La
coyuntura política
¿Adónde
va el gobierno K?
Editorial
de Socialismo o Barbarie, periódico, 23/11/06
El
elemento más dinámico de la actual coyuntura sigue siendo la
crisis política abierta en el gobierno de Néstor Kirchner, la más
grave desde que asumió. Si bien mantiene su carácter de crisis en
las “alturas”, no por ello es menos real e incluso con
consecuencias hacia abajo. Es decir, en lo que hace al comienzo de
una experiencia entre sectores de masas con el gobierno. Y, en ese
marco, emergen una serie de luchas que, aunque en su mayoría están
dirigidas por sectores de la burocracia sindical, no son por eso menos
reales.
La
expresión más definida de este trance político tiene que ver con
una crisis de orientación del gobierno en una serie de
frentes, así como a una indefinición más general: cómo afrontar el
proceso eleccionario de 2007, que hasta hace poco se consideraba
“pan comido”.
De
la desaparición de López a la crisis de las papeleras
La
seguidilla de conflictos que le estallaron al gobierno en los últimos
dos meses no deja de ser impactante. Comenzó con la desaparición
de Jorge Julio López, que ha dejado abierto un impasse en lo
que hace a toda la política gubernamental sobre derechos
humanos. Luego vino la acción de la patota K en el Francés, que
fue derrotada y echada por los trabajadores (incluyendo a la
propia intervención patotera). Siguió con el bochorno de San
Vicente, cuando el traslado de los restos de Perón, en manos de las
patotas de la CGT. Posteriormente ocurrió la inesperada derrota política
del gobierno en Misiones, que abrió un tembladeral en lo que hace
a las perspectivas de reelección gubernamental para el año próximo.
Como
si todo esto fuera poco, la saga continúa ahora con el escándalo de
la política gubernamental respecto de las papeleras (ver aparte).
Porque con el fallo de La Haya y sobre todo ahora con la cesión del
millonario crédito del Banco Mundial a Botnia, queda al desnudo cómo
Kirchner ha buscado conducir a los vecinos de Gualegaychu al callejón
sin salida de los “organismos internacionales” del
imperialismo.
A
esto hay que sumarle un importante elemento de otra índole: la
inflación creciente, que golpea el bolsillo de los trabajadores
ahora con la suba del pan y la carne, muy lejos de las estadísticas y
tejes y manejes oficiales alrededor de los controles de precios. Todo
ese armado artificial con la vista puesta en el índice que elabora el
INDEC mensualmente amenaza con venirse abajo en el mediano plazo, y
puede significar un ajuste generalizado hacia arriba, tarde o
temprano. No hace falta resaltar las consecuencias si esto explota antes
de las elecciones.
Con
la mira en 2007
Todo
esto no significa que el gobierno haya dejado de moverse esmeradamente
para cerrar la crisis. La tónica común ha sido intentar sacarle
banderas a la oposición burguesa de derecha y no perder el pie entre
amplios sectores de clase media y media alta con vistas a las
elecciones de 2007.
De
ahí esencialmente el carácter, en cierto modo, obligado por las
circunstancias de las medidas recientemente tomadas, que expresan
un giro a la derecha de orden “superestructural”. Pero de
ninguna manera esto se traslada al conjunto de la situación
política, donde por abajo, en el terreno de la lucha de
clases cotidiana, quedan partidos por jugar.
Es por esto mismo que preferimos hablar de una coyuntura con elementos
de “polarización”, más que de giro a la derecha, como postulan,
de manera a nuestro entender impresionista, algunas corrientes de la
izquierda.
En
este marco, la medida más reaccionaria y de mayor valor simbólico ha
sido la embestida sobre Irán alrededor al atentado a la AMIA
de 1994. Sin prueba alguna, este ataque hace parte de la campaña
mundial de Bush y el Estado sionista para relegitimar un Israel
duramente golpeado luego de su derrota a manos de Hezbollah. Pero el
momento “elegido” por Kirchner en su alineamiento con Bush no podía
ser peor: precisamente cuando viene de una paliza electoral, lo que en
todo caso es una muestra más de la crisis y el giro gubernamental.
Por supuesto, sin perder de vista que los demócratas, incluida
Hillary Clinton (del gusto de los esposos Kirchner y probable
candidata a presidenta de EEUU), no se distinguen en nada esencial
de las políticas que viene sosteniendo Bush.
Otra
respuesta han sido los pasos para rediseñar el plan reeleccionista.
Aquí se inscriben desde los “renunciamientos” de Solá y Fellner,
pasando por los globos de ensayo de la candidatura de Cristina
Kirchner, a algo más de mediano plazo como la posibilidad de impedir
la reelección indefinida de los intendentes de la provincia de Buenos
Aires.
Por
otra parte, no todas las iniciativas han sido hacia la derecha. En el
caso del conflicto del Francés, se está ensayando una movida tan
“progresista” como tramposa. Tras verse obligados a desplazar a la
patota, se intenta reemplazarla por una nueva intervención con
pergaminos de “seriedad”, de la mano de un medico prestigiado y un
Consejo Asesor integrado por Graciela Ocaña, la periodista Fanny
Mandelbaum y el presidente de Citroen / Peugeot.
En
este marco, hay un terreno donde el gobierno no ha logrado dar
una verdadera respuesta y pende sobre él cual espada de Damocles: la
desaparición de López. En realidad, sí hay una respuesta, tan grave
como peligrosa. El gobierno se juega a la tercera desaparición del
compañero, luego de confiar la “búsqueda” en los propios
captores, torturadores y desaparecedores: la policía provincial y
federal. Se trata de un verdadero encubrimiento, que ha
contado con la complicidad tanto de Hebe de Bonafini como de Estela de
Carlotto, pero que puede volver como un búmeran si llega a haber
alguna aparición macabra.
El
desarrollo de luchas obreras
Al
compás de la crisis política y por las brechas que ésta deja, asoma
un segundo componente de importancia en esta coyuntura. Se trata de
que se viene desarrollando una serie de importantes luchas de los
trabajadores que preanuncian un primer semestre de 2007 eventualmente
bastante movido.
Entre
las más importantes se encuentran las luchas del Hospital Francés,
de los telefónicos, de los docentes de la provincia de Buenos Aires y
los petroleros de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. En el
caso del Francés, se trata de una dirección independiente de un
conflicto que aún no ha sido resuelto. Pero se obtuvieron varios
logros de importancia a partir de una lucha durísima, desde la
reincorporación de los despedidos hasta la caída de la intervención
patotera.
En
el caso de telefónicos, docentes y petroleros, se trata de conflictos
dirigidos por la burocracia de la CGT o el CTA. Caben aquí varias
consideraciones. Entre los docentes, se trata del atisbo del
conflicto de mayor importancia en mucho tiempo y donde la
izquierda tiene un importante peso a partir de las seccionales
opositoras. Esto le permite jugarse a hacer exitosas acciones
independientes que significan una presión real sobre Baradel.
En
el caso de los petroleros, tiene el valor de tratarse de un
sector del proletariado industrial, es decir, trabajadores productivos
con una gran capacidad de parar la producción. Si bien el
conflicto estuvo dirigido por distintas expresiones de la burocracia
del SUPE y la CGT, no se puede obviar –como trasfondo– el
conflicto de Las Heras de comienzos del 2006. Tampoco el hecho de que
durante el conflicto de los últimos días hubo acciones
independientes de los petroleros de base, como en Neuquen (en el mayor
centro de extracción del gas del país, “Loma de la Lata”), donde
desde abajo se llegó a cortar el suministro de gas.
Es
decir, se ha tratado o se trata de duros conflictos salariales en los
que, si bien están dirigidos por una burocracia muy próxima al
gobierno de Kirchner, no deja de estar presente el fantasma de
sectores independientes como elemento de presión virtual o real
sobre la propia burocracia.
En
definitiva, es evidente que el actual salto en los conflictos resulta
un elemento de enorme importancia en la actual coyuntura, razón por
la cual jugarse a su desarrollo y al triunfo de las luchas en curso
debe ser uno de los aspectos centrales –junto con la lucha democrática–
en la orientación de los socialistas revolucionarios.
20 diciembre - A 5 años del Argentinazo: Jornada nacional
y acto en Plaza de Mayo
Por la aparición de
López y en apoyo al Francés
En el seno del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, se está
desarrollando un debate sobre la orientación política que debe
seguir ese organismo. A los planteos del MST-Unite de hacer “unidad
de acción con Kirchner” para encontrar a López, se ha venido a
sumar, en la última reunión (21 de noviembre), el Partido Comunista,
con la idea de que “hay que abrir más” al Encuentro, que ese
espacio se habría “sectarizado”, que se debe invitar a los
organismos “históricos” –los mismos que están cooptados por el
gobierno–,
que la marcha del pasado 18 de noviembre había sido “muy pequeña”,
etc.
Estamos totalmente en contra de esta posición.
Creemos que las jornadas del 17 en La Plata (con el paro en el
Astillero y los cortes de ruta) y la marcha del 18 fueron de
importancia. Si no fueron más grandes no es por un problema de
“orientación” y “sectarismo”. Tampoco es cuestión de “voluntarismo”,
es decir, de “jugarse con todo”. Se trata de que los sectores
cooptados por el gobierno o afines a él, como la CTA y organismos
como Madres y Abuelas, se han negado realmente a mover un solo
dedo, por no hablar de la CGT. Dejar de subrayar la evidente
responsabilidad política K en la desaparición de López sería un verdadero
crimen político. Y que, para colmo, no ampliaría la movilización,
porque Kirchner está jugado al olvido y al encubrimiento del tema.
En estas condiciones, el Encuentro actuaría de taparrabos
por izquierda del gobierno, y no como lo que debe ser: un ámbito
para desarrollar una acción independiente, lo que no impide
seguir exigiendo el paro general a la CTA y a la CGT. Es decir, sumar
a todos los sectores que se quieran sumar, pero sin bajar
las banderas de la crítica al gobierno de Kirchner.
Organicemos una gran jornada unificada el 18 y el 20 de
diciembre
Por la aparición de López. Todo el apoyo al Francés
Opinamos entonces, categóricamente, que la Comisión
Memoria, Verdad y Justicia debe seguir con su actual curso
independiente. Y que junto con seguir subrayando la responsabilidad
del gobierno, debe organizar para los próximos 18 y 20/12 una gran
Jornada Nacional y un gran Acto en Plaza de Mayo combinando las
banderas de la lucha democrática por la aparición de López y el
apoyo a las luchas obreras en curso, en particular a los compañeros
del Hospital Francés.
En este marco, desde el nuevo MAS (acompañados por
delegaciones de Socialismo o Barbarie Internacional) pretendemos
jugarnos al apoyo de cada una de las acciones que se resuelvan y a la
realización de una gran columna partidaria para el acto del 20 en
Plaza de Mayo, a la que invitamos a participar a todos nuestros compañeros,
simpatizantes y amigos.
.-
En este sentido
y respecto de las tribulaciones del gobierno por los cortes en
Gualeguaychú, esta pintura es ilustrativa: “La decisión de los
asambleístas de reanudar los cortes en la ruta 136 provocó un
fuerte malestar en la Rosada, aunque no está en los planes del
gobierno despejar los caminos con las fuerzas policiales. Una
disposición en sentido contrario implicaría una modificación
drástica de la política instrumentada hasta el momento ante las
protestas sociales basada en la no represión de los cortes”
(La Nación, 21-11-06).
Por
supuesto, el garrote sí se esgrime cuando se trata de la vanguardia
obrera independiente, como ocurre ahora con la persecución a
Navarro (dirigente petrolero de Las Heras). Pero en situaciones
como la de Gauleguaychu, nada le garantiza al gobierno que no haya
un inmenso repudio nacional si pretende desalojar los cortes por
la fuerza, e incluso una respuesta radicalizada de los propios
vecinos. Éstos son los problemas de relaciones de fuerzas que
deben ser resueltos y que aún no lo han sido. Habrá que ver el
resultado de esa pelea para la evaluación de la situación política
más de conjunto.
.-
Al
respecto, dice el analista marxista norteamericano Alexander
Cockburn: “Aun si los electores se han expresado de modo muy
neto por una retirada inmediata de las tropas, desde el punto
de vista de su lógica los demócratas no podrán llegar muy lejos
aquí, porque les caerá encima la responsabilidad por la derrota
del Imperio. Los demócratas no pueden hacer gran cosa en ningún
caso. ¿Alguien los ve puestos a la labor de derogar la
Patriot Act (Acta Patriótica), de desmantelar los tribunales
militares secretos, de cancelar los regalos fiscales con que Bush
ha obsequiado a los ricos, de disciplinar la contabilidad de las
grandes corporaciones empresariales, de instituir un servicio
publico de salud a escala nacional, de revisar el tratado de libre
comercio (recordar que el Tratado de Libre Comercio de la América
del Norte, NAFTA, fue ratificado por Hillary Clinton)? Nada de
esto ocurrirá”. En www.socialismo-o-barbarie.org.
.-
En
la reunión que estamos comentando, el PTS pareció hacer una
intervención en el mismo sentido. Si bien luego su representante,
honestamente, se autocriticó, creemos que esta unilateralidad es
producto de la ubicación política que viene arrastrando:
privilegiar sólo la lucha democrática –olvidándose de enormes
conflictos como el del Hospital Francés– con el erróneo
criterio de no subrayar con la suficiente claridad la
responsabilidad de Kirchner en la desaparición de López.
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