Kirguizistán: otra
pieza del dominó
Deutsche Welle,
25/03/05
La prensa europea dedica
amplios comentarios al derrocamiento del gobierno de Kirguizistán,
tras la ola de protestas populares, y a las consecuencias políticas
de lo ocurrido a nivel geoestratégico.
The Daily Telegraph, de
Londres, apunta: "Puede que Kirguizistán sea una remota
república centroasiática, pero allí se entrecruzan los intereses
estadounidenses, chinos y rusos en la guerra contra el terrorismo.
Ahora se convierte en otra ex república soviética que sigue los
pasos de Georgia y Ucrania, al derrocar a gobernantes por largo tiempo
en el poder, tras un fraude electoral. En los tres casos, Rusia
intentó infructuosamente mantener el statu quo. El fortalecimiento de
la democracia kirguiza tendrá una gran influencia en la región,
caracterizada por regímenes autoritarios. Puede que Kirguizistán sea
una remota república centroasiática, pero probablemente haya
estremecido ahora a toda el Asia central."
Preocupación en
Moscú y Washington
The Independent,
también de Londres, hace notar que "tanto en Moscú como en
Washington cunde la preocupación porque la caída del hombre fuerte
de Kirguizistán, amigo de ambos, desestabilice la región.
Concretamente se teme que un vacío de poder o la irrupción del caos
pudiera ser aprovechada por los talibanes que aún quedan o abrir las
puertas a simpatizantes de Al Qaeda y otros grupos fundamentalistas
islámicos. Lo importante es que esos temores no opaquen el mensaje
principal: la democracia es algo positivo, aún en aquellas partes del
mundo en que irrumpe sorpresivamente o en momentos poco
convenientes."
Fin de la era
postsoviética
Liberation, de París,
opina: "Los sucesos de Bishkek representan el fin de la era
postsoviética. Hoy es la población de Kirguizistán -como ayer lo
fueron las de Georgia y Ucrania-, la protagonista de una revolución
pacífica. Estos países tienen la esperanza de lograr la
independencia que perdieron con la expansión zarista en el siglo XIX.
Estas revoluciones tienen éxito porque apuntan contra regímenes
carcomidos y porque Rusia ya no dispone de los medios para suministrar
armas destinadas a la represión. En consecuencia, es absolutamente
normal que Estados Unidos y la Unión Europea respalden esos
movimientos. Pero los brotes de democracia deben ser cuidados con
esmero. Los nuevos gobiernos necesitarán apoyo para no caer en los
errores de los antiguos."
La pesadilla de
Moscú
El periódico alemán
Westfälischen Nachrichten, de Münster, comenta: "La subrepticia
pérdida de poder en la periferia se está convirtiendo en una peste
para la Rusia de Putin. De momento no se puede prever quién y cuando
llenará el vacío de poder político surgido en Kirguizistán. Los
acontecimientos seguramente no dejarán indiferentes a Estados Unidos
y China. El equilibrio regional entre las potencia, arduamente
negociado, parece estar en peligro. Sobre todo el fronterizo
Kazajstán ha de mirar el levantamiento con sentimientos encontrados.
El presidente Nasarbajev es un estrecho amigo político del derrocado
Akayev. ¿Y cuál será el próximo candidato a caer? Una pesadilla
para Moscú.
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