Bush
acoge a India en el club nuclear. Washington acepta transferir
tecnología y Nueva Delhi se abre a las inspecciones
La
alianza con India se contempla como un contrapeso al empuje de China
en Asia
Por
Eusebio Val
Corresponsal en Washington
La Vanguardia, 03/03/06
Los
presidentes de EE.UU. e India oficializaron un acuerdo histórico de
cooperación nuclear que, de ser ratificado por ambos parlamentos,
supondrá un giro radical en la política de Washington, que acepta a
India en el club nuclear pese a que se nuclearizó en secreto, sin
inspecciones y sin firmar el tratado de No Proliferación.
La
Administración Bush rompió ayer uno de los tabúes más sagrados
desde la guerra fría. El presidente estadounidense y el primer
ministro indio, Manmohan Singh, oficializaron ayer en Nueva Delhi un
importante acuerdo nuclear entre los dos países, aunque pendiente
todavía de una difícil ratificación por los respectivos
parlamentos. En síntesis, el pacto supone la aceptación por
Washington del estatus indio como potencia militar atómica y el fin
del embargo a la transferencia de tecnología y combustible nuclear
estadounidense. Como contrapartida, India somete sus instalaciones
nucleares civiles a la inspección internacional y se reafirma en que
no exportará su tecnología para fines bélicos.
"Hoy
hemos hecho historia", enfatizó Singh durante la rueda prensa
conjunta. Bush reconoció que no será tarea fácil lograr el visto
bueno del Congreso en Washington ni tampoco del Parlamento indio, pero
"es un acuerdo necesario y que ayudará a ambos pueblos". El
presidente estadounidense se refirió a los altibajos en la relación
histórica entre los dos países y a la necesidad de sellar la alianza
estratégica con el segundo país más poblado del planeta. "Las
cosas cambian y los tiempos cambian", dijo Bush para justificar
el giro de 180 grados en la política norteamericana, que durante
decenios castigó a India por haber ocultado su programa militar atómico
y por no firmar el tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
"Lo
que el Congreso debe entender es que beneficia a nuestros intereses
económicos el que India tenga una industria nuclear civil que ayude a
aliviar la presión de la demanda global de energía –dijo Bush–.
Todo lo que reduzca la demanda de combustibles fósiles ayudará al
consumidor norteamericano".
La
entente indio–estadounidense va más allá del tema nuclear e
intenta potenciar al máximo la cooperación en ámbitos como la
economía, el medio ambiente, la lucha antiterrorista, la promoción
de la democracia y el control de enfermedades infecciosas. EE.UU. e
India ya son un ejemplo de exitosa interdependencia en el mundo
globalizado, gracias al potente sector indio de servicios, su
excelencia en las nuevas tecnologías de la información y la
cualificada inmigración india en Estados Unidos. Además, la alianza
con India es un instrumento para contener la pujanza de China, aunque
la Administración Bush no reconoce oficialmente este objetivo y
tampoco está claro que a India le convenga que se le atribuya jugar
este juego.
Las
relaciones entre India –país no alineado, aunque inclinado hacia la
URSS– y Estados Unidos fueron muy distantes durante gran parte de la
guerra fría, con la notable excepción del periodo inmediatamente
posterior a la guerra fronteriza de 1962 entre India y China, durante
el cual hubo gran colaboración entre Washington y Nueva Delhi. Las
diferencias volvieron a aflorar en los setenta debido al programa
nuclear indio, que se tradujo en una primera prueba atómica en 1974
(la última fue en 1998). India se comportó en general bien, a ojos
estadounidenses, en cuanto a la exportación de tecnología. Lo más
negativo desde el punto de vista de Washington es que suponía un
ejemplo tentador para países como Irán. India demostró que era
posible ocultar un programa militar dentro de uno civil. Los críticos
esgrimen precisamente el argumento de que, al aceptar la nuclearización
de India al margen del TNP se está dando un ejemplo nefasto y EE.UU.
pierde mucha credibilidad en su discurso contra la proliferación, una
prioridad declarada en su estrategia en la guerra antiterrorista
desencadenada desde el 11–S.
El
acuerdo fue acogido con prudente satisfacción en el American
Enterprise Institute (AEI), el principal think tank neoconservador en
Washington, muy próximo a los halcones del Gobierno Bush. "Creo
que la Administración piensa que es lo mejor que podía conseguirse
–declaró a La Vanguardia Gary J. Schmitt, director del programa de
estudios estratégicos avanzados en el AIE–. Se trata de un estado
que está fuera del TNP y se ha dado un paso positivo. En cierto modo
es justo lo contrario de lo que quiere hacer Corea del Norte, un país
que abandona el TNT y no quiere pagar el precio por haberlo violado.
India se acerca al sistema internacional de supervisión en lugar de
alejarse. Pero habrá detalles que deberán ser estudiados por el
Congreso. Si resulta que no hay agujeros en el régimen de inspección,
hay buenas posibilidades de que el acuerdo se ratifique, pero si
resulta demasiado laxo, probablemente muchos senadores no lo apoyarán".
Stephen
Cohen, experto en India de la Brookings Institution, un think tank más
escorado hacia los demócratas, pronostica un largo camino hasta que
se materialice el acuerdo. Además del consenso interno en EE.UU. y en
India, se precisa de negociaciones con el Nuclear Suppliers Group
–al que pertenecen 44 países, entre ellos España– y con la
Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Cohen advierte
que, sobre todo para India, el acuerdo supone "tanto un problema
psicológico como militar" aceptar inspecciones, por lo que el
debate será arduo.
Bush
proclama la fortaleza de la relación EE.UU.–India antes de viajar a
Pakistán. Para fomentar la inversión estadounidense, dice Bush, la
India debe levantar las barreras que impone a la inversión extranjera
y hacer más transparente el proceso burocrático
Dos
muertos y diez heridos en protestas por la visita del presidente
norteamericano
La
Vanguardia, 03/03/06
Islamabad
/ Nueva Delhi. (Agencias).– El presidente de EE.UU., George W. Bush,
defendió el acuerdo de cooperación nuclear acordado con la India al
afirmar que permitirá "fortalecer la seguridad y la economía de
nuestros dos países". Esta noche comezará su visita oficial a
Pakistán, país que ya ha manifestado que también querría alcanzar
un acuerdo de cooperación nuclear con los estadounidenses.
El
Gobierno paquistaní ha precisado que no se opone a un acuerdo nuclear
civil entre Estados Unidos y su rival tradicional, la India, y que le
gustaría tener un pacto similar con Washington, si bien es consciente
de que es poco probable, publican hoy medios locales.
"No
tenemos ninguna objeción, se trata de un acuerdo entre la India y
Estados Unidos", afirmó el jueves el ministro paquistaní de
Información, Ahmed Rashid.
En
un discurso en el Purana Qila, el Fuerte Viejo de Nueva Delhi, Bush,
quien concluye hoy una estancia de 48 horas en la India, repasó las
relaciones entre ambos países y aseguró que "nunca han sido
mejores y no hay límite a lo que podemos conseguir".
El
presidente, quien hoy se había reunido en Hyderabad, en el sur de la
India, con un grupo de jóvenes empresarios, aseguró que la
prosperidad creciente del país surasiático, que registra un
crecimiento superior al 8 por ciento, abre "más
oportunidades" de negocio a EE.UU.
Pero
para fomentar la inversión estadounidense, dijo Bush, es necesario
que la India levante las barreras que impone a la inversión
extranjera, y haga más transparente el proceso burocrático, así
como abra sus mercados a los productos agrícolas, servicios e
industrias de EE.UU.
EE.UU.
es el principal socio comercial de la India, y las exportaciones de
este país a EE.UU. representa el 16 por ciento de sus ventas al
exterior, pero las ventas norteamericanas a India son sólo el uno por
ciento de sus exportaciones.
Bush
también destacó lo que, según él, es el importante papel de la
India en la lucha contra el terrorismo y alabó a este país como
"ejemplo fehaciente" de democracia que ha sabido combinar el
respeto por la tradición con los valores de la libertad.
El
discurso pone fin a la estancia en la India de Bush, quien
inmediatamente tras el fin del discurso emprendió viaje a Pakistán.
En su alocución en el Purana Qila, Bush se refirió también a las
relaciones entre los dos países vecinos y rivales, y sostuvo que a la
India "le beneficia que nosotros nos llevemos bien con Pakistán
y a Pakistán le beneficia que nosotros nos llevemos bien con la
India".
Violentas
protestas
Dos
personas murieron hoy y otras diez resultaron heridas en la India en
enfrentamientos entre la policía y manifestantes que protestaban
contra la visita de George W. Bush, informó la agencia local PTI.
Las
protestas contra el presidente norteamericano, que se repitieron
durante los últimos días en varios puntos de la India, se tornaron
hoy violentas en la ciudad de Lucknow, en el norte, donde gran parte
de la población es musulmana.
Según
el inspector general de la policía, O.P.Tripathi, los manifestantes,
en su mayor parte musulmanes, destrozaron tiendas y vehículos y
trataron de forzar a los comerciantes cercanos a la Asamblea regional
a que cerraran sus negocios en protesta contra Bush, que hoy visitó
Hyderabad antes de partir hacia Pakistán.
Tripathi
confirmó que una persona murió de un disparo durante los
enfrentamientos, mientras que otra falleció por las lesiones
recibidas después de ser trasladado al hospital, en cuya sección de
traumatología también se atendieron a otros diez manifestantes.
Según
las fuentes, durante las protestas se registraron disparos al aire y
decenas de manifestantes lanzaron ladrillos y piedras contra
escaparates y coches y quemaron algunos 'rickshaws' (motocarros de
transporte público).
|