Mil
millones de trabajadores de Asia y el Pacífico ganan menos de dos dólares
diarios
Gara,
30/08/06
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala en su informe «Alcanzar
el trabajo decente en Asia» que alrededor de mil millones de
trabajadores de Asia y el Pacífico ganan menos de dos dólares al día,
lo que, a su juicio, pone en evidencia que el importante crecimiento
de las inversiones y la producción en esa zona no ha sido suficiente
para responder al aumento de la fuerza laboral. El informe será la
base de trabajo durante la XIV Reunión Regional Asiática que este
organismo internacional celebra a partir de hoy en Busan (Corea del
Sur).
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra esta semana en
Corea del Sur su XIV Reunión Regional Asiática, en la que agentes de
cuarenta de sus estados miembros analizarán la situación de los
trabajadores de la región y la posibles estrategias para crear empleo
digno.
Según
el informe «Alcanzar el trabajo decente en Asia», difundido ayer por
esta organización de la ONU y que servirá de documento de trabajo en
esta cita, unos mil millones de trabajadores de Asia y el Pacífico
ganan menos de dos dólares al día. Este hecho demuestra, en opinión
de la OIT, que el fuerte crecimiento de las inversiones y la producción
en la región no ha bastado para responder al aumento de la fuerza
laboral.
El
objetivo de la reunión, que comienza hoy en la ciudad surcoreana de
Busan y está previsto se prolongue hasta el viernes, es estudiar
nuevos planes para la creación de empleo digno y productivo y
reducir, de esta forma, la pobreza en una región donde las tasas de
paro actuales superan a las que había hace entre cinco y siete, según
la OIT.
«El
desafío del empleo es enorme. Con cerca de 1.900 millones de mujeres
y hombres trabajando, la fuerza laboral asiática es tremenda y crecerá
la próxima década al menos un 14%, hasta alcanzar los 250 millones
de personas más», aseguró ayer el director general de la OIT, Juan
Somavía, a través de un comunicado.
41
millones de jóvenes en paro
El
problema del desempleo es especialmente acuciante entre los jóvenes
asiáticos, ya que 41,6 millones de ellos están en paro, lo que
supone el 48% de todos los parados jóvenes que hay en el mundo.
«La
brecha existente entre crecimiento y creación de empleo produce según
Juan Somavía un déficit de trabajo decente y frena los esfuerzos
por reducir la pobreza».
De
acuerdo con los datos del informe, al menos mil millones de
trabajadores viven por debajo del umbral de la pobreza (con ingresos
inferiores a los dos dólares diarios) y 330 de ellos cobran menos de
un dólar, pese al fuerte incremento registrado en la productividad,
el comercio y las inversiones de la región en los últimos años.
Por
ejemplo, en China y la India la productividad en el sector
manufacturero aumentó desde 1999 el 170 y el 84%, respectivamente,
mientras que en la primera los salarios reales crecieron menos del 80%
y en la segunda cayeron el 22%.
En
el informe también se ponen de relieve otros problemas del mercado
laboral local, como las desigualdades de género que persisten en
muchos países de la región.
Las
trabajadoras manufactureras en Singapur ganan una media del 61% menos
de lo que reciben sus colegas hombres, según la OIT.
Además,
en la región aún hay 122,3 millones de niños trabajando (el 64% del
total mundial), un millón de trabajadores muere anualmente por
accidentes y enfermedades laborales y la participación en los
sindicatos oscila entre el 3% y 8% de la fuerza laboral en países
como Bangladesh, Tailandia, Malasia y Corea del Sur, y entre el 16% y
19% en Nueva Zelanda, Australia y Singapur.
Durante
la reunión, representantes de gobiernos, empresarios y trabajadores
de cuarenta países miembros de la OIT debatirán sobre esos y otros
desafíos laborales a los que se enfrenta la región.
Tres
millones parten a trabajar al extranjero cada año
En
los últimos años, casi tres millones de trabajadores de Asia han
dejado sus hogares cada año para trabajar en el extranjero, según la
OIT. Constata que aunque la creciente movilidad ha beneficiado tanto a
los países de emigración e inmigración como a los propios
trabajadores migrantes, este fenómeno plantea retos enormes a los
estados de la región, muchos de los cuales todavía deben elaborar
políticas que regulen los movimientos transfronterizos, protejan los
derechos de los migrantes, y se ajusten a los choques externos que la
globalización conlleva.
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