Los MSTs se disputan el lanzamiento de Patricia Walsh
¿Rearmar Izquierda Unida o
Frente Clasista y Socialista?
Por José Luis Rojo
Socialismo o Barbarie, periódico,
17/08/06
El jueves 10 de agosto se realizó
una conferencia de prensa organizada por el MST-El Socialista donde se
lanzó la precandidatura presidencial de Patricia Walsh. También el
MST-Unite anuncia que hará el lanzamiento de Walsh el viernes 18. Se
ve que la anticipación del calendario electoral ha llegado a la
izquierda. En sí mismo, ante la coyuntura “chata” que estamos
viviendo, esto no tendría nada cuestionable. Pero el problema es que
se pretende dirimir una discusión de fondo mediante hechos
consumados. Poniendo el carro delante del caballo, lo que se
soslaya es la necesaria discusión acerca del carácter, los
eventuales integrantes y el programa de un posible y necesario
acuerdo de la izquierda que posibilite una superación independiente y
de clase de la “fragmentación de la izquierda” en el terreno de
las próximas elecciones presidenciales.
¿Otra vez Izquierda Unida?
Aunque se llena la boca con la
palabra “unidad”, el MST-Unite sólo se propone
desesperadamente... rearmar Izquierda Unida. El eje absoluto del
llamado público en su periódico es al PC: “llamamos al Partido
Comunista, con el que compartimos Izquierda Unida durante años, a
volver a encarar juntos un proyecto de izquierda, lo mismo que a
las personalidades que integran el espacio por la nacionalización de
los hidrocarburos, al resto de las organizaciones de izquierda, a los
luchadores obreros y populares, a confluir en una fórmula única de
toda la izquierda” (Alternativa Socialista 435).
Pero “volver a encarar” un
proyecto que ya ha fracasado no tiene nada de “unitario”:
configura una simple maniobra del MST para imponer nuevamente IU como
hecho consumado al resto de los partidos de la izquierda,
utilizando a tal efecto el lanzamiento de Patricia Walsh. Este
“gesto unitario” es un ardid, porque volver a poner en pie
Izquierda Unida, más que para unir, sólo puede servir para dividir,
dejando al margen al resto de las corrientes de la izquierda que
estamos en contra de un frente electoral que no tenga una clara
delimitación de clase.
Porque con el PC no se
puede presentar una alternativa claramente independiente de todo
sector patronal. Este partido no sólo no defiende la
independencia política obrera en general, sino que tiene en la práctica,
en los hechos cotidianos todo tipo de compromisos con sectores políticos
patronales y el propio gobierno K. Es público que esto lo ha
llevado a no firmar el programa de varios de los últimos actos
del 20 de diciembre o el 1° de Mayo.
Pero hay más. Integra el
“Encuentro de Rosario” con el banquero Carlos Heller, Margarita
Stolbizer (secretaria general de la UCR) y Víctor De Gennaro, de la
CTA. Es “amigo” del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (del
cual el MTL recibe jugosos subsidios). Es amigo de los amigos del
gobierno K (apoyaría la candidatura a gobernador de Hermes Binner en
Santa Fe). Internacionalmente, apoya a Lula, a Chávez y a Evo
Morales, todos gobiernos capitalistas.
En síntesis: con el PC es imposible
poner en pie una alternativa de independencia de clase. Lo que se
impondría sería algo muy distinto: un frente de colaboración con
sectores burgueses. Lamentablemente, esta política es la
que defiende el MST Alternativa.
El carro delante del caballo
Los compañeros del MST-El
Socialista parecen tener un sesgo algo más a la izquierda. Su llamado
es “al Partido Obrero, MAS, PTS, FOS y demás fuerzas de
izquierda” (El Socialista 40). Si bien no descartan al PC, señalan
que “por el momento, el PC no levanta un frente de izquierda” (El
Socialista 39).
Sin embargo, también su
procedimiento, producto de su carrera desenfrenada contra el otro MST,
es al revés de como debería ser. Porque el lanzamiento de la
precandidatura de Patricia Walsh viene acompañado de una serie de valoraciones
que el resto de la izquierda no tiene por qué compartir, y de
hecho, en nuestro caso, de ninguna manera compartimos. Por
ejemplo, Patricia Walsh reivindica públicamente en Página 12
(11-8-06) la experiencia de Izquierda Unida, así como su actuación
en el Congreso en oportunidad de la votación (junto con el PJ y el
kirchnerismo) de la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final. Posiciones que, como es sabido, en su momento criticamos.
Quizás los compañeros se ilusionen
con lo que está pasando en el Brasil, donde es un hecho que la
candidatura de Heloisa Helena está alcanzando altísimas
intenciones de voto. Es público que se trata de una candidatura a
izquierda de Lula y el PT y que, por su composición, el acuerdo
PSOL-PSTU-PCB expresa, en los hechos, un frente independiente de
todo sector burgués.[1]
Pero si hay que tomar el ejemplo
del Brasil en el sentido del carácter “clasista” del frente, de
ninguna manera se podría considerar que Patricia Walsh pudiera ser un
factor “aglutinante” como es el caso de Heloisa Helena. Esto sería
perder todo sentido de las proporciones.
Por lo tanto, hay que poner el
caballo delante del carro: comenzar la discusión sobre los
posibles integrantes, el perfil y el programa de un eventual frente de
la izquierda. Un programa que nos delimite respecto del gobierno
K, pero también respecto de la ola “progresista” que está
“barriendo” toda la región: los gobiernos de Lula, Chávez y Evo
Morales.
Poner en pie un Frente Clasista y
Socialista
Insistimos en que el punto de partida debe ser el opuesto
al del MST-Unite: hay que excluir toda posibilidad de acuerdo
con el PC y de “rearmar” Izquierda Unida. Hay que arrancar al revés:
por la discusión de las características de un eventual frente, de
sus componentes y su programa.
Luego, a partir de esa ubicación, se puede pasar a la
discusión de las candidaturas. Incluso en ese terreno, cabe
argumentar alrededor de cuáles serían las mejores para expresar una
eventual unidad clasista y socialista: nadie es aquí “figura
puesta”. Y esto tiene que ver también con la posibilidad de
proyectar compañeros trabajadores representativos de las
mejores experiencias de la lucha de clases en los últimos años: las
opositoras del SUTEBA, los compañeros del Subte, Ferroviarios, los
hospitales Garrahan y el Francés, etc., así como representantes de
las distintas corrientes de la izquierda.
Llamamos entonces a los compañeros del PO, de ambos
MSTs, a Patricia Walsh y al PTS a que realicemos a la brevedad una reunión
donde podamos poner en discusión estas cuestiones.
Nota:
1. Esto no quita que nuestra
defensa de la postulación de Heloisa Helena no deje de ser crítica.
Las declaraciones de H.H. a lo largo de la campaña (como las del
candidato a vicepresidente del frente), han ido más en el sentido de
una salida meramente democrática “dentro del marco de la Constitución”
que de trabajadores y socialista. No por nada nuestros compañeros de
Praxis en el Brasil, fueron minoría absoluta en la Conferencia
electoral del P-SOL a la hora de la votación del programa para la
campaña.
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