Declaración
del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia
Apoyemos
la revolución boliviana
El
pueblo boliviano encabezado por el proletariado minero se ha tomado
las calles de las principales ciudades y mantiene el control de buena
parte del país. Ha decidido enfrentar los planes imperialistas
impulsados por el gobierno de Carlos Mesa, se propone expulsar las
transnacionales, nacionalizar los hidrocarburos y se plantea
constituir un gobierno de obreros y campesinos.
Fuentes
de prensa de Bolivia informan que: "Comienza a emerger la
Asamblea Popular Revolucionaria. Sus tareas inmediatas: control de
barrios, zonas y caminos, abastecimiento de alimentos y autodefensa.
Los más pobres están en pie de combate
En
abierta rebeldía contra el régimen neoliberal y ante las amenazas de
masacre y represión, las organizaciones sociales y populares de
Bolivia han decidido volcarse a construir y consolidar los órganos
del poder revolucionarios, que han comenzado a emerger en la lucha por
la expulsión de las transnacionales y la nacionalización del gas y
el petróleo.
'Se
ha decidido constituir a la ciudad de El Alto como cuartel general y
bastión de la revolución boliviana', dice una resolución de un
masivo ampliado de dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales y
de la Central Obrera de El Alto, que contó con la participación de
dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y de las principales
organizaciones movilizadas en La Paz.
Las
organizaciones sociales han decidido levantar la Asamblea Popular
Revolucionaria en todos los rincones del país para organizar a la
población empobrecida y a los trabajadores del campo y las ciudades,
con el fin de ponerlos en pie de combate contra el neoliberalismo y
las clases dominantes, que también se alistan para arrasar con la
rebeldía popular y así continuar saqueando impunemente a uno de los
países más ricos de Sudamérica
Las
Asambleas Populares, que estarán bajo la dirección de la COB, a
nivel nacional, y de las Centrales Obreras Departamentales, a nivel
regional, tienen la tarea de ejercer el poder en su respectivo
territorio, organizar el suministro de alimentos y vituallas y
preparar a los hombres y mujeres, a viejos, jóvenes y niños, en la
autodefensa y en la previsible lucha contra el Ejército, la Policía
y los grupos de choque fascistas. (Agencia de prensa" Econoticias)
Enfrentar
la contrarrevolución
Los
trabajadores y el pueblo boliviano están, en los hechos,
protagonizando una insurrección por la toma del poder para acabar con
la miseria en que han sido sumidos por el imperialismo y sus agentes
nacionales. Pero la contrarrevolución, al tiempo que intenta engañar
con mecanismos institucionales de la democracia burguesa, -entregándole
la presidencia a un miembro de la Corte Suprema de Justicia,
anticipando las elecciones o convocando una Asamblea Constituyente
pactada con los sectores más reaccionarios de la burguesía- se está
preparando para responder con métodos de guerra civil. Estos
preparativos están siendo respaldados por el Departamento de Estado
yanqui, a través de su embajada, y utilizando como intermediaria a la
Organización de Estados Americanos (OEA) sin descartar la intervención
militar, similar a la ejecutada contra el pueblo haitiano bajo la
bandera de la ONU, o alentar un golpe militar.
La
suerte de la revolución boliviana en curso depende de la capacidad de
las masas bolivianas, del apoyo internacional de los trabajadores,
especialmente de los países de América Latina, y de la dirección de
la que se doten los trabajadores. Hoy es más urgente que nunca
consolidar un sólido partido revolucionario que se postule para
conducir la lucha hacia la revolución socialista, la expropiación de
la burguesía y la expulsión del imperialismo. Sin esa herramienta la
energía revolucionaria se disipará o será canalizada hacia la
democracia burguesa por las direcciones reformistas, como pretende
hacerlo Evo Morales al pactar una sucesión presidencial, dándole
tregua a la burguesía y el imperialismo, y conduciendo el proceso de
movilización social hacia la trampa electoral o, la política de
Jaime Solares, secretario general de la COB, quien ha propuesto un
gobierno cívico-militar similar al de Lucio Gutiérrez en Ecuador,
donde las masas hicieron la experiencia y se dieron cuenta que no era
una alternativa para solucionar sus problemas y tuvieron que
derrocarlo con la movilización.
Por
eso los trabajadores y sectores populares tenemos que expresar nuestro
apoyo movilizándonos para rechazar a los representantes del actual
gobierno boliviano en cada país dando reconocimiento al poder de los
trabajadores y campesinos que comienza a instalarse en Bolivia a través
de la Asamblea Popular Revolucionaria Nacional y sus expresiones
regionales así mismo rechazar cualquier intento contrarrevolucionario
bajo la forma de golpe de estado o cualquier otra expresión como un
gobierno cívico militar. Llamamos a las centrales obreras
colombianas, CUT, CGTD y CTC a respaldar a la Central Obrera Boliviana
(COB) convocando a la movilización de los trabajadores y el pueblo
colombiano.
Tenemos
que exigirle a los gobiernos de Chávez y Castro que se reivindican
antiimperialistas que reconozcan al poder de obreros y campesinos que
se está instalando en Bolivia y le brinden apoyo económico y militar
y al gobierno de Lula que retire la petrolera Petrobrás de Bolivia y
abandone su política proimperialista de hacer unidad con las demás
transnacionales del petróleo para saquear los recursos del pueblo
boliviano.
Unidad
para apoyar la revolución
Todas
las organizaciones obreras, populares y políticas de la izquierda
colombiana estamos en la obligación de apoyar, con todos los recursos
a nuestro alcance, el triunfo, estabilización y defensa del gobierno
que se quieran dar los trabajadores del hermano país. Seis millones
de bolivianos pobres han llegado al límite humanamente soportable del
hambre y la miseria impuestos por los planes de sobreexplotación
ejecutados por los diferentes gobiernos burgueses que han saqueado las
riquezas naturales del país en beneficio de los intereses de un puñado
de millonarios agentes de las transnacionales y el imperialismo.
El
Comando Nacional Unitario, las Centrales Obreras, los grandes
sindicatos petroleros y energéticos
que han librado en Colombia batallas similares en defensa de los
recursos naturales de la nación, como la USO, Fedepetrol y
Sintraelecol, los sindicatos de maestros encabezados por la Fecode,
las organizaciones campesinas e indígenas cuya causa es la misma de
nuestros hermanos bolivianos, deben ponerse en contacto inmediato con
las direcciones de sus gremios hermanos en Bolivia para poner todas
sus fuerzas a disposición de la defensa de su heroica lucha, que es,
a la larga nuestra misma lucha. El triunfo de la revolución boliviana
será un triunfo de las masas trabajadoras y oprimidas del mundo
contra el imperialismo, un respiro para el pueblo de Irak que no se
sentirá solo enfrentando al invasor. Con los trabajadores y los
pobres gobernando en Bolivia será más fácil derrotar a gobiernos
proimperialistas como el de Álvaro Uribe Vélez, y hacer retroceder
los planes del imperialismo. Si ellos triunfan avanzamos nosotros. La
más eficaz batalla contra el gobierno de Álvaro Uribe y sus planes
antiobreros y antipopulares dictados por el FMI, el Banco Mundial y la
Casa Blanca, es que ayudemos al triunfo de los que han decidido
levantarse contra los mismos planes en Bolivia.
La
unidad de los pobres de América Latina está a la orden del día y
los trabajadores colombianos debemos estar en la primera línea de su
construcción.
Viva
la revolución obrera, campesina y popular
Apoyo
al poder de trabajadores y campesinos de Bolivia
Abajo
la intervención imperialista
Junio
9 de 2005
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