Arde Bolivia

 

Un salto al vacío

Redacción de Econoticiasbolivia
La Paz, 21/04/04

El presidente boliviano Carlos Mesa dio un gran salto al vacío hoy en Buenos Aires al firmar con su par Néstor kirchner el contrato de exportación de gas a la Argentina, proyecto que es resistido por los sectores sociales y populares, que pone en riesgo su permanencia en el cargo y que puede precipitar incluso su caída.

La decisión de Mesa, rechazada porque genera muy pocos beneficios para el Estado nacional, aunque muchos para las transnacionales dueñas del negocio que se extendería también al abastecimiento del energético a Chile, ha llevado ya a la desesperación a sus principales aliados, como es el cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.

"Si viaja a la Argentina y firma ese contrato, que se atenga a las consecuencias", dice el líder campesino que, junto a otros aliados del gobierno, intenta desinflar las crecientes protestas sociales contra Mesa agitando el fantasma de un presunto golpe militar, en el que participarían incluso tropas militares chilenas, algunas autoridades del actual gobierno y agentes estadounidenses de la Cia.

Las versiones del golpe, ampliamente difundidas por los principales medios de comunicación que respaldan abiertamente a Mesa, no han podido sin embargo detener el avance de la rebelión de los pobres, que otra vez ha comenzado una nueva ofensiva para dar fin con el neoliberalismo y el poder de las transnacionales que han convertido a Bolivia en su patio trasero.

Avanza la movilización social. 

"Si hay un golpe, los trabajadores lo vamos a detener y vamos hacer lo que hicimos en octubre, cuando echamos del Palacio al carnicero de (Gonzalo) Sánchez de Lozada", dijo el principal líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, que instruyó a todos los sindicatos y organizaciones de base a preparar la huelga general y el bloqueo nacional de caminos desde el 2 de mayo.

El dirigente de la COB también respaldó las acciones de los más de 10 mil universitarios que, tras marchar 100 kilómetros a pie hasta la ciudad de La Paz, han copado las calles y avenidas de la sede de gobierno demandando el aumento de su presupuesto en más del 20%, tope que según las autoridades es imposible de atender dado el quebranto de las finanzas públicas.

Las movilizaciones universitarias, que se replican en casi todas las ciudades del país, están generando una mayor tensión social, agravada por los anuncios de huelga y manifestaciones de los poderosos gremios de los transportistas y comerciantes minoristas, que rechazan de plano la imposición de nuevos tributos que necesita con urgencia el gobierno nacional.

Los transportistas, comerciantes minoristas y universitarios, los primeros aliados de la COB y los otros afiliados a esa Central, se oponen también a la venta del gas y han ratificado su decisión de participar en la huelga general y el bloqueo de caminos desde mayo. Los campesinos del Altiplano, dirigidos por el "Mallku" Felipe Quispe, otro de los líderes de la rebelión popular de octubre, también se alistan para sembrar piedras en los caminos, cansados de las promesas incumplidas del gobierno y del propio Mesa. 

Principio del fin

Y es que Mesa no solo incumplió sus promesas de que el Estado retome el control y la propiedad de las reservas de gas, sino que también faltó a su palabra de consultar a la población en un referéndum antes de proceder a exportar gas.

En su proyecto de nueva Ley de hidrocarburos, el Presidente ratificó que su primer interés es con las petroleras extranjeras. A ellas les garantizó que mantendrán el control absoluto y la propiedad de todas las reservas de gas y petróleo de Bolivia y que las modificaciones en la legislación tributaria no les obligará a entregar más dinero al Estado.

Mesa también ratificó una a una todas las políticas neoliberales emprendidas por Goni Sánchez de Lozada, intentando preservar un modelo de libre mercado que está destruyendo las bases productivas y empobreciendo aceleradamente a los bolivianos.

En suma, Mesa continúa con las políticas y acciones que llevaron a la ruina a Sánchez de Lozada. No es casual, por ello, que los hombres y mujeres que protagonizaron la insurrección popular de octubre crean que Mesa es el "Goni con barba" y que lo hayan comenzado a tratar como tal.

Volver