagar la deuda y cumplir con los dictados del FMI. Para
enfrentarla tenemos que juntarnos y coordinar nuestras acciones. Fue
la confluencia de todos los sectores en una sola marcha hacia Plaza de
Mayo la que puso en alerta a Kirchner, que salió con el sistema del
palo y la zanahoria: reprimió la marcha del viernes 2 y le tiró una
propuesta a las Conadus para debilitar el frente único que se había
formado.
Debemos
confluir todos, pegando como un solo puño, y para eso es imperioso
avanzar en una lucha común encabezada por la defensa del elemental
derecho democrático a la protesta y que contemple los reclamos del
conjunto de los sectores: por salario, salud, educación y trabajo.
¡El
derecho a la protesta no se toca!
¡Todos
juntos por el salario, la salud, la educación y el trabajo!
¡Sublevemos
las cursadas por la derrota de la LES y la LFE!
¡Por
nombramiento y renta para los más de 20.000 docentes ad honorem!
¡Por
la triplicación del presupuesto universitario!
¡Basta
de cupos, rankings, exámenes filtro y cualquier forma de restricción!
¡Disolución
de la CONEAU!
¡Fuera
las empresas de la universidad; por el financiamiento íntegramente
estatal!
¡Por
la democratización de los órganos de gobierno de las universidades!
¡Por
una universidad al servicio de las necesidades de los trabajadores!
¡Por
un pliego único docente-estudiantil!
¡Organicemos
un gran huelga universitaria!
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