Nuestra
posición ante las elecciones del 18/12
Ni
Tuto ni Evo
Socialismo
Revolucionario
Periódico
de SoB Bolivia, noviembre 2005
Es
el marco que estamos desarrollando, se perfilan dos coaliciones: la
del "neoliberalismo con rostro humano" y la demagogia
frente–populista del "Capitalismo andino" de Evo y el MAS.
Es decir, lamentablemente, dos caras de una misma moneda.
El
primero, claramente de derecha y generador de algunos temores de
"ingobernabilidad" por enfrentamientos con los movimientos
sociales. Una excesiva influencia norteamericana. El regreso de los
políticos tradicionales. La continuidad del neoliberalismo puro y
duro, aún cuando se hable del "necesario rol del Estado" y
otras cosas por el estilo.
El
segundo, es el caso del MAS. Una propuesta "100%
capitalista". El propio Linera dijo con toda las letras que, en
Bolivia, no se puede hablar de socialismo por los próximos 100 años...
Propuesta que predica como solución a los problemas la utópica y
reaccionaria "conciliación" entre los intereses
contrapuestos de las clases sociales. Ambas son opciones de este
sistema burgués muy deteriorado que se está jugando ante la posible
apertura de un abismo.
Frente
a este escenario de polarización, en el movimiento de masas se debate
ante cual dará su voto, sabiendo que una expresa un neoliberalismo
hecho y derecho y ubicando a Evo como el supuesto "mal
menor" que impediría darle campo a la derecha...
Una
trampa que ya ha funcionado, lamentablemente, decenas de veces
La
nueva alianza de Tuto, "Podemos", expresa la opción
burguesa neoliberal pura y dura. Ya ha dicho que "no va a
nacionalizar el gas", "que continuará pagando la deuda
externa" y sabiendo que Tuto fue vicepresidente de Banzer no
podemos descartar el uso del garrote para establecer el orden si es
que a los trabajadores, campesinos u originarios, se les ocurre
protestar.
El
MAS, se ubica como uno de los preferidos en esta carrera (con el papel
que ha venido jugando desde Octubre 2003 a la fecha) como el claro
defensor y sostenedor de ésta democracia de los ricos, no ha ocultado
sus afanes electoralistas. En octubre estuvo ausente y en mayo /
junio, cuando todos exigían la nacionalización de lo hidrocarburos,
Evo Morales se plantó en su 50%, como para demostrarles a las
multinacionales su "buena conducta".
Con
esto queda claro que tampoco el proyecto de Evo Morales y el MAS
expresa un verdadero cambio radical de la estructura del país: a lo
sumo se propone un capitalismo "humanizado", un capitalismo
con intervención estatal.
Se
trataría de pacificar el país por medio del asistencialismo, la
limosna estatal, administrando un poco la miseria, y dejando contentas
a las burguesías nacionales y a las transnacionales. Solo se les
pedirá a cambio un poco más de lo que nos estarían
"dando" ahora. Pero sin tocar ni afectar la propiedad
privada actual y la convivencia pacífica con terratenientes,
empresarios y petroleras. Seguramente también, habrá algunas
concesiones menores de tipo democráticas, que deje contentos a los
sectores más excluidos, pero nada que haga enojar demasiado a los
amos del Norte y a la burguesía local.
Al
principio seguramente jugaría con todo a la demagogia, a engañar a
las amplias masas populares con la falsa idea de que " las cosas
cambiarán porque por primera vez en la historia ha llegado un indígena
a la presidencia".
Pero
por nuestra parte podemos anticipar que se tratará de una tremenda
estafa mediante la utilización de las justas expectativas de la
población originaria y trabajadora. Como ya hemos dicho, un gobierno
de Frente Popular, que se verá enfrentado con inmensos problemas
pendientes de la agenda del octubre: la nacionalización de los
hidrocarburos y la asamblea constituyente, que no son temas olvidados
y mucho menos resueltos, dependiendo de esto el futuro de cualquiera
que gane.
Los
trabajadores sin candidatos propios: vote en blanco, anule o no vote
Frente
a este cuadro de situación, es que debemos sentar nuestra posición
frente a las elecciones y frente al futuro gobierno. Sabiendo que sea
cual fuere, deberá enfrentarse con las demandas postergadas como la
Nacionalización y la Asamblea Constituyente. Debemos decir que hay
que prepararse desde ahora mismo para enfrentar al próximo gobierno
(ya sea el de Tuto o el de Evo). Pues ambos serán gobiernos
pro–capitalistas y de engaño. Ninguno realmente plantea atacar y /
o transformar la Bolivia capitalista basada en la propiedad privada y
el saqueo.
En
este sentido, nuestra perspectiva debe ser la de profundizar el camino
de las movilizaciones de octubre del 2003 y de mayo y junio del 2005,
por un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Poniendo en pie la
Asamblea Popular Nacional Originaria que se expresó embrionariamente
en las últimas jornadas, como una semilla de un poder realmente
alternativo desde abajo. Hay que plantear desde ahora no darle tregua
ni confianza al futuro gobierno, aunque se vista de más democrático
o de "indígena".
De
esta manera, consideramos que en el terreno estrictamente del voto y
ante la imposibilidad de haber constituido un alternativa
independiente para las mismas, la única opción que existe es
apoyarse en la tendencia que expresan diversos sectores descontentos
tanto con las candidaturas patronales, como con la del frente popular
que encarna el MAS, llamando a un voto en blanco o una abstención
masiva.
Esto,
en la perspectiva que realmente necesitamos: la construcción de un
Instrumento Político de Trabajadores, cuestión que en lo inmediato
quedó frustrada, pero por el cual hay que seguir trabajando con
vistas a las luchas que se abran de aquí en más: la pelea por el
Gas, así como la eventual realización de la Constituyente.
|