La
"nacionalización sin expropiación" se retrasa
El
gobierno "suaviza" el trato con las transnacionales
Bolpress,
21/09/06
El
gobierno anunció que daría un tratamiento más "técnico"
a la nacionalización de los hidrocarburos luego de que el
"duro" ex ministro Andrés Solíz Rada fuera reemplazado por
Carlos Villegas, una autoridad más "concertadora". Dicho y
hecho: el gobierno no solo postergó el traspaso de las refinerías
privatizadas a manos del Estado, sino que amplió el plazo hasta
diciembre para que las petroleras paguen beneficios extras al fisco
por la explotación de megacampos de gas, en cumplimiento al decreto
de nacionalización.
La
Resolución 202 del 25 de agosto establecía el 2 de octubre como
plazo para depositar el 32 por ciento de la producción total de
hidrocarburos, líquidos y gas en los bloques San Alberto y San
Antonio. La Resolución 216 no sólo altera las fechas, sino también
los montos. Las cinco cuotas mensuales de 32,34 millones que aportan
los megacampos San Alberto y Sábalo se completarán hasta el 15 de
diciembre.
La
tercera cuota debía ser depositada el lunes 18 de septiembre y ahora
será cancelada el 16 de octubre, en tanto que la cuarta el 15 de
noviembre, en lugar del 25 de septiembre, y la quinta el 15 de
diciembre en vez del 2 de octubre.
Semanas
atrás el Presidente Evo Morales anunció que el Estado ya contaba con
120 millones de dólares para capitalizar la estatal petrolera, pero
eso no ocurrió en la realidad.
En
octubre del 2003 y junio del 2005, el movimiento popular boliviano
lucho para expulsar a las transnacionales y por la nacionalización de
los hidrocarburos. Los gobernantes respondieron con un referéndum en
2004, el mismo que dio lugar a la actual Ley de Hidrocarburos Nº
3058, en mayo del 2005. Como esta Ley no satisfizo la demanda de los
movimientos sociales, los partidos llamaron a elecciones nacionales.
El partido victorioso en esa elección defiende una ambigua posición
que oscila entre el respeto al capital extranjero y la retoma del
control estatal de la explotación de los hidrocarburos.
Morales
Aima planteó como consigna electoral la defensa los recursos
naturales de la voracidad de las trasnacionales, con el fin de que los
beneficios por la explotación de los yacimientos gasíferos,
principalmente, lleguen al grueso de la población. Ahora enfrenta las
triquiñuelas de las grandes corporaciones, como Repsol YPF, que se
empeñan por mantener el control total de los hidrocarburos.
Una
vez en el gobierno, Morales suavizó su discurso llegando a defender
el "derecho de las petroleras recuperar sus inversiones y de
obtener ganancias". "Se va a nacionalizar los recursos, no
vamos a nacionalizar los bienes de las transnacionales"; "el
gobierno boliviano va a ejercer su derecho de propiedad, (pero) eso no
significa expropiar ni confiscar", comenta insistentemente el
Primer Mandatario. La presencia monopólica de las empresas
transnacionales es la principal característica del sector hidrocarburífero
boliviano. Entre éstas resalta Petrobras, que concentra el 45.9% de
las reservas de gas natural del país.
El
gobierno plantea la "nacionalización" de los hidrocarburos
sin afectar la propiedad de las compañías. El Presidente dijo que
"lo más importante es cómo ejercer el derecho de propiedad
sobre este recurso natural, no sobre los activos de las empresas. El
concepto de "nacionalización" para el vicepresidente Alvaro
García Linera se traduce en la "recuperación del control del
Estado de la propiedad de los hidrocarburos".
"Nacionalizar" significa devolver al Estado el control de la
producción, de la distribución, en la industrialización y en la
utilización del recurso energético gas y petróleo".
Esto
quiere decir que según García Linera, la "nacionalización"
implica siete pasos: Recuperar el control efectivo y real de los
hidrocarburos en boca de pozo; garantizar la seguridad jurídica de
las inversiones; asumir el control efectivo de los proceso de
distribución y comercialización; controlar el mayor porcentaje de
las acciones en las petroleras; comenzar el proceso de industrialización
del gas natural; iniciar una campaña agresiva de distribución masiva
de gas natural a la población y castigar a las empresas que no
cumplieron con el Estado.
Este
tipo de nacionalización sin expropiación significa la aplicación de
la Ley de Hidrocarburos 3058 que ratifica el sentido de la concesión,
a través de decretos supremos como el "decreto de nacionalización",
pero otorgando el derecho de propiedad de los hidrocarburos a las
petroleras.
La
recuperación de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo,
planteada en la propuesta de "nacionalización de los
hidrocarburos" del MAS, está citada en la actual Ley de
Hidrocarburos 3058, por lo cual su propuesta está enmarcada en la
aplicación, modificación y reglamentación de dicha ley. A esta
medida se suma la utilización de recursos provenientes del Estado
para la compra de un porcentaje de acciones de algunas empresas
capitalizadas.
El
Vicepresidente denunció que "algunas" petroleras intentan
dilatar la negociación de nuevos contratos, pero aseguró que los
plazos no se moverán. "Les decimos de manera muy firme y
respetuosa: las fechas no se van a mover", advirtió García
Linera. Según el artículo 3 del decreto nacionalizador, al término
del plazo legal (180 días), "las compañías que no hayan
firmado contratos no podrán seguir operando en el país". García
Linera remarcó que el Gobierno no cambiará "ni fechas ni el
fundamento y filosofía fundamental de la recuperación total y
absoluta de la cadena de hidrocarburos".
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