Evo
Morales consolida pacto opositor
Por
Franz Chávez
Inter Press Service (IPS), 09/03/05
La
Paz. El diputado y líder cocalero Evo Morales y la Central Obrera
Boliviana (COB) anunciaron que defenderán los hidrocarburos e
intensificarán los bloqueos de carreteras en todo el país, horas
después que el presidente Carlos Mesa fuera ratificado por el
parlamento y obtuviera un acuerdo de gobernabilidad.
El
secretario ejecutivo de la COB, Jaime Solares, afirmó este miércoles
que el pacto político y social de oposición tiene por finalidad la
defensa de los resultados del referéndum sobre los hidrocarburos que
en 2004 determinó la propiedad del gas natural corresponde al Estado
boliviano.
Ambos
líderes anunciaron en conferencia de prensa un acuerdo sindical y político
al que se sumaron el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), el líder
aymará Felipe Quispe, el concejal de la ciudad de El Alto, Roberto de
la Cruz, representantes del Movimiento Sin Tierra y maestros.
Horas
antes, el presidente Mesa había obtenido la ratificación
parlamentaria y el acuerdo de gobernabilidad que buscaba cuando puso
su renuncia a consideración del Congreso legislativo, en la noche del
domingo.
Asediado
por 820 conflictos y 12.000 pedidos sectoriales, Mesa expresó que no
emplearía la fuerza pública para levantar los bloqueos, por el costo
en vidas humanas que representaría tal acción.
El
Congreso rechazó su renuncia en la noche del martes, tras la
presentación de un preacuerdo firmado entre el mandatario y la mayoría
de las bancadas parlamentarias para superar la crisis política que
atraviesa el país, con excepción de la del izquierdista Movimiento
al Socialismo (MAS), de Morales.
El
MAS constituye la primera fuerza en el parlamento y había sido desde
octubre de 2003 el principal sustento del presidente Mesa.
Tras
una intensa negociación en la que no participó el MAS), los otros
partidos con representación parlamentaria resolvieron facilitar la
realización de una asamblea constituyente, la aprobación de una
nueva ley de hidrocarburos, la convocatoria a referendo sobre autonomías
y la elección de nueve prefectos departamentales.
El
acuerdo fue impulsado por una movilización popular y los esfuerzos de
empresarios, la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo y la no
gubernamental Asamblea Permanente de Derechos Humanos.
El
MAS no se sumó al pacto porque defiende la nacionalización de los
hidrocarburos y la aplicación de unas regalías de 50 por ciento para
el Estado. El aumento de las regalías petroleras es el objetivo
inmediato del nuevo acuerdo anunciado por Morales y la COB.
El
diputado Santos Ramírez, del MAS, sostuvo que un 50 por ciento de
regalías generaría ingresos de 750 millones de dólares anuales para
el Estado, frente a los 90 millones de dólares que obtendría con la
fórmula elaborada por el gobierno.
Otro
legislador del MAS, Gustavo Torrico, había anunciado a IPS que, en
contraposición al acuerdo multisectorial firmado por Mesa en la víspera,
se crearía un ”pacto contra la oligarquía y por la soberanía del
país” con la misión de defender los recursos naturales.
Mientras,
los habitantes de la empobrecida ciudad de El Alto, cercana a La Paz,
ratificaron su movilización hasta lograr la rescisión del contrato
entre el Estado y el consorcio Aguas del Illimani, propiedad de la
francesa Lyonnaise des Aux, rechazado por el elevado precio del
servicio.
Ante
el vacío de poder en que quedó el país desde el domingo, Mesa
recibió expresiones de solidaridad de los mandatarios Néstor
Kirchner, de Argentina, Hugo Chávez, de Venezuela, Ricardo Lagos, de
Chile, y Alejandro Toledo, de Perú.
El
Mercado Común del Sur y la Comunidad Andina de Naciones enviaron sus
muestras de apoyo al presidente que cumple 17 meses de gestión y debe
concluir su mandato constitucional en agosto de 2007.
Mesa,
un periodista que gobierna sin partido, salió airoso con su
estrategia del todo o nada al presentar renuncia ante el Congreso
Nacional y comprometer a las fuerzas políticas a respaldar un
conjunto de transformaciones del Estado.
Pero
la situación política y social de Bolivia continúa siendo muy
inestable, pues la mayoría de los problemas que acabaron con el
gobierno del derechista Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) están
vigentes.
En
octubre de 2003, 67 personas murieron por la represión a la ”guerra
del gas” que provocó la renuncia y abrupta salida del país de Sánchez
de Lozada, quien proyectaba la exportación de gas natural a Estados
Unidos y México, a través de puertos chilenos.
Ese
plan se enmarcaba en una legislación favorable a la explotación de
los recursos energéticos por parte de compañías extranjeras,
mientras buena parte de los 8,5 millones de bolivianos (65 por ciento
de los cuales son pobres) no pueden costearse el servicio de gas
natural.
La
incertidumbre de los últimos días tuvo también como epicentro al
sector petrolero, en el cual las transnacionales han invertido 3.000
millones de dólares con la expectativa de explotar y vender los 53
trillones de pies cúbicos bolivianos, la segunda reserva de gas
natural de América del Sur.
La
última fase de la crisis se desató cuando Mesa cuestionó el
Impuesto Directo a la Producción de 32 por ciento y una regalía
nacional de 18 por ciento al sector petrolero, aprobados el jueves de
la semana pasada por la Cámara de Diputados.
El
presidente advirtió que tal presión tributaria sobre las empresas
petroleras llevaría al país al aislamiento internacional, pues
significaba modificar los términos de los contratos firmados durante
el primer gobierno de Sánchez de Lozada (1993-1997).
Esa
reacción fue interpretada por el MAS como una defensa de las
transnacionales y una traición a los resultados del referendo de
julio de 2004, que otorgó al Poder Ejecutivo la misión de modificar
los contratos y priorizar la industrialización del gas natural, antes
de proyectar su exportación.
Con
los nuevos acuerdos del martes, la política tributaria para el sector
petrolero será revisada nuevamente en la cámara baja con la idea de
volverla más flexible, de acuerdo a la propuesta del gobierno.
El
ex parlamentario y analista Andrés Soliz Rada observó que la
tendencia de Mesa a favorecer a las petroleras revela su debilidad.
”Se
abre otra oportunidad y no debemos desperdiciar la posibilidad de
trabajar juntos”, dijo un triunfal Mesa en su discurso ante el
Congreso.
Después
de criticar el domingo las movilizaciones del MAS, Mesa ensayó una
reconciliación con su ex aliado Morales, y lo convocó a sumarse al
esfuerzo nacional en un ambiente de paz, acuerdo y diálogo. La
invitación fue declinada este miércoles.
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