Se
multiplica la presión sobre Mesa
Redacción
de Econoticiasbolivia, 17/01/05
La
Paz. Huelgas de hambre en oriente y en occidente, marchas de protesta
en la sede de gobierno y bloqueo parcial de carreteras en los accesos
a la zona tropical de La Paz marcaron este lunes la tónica del
generalizado rechazo a la política gubernamental del presidente
Carlos Mesa.
Sofocada
parcialmente la oposición de los vecinos de El Alto, que la pasada
semana suspendieron su huelga tras definirse la conclusión del
contrato de servicio de agua que tenía un consorcio controlado por
capitales franceses, la persistente protesta contra el alza de los
carburantes dispuesta por Mesa el 30 de diciembre, corrió hoy a cargo
de miles de trabajadores y gremiales de El Alto, que marcharon sobre
el centro de La Paz.
Simultáneamente,
el líder de los campesinos del Altiplano, el "Mallku"
Felipe Quispe, inició una huelga de hambre, junto a otros tres
dirigentes del agro, emulando las acciones de casi medio centenar de
vecinos y dirigentes de la ciudad de Santa Cruz, que igualmente
realizan un ayuno voluntario exigiendo la anulación del decreto que
eleva el precio de la gasolina y el diesel en una escala que va hasta
el 23 por ciento.
Tanto
los dirigentes campesinos del Altiplano como los vecinales y cívicos
del oriente anunciaron que las huelgas de hambre se masificarán
paulatinamente hasta "doblar el brazo al Gobierno", tal como
lo hicieron los alteños en el caso del servicio del agua.
Otros
que se aprestan a intensificar sus acciones antigubernamentales son
los cocaleros de los Yungas, que este lunes iniciaron parcialmente el
bloqueo de caminos que une las regiones subtropicales con La Paz. El
dirigente de los productores de coca de La Paz, Roberto Cuarite,
aseguró que se generalizarán los puntos de bloqueo en las próximas
horas.
"En
la carretera La Paz - Yungas se presentó un derrumbe y eso impidió
el traslado de campesinos, pero una vez que se habilite la carretera
materializaremos la medida de presión, ya que el gobierno no atendió
nuestras demandas, referidas al cultivo de la hoja de coca al cuartel
de la Rinconada y al alza de los carburantes", dijo al dar cuenta
del bloqueo en las regiones de Coripata y Chulumani.
División
cocalera
Esta
acción de los cocaleros fue de inmediato cuestionada por los
dirigentes y diputados cocaleros del Movimiento al Socialismo (MAS),
seguidores de Evo Morales, como Roberto Calle, que advirtió que los
bloqueos "le hacen juego a Felipe Quispe y Jaime Solares (líder
de la Central Obrera Boliviana) que quieren generar un ambiente de
conflictos en el país".
Presionado
por sus bases, Evo Morales había demandado la pasada semana el
acortamiento del mandato presidencial que tiene Mesa hasta el 2007,
pero este domingo, en un mensaje televisivo, dejó de lado este pedido
y demandó un "cambio de actitud", dando plazo hasta fin de
mes para que se reviertan las medidas económicas dispuestas por el
gobierno.
Las
seis federaciones de cocaleros del Chapare, controladas por Morales,
aprobaron en su último ampliado "realizar movilizaciones masivas
en rechazo a las nuevas medidas del gobierno, que afectan enormemente
a los intereses de los bolivianos, a la dignidad nacional y la soberanía
nacional, como los decretos supremos que favorecen a las empresas
petroleras transnacionales, las subida de los precio de los pasajes y
de los carburantes, la pretensión de dar la inmunidad a los soldados
norteamericanos y por último el Decreto Supremo que autoriza el uso
de las armas de fuego en contra de los movimiento sociales".
La
posición de Morales fue ampliamente cuestionada en los sectores
sociales y populares. "Evo Morales no quiere dejar la alianza con
el gobierno", sintetizó el dirigente de los campesinos de La
Paz, Rufo Calle, que convocó a sus bases a luchar contra el alza de
los carburantes y el "mal gobierno", junto a los
trabajadores de otros sectores, como los mineros de Huanuni, que este
lunes cumplieron un paro de 24 horas en protesta contra el "gasolinazo".
Más
al sur, en Potosí, la dirigencia cívica y laboral otorgó 24 horas
para que el gobierno envíe a los ministros de la Presidencia y de
Gobierno para revertir su decreto sobre el diesel y la gasolina y para
atender las demandas regionales, afirmó Isaac Garabito, dirigente cívico.
Más
movilizaciones
Desde
El Alto, la agencia APA informó que los trabajadores están
dispuestos a seguir presionando a las autoridades del gobierno hasta
que decidan revertir el alza del precio de los carburantes debido a
que está provocando el alza del costo de vida, según anunció el
secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional (COR), Ernesto Fernández.
Con
el objetivo de revertir la medida que cuestionan, lograr la aprobación
de la Ley de Hidrocarburos con nacionalización y la agilización del
juicio de responsabilidades contra el ex presidente de la República,
Gonzalo Sánchez de Lozada, los trabajadores alteños realizaron una
masiva marcha de protesta que se dirigió la sede de gobierno en la mañana.
El
máximo dirigente de la COR anunció que los trabajadores alteños
ejecutarán medidas de presión, más radicales que la marcha, si no
atienden sus demandas que están expresadas en un pliego de peticiones
que presentaron en octubre del 2003.
Fernández
recordó también que el actual gobierno en vez de responder a las
demandas de los trabajadores, fue provocándolo con la aprobación de
la inmunidad de los súbditos estadounidenses. "Hasta ahora, el
gobierno lo único que ha hecho es provocarnos", manifestó.
Informó
también que los dirigentes de la COR convocaron a un ampliado de
representantes de las organizaciones de El Alto donde se determinarán
las medidas de presión que se ejecutarán próximamente para revertir
el alza de los carburantes.
En
apronte
Otros
que están en apronte son los dirigentes cívicos de El Alto, que este
lunes iniciaron la ronda de negociaciones con el Ejecutivo, según
informó APA.
Las
reuniones se extenderán hasta el próximo sábado y se desarrollan en
el marco del acuerdo al que arribaron el gobierno y la Federación de
Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, después de que se haya decidido
la rescisión del contrato con la empresa Aguas del Illimani. Sin
embargo, los dirigentes de las juntas vecinales anunciaron que están
dispuestos a reanudar las medidas de presión si es que no se dan
respuestas positivas hasta fines de este mes.
De
acuerdo al informe de los dirigentes de la organización que agrupa a
las más de 500 juntas vecinales de El Alto, los temas que se
abordaran en la primera mesa de trabajo que iniciará sus actividades,
figura la reversión del decreto que dispone la elevación de los
precio de los carburantes, la industrialización del gas, la instalación
de gas a domicilio y la aprobación de la Ley de los Hidrocarburos.
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