Ante las elecciones y el nuevo
gobierno
Por un Instrumento Político
Independiente de los Trabajadores
Socialismo Revolucionario
Periódico de Socialismo o Barbarie Bolivia, 24/09/05
Las jornadas de mayo y junio han dejado planteado un problema
clave para el desarrollo de las próximas luchas, las que seguramente
se avecinarán en un futuro no muy lejano: la ineludible necesidad
de una organización
política propia de los trabajadores. Esto es, independiente del
Estado capitalista boliviano, sus instituciones, sus partidos (MNR, MIR, NFR, etc.) y sus agentes reformistas como el MAS. Los
que, uniendo fuerzas, han logrado sacar a las masas de las calles y
desviar el proceso de movilización al camino de las elecciones
patronales.
Pués no podemos esperar que por arte de magia
(en los posibles futuros levantamientos) se tome el poder. Pués no es
algo que se tenga como alternativa en la conciencia de los miles y
miles que copamos las calles meses atrás. La conquista del poder político
y la construcción de una
nueva sociedad basada en las ruinas del actual sistema capitalista,
hoy no es visible en el
horizonte de lo “posible” para las amplias masas trabajadoras,
explotadas y oprimidas de Bolivia. Para eso, hay que trabajar a
conciencia. Pués continúan cayendo presidentes, pero al no tener una
propuesta alternativa para reemplazar cualquier variante burguesa,
nuevamente son los políticos de la derecha, los pro-capitalistas y
sus agentes reformistas, los que continúan haciendo política a favor
de sus intereses.
El poder no se toma por más discursos “rojos” que se
den, por más alto que se grite, por más que se desee, así quede
vacante como en junio. Esa es la tarea del partido. Por eso
decimos que es vital la construcción de un instrumento político de
los trabajadores, porque sin esta herramienta, no hay dirección (por
más que muchos se crean la misma) que supere los límites intrínsecos
de las actuales direcciones del movimiento de masas. Y, sin dirección,
solo hay rabia, espontaneidad y combatividad, pero no un objetivo o
una estrategia.
En este sentido, es que a partir del desenlace de la crisis
de mayo y junio se han
realizado varios ampliados y reuniones entre distintos sectores
de vanguardia y sindicales (sobre todo a través de compañeros
de la COB y FSTMB) con el objetivo de empezar
a discutir cómo resolver éste problema. Muchos expresaron pública
y a viva voz, que había llegado el momento de cumplir con el mandato
del XIII Congreso Ordinario de la COB realizado en Oruro en octubre
del 2003. Que señala entre sus puntos más importantes; “Que el
nuevo CEN de la COB tiene la obligación y el mandato imperativo de
mantener una total y absoluta independencia de clase frente a la
burguesía y a los partidos neoliberales. Independencia de clase para
recuperar la COB para los trabajadores y fortalecerla como único
referente del movimiento sindical boliviano, defender nuestras
organizaciones sindicales de toda penetración de políticos
oficialistas defensores del sistema neoliberal vendepatria. Rechazar
las treguas sociales que solo buscan el fortalecimiento del gobierno
ante la presión de los movimientos sociales....”.
Desde nuestra organización, Socialismo o Barbarie Bolivia
hemos participado de esta serie de encuentros con el claro objetivo de
poner todos nuestros esfuerzos a disposición de la construcción de
un Instrumento Político
Independiente de los Trabajadores (IPT). Y defender los principios de
independencia de clase contra los
proyectos de la derecha y del reformismo que predican la colaboración
entre las clases. Opinamos que esta cuestión no es un problema menor
en el contexto político de polarización pre-electoral que se vive en
el país. Presentamos aquí nuestras opiniones, consideraciones y
posiciones de lo que, a partir del
honorable empate que ha dejado planteado
mayo y junio, se
ha comenzado a discutir y gestar en la vida política de los
trabajadores del país.
“La emancipación de los trabajadores, será obra de ellos
mismos o no será”
“... Debemos comenzar desde ahora a construir esa
herramienta que faltó en mayo y junio. Ese Instrumento propio,
nuestro, de los trabajadores, que cumpla
rol que debe cumplir un verdadero partido revolucionario, que
hoy no existe. Y si hoy muchos han pactado con el MAS, a
sido justamente por la falta
de eso. De un Instrumento político propio que conduzca a la toma del
poder...“
“... Nos hemos movilizado mucho. Hemos bloqueado y hemos
marchado mucho, tanto en octubre como en mayo y junio. Pero nos ha
faltado tener un Instrumento propio que nos dirija políticamente.
Necesitamos un Instrumento Político para entrar, formar y ganar la
conciencia de nuestra gente, como lo hacen los partidos
neoliberales...”
Con estas palabras comenzaban sus intervenciones los compañeros
de COMIBOL y
del Sindicato
minero San Lorenzo en la II
Asamblea Nacional de Secretarios Generales de Sindicatos de Base
afiliados a la COB, realizada el pasado 20 de julio en la
Casa social del Maestro. Esta
convocatoria se realizó con el objetivo de discutir la conformación
de un Instrumento Político de
los trabajadores frente al panorama de desvío electoral que se habría
en el país luego de las jornadas insurreccionales de mayo y junio.
Esta reunión, que ha concentrado a más de un centenar de
representantes de varios sectores sindicales del país y contó con la
presencia de algunas organizaciones de izquierda, ha sido de gran
importancia. Después de octubre, se volvía
a poner sobre el tapete, la inexcusable necesidad de construir
una herramienta política independiente de los trabajadores. Para
enfrentar las maniobras de la burguesía y el imperialismo en todos
los terrenos y ofrecer una salida propia
a la crisis en la perspectiva de la toma del poder y la
construcción de un gobierno obrero y campesino. Por primera vez, se
empezaba a discutir cómo
resolver ésta necesidad estratégica. Y, por sobre todo,
se contaba con las
condiciones para poder hacerlo.
Así lo expresaron las intervenciones de la mayoría de los
compañeros asistentes en un
importante debate político que duró varias horas y que trató casi
como único punto la conformación del Instrumento Político. Pués
del balance de las últimas jornadas de mayo y junio se llegaba a la
conclusión de que los levantamientos del pueblo boliviano, de octubre
a mayo y junio, debían tener continuidad en la organización política
independiente de la clase trabajadora, con programa y métodos
propios, como única vía para alcanzar nuestros objetivos inmediatos
e históricos.
Contra el populismo y el
abstencionismo
Lastimosamente, opinamos que en el intenso e importante
debate que se desarrolló en la citada reunión, se han reflejado dos
posiciones que han jugado de una u otra manera en contra de la
formación del IPT, tanto para estas elecciones como para el futuro.
Nos referimos por un lado a las posturas populistas y
electoreras de varios dirigentes (hoy muchos en las listas del MAS
y del MIP) y grupos, que detrás del nombre del IPT, ocultan sus
afanes electoreros por morder algún pedazo del pastel de diciembre o
esconden proyectos de conciliación de clases llamando a los
trabajadores a confiar y unirse con empresarios, terratenientes y
militares porque son “patriotas”. O sea, llaman a los explotados a
unirse con sus explotadores y represores.
Si hacemos un
poco de memoria, veremos que
las políticas que han llevado adelante en los conflictos y
luchas de este último año las distintas direcciones
llamadas “radicales” del movimiento de masas (a pesar del
discurso “ultra revolucionario” que las caracteriza), han
terminado siempre contribuyendo, de hecho, a disminuir y / o encausar
el proceso de movilización en las calles dentro de los canales
“democráticos” del podrido régimen. Y no necesariamente porque
sea su estrategia expresa candidatearse a algún cargo electoral (como
es el caso del MAS y Evo), sino por su total falencia a la hora de
plantearse una perspectiva independiente de todo sector patronal, del
Estado capitalista boliviano, sus partidos y sus instituciones. En
el caso de muchos en la COB, esto no hace más que seguir la tradición
que viene de Juan Lechín, siempre a la zaga de algún sector burgués.
En el caso de Felipe Quispe, a la búsqueda de una salida puramente
“nacional-indígena”, que no cuestiona realmente el carácter
capitalista del Estado boliviano.
Por otro lado, debemos también criticar la política
criminal, infantil y sectaria de los compañeros del POR. Si bien
le dedicamos a esta polémica un recuadro a parte, solo señalaremos
aquí algunas cuestiones. Diremos que la posición de los compañeros,
a pesar de denunciar correctamente la trampa del desvío
electoral, en la práctica, no han sabido dar
la pelea que hay que dar y donde hay que darla, para no cederle
ni regalarle ningún espacio a la derecha ni al reformismo. Negándose
permanentemente a dar respuestas y soluciones concretas, con su
abstencionismo autoproclamatorio, sólo han contribuido a dejarle
el camino libre al trabajo sucio y por abajo que vino haciendo el
MAS para terminar de atar a su proyecto a la mayoría de
los sectores. Le han hecho el juego para que continúe capitalizando
el descontento social.
Resoluciones de la III Asamblea de secretarios Generales del
20 de julio
Posteriormente, y en un clima de consenso general,
la Asamblea votaba por amplia mayoría las siguientes
resoluciones:
1-Conformar la resistencia activa revolucionaria bajo el
marco de un Instrumento Político como frente de frentes encabezados
por la COB y
las organizaciones afiliadas que sirva para la toma del poder
del pueblo y los trabajadores.
2-El IP estará bajo la dirección de la Comisión Política
Nacional, encuadrados en organigramas, programas y detalles.
3-Dar un plazo de diez días a la Comisión Política
Nacional para bajar a las bases el Documento político, para el análisis,
enriquecimiento y la concatenación de nuestro Instrumento Político.
4-Convocar a un Ampliado Nacional para el 3 de agosto, para
la aprobación legal y orgánica del IPT. (Finalmente el Ampliado
Nacional se realizó el 9 de agosto en Huanuni).
Finalmente se procedió a la conformación de la Comisión
Política encargada de elaborar el documento que contemplara el carácter,
funcionamiento y programa del IPT, (que fue presentado en el Ampliado
del 9 en Huanuni). Se constituía así la Comisión Política, eligiéndose
como presidente al compañero Miguel Zubieta, Secretario Ejecutivo de
la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y
a 10 de las organizaciones más representativas de los
trabajadores como: las Confederaciones de fabriles, maestros urbanos y
rurales, Luz y Fuerza y Teléfonos, Aguas y jubilados de Bolivia,
Fejuve y COR El Alto, entre otras.
Los primeros pasos
El 22 de julio en la COB,
con un mandato y un propósito históricos y con la presencia
de unos 30 compañeros entre representantes de varias organizaciones
sindicales y de Partidos de izquierda, activistas y luchadores, la Comisión Política se reunía para comenzar su trabajo;
dar los primeros pasos en la construcción del IPT. Con el saludo del
ejecutivo de la COB y la ronda formal de presentaciones por parte de
las distintas organizaciones se iniciaba la reunión. Al llegar el
turno de nuestra organización, ratificamos una vez más nuestro
total compromiso principista de trabajar por la construcción de un
verdadero IPT y de trabajar denodadamente, junto a la Comisión Política,
por este objetivo. En este sentido, hemos presentado formalmente
(mediante carta dirigida al CEN de la COB), nuestra adscripción a
la CP para encarar todo tipo de las tareas que la conformación
del IPT requiera de nuestra parte.
A partir de entonces, la Comisión decidió trabajar en tres
subcomisiones; 1- del IPT, 2- de los objetivos, principios y programa
y 3- de vías y métodos de la revolución. Luego de varias sesiones y
habiendo entregado las subcomisiones los documentos de trabajo se
sintetizan los mismos en el documento que finalmente se adoptó en
reunión plenaria del 29 de julio como propuesta para ser presentada y
puesta a consideración
para su aprobación en el próximo Ampliado a reunirse el 9 de agosto.
Finalmente, y en un ambiente de efervescencia revolucionaria,
que expresaba la alegría de muchos, pero también que escondía las
intenciones de otros, se aprobaba el documento que daba sustento político
al IPT en gestación, un primer escalón para emprender el camino.
A su vez se quedaba para un nuevo ampliado el 19 de agosto en
la COR El Alto.
Pero a partir de entonces, en el momento más importante, se
produjo un “quiebre”: las presiones que remarcamos
anteriormente al interior del IPT, fueron haciendo que el proyecto se
vaya desvaneciendo. El Ampliado no pudo realizarse por falta de quórum
y estalló la diáspora y la desesperación por prenderse al último
vagón del tren electoral.
El IPT y las Elecciones
Es así que cuando lo del IPT, comenzaba a nacer, muchos
vieron allí la oportunidad de armar algún sellito y lanzarse a la
carrera. Desde oportunistas, electoreros, ex militares, pequeños
empresarios, busca pegas, etc, han pasado por la COB para ver si obtenían
algún provecho. Pero a medida que se iba configurando el nuevo mapa
electoral y los frentes se definían y el IPT no tomaba forma, los
rojos discursos en nombre de la unidad de los trabajadores y el
proletariado desaparecieron junto a todos los dirigentes que se fueron
a hacer campaña de la mano de algún sector patronal o
pro-capitalista.
Lamentablemente, hoy podemos decir que Construir una
alternativa de clase consecuente es una necesidad que por ahora se
frustró. Porque había que haber plantado bandera desde mismo
momento contra las
variantes que ofrece el sistema;
la derecha neoliberal de Tuto y la “izquierda”
procapitalista que representa el MAS.
Las causas del momentáneo
fracaso de una
oportunidad histórica
Aquí debemos remarcar que ésta importante experiencia se ha
visto momentáneamente frustrada fundamentalmente por la presión
oportunista y electorera del MAS y de todos los arribistas que hoy lo
siguen. Seguramente con la intención de destruir todo lo que
verdaderamente por izquierda le
hiciera sombras en estas elecciones y ofreciera una
alternativa independiente a su proyecto.
Por otro lado, se debió también a la total
inconsecuencia, falta de responsabilidad, principios y
criterios independientes por parte de la mayoría de los dirigentes.
Y las consecuencias que se derivan de este hecho es que al no
existir una verdadera alternativa de clase, el vacío que queda sin
IPT, va a ser llenado por el MAS, que hoy es visto por amplios
sectores como una opción popular. En lo inmediato, no existe un
instrumento real para pelear, en el terreno electoral,
contra las variantes burguesas y los traidores del MAS.
Una tarea urgente
Por todo esto, hoy más que nunca desde Socialismo o Barbarie
reafirmamos que construir un IPT, que aunque no haya surgido para
estas elecciones, es absolutamente necesario para las futuras
luchas cotidianas, para las que han quedado pendientes y para
enfrentar al futuro gobierno. Es una tarea urgente y necesaria. Ya
existe una acumulación primitiva: se han realizado varios ampliados y
se ha elaborado el documento.
Sabemos que se trata de una tarea inmensa, pero importante e
impostergable. Porque hace falta poner en pie en el país un
Instrumento político propio de los trabajadores para enfrentar lo que
se viene después del 4 de diciembre. Porque a partir de ahora debemos
trabajar a brazo partido para bajar a las bases para socializar,
discutir y profundizar el documento elaborado, que de alguna manera,
expresa el pensamiento y la política de los trabajadores, para que
todos los compañeros sepan lo que allí se plantea. Debemos trabajar
para ver cómo logramos obtener una sigla propia para no tener que
mendigar otras. No debemos perder más tiempo y desde ya, presentar
al IPT al pueblo de Bolivia, sería una buena oportunidad para
esto realizar una conferencia de prensa y lanzar la propuesta.
En este sentido, el pasado martes 13 de setiembre, Jaime
Solares convocó a la Comisión Política para evaluar los pasos a
seguir con respecto al IPT. Allí, el compañero Miguel Zubieta
presentó a la nueva directiva de la FSTMB,
recientemente electa en el Congreso Minero, la cual quedó
comprometida a continuar
a la cabeza de esta iniciativa. Y se ha quedado en llamar a un nuevo
ampliado para pasar todo en limpio y continuar trabajando.
Desde Socialismo o Barbarie saludamos esta decisión,
esperamos que sea consecuente y nos comprometemos a trabajar
incansablemente por la construcción de un verdadero Instrumento político
Independiente de los trabajadores.
Convocamos a todos los trabajadores, activistas, luchadores,
estudiantes, etc, a
participar de estos
eventos para poder realmente construir nuestra propia alternativa.
El papel del POR
Abstencionismo y autoproclamación
Socialismo Revolucionario
Periódico de Socialismo o Barbarie Bolivia, 24/09/05
Pasó Octubre, pasó junio, y para el POR no parece haber
tareas pendientes en cuanto a la organización y politización de la
clase trabajadora. En sus intervenciones en el segundo congreso de
secretarios de la COB, se han opuesto a construir un
instrumento político de los trabajadores, por considerarlo un
instrumento “puramente electoral” (ya que para partido están
ellos...)
La compañera Vilma Plata, ha acusado de “traidores” a
“los dirigentes que se sumen a esta chacota electoral”, aclarando
que “las masas están desilusionadas con la democracia burguesa” y
que presentar una alternativa clasista, independiente de los
trabajadores para estas elecciones, “sería hacerles volver a creer
en el parlamento”.
Y mientras la burguesía, con sus partidos tradicionales y el
MAS con su reformismo y colaboración de clases, se rearman y planean
la cooptación estatal de los movimientos de lucha, y el cierre del
proceso revolucionario abierto en octubre de 2003, El POR les da
una mano, oponiéndose a dar la pelea en el terreno electoral. Que
es el terreno de la burguesía, que es una trampa; pero que los
revolucionarios debemos utilizar como tribuna de denuncia, de
propaganda. Que debe servir para enseñar a la clase explotada a
pelear en el terreno del enemigo; pero con nuestros métodos y con una
política y un programa revolucionario, explicando que no se puede
dejar totalmente en manos del enemigo, un parlamento utilizado para
someternos, que es necesario denunciar desde esa cueva de bandidos,
absolutamente todas las maniobras de la burguesía.
Los marxistas revolucionarios sabemos que la vía electoral
no es la forma de llegar al poder. Pero el abstencionismo del POR, no
es producto de una política revolucionaria, sino más bien un ultra
izquierdismo y un sectarismo que le hace perder el horizonte, dejando
de lado las tareas que quedaron planteadas en mayo / junio: la
construcción de una organización, de un instrumento político
independiente, clasista, que de continuidad a los levantamientos
populares, que vuelva a colocar a la clase trabajadora en el centro de
una nueva alianza obrera, originaria campesina y popular, que se
prepare para enfrentar al nuevo gobierno, manteniendo a los
trabajadores organizados, aún en los momentos de tregua, como éste.
Y que esto no se puede lograr simplemente denunciando la
democracia de los ricos: se debe ayudar a las masas trabajadoras a
hacer la experiencia y romper realmente con la misma dando paso
a la construcción de sus propios organismos de poder.
Instrumento político para ganar la independencia política
de los trabajadores
No podemos sentarnos a llorar por la leche derramada: si en
junio no se pudo ir más allá de un recambio presidencial, no fue por
la capacidad de la burguesía de convencer a las masas de confiar en
este sistema: fue por la falta de un partido que organice a las
masas y les muestre el camino, fue por la falta de una alternativa
independiente, clasista. Porque aunque el POR se autoproclame “el
partido revolucionario” y el único en Bolivia, está años luz
de serlo (es ridículo tener que discutir esto). Y aunque en una
ceguera total y un exitismo excesivo, repitan una y mil veces que las
masas son “socialistas” (que tontería). Hay que decirles a los
compañeros del POR que el pueblo boliviano es uno de los más
combativos de América Latina, pero no podemos confundir
espontaneidad, bronca y ganas de terminar con la injusticia, con
conciencia socialista. Porque si el socialismo es o no hoy una
alternativa al capitalismo es un debate abierto entre la mayoría de
los explotados y oprimidos, una batalla ideológica y estratégica
que hay que dar en el seno de todas las organizaciones populares y de
trabajadores y que no está ganada.
Relanzar la lucha por el socialismo
No podemos desconocer la crisis de alternativa socialista al
capitalismo. No podemos no tener en cuenta las consecuencias
contradictorias heredadas de los procesos políticos, económicos y
sociales del siglo XX, tras la caída del Muro de Berlín. No podemos
no considerar que el derrumbe del fraudulento «socialismo» burocrático
alimentó, entre las masas y en sectores importantes de la vanguardia,
la falsa idea del «fracaso del socialismo». O, por lo menos, de la imposibilidad
de ir más allá de los límites del capitalismo en el actual período
histórico.
Esta crisis de la alternativa socialista al capitalismo
sigue influyendo negativamente en varios sentidos. Ella explica la
paradoja de que en una etapa en que el capitalismo no puede ni quiere
otorgar concesiones importantes (especialmente en los países de la
periferia), existen sin embargo fuertes corrientes reformistas, nuevas
y viejas. Y, ante los desastres sociales, las diversas variantes de «antineoliberalismo»
tienen éxito en vender la fábula de «otro capitalismo» mejor y más
humano, como es el caso del MAS en Bolivia.
Esta crisis de la alternativa socialista ha influido
poderosamente para contener y sectorializar las luchas
en general y tratar de que no se profundicen en un sentido de clase
y anticapitalista. Y, especialmente, para impedir que las
grandes rebeliones que han marcado los inicios del siglo XXI se
transformen en auténticas revoluciones; es decir, que adquieran
una dinámica conscientemente obrera y socialista, de combate
por el poder.
Para el POR no parece haber nada de esto.
Para ellos, Bolivia es “excepcional”, nada tiene que ver con el
resto del mundo. Por esto se niegan a dar esa batalla ideológica,
vital, que enfrente decididamente a los enemigos de hoy. Son tan espontáneos
como las masas, (solo que en las masas la espontaneidad no es un
defecto) llegando al punto de creer que con solo gritar a los cuatro
vientos, ¡Revolución! (por no decir “dictadura del
proletariado”), las masas se vuelven socialistas. La tarea del
partido revolucionario no puede quedar en pura propaganda, las
tareas prácticas son ineludibles, si es que queremos ser una
verdadera alternativa a este sistema que solo puede dar más barbarie.
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