Informe
sobre la situación nacional
La
emergencia de una nueva generación obrera y la lucha por la
independencia de clase
Socialismo
o Barbarie, periódico, 28/12/06
Presentamos
los tramos fundamentales del informe que abrió los debates sobre la
situación nacional, que estuvo a cargo del compañero Héctor
“Chino” Heberling. Reproducimos en particular, más que los
elementos de la coyuntura, los aspectos más estratégicos y a mediano
plazo que se desarrollaron en su intervención. Seguimos de esta
manera haciendo públicos nuestros debates, a los que consideramos un
aporte a la discusión que se está procesando en la vanguardia obrera
y juvenil, lo que hace también a un método sano de construcción y
elaboración partidaria.
Un
nuevo ciclo de luchas
Hay
que empezar por dar cuenta de los cambios. Aunque suene obvio, hay que
decirlo, porque hay corrientes que siempre ven más de lo mismo, y eso
no es así. En la calidad y sutileza del análisis se basa la justeza
de la política revolucionaria.
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Después
del IV Congreso
Un
paso más en la construcción del nuevo MAS
Entre
el 15 y 17 de diciembre se realizó el IV Congreso de nuestro partido,
el nuevo MAS. Con la presencia de más de 60 delegados de todo el país
nos reunimos para discutir y evaluar el curso de la situación
latinoamericana; la realidad nacional en el comienzo de la experiencia
política con el gobierno de Kirchner, el surgimiento de una nueva
generación obrera y los desafíos de la recomposición de movimiento
obrero; por último, se repasó el momento de la construcción
partidaria, se evaluaron los dos últimos años de construcción y se
fijaron las tareas y desafíos a futuro.
Las
deliberaciones fueron abiertas a la participación de los compañeros
y a los amigos del partido, ya que consideramos nuestros debates como
un aporte a la vanguardia, por lo cual también hicimos públicos
nuestros materiales. Una asistencia permanente de más de cien compañeros
colmó durante tres días las instalaciones renovadas de nuestro local
central de la calle Chile. El entusiasmo, la seriedad y una fuerte
presencia juvenil le dieron el marco a las deliberaciones. Cabe
también destacar las delegaciones del Interior también con un
importante aporte de la juventud, como los compañeros de Río
Gallegos, que viajaron más de 3.000 kilómetros para participar del
Congreso; los compañeros de Corrientes; los de Córdoba, donde el
partido está peleando nuevamente tener su legalidad; de Junín y
de Chacabuco; los compañeros de Mar del Plata, con activa
participación en el movimiento estudiantil universitario y
secundario; los de Misiones y otros. La fuerte presencia y participación
de la juventud dejó planteado un desafío: construirnos como
juventud nacional, a la par de profundizar y extender lo ya
logrado.
El
debate estuvo enriquecido por la presencia y la experiencia
constructiva de los compañeros de Socialismo o Barbarie
Internacional. Estuvo presente una importante delegación de
cuatro compañeros del grupo Praxis –corriente revolucionaria del
PSOL– de Brasil, los compañeros de Agrupamiento por el Socialismo
de Paraguay y los compañeros de SoB Bolivia.
Terminamos
extenuados luego de tres jornadas agotadoras de debates, intercambios
y discusiones, pero con la alegría y la seguridad de haber puesto un
nuevo mojón en el camino de la construcción de un partido de
vanguardia que se prepare y prepare a la nueva generación obrera,
juvenil y popular para los próximos combates que se avecinan, en
la única perspectiva emancipadora: la revolución socialista.
De
alguna manera, el broche de oro a nuestro congreso fue la importante y
combativa columna de más de 450 compañeros con la que participamos
el 20 de diciembre, encabezada con una bandera de la Corriente
Internacional Socialismo o Barbarie. Allí denunciamos con
fuerza la responsabilidad política y el rol de encubridor del
gobierno, a más de tres meses de la desaparición del Jorge Julio López,
y planteamos el apoyo a todas las luchas obreras, en especial la del
Hospital Francés, donde el gobierno se niega a estatizar el hospital
bajo control de sus trabajadores. Al finalizar la jornada hicimos un
pequeño acto callejero donde saludaron los compañeros de la
corriente y cantamos orgullosos La Internacional.
Llamamos
a todos los compañeros presentes en el Congreso, en el acto del 20 de
diciembre, a nuestros lectores y simpatizantes, a sumarse a la tarea
de poner un pie una organización revolucionaria socialista. Los
invitamos a colaborar con su lucha, con su idea, con su esfuerzo y
también con su aporte económico para la Campaña Financiera del
nuevo MAS.
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El
Argentinazo abrió un nuevo ciclo de luchas, y en este ciclo, que
sigue abierto, hubo y habrá distintos momentos. A partir de la rebelión
popular se desarrolló una primera fase con una característica que
hay que señalar, y que trajo consecuencias: no entró en escena el
movimiento obrero ocupado como tal. Ese fue un límite muy
importante para la radicalización y profundización del proceso.
Después hubo un segundo momento, que es el que estamos transitando: el
de la mediación y la reabsorción del Argentinazo.
En
su momento dijimos que Kirchner era el hijo burgués del Argentinazo,
por lo que había que constatar de dónde surgía y los límites que
conllevaba ese origen.
En
2005, luego de las elecciones y teniendo en cuenta que el gobierno había
ganando las elecciones y que había un consenso general de las masas
en relación a Kirchner, dijimos que el Argentinazo se había
cerrado en el sentido de la crisis de dominación. Igualmente,
sostuvimos que seguían operando los problemas más de fondo y
estructurales, y que el ciclo abierto con las rebeliones continuaba,
aunque bajo otras determinaciones.
Cuando
hablamos de momento de mediación tenemos muy en cuenta el
mejoramiento de la economía. Ésa la base fundamental para la
estabilidad de Kirchner. Lo importante, y que queremos destacar, es
que no ha habido una derrota; ha habido reabsorción, pero no
ha habido derrota, lo que significa que no han podido cerrar el
ciclo de las luchas.
Eso
tiene una consecuencia fundamental: no se vuelve a las relaciones de
fuerza de los 90. Esto hay que señalarlo con mucho énfasis, porque
es una determinación que continúa operando: las relaciones de
fuerza le imponen límites al accionar del gobierno.
Perspectivas
políticas para 2007
Hay
un aspecto que empezamos a desarrollar, que es que el 2007 puede ser
un año en que empiecen cambios más profundos. En estos momentos el
gobierno vive una crisis, abierta con una sucesión de hechos que
dejaron a gobierno totalmente en falsa escuadra.
El
primer hecho fue la desaparición del compañero López, lo que puso
en crisis toda la política reformista en derechos humanos. Siguió la
patota K en el Francés, un conflicto que lleva mas de un año de
desarrollo, que tuvo un salto a nivel nacional a raíz del escándalo
con la patota del gobierno pegándoles a trabajadores y periodistas
impunemente, ante las cámaras de la TV. Después vinieron el bochorno
en San Vicente el 17 de octubre y la continuación de la crisis de la
burocracia sindical, con las peleas interburocráticas, Enseguida llegó
la derrota electoral del gobierno en Misiones. A eso se suma la
obstinada lucha de Gualeguaychú contra las pasteras y en estos últimos
días el paro del campo. Por supuesto, todos estos procesos tienen
distintas características –por ejemplo, unos son progresivos y
otros reaccionarios–, porque reflejan problemas de diversa índole,
pero tienen en común que empiezan a golpear al gobierno.
En
todo caso, lo importante es señalar que ha comenzado cierto
deterioro del gobierno. Hay sectores que empiezan a hacer la
experiencia y se empiezan a observar ciertas divisiones en las clases
medias, a derecha y a izquierda, cierta polarización..
Por
ejemplo, en el caso de Gualeguaychú hay un sector que se radicaliza a
izquierda en general, pero por otro lado hay sectores de la clase
media que se polarizan, o se van a la derecha por el problema de la
seguridad. También influye esa forma de gobernar de Kirchner de
avasallar todo; de eso se toma mucho la oposición burguesa, que en
estos últimos tiempos ha empezado a levantar cabeza después de un
largo período de inoperancia política.
Por
eso de alguna manera Kirchner tiene que responder a esa situación
dando ciertas concesiones a esos sectores. Un caso es la iniciativa de
reducción de la Corte Suprema, o la renuncia a las reelecciones
indefinidas después del triunfo de Piña en Misiones. También en política
exterior, como meter otra vez a Irán en la bolsa de los malos de la
película, dando una señal clara de alineamiento con los yanquis
Teniendo
en cuenta que la economía va a seguir más o menos bien –no vemos
grandes motivos de zozobra en ese terreno, al menos a corto plazo–,
sobre esa base lo más probable es que el gobierno de Kirchner, con
muchos más problemas de los que se preveían, vaya a la reelección
“con un pingüino o con una pingüina”.
La
previsión más general es que después de las elecciones, una vez
reelecto y asumido el nuevo equipo de gobierno, vengan más
problemas, porque tiene que ir más a fondo. Eso es lo que
está pidiendo la mayoría de la burguesía: la reabsorción completa
del proceso. Creemos que va a ser eso es lo que esté en discusión en
el próximo año o año y medio,
No
descartamos que a mediano plazo, y ésa es la previsión a la que nos
jugamos, haya desbordes por izquierda a estos gobiernos de
mediación. Para eso nos tenemos que preparar. En ese sentido,
polemizamos con corrientes como el PO, que ve todo como una línea
recta, sin problemas, y también con el PTS, que en este momento está
viendo un giro a la derecha en la situación, no en el gobierno.
Nosotros sí planteamos que en el gobierno hay un giro a la derecha
por ahora más bien superestructural. Esos matices más finos en el análisis
tienen que ver, justamente, con no impresionarnos y estar preparados
para posibles cambios bruscos en la situación, incluyendo la
reapertura de la crisis.
El
proceso de recomposición del movimiento obrero
Haciendo
un poco de historia, hay que decir que el proceso de recomposición
previo al Argentinazo y que emergió con fuerza con él fue el
movimiento de desocupados, que en general en ese momento era independiente,
aunque sectores estaban ligados a la CTA. Se dio esencialmente por
fuera de los aparatos, de la CGT y de los partidos tradicionales. La
otra pata del proceso fueron las fábricas recuperadas, que justamente
como producto de la brutal crisis económica y la quiebra de cientos
de empresas, mostró cómo sectores de trabajadores, para no quedar en
la calle, tomaron las fábricas. Un proceso no muy extendido, pero de
un valor importantísimo. Después estaban las asambleas
populares, que reflejaban más que nada a los sectores de clase media
empobrecidos, que se organizaron alrededor de los primeros meses del
Argentinazo.
El
movimiento obrero de conjunto estuvo a la retaguardia,
fundamentalmente por el rol de la CGT y la CTA, que bloquearon
completamente la posibilidad de la entrada en escena de los
trabajadores organizados, si bien hubo algunos procesos de vanguardia
importantes en ese momento. A eso se le sumó el miedo a la desocupación.
Pero
aproximadamente desde 2004 hubo un relevo en el proceso de
recomposición, y los que han estado a la vanguardia fueron
sectores de la clase obrera ocupada. Hubo toda una oleada de luchas
importantes reivindicativas, por salario, por condiciones de trabajo,
algunas por despidos. Porque la situación económica mejoró, y la
clase obrera, al empezar a recomponer sus planteles y con la visión
de que había trabajo y se podía pelear, inició ese proceso de
luchas para recuperar parte de lo perdido. Ahí estuvieron subte,
telefónicos, la salud, petroleros, etc.
Lo
más objetivo, lo más material, es que hay una nueva generación
obrera en las fábricas y lugares de trabajo, y eso es importantísimo.
Por supuesto, no lo descubrimos hoy, sino que ya desde hace un tiempo
veníamos teniendo esa sensibilidad de que grandes contingentes de la
juventud entraron a trabajar. Esto tiene una importancia estratégica,
porque no da lo mismo llegar al próximo ascenso con una clase obrera
que tiene recompuestos sus planteles, con una nueva generación
trabajando. Por otro lado, hay importantes experiencias de vanguardia
pero no hay un fenómeno de vanguardia obrera, como fenómeno
político.
Otra
característica del proceso de recomposición es que fundamentalmente
se dio por la recuperación de los organismos de base. No solamente
aquellos donde participa y es activa la vanguardia independiente, a
veces ligada a los partidos de izquierda, sino que, en general, el
primer paso que da el movimiento obrero en su proceso de recomposición
es ir a los organismos tradicionales, es la elección de
delegados, comisiones internas, etc. La excepción son algunas
experiencias muy importantes pero que no son la tónica, como la de
Atdemis en Córdoba.
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Presidencia
honoraria
El
IV Congreso del nuevo MAS estuvo presidido por las experiencias de
lucha y resistencia más importantes del último año. Por eso
propusimos que en primer lugar lo encabezara a la heroica comuna
popular de Oaxaca, experiencia de otro poder que está siendo
duramente reprimida. Luego el pueblo palestino, que
diariamente resiste la prepotencia sionista e imperialista, y el
pueblo del Líbano, que le ha propinado un duro golpe al ejército
sionista–imperialista y que ha
sido determinante en la derrota electoral de Bush.
Junto
a estas luchas quedó en la presidencia honoraria a un sector de
importancia estratégica para la revolución mundial: el joven
proletariado latino en el seno de Norteamérica y un hecho que es
histórico: el paro latino del 1º de mayo de 2006.
También
los sufridos mineros asalariados de Huanuni, los jóvenes
estudiantes franceses y chilenos que pelean en su carácter de
estudiantes contra las normas flexibilizadoras y el futuro negro que
les ofrece el capitalismo.
Por
último, el compañero Jorge Julio López, desaparecido en esta
democracia de los ricos por declarar contra los genocidas, y las
recientes luchas de los trabajadores ocupados de nuestro país: en
primer lugar la de los trabajadores del Hospital Francés y la de
los compañeros petroleros y de la construcción de Las Heras.
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No
lo podemos mensurar con precisión, pero cabe tomar un dato general,
para hacerse una idea: hace cinco años en la UOM Avellaneda se
juntaban 60 delegados; hoy son entre 120 y 140, y todavía en muchísimas
fábricas ni siquiera hay cuerpo de delegados, porque en la etapa
anterior barrieron casi a toda la fábrica y recién ahora se están
recuperando.
Muchas
de las experiencias de lucha de toda esta oleada son encabezadas por
sectores independientes, antiburocráticos, antipatronales, pero con
una limitación muy grande: son poco anti gobierno,
justamente porque tienen ciertas expectativas en Kirchner. Esto es muy
importante, porque no basta ser antiburocrático, no basta ser
antipatronal, sino que la recomposición debe apuntar a un contenido
político de independencia de clase. Si no, toda la actividad
sindical queda en el aspecto meramente reivindicativo y corporativo.
El
debate estratégico
Desde
antes que se abriera el Argentinazo y después también, nuestra
apuesta fue hacia el movimiento obrero, y por eso, desde un primer
momento marcamos que había un límite muy importante: si no entraba
el movimiento obrero iba a ser muy difícil transformar la rebelión
popular en revolución social.
Ha
habido una mecánica de alianzas de clases durante el Argentinazo. En
su momento hubo una expresión que sintetizó eso, que era “piquete
y cacerola”. Es obvio que le faltaba una pata fundamental: sólo con
esos dos componentes no se podía profundizar el Argentinazo.
Así
fue que en ese momento dimos batallas estratégicas, como la pelea por
la unidad de clase, por que los movimientos de desocupados
influyeran sobre la clase obrera ocupada con un programa y una política
de unidad de clase. Y eso se sintetizaba en que el centro de la
lucha de los movimientos debía ser el trabajo genuino, la reducción
de la jornada laboral y contra la esclavitud laboral. Esa batalla
la perdimos, pero esa experiencia nos dio calidad, porque era dificilísima
la pelea, pero igualmente la dimos y nos calificamos en la vanguardia.
Más
cerca en el tiempo, y para tomar un ejemplo candente, está la lucha
del Hospital Francés. Es una experiencia que está en curso, pero es
un ejemplo de cómo tenemos que intervenir en los conflictos. Esta
lucha ha enfrentado duramente al gobierno, pero no es que la mayoría
de los trabajadores está contra el gobierno. Al contrario, al primer
amague del gobierno de dar algo, la cosa baja, porque existe el
problema del entendimiento a fondo de qué significa el gobierno.
Por
eso pegamos con el eje de que la pelea era por la estatización y nos
jugamos con todo. Lo que tenemos, lo hemos puesto: carteles, pintadas,
acciones, vuelco al conflicto, movilizaciones; están los debates públicos
con el resto de las corrientes. Ahora estamos empezando otra etapa del
conflicto, y entre la vanguardia se está procesando este debate de
fondo. Es que una tarea clave es bajar a tierra el debate estratégico,
y en eso lo del Francés es un buen ejemplo.
Si
queremos empezar a tallar en el movimiento obrero, hay que afinar todo
el bagaje que tenemos, en el sentido de plantear una política no
sindicalista, no corporativa, de independencia de clase. Porque
para que esta vanguardia sea más clasista, para romper el monopolio
del peronismo y la burocracia, no solamente tiene que haber ascenso,
sino personas de carne y hueso calificadas políticamente, que
tengan conciencia y claridad de hacia dónde van.
Hay
un proceso molecular en los lugares de trabajo que todavía no tenemos
bien agarrado, aunque hemos participado en diversos movimientos por
abajo. Entonces, es de cajón, está dicho, escrito, repetido y hay
que entenderlo así, que uno de los elementos que tenemos que sacar en
limpio de la discusión de este punto nacional es la idea de que vamos
hacia una apuesta estratégica, que es el movimiento obrero, el
proletariado industrial. Hay que adaptar la política a eso, empezar a
formular la política concreta, bajarla a tierra y también dar pasos
concretos, organizativos, para que esa política y esa orientación
pueda empezar a tener carne.
Entonces,
para el año que viene, y por un período, el centro de la actividad
política partidaria será volcarnos más a las luchas obreras, al
apoyo, la solidaridad, a hacer campaña, etc. Por supuesto, es algo
que hemos hecho en las luchas más importantes, incluso una que nos
toca de lleno, que es la de Crónica; estamos en el Francés, en la
lucha del Hospital Garrahan, somos parte de los Sutebas opositores y
su sector más consecuente, estamos en Ecocarnes, etc. Pero el desafío
es meternos más y más en la nueva generación obrera, para que
cuando se dé el próximo ascenso estemos en los centros neurálgicos
del movimiento obrero. Esa posibilidad la tenemos y para eso nos
tenemos que preparar.
Sin
duda, hay otros temas que van a cruzar la vida política del país: la
lucha democrática que hoy tiene como eje la aparición del compañero
López, y lógicamente las elecciones. Pero lo estratégico es
comprender y ser parte de este proceso del surgimiento de una nueva
generación obrera.
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