Mineros
Ni
elecciones ni sucesión, gobierno revolucionario
La
renuncia de Mesa no aplaca la lucha popular. Tampoco el plan de la
Iglesia para desarmar la rebelión y llamar a elecciones. La COB, los
mineros y los sectores movilizados no quieren a otro neoliberal en
Palacio y avanzan en la construcción del poder popular y
revolucionario. Miles de campesinos y mineros llegan a La Paz a
reforzar la lucha del pueblo
Econoticiasbolivia,
07/06/05
La
Paz.-
Ni elecciones ni sucesión constitucional. La única salida de fondo a
la profunda crisis y a favor de los más pobres es la toma del poder
por obreros, campesinos y clases medias empobrecidas, aseguró anoche
la Federación de Mineros, la vanguardia revolucionaria del rebelde
pueblo de Bolivia.
"Estamos
seguros que nuestra lucha actual junto a millares de bolivianos
conducirá a cambios estructurales y, ante el vacío de poder, los
sectores movilizados debemos discutir e imponer el gobierno popular y
revolucionario que debe sustituir al (renunciante presidente Carlos)
Mesa", señala un comunicado emitido en las últimas horas por la
dirección del proletariado minero, que tiene enorme influencia política
e ideológica en todos los sectores que virtualmente se han apoderado
de las ciudades de La Paz y El Alto.
Tras
que el presidente Mesa presentara anoche su renuncia a consideración
del Congreso y diera cuerpo a la cruzada nacional en la que está empeñada
la Iglesia Católica, para apagar la insurgencia popular y unir a
todos los poderes público en torno a la convocatoria a nuevas
elecciones antes de fin de año, los sindicatos y organizaciones
sociales y populares dejaron ya en claro que no levantarán las
manifestaciones ni la presión por la nacionalización de los
hidrocarburos.
"Con
las elecciones, la clase dominante quiere evadir la demanda del pueblo
para nacionalizar los hidrocarburos", advirtió Miguel Zubieta,
ejecutivo de la Federación de Mineros.
Línea
revolucionaria
A
su turno, los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), de la
Central Obrera Regional de El Alto, de la Federación de Juntas
Vecinales de El Alto y todas las organizaciones que luchan para
recuperar los más de cien mil millones de dólares que están en
manos de las transnacionales, ratificaron que el adelantamiento de las
elecciones no resuelve nada y se pronunciaron, con algunos matices, a
favor de la línea revolucionaria planteada por la Federación de
Mineros.
Ayer,
en horas de la noche, un ampliado de la COB determinó conformar el
"Comando Revolucionario del Pueblo", que tendrá la misión
de comenzar a articular a los sindicatos, organizaciones populares y
sectores políticos y gremiales en torno a una estrategia de poder de
obreros, campesinos y clases medias empobrecidas.
"Debemos
convocar a los movimientos combatientes a ser parte de la Gran
Asamblea Popular Nacional que desplace al actual Parlamento corrupto y
neoliberal", señala el documento de la Federación de Mineros,
avalado por un imponente Cabildo Abierto, celebrado este lunes en el
centro de la sede de gobierno y que convocó a por lo menos 400 mil
trabajadores y vecinos del campo y las ciudades de las ciudades de La
Paz y El Alto.
Más
presión social
El
ampliado de la COB determinó también, antes de oficializarse la
renuncia de Mesa, no asistir al diálogo propiciado por la Iglesia,
que busca afanosamente desarmar la protesta y alinearlos en torno a
las elecciones. Los cobistas decretaron, por el contrario, agigantar
las movilizaciones por gas, petróleo y revolución. El llamado tuvo
eco inmediato en miles de campesinos de las provincias de La Paz y
miles de mineros asalariados y cooperativistas que ya han arribado a
la ciudad, al son de dinamitas.
En
el centro de la ciudad, ya los esperan otros miles de manifestantes de
otros sectores como maestros urbanos y rurales, universitarios,
trabajadores y vecinos de varios barrios de La Paz y El Alto, ciudades
paralizadas, sin transporte ni alimentos y cercada por bloqueos, que
se extienden a lo largo y ancho del territorio nacional.
Los
reportes oficiales del Servicio Nacional de Caminos dan cuenta que
existe 61 puntos de bloqueo y que están totalmente cortadas las
principales carreteras de ocho de los nueve departamentos de Bolivia.
Las manifestaciones a favor de la nacionalización sacuden ya a seis
de las diez grandes ciudades del país y ya hay varios pozos
petroleros tomados por campesinos e indígenas.
Evo,
el electorero
En
el campo popular, sólo los sectores de campesinos, cocaleros y
colonizadores vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS), del
diputado Evo Morales, apoyaron la realización de elecciones, aunque
supeditada a la renuncia simultánea de los presidentes de la Cámaras
de Diputados y de Senadores, vinculados al ex presidente Gonzalo Sánchez
de Lozada, derrocado en octubre del 2003 por una insurrección
popular.
Según
el planteamiento de Morales y el MAS, el Congreso debería aceptar la
renuncia de Mesa y ungir como nuevo Presidente al primer hombre del
Poder Judicial, el abogado Eduardo Rodríguez, que tendría la misión
de convocar a nuevas elecciones. Este también es el plan de la
Iglesia Católica, desarrollado desde el fin de semana y que contaría
con el aval de los partidos neoliberales que sustentan a los
presidentes de Diputados y Senadores que renunciarían a suceder en el
cargo a Mesa, tal como los faculta la Constitución Política del
Estado.
A
espaldas del pueblo
"La
Federación de Mineros advierte que no permitirá que se negocie a
espaldas del pueblo como está sucediendo en Santa Cruz ante llamado
de la Iglesia. No puede ser que Hormando Vaca Diez, Presidente del
Congreso, Mario Cossío, Presidente de diputados, Eduardo Rodríguez,
Presidente de la Corte Suprema y Carlos Mesa definan el movimiento
gigantesco de masas a lo largo y ancho de Bolivia. Estos personajes no
hicieron nada en sus funciones en sus respectivos Poderes y ahora,
ante la convulsión desatada por la pobreza y desempleo, pretenden
ante el Cardenal (y la Iglesia) dar soluciones sin contemplar el
pedido central de los movilizados: nacionalización de los
hidrocarburos", dice el comunicado.
Según
el análisis de los mineros, "el adelanto de las elecciones
nacionales es una figura por demás superficial y temporal. El sistema
democrático vigente ha degenerado y está colapsado porque no
defiende para nada los intereses de las mayorías que fueron las que
lograron arrebatar a las dictaduras la ansiada democracia. Hoy se ha
convertido en la sustentadora de un sistema oprobioso, injusto,
prebendalista, y tremendamente discriminador".
"Elecciones
dentro de ese marco sólo significa que se mantengan los eternos dueños
del país, los que tienen los recursos para manejar los medios y en
fin, para perpetuar la injusticia del sistema imperante. En concreto,
es una maniobra para evitar llevar adelante la gran medida que
proclaman las masas: nacionalización", agrega.
Las
críticas contra el Presidente saliente, que se mantendrá en el cargo
hasta que haya una decisión expresa del Congreso, son también
directas. "Carlos Mesa es el nefasto personaje, culpable del
futuro desangramiento del país. Con el engañoso pretexto de no tener
muertos en su gobierno arma a los grupos fascistas y paramilitares
para ocasionar una guerra civil que está a punto de producirse.
Denunciamos ante el mundo que este gobernante, vendido vergonzosamente
a las petroleras, es el promotor del enfrentamiento regional, bajo el
argumento falso de las autonomías. Esta bandera es impulsada y
manejada por las trasnacionales como otra forma de eludir el tema
central de la nacionalización", agrega el documento de la
Federación de Mineros, que cree que "ha llegado el momento del
gran salto cualitativo y revolucionario encarnado en la gran consigna
de nacionalización de hidrocarburos".
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