Mesa
cedió al Congreso la promulgación de la Ley de Hidrocarburos
¿Cómo
lavarse las manos con petróleo?
Por
Pablo Stefanoni
Bolpress,
19/05/05
Cómo
lavarse las manos en petróleo En una decisión ampliamente criticada
tanto por izquierda como por derecha, el presidente boliviano, Carlos
Mesa, sin comprometer su firma, dejó que el Congreso promulgara ayer
la ley de hidrocarburos, que sube las obligaciones de las compañías
extranjeras. Dos sacerdotes aymaras rezan por la paz entre los
bolivianos tras leer en hojas de coca.
Tres
horas después de que Carlos Mesa le pasara la "papa
caliente" al Congreso, su presidente, Hormando Vaca Díez,
promulgó ayer la controvertida ley de hidrocarburos. "Gobernar
no es eludir responsabilidades", dijo el senador, en medio de
fuertes cuestionamientos políticos y sociales a la actitud de Mesa,
quien se tomó diez días para concluir delegando la responsabilidad
de la promulgación de la ley en el Parlamento. En la noche, el
mandatario boliviano volvió a aparecer en las pantallas, intentando
recuperar la iniciativa con el anuncio de su Plan Económico Social. Y
justificó su actitud diciendo: "Yo no podía firmar esta ley,
como ya lo expliqué la semana pasada, porque no me lo permitía mi
conciencia; pero la estabilidad y la paz del país dependían de
promulgarla. Por ese motivo decidí no promulgar ni vetarla y
devolverla al Parlamento".
El
artículo 78 de la Constitución indica que las leyes no vetadas o no
promulgadas por el presidente en el término de diez días desde su
recepción serán promulgadas por el presidente del Congreso. En un
mensaje de siete minutos, el ministro de Gobierno, José Galindo,
justificó la "indecisión" presidencial recordando que Mesa
había señalado, en varias oportunidades, que no promulgaría una ley
con la que no está de acuerdo. "Esta no es la ley del
gobierno", remarcó, pero se "tomó esta decisión en aras
de la unidad del país y del respeto a la decisión del
Congreso". La ley fija regalías del 18 por ciento y un impuesto
del 32 sobre las ganancias de las compañías. Desde el lunes, una
serie de medidas de presión con epicentro en la ciudad de El Alto
reclamaron la nacionalización de los hidrocarburos, consigna que se
expandía a la sombra de las indefiniciones presidenciales. Los
empresarios privados criticaron con dureza la norma petrolera, a la
que consideran un "regreso al estatismo".
"¿Acaso
hay gobierno en Bolivia?", se preguntó con ironía un vocero,
mientras algunos de sus colegas se pronunciaron en el sentido de que
"Mesa dé un paso al costado". "La ley condena a
Bolivia al subdesarrollo permanente e inhibe la inversión
extranjera", subrayó Roberto Mustafá, presidente de la
confederación de empresarios privados. Las críticas "por
izquierda" incluyen al MAS –que busca modificar la ley,
"no anularla"– y a quienes promueven la nacionalización
sin indemnización.
"Nosotros
queremos modificar algunos aspectos de la ley", aclaró el
diputado del MAS Jorge Alvarado. Las observaciones –que serán
recogidas en un proyecto modificatorio de dudoso efecto– se centran
en la fijación de precios; los "candados" para que el
impuesto del 32 por ciento, complementario de las regalías del 18, no
sea deducible ni acreditable ante otros tributos; la industrialización
del gas; los derechos de los pueblos indígenas a ser consultados con
carácter vinculante cuando se desarrollen proyectos en sus
territorios y el cuestionamiento a los Certificados de Devolución de
Impuestos.
Sin
embargo, el MAS se desmarcó de quienes piden el cierre del Parlamento
y la renuncia de Mesa y transformó la marcha desde Caracollo en
"una marcha para modificar la ley y asegurar la Asamblea
Constituyente". El diputado Gustavo Torrico sostuvo que al
debilitamiento y al fin del gobierno apuestan sectores fascistas y
dirigentes sociales extremadamente radicales. El líder de la COB,
Jaime Solares, llamó a Evo a "cumplir con el pacto de unidad
firmado, el cual promueve la nacionalización".
Por
la noche, Mesa volvió sorpresivamente a la pantalla. "Hoy el país
ha dado un paso importante, terminamos una etapa", dijo Mesa en
un claro intento de recuperar el protagonismo arrebatado a lo largo de
la jornada por el presidente del Senado. En el discurso –de una hora
de duración– se comprometió a "asumir las consecuencias de la
ley de hidrocarburos" y anunció un ambicioso plan de desarrollo
denominado "Bolivia productiva y solidaria". "Yo pienso
que el TLC con EE.UU. es fundamental", mencionó escuetamente
entre otras propuestas para construir infraestructura y reducir la
pobreza "recuperando al Estado actor, solidario e
inclusivo".
Si
bien ayer continuaban los bloqueos en algunos puntos del altiplano, lo
que obligó a suspender la salida de micros de larga distancia desde
La Paz y se anunciaron algunas marchas, varios analistas arriesgaban
que la promulgación de la ley puede contribuir a desactivar a los
"radicales" y frenar la expansión de la demanda
nacionalizadora.
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