La cruzada antiabortista del Gobierno y la Iglesia se ha
cobrado una nueva víctima: esta vez se trata de L.M.R, una joven
discapacitada mental de 19 años, violada por un familiar, y a
quien luego de idas y venidas con la Justicia y los médicos se le impidió
abortar.
La violación y la formación “cristiana” de la
Justicia (laica)
Por César Rojas
Agrupación Carne Clasista
Contra la Opresión Sexual y Social
Socialismo o Barbarie, periódico, 17/08/06
Según denunció la madre, L.M.R había sido violada por un
tío de unos 40 años y ella misma tuvo que explicarle lo que era una
relación sexual, ya que la chica no comprendía lo que le había
sucedido ni, por supuesto, sus consecuencias. A pesar de esto la Jueza
Siro había negado que la chica fuese idiota o demente y sostuvo que
la violación aún no había sido probada, por lo cual en su momento
ordenó la suspensión de la operación. Según explicó a la prensa
en un comienzo la magistrada: “para mí es difícil dejar de
lado la formación jurídica y cristiana”, pero días
después aclaró: “Mi sentencia no está basada en
convicciones religiosas, sino actúo conforme a la Constitución al
proteger la vida de la persona por nacer, por eso propuse a la familia
de la joven la posibilidad de la adopción, cosa que no fue
aceptada”. Por supuesto que aquí en su “formación”
parece haber olvidado algunos detalles: los derechos de la única víctima,
una joven discapacitada mental que no pudo decidir ese embarazo es
producto de una violación, y se le escapan otros pequeños
detalles: el carácter laico de la Justicia y el Código Penal.
Pero las sorpresas no terminan aquí con Doña Inés
Siro (1),
ya que el viernes 28/7 declaró a Pagina 12 “La
joven es débil mental pero anda con celular y se maneja por la
calle”, “la sociedad cree que a la chica la agarraron en un
baldío pero no hubo violencia física, fue un abuso intrafamiliar,
como ocurre en tantos casos. ¿Sabe la cantidad de chicas de
12, 13, incluso 9 años que son abusadas por sus padres y quedan
embarazadas? Veo un montón en mi juzgado y ellas no pueden abortar”.
Según ella, todas estas barbaridades funcionan como atenuantes al
caso: que la chica tenga celular(¡), que sea un tío (quien al ser un
familiar directo puede ejercer amenazas y un silenciamiento más
efectivo sobre la víctima), que no hubo “violencia” (un hombre
adulto sobre una joven de una edad mental de ¡8 años!, ¿cuál es el
concepto de violencia de esta bestia?) que no hubo desamparo porque no
fue en un ¡baldío!, que son “tantos casos de violación” que uno
más (éste) no importa…
Como contraparte de estas “cristianas animaladas”, el
fallo de la Corte Suprema seguía el sentido de lo expuesto por la Procuradora
de la Pcia María del Carmen Falbo, a favor de los
derechos de la joven y la absoluta legitimidad contemplada en el Código
Penal, estableciendo claramente este caso como “aborto no
punible” y como no punible es cualquier aborto producto de una
violación, independientemente que se trate de una mujer demente o
no. También quedó expresamente establecido que estos abortos
terapéuticos y no punibles contemplados en el artículo 86, no
necesitan autorización judicial.
Los “cruzados” por la vida, los médicos y el
“progresismo”
Trascendió que hubo presiones sobre los médicos,
no sólo de la Iglesia, sino del propio Poder Judicial para que no
realizaran el aborto.
Según las últimas declaraciones de la madre y la hermana
de L.M.R, en ningún momento el Hospital informó del plazo de las
20 semanas, y hasta el propio 3 de agosto supuestamente aún se
estaba dentro del tiempo aceptable para la intervención. La cantidad
de semanas que venían contabilizando no coinciden con las
“sorpresivas” 20 semanas que informaron de pronto, lo cual da
cuenta de los estudios falseados para impedirlo.
Todo esto hace más que evidente que los médicos cedieron
a las presiones del Gobierno, la Justicia y la Iglesia, y que el
desenlace de todo tendió a que esto no sentara precedentes, dado lo
emblemático del caso y el estado público que adquirió (¡hasta
Macri salió a respaldar el aborto para la joven!). No vaya ser cosa
que la sociedad se sensibilice y comience a discutir masivamente el Derecho
al Aborto.
Ante estas dramáticas situaciones tanto el Ministro
de Salud como el gobernador Solá pasearon sus compungidas caras ante
los medios y nada más.
El gobernador ofreció un magro subsidio de $800 a
la madre, con el cual él supone que Vicenta (quien obviamente ya no
podrá trabajar fuera, puesto que debe cuidar de su hija discapacitada
y al bebé) podrá vivir, y todo eso por un año. Después: “Dios
dirá”.
Por su parte Ginés, que denuncia las alarmantes cifras de
los abortos clandestinos (entre 500 y 800.000 anuales y principal
causa de mortalidad materna), no hace nada para impulsar el Derecho
al Aborto, ni interviene efectivamente sobre un caso tan terrible
como el de L.M.R.
A este “progresismo”, que juega con las cartas marcadas
del “no me dejan hacer nada”, hay que decirle una vez más: Señores,
no necesitamos la limosna de su lástima, ni sus palabras para la cámara.
La verdad es concreta, sus verdaderas posiciones son sus
actos, y Uds. no hacen sino dejar el terreno a la reacción, a la
Justicia patronal, patriarcal hasta la médula, que culpabiliza
y naturaliza la violencia hacia las mujeres y a una Iglesia medieval
que pretende decidir sobre su cuerpo y su vida.
Por eso como socialistas revolucionarios debemos acompañar
las movilizaciones y escraches que se están realizando sin quedarnos
en la compasión contemplativa que despierta este drama social.
Debemos poner toda esa legítima indignación por la injusticia,
nuestra rabia y nuestra conciencia para luchar por el Derecho al
aborto, Libre, seguro y gratuito; la Educación sexual
científica en los colegios; exigir la Cárcel al violador
y
obligar al Estado para que garantice la atención social necesaria
para la joven L.M.R y su familia.
Nota:
(1)
Quien además se da tiempo para posar como “modelo”
para una publicidad de una marca de ropa de cuero (ver Pagina 12,
13/08/06).
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