Pacto
minero - campesino intenta fortalecer desde abajo a la estatal Comibol
con la contratación directa de 1.500 trabajadores y el bloqueo de
caminos para reclamar inversiones y equipos. En Huanuni hablan de
nacionalizar las minas sin indemnización y de hacerlas funcionar bajo
el control obrero colectivo
Los
mineros levantan la bandera de la nacionalización con control obrero
Econoticiasbolivia,
27/09/06
Oruro.-
Los mineros de Huanuni, la radical vanguardia del proletariado
boliviano, alzó otra vez la bandera revolucionaria de la
nacionalización de las minas y se lanzó al bloqueo de caminos para
fortalecer de inmediato a la empresa estatal con más empleos e
inversiones.
Dos
centeneras de mineros, con el apoyo de casi un millar de campesinos,
bloquean desde ayer el cruce de las carreteras de Oruro con Cochabamba
y Potosí, cortando el tránsito vehicular en gran parte del occidente
bolivianos y los accesos a estos tres distritos y a La Paz.
Los
bloqueadores plantearon un pliego petitorio compuesto por cinco
puntos. El primero exige que la estatal Corporación Minera de Bolivia
(Comibol) formalice la contratación de 1.500 nuevos trabajadores para
Huanuni, que ya han comenzado a ser reclutados por los sindicatos en
las minas y el campo. Solicitan, además, que el Estado, a través de
Comibol, desembolse 43 millones de dólares, suma que se requiere para
que el centro estatal de Huanuni comience a funcionar con mayor
potencia para aprovechar el buen momento de valorización de los
minerales. Los dirigentes del sector sostienen que Comibol cuenta con
ese monto. Piden también la reposición de las regalías mineras del
10 por ciento en favor de la empobrecida provincia Pantaleón Dalence,
del departamento de Oruro, para que la explotación minera beneficie a
los pueblos de la zona, casi todos ellos indígenas.
Y
como corolario, exigen la reversión al dominio del Estado de todas la
empresas mineras que han sido entregadas a las transnacionales por los
gobiernos neoliberales, que gobernaron y destrozaron a Bolivia en las
últimas dos décadas. Todo un cambio radical en la actual estructura
de la minería boliviana, dominada en más del 95% por el sector
privado, que exporta anualmente más de 500 millones de dólares y que
deja para el Estado apenas 11 millones en impuestos y regalías. Estas
demandas rompen, además, con la actual política minera del gobierno
indigenista de Evo Morales, que ha ratificado en la última semana su
intención de garantizar las inversiones privadas, nacionales y
extranjeras, y su decisión de no aumentar tributos.
Respuesta
gubernamental
El
alcance y la forma que asumieron estas demandas han descolocado al
Gobierno, que primero reaccionó minimizando la protesta, luego
tratando de desacreditar a sus ejecutores (a los que acusa de
"provocadores" y "trotskystas") y ahora intentando
neutralizarlos a través de una comisión de diálogo que incluye a
sectores mineros opuestos a la medida, como son las cooperativas
privadas que también quieren apropiarse de Huanuni.
La
ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, anunció que este jueves se
efectuará una "gran reunión del sector minero" para tratar
los recurrentes problemas y que están relacionados principalmente con
pugnas entre cooperativistas y mineros asalariados, además de la
demanda de sectores campesinos de participar en las ganancias que
brinda esta actividad.
El
dirigente de Huanuni, Jorge Villca, dijo que el asesor presidencial en
temas mineros, Eusebio Gironda, se comunicó con los representantes
para exigirle que depongan su actitud, pues ninguna autoridad
gubernamental, señaló, acudiría al sitio para negociar con ellos.
La
reacción de los trabajadores fue no levantar el bloqueo y exigir la
presencia del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García
Linera para dialogar.
Puntos
de bloqueo
Los
dos puntos de bloqueo están levantados en proximidades de Caihuasi;
uno situado a un par de kilómetros del peaje de esa población y el
segundo a unos siete kilómetros del lugar, en proximidades de
Lequepalca. Entre ambos sitios fue colocada una gran cantidad de
piedras, lo que imposibilitó la circulación vehicular.
Los
mineros sindicalizados de Huanuni firmaron un acuerdo con los
afiliados a la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de Bolivia (Csutcb) para ejecutar la medida de presión.
Los
mineros quieren manejar la empresa
La
fuerza de la acción minero - campesina está en el pacto de ambos
sectores para generar empleo desde abajo y controlar, de facto, el
rumbo de la mina más grande y rentable de estaño de Bolivia. El
acuerdo establece que un total de 1.500 trabajadores podrán ingresar
a trabajar a Huanuni, abriendo oportunidades de empleo para los hijos
de campesinos de las comunidades aledañas al centro minero, así como
para los desocupados de esta población civil distante a 50 kilómetros
al sudeste de Oruro.
El
pacto fue firmado entre dirigentes del Sindicato Mixto de Trabajadores
de Huanuni, así como autoridades originarias y campesinos de la
provincia Pantaleón Dalence, como una forma de garantía para
precautelar la propiedad estatal sobre los yacimientos estañíferos
del cerro Posokoni, que es apetecido por las cooperativas privadas.
Conflicto
sectorial
La
lucha por el control de las minas bolivianas comenzó a tornarse en
realidad desde la pasada semana, cuando centenares de cooperativistas
ocuparon por la fuerza el centro estatal minero de Colquiri y tomaron
por asalto los almacenes de la mina Viloco, mientras miles de sus
compañeros bloqueaban las principales carreteras del occidente
boliviano logrando paralizar el alza de impuestos para la minería
privada y frenando el potenciamiento de la Comibol. Estas acciones
provocaron la reacción de los mineros y campesinos de Huanuni.
Las
razones de fondo de este conflicto están en las aspiraciones de miles
de trabajadores y pequeños empresarios mineros por cooperativizar los
yacimientos mineralógicos del occidente boliviano, frente a quienes
pretenden el fortalecimiento de la estatal minera de la Comibol y la
nacionalización de las minas, controladas en su mayor parte por
empresas transnacionales. El epicentro de esta batalla está en
Huanuni, que aguarda en tensa calma los despliegues de fuerzas de
cooperativistas y mineros asalariados.
Lucha
revolucionaria
La
acción de los mineros de Huanuni constituye, además, la concreción
práctica de la decisión asumida en la asamblea general del 4 de
julio, donde proclamaron la necesidad de nacionalizar sin indemnización
todas minas manejadas por las transnacionales y los consorcios
privados, de consolidar a la empresa estatal de la Comibol como la única
encargada de explotar los recursos mineralógicos para beneficiar al
pueblo y de manejar la empresa a través del control obrero colectivo.
La
intención es "consolidar y fortalecer a Comibol como la única
empresa estatal minera que se encargue de la explotación de todos los
recursos mineralógicos del país para que los excedentes de sus
utilidades sirvan realmente para beneficiar a los explotados
bolivianos" (ver "El manifiesto revolucionario de
Huanuni", en www.econoticiasbolivia.com).
"Todas
las ciudades del país, centros de trabajo, universidades, comunidades
indígenas, etc., deben convertirse en trincheras de lucha para
defender la minería estatizada y la Comibol; para obligar al
gobierno, con la movilización popular, a ejecutar los objetivos
arriba señalados".
"Los
bolivianos tienen que comprender que su destino depende de cómo hoy
se defiende sus recursos naturales de la acción depredadora del
Imperialismo, de la empresa privada nacional y de los nuevos ricos que
surgen a la sombra de la recuperación de los precios de los
minerales. El petróleo, los minerales, los recursos forestales, el
agua, etc. significan el porvenir de los bolivianos", señala el
manifiesto de los mineros revolucionarios de Huanuni.
El
manifiesto revolucionario de Huanuni
Econoticiasbolivia,
27/09/06
Oruro.-
Al abrir listas para contratar de facto a 1.500 nuevos trabajadores y
bloquear caminos para arrancar inversiones y equipos, los mineros de
Huanuni han comenzado a materializar, desde abajo, el control obrero
sobre las minas y el potenciamiento de la empresa estatal, dos
eslabones vitales para lograr la expulsión de las transnacionales y
la nacionalización sin indemnización de todos los recursos mineralógicos.
La
acción de los mineros de Huanuni constituye, además, la concreción
práctica de la decisión asumida en la asamblea general del 4 de
julio, donde proclamaron la necesidad de nacionalizar sin indemnización
todas minas manejadas por las transnacionales y los consorcios
privados, poniendo fin al permanente y sistemático saqueo de los
recursos naturales del país.
La
acción de los proletarios del subsuelo está destinada a poner fin al
saqueo minero transnacional de Bolivia, que posibilita que grandes
consorcios extranjeros concentren casi dos terceras partes de la
producción y exportación de minerales, dejando sólo pobreza y
marginalidad en el centro del Sur de América. Cada año, las empresas
mineras obtienen un poco más 500 millones de dólares por las
exportaciones de materias primas, pagando al Estado únicamente 11
millones de dólares en impuestos y regalías.
A
continuación, Econoticiasbolivia reproduce en su integridad la
proclama de los valerosos mineros bolivianos:
Mensaje
de los trabajadores mineros de Huanuni al pueblo boliviano
Una
asamblea general realizada en la localidad de Huanuni el día 4 de
julio, frente al inminente peligro de que cooperativistas invadan los
predios de la empresa, ha lanzado el siguiente mensaje a los
bolivianos:
Bolivia,
desde su origen, ha sido un país minero; primero, saqueado por los
colonizadores españoles, después por los barones del estaño, el
imperialismo y la angurrienta empresa privada nacional que ha actuado
como cabeza de puente de las transnacionales imperialistas.
A
mediados del siglo pasado, inspirados por la gloriosa Tesis de
Pulacayo, los trabajadores y el pueblo movilizados hemos obligado al
primer gobierno del MNR a nacionalizar las minas expulsado a los tres
barones del estaño, aunque el gobierno movimientista ha desvirtuado
la medida revolucionaria pagando cuantiosas indemnizaciones a los
usurpadores de las riquezas mineralógicas del país y,
posteriormente, ha convertido a la empresa estatal minera (COMIBOL) en
vaca lechera del Estado burgués, los politiqueros de turno y de la
miserable empresa privada nacional, hasta llevarla al borde de la
quiebra.
La
crisis estructural del capitalismo declarada hace veinte años atrás
se ha traducido como una paralización industrial en todo el planeta,
hecho que ha provocado la caída dramática de los precios de los
minerales con consecuencias fatales para la minería en el país. Los
trabajadores mineros hemos vivido la cruel experiencia de la
relocalización, condenando a nuestras familias a la miseria y al
hambre. Muchos de nuestros compañeros han terminado como parias sin
pan ni techo en las grandes ciudades del país.
Actualmente,
cuando los precios de los minerales en el mercado mundial vuelven a
recuperarse, encontramos una minería estatizada totalmente destruida
y asaltada por nuevos chupasangres que desesperadamente buscan
beneficiarse a costa de privarle al país del derecho que tiene a
vivir en mejores condiciones gozando de salud gratuita, de una mejor
educación, de sueldos que permitan a sus trabajadores vivir en
condiciones humanas, etc. Nuevamente las transnacionales vuelven a
poner los ojos en los riquísimos yacimientos mineros del país para
explotar sin tasa ni medida nuestros recursos y dejarnos socavones vacíos
en el futuro.
Por
todas estas consideraciones, los trabajadores mineros de Huanuni
convocamos a los trabajadores y explotados del país a organizarse y
luchar por:
1.-
Consolidar y fortalecer a COMIBOL como la única empresa estatal
minera que se encargue de la explotación de todos los recursos
mineralógicos del país para que los excedentes de sus utilidades
sirvan realmente para beneficiar a los explotados bolivianos.
2.-
Aplicar efectivamente EL CONTROL OBRERO COLECTIVO para impedir que la
COMIBOL termine nuevamente manoseada por el Estado, cuyo contenido de
clase no ha dejado de ser burgués, el imperialismo y la empresa
privada nacional.
3.-
La nacionalización inmediata de todos los yacimientos mineros que hoy
se encuentran en manos de las transnacionales y de la empresa privada
nacional, sin pagar un centavo de indemnización ni convertir al
Estado en socia de los actuales usurpadores de nuestros recursos
mineralógicos.
4.-
Defender de manera intransigente los recursos naturales mineros y las
empresas mineras que aún se encuentran en manos del Estado de toda
pretensión de avasallarlas por una capa de nuevos ricos que
acrecientan sus fortunas a costa de la explotación de compañeros que
no tienen la suerte de ser "socios".
5.-
Todas las ciudades del país, centros de trabajo, universidades,
comunidades indígenas, etc., deben convertirse en trincheras de lucha
para defender la minería estatizada y la COMIBOL; para obligar al
gobierno, con la movilización popular, a ejecutar los objetivos
arriba señalados.
Los
bolivianos tienen que comprender que su destino depende de cómo hoy
se defiende sus recursos naturales de la acción depredadora del
imperialismo, de la empresa privada nacional y de los nuevos ricos que
surgen a la sombra de la recuperación de los precios de los
minerales.
El
petróleo, los minerales, los recursos forestales, el agua, etc.
significan el porvenir de los bolivianos.
Huanuni,
4 de julio del 2006
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