Evo pierde el apoyo
de la clase media urbana
Econoticiasbolivia,
03/08/05
La Paz.– Un severo
golpe sufrió este miércoles la candidatura del diputado cocalero y líder
del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, tras que seis de los
alcaldes más populares del país optaran por no apoyarlo y
decidieran, por el contrario, levantar su propia propuesta para las
elecciones presidenciales de fin de año.
La decisión de los
alcaldes de seis de las 10 más importantes ciudades, que proclamaron
como candidato a la Presidencia al centrista René Joaquino, reducirá
el apoyo electoral que esperaba conquistar Morales entre la clase
media urbana. Los alcaldes de La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí,
Sucre y Cobija, cuentan con un masivo apoyo citadino, que en varios
casos supera el 70% de adhesión ciudadana, por lo que un posible
acuerdo con el MAS habría significado una clara victoria electoral
para Morales, que tiene un fuerte respaldo entre indígenas,
campesinos y sectores laborales.
La posibilidad de
lograr un acuerdo entre Morales y Joaquino se frustró por las
presiones de ambos lados. Los alcaldes pretendían que Morales modere
su discurso electoral y asimile una visión más centrista,
abandonando las consignas contrarias a las transnacionales del gas y
el petróleo y las exigencias para liquidar el modelo neoliberal.
Esta posición, por el
contrario, estaba a contramano de la esgrimida por los sectores indígenas
y campesinos del MAS que plantean que la candidatura de Morales
enarbole la bandera de la nacionalización del gas y el petróleo, la
defensa de la hoja de coca y el desconocimiento de la deuda externa,
por lo menos en la retórica electoral.
Desde la base, estos
sectores exigen que la candidatura de Evo vaya más hacia la izquierda
y no hacia el centro, todo ello con el propósito de conquistar el
voto de los sectores populares, que se inclinan mayoritariamente por
echar a las transnacionales del país y recuperar la riqueza
hidrocarburífera valuada en más de cien mil millones de dólares.
En la cúpula del MAS
hubo molestia por la decisión de los alcaldes. El diputado masista
Santos Ramírez dijo que el alcalde de La Paz, Juan Del Granado, que
había propiciado inicialmente la alianza con Morales, "no era un
hombre de palabra".
La fractura quedó en
evidencia, además, cuando el propio Joaquino solicitara a los
periodistas ya no hablar más del tema de Morales. "Él ni
siquiera me dio la mano", dijo.
La decisión de los
alcaldes de apoyar a Joaquino, que es también alcalde de la ciudad de
Potosí, reduce la, potencial votación de Morales y de los otros
candidatos de extrema derecha como son el ex presidente Jorge Tuto
Quiroga y del empresario Samuel Doria Medina, declarados defensores de
las transnacionales y del modelo de libre mercado que empobrece y
destruye a Bolivia.
Otros que han declarado
su intención de pugnar en la lucha electoral son los dirigentes de la
Central Obrera Boliviana (COB), aunque con escasas posibilidades
reales de lograr una buena votación.
Las elecciones de fin
de año fueron impuestas en el mes de junio por el Congreso, la
Embajada de Estados Unidos, el MAS y el ex presidente Carlos Mesa para
frenar el avance de las masas bolivianas que se encaminaban a derrocar
el poder de la burguesía, cerrar el Parlamento, expulsar a las
transnacionales y nacionalizar los hidrocarburos. No extraña, por
ello, que los candidatos con opciones reales de llegar a la
presidencia a través del voto popular no planteen estas demandas.
Incluso, Evo Morales, que aparece a la izquierda de todos los
presidenciables postula un trabajo concertado entre las
transnacionales y el Estado en la explotación del gas y el petróleo
y el desarrollo de una economía mixta con plenas garantías para las
inversiones privadas nacionales y extranjeras en el marco de un
capitalismo de Estado.
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