Informe
de Carla Punkoya y Martín Camacho, de SoB Bolivia
A
un año de Evo Morales en el gobierno
Socialismo
o Barbarie, periódico, 28/12/06
Transcurrido
el primer año de experiencia con el gobierno de Evo Morales y el MAS,
los compañeros de Sob Bolivia hicieron un informe a modo de resumen
político, en el que se distinguen dos períodos bien diferenciados de
la gestión gubernamental, el primer semestre y el segundo.
Presentamos una síntesis de las intervenciones de los compañeros al
IV Congreso del MAS y la reunión de Socialismo o Barbarie.
En
el primer semestre podemos decir Evo Morales consiguió una muy buena
nota de parte del pueblo boliviano. Ese primer período estuvo
caracterizado por la aplicación de una serie de medidas más simbólicas
que políticas o estructurales, con un discurso totalmente
populista, indigenista y campesinista.
Por
ejemplo, se implementó el “Plan de alfabetización”, destinado
principalmente a las zonas rurales y del Altiplano. Tengamos en cuenta
que la población originaria, sobre todo aymara y quechua, es de cerca
del 80%, y con un alto índice de analfabetismo. Otra campaña
implementada por el gobierno –y auspiciada por Hugo Chávez– fue
el “Plan Operación Milagros”, consistente en una campaña de
operaciones de cataratas. También fue ayudado por Fidel, quien le
aportó el envío de un contingente de médicos cubanos destinados básicamente
a cubrir el área de salud en las zonas rurales.
De todos
modos, el primer semestre estuvo recorrido por una serie de
contradicciones que saltaban y se acumulaban, pero aún de manera
dispersa y con poco alcance. Un ejemplo ilustrativo en este sentido es
el siguiente: los médicos bolivianos, frente a la llegada de sus
colegas cubanos, con razón, ponían sobre la mesa las contradicciones
que encerraban las medidas implementadas en salud y decían:
“nosotros no tenemos trabajo en nuestro país, hay 10.000 médicos
desocupados, y además la cuestión de salud en Bolivia no pasa por la
ceguera, sino por la desnutrición, la diarrea y la tuberculosis, por
citar sólo algunos problemas”. A su vez, denunciaban que claramente
no se trataba de los mejores profesionales cubanos, sino de los que
quieren escaparse de la isla en gomones.
Cuando
llega el 1º de mayo, el “regalo” que Evo les hizo a los
trabajadores fue la tramposa nacionalización del gas. Que, por
supuesto, fue vendida a la población como una parte importante del
cumplimiento de la agenda de octubre.
Paralelamente,
en este período el gobierno se dedicó a dividir, enfrentar y
separar a los sindicatos y a las organizaciones de masas, junto con
cooptar a sus dirigentes y dedicarse a ocupar lugares estratégicos
en el gobierno (el caso de los ministerios y entes estatales
importantes como YPFB, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
y Comibol, la Corporación Minera de Bolivia). Uno de sus “logros”
en este sentido fue enfrentar la lucha del magisterio por aumento
salarial y reforma educativa con los padres de los alumnos. De
conjunto, durante estos primeros meses el gobierno tuvo una
legitimidad muy grande.
El
ring pasó del Congreso y la Constituyente a las calles
A
partir de la nacionalización empieza a cambiar un poco el panorama, y
en el segundo semestre empezaron las contradicciones para el gobierno
del MAS. Pues luego del decreto “nacionalizador” había que rever
los contratos, o sea, fijar las nuevas reglas. Fue la primera crisis
política del gobierno, reflejada en la primera crisis de gabinete,
que es cuando se expulsa a Andrés Soliz Rada (el entonces ministro de
Hidrocarburos), representante del ala más nacionalista del MAS, ya
que al interior del propio MAS hay contradicciones.
Otro de
los puntos centrales de la agenda de octubre era la Asamblea
Constituyente, que se instaló hace seis meses y finaliza el 6 de
agosto del año próximo, pero al día de hoy continúa totalmente
estancada. Ha sido el ring, el escenario de las disputas entre dos
proyectos de país: el del MAS, basado en el incremento de la
participación estatal (se está discutiendo la refundación de YPFB y
la Comibol) y el de la oposición de derecha de la Bolivia de hace 20
ó 30 años, la de “Tuto” Quiroga y Doria Medina. Ellos son la
oligarquía, la burguesía con un proyecto neoliberal puro y duro,
pero que se quiere acomodar a las nuevas reglas del juego sin perder
ni un milímetro de sus privilegios.
El
segundo semestre estuvo caracterizado por el traslado de la pelea o
pulseada entre el gobierno y la derecha a otro escenario: la medición
de fuerzas se movió a las calles. Por supuesto que el gobierno
todavía tiene mucho margen de maniobra y de legitimidad. Esto nos
pone en un aprieto, porque decir que las reformas impulsadas por el
gobierno de Morales esconden una gran trampa para los trabajadores
significa, para un compañero originario o campesino, que estás con
la derecha. Ese razonamiento es muy difícil de desenredar.
Pero
la disputa que hoy se ve en las calles, entre el gobierno y la
derecha, refleja la pelea de un gobierno de frente popular que todavía
tiene legitimidad y una derecha que tiene poco para ofrecer. Por
ejemplo, frente a la crisis de la Asamblea Constituyente, cuando la
derecha inicia los piquetes de huelga de hambre, “en nombre de la
democracia y por el respeto a la Ley de Convocatoria a la
Constituyente”, el propio Morales dijo frente a las cámaras que
“no hacían la huelga por ética, sino por estética” (por los
empresarios con unos cuantos kilos de más).
Huanuni,
la ley agraria y las perspectivas
El
gobierno de entrada favoreció a las cooperativas mineras. Le dio un
diputado al cooperativismo minero y el ex ministro de Minería. Favor
por favor, ya hecha la nacionalización, los cooperativistas,
envalentonados y con el apoyo del gobierno, van a asaltar a Huanuni,
que es la mina más importante de estaño de Oruro, asalariada,
nacionalizada. Ahí nosotros estuvimos por la defensa incondicional
de los trabajadores mineros asalariados, que heroicamente se
defendieron con un saldo de varios muertos. Al gobierno le estalló
una granada en la mano, y se rompió la alianza
gobierno–cooperativismo. El problema de la minería quedó en
suspenso, pasa para el año que viene.
|
En
Huanuni junto a los mineros asalariados
“Llegamos
el mismo día de los enfrentamientos, cuando se termina el conflicto,
por la mañana, con los compañeros muertos en la mina. La tensión
era total, nadie sabía qué iba a pasar. Al día siguiente siguió
todo muy tenso, había horarios para enterrar a los compañeros. Se
enterraban los cooperativistas a las 3 de la tarde y a las 4 a los
asalariados, todo el mundo estaba a la expectativa, porque si se
encontraban se iban a matar nuevamente.
“En
realidad, fueron 13 muertos. Como es todo muy informal, nunca se supo
verdaderamente hasta que se comprobó. De los 13, ocho eran
asalariados y cinco cooperativistas
“A
la semana vamos con los periódicos. Vendimos más de 140 periódicos,
y dejamos en un “kiosco” 40
más, que se vendieron en la semana. Fuimos dos viernes más y
vendimos 45 más. En 4 horas vendíamos 40 periódicos. La avidez era
total, porque los compañeros tenían necesidad de procesar lo que había
pasado, y además el gobierno no daba respuestas claras. Fue una
experiencia por un lado tremenda, pero muy impactante para los compañeros
que fuimos a dar la solidaridad a los mineros”.
|
|
Por
otro lado la COB renovó a su dirección, encabezada por Pedro Montes,
mucho más conciliadora que la anterior. Y aquí se pone
nuevamente sobre el tapete la discusión y la necesidad de construir
un Instrumento Político de los Trabajadores. Porque el mismo problema
que tenemos nosotros para discutir una política independiente
frente a Evo lo tienen los sectores más combativos, como los son
el magisterio, los mineros asalariados y la misma COB.
Otro
factor de tensión fue la implementación de la ley INRA (nueva ley
agraria). El discurso es: “Vamos a acabar con los latifundios y con
los terratenientes”. Ahora bien, ¿cómo se puede acabar con los
latifundios y los terratenientes si lo primero que se va a distribuir
son las tierras fiscales? Porque bien aclaró el gobierno que se
respetarán las tierras “productivas”, o sea, las que cumplan con
la Función Económica y Social (FES). Pues bien, todo el mundo sabe
que la riqueza de los terratenientes se basa en lo muy productivas que
son sus tierras, que por supuesto también son extensos latifundios.
Por otro lado, para su aprobación en el Congreso, con toda impunidad
el MAS pasó la aplanadora, ya que en Diputados tiene mayoría. Pero
al no contar con mayoría en Senadores, solucionó el problema vía
decreto presidencial.
Este
juego de tensar la cuerda para mejor negociar después, si bien hoy le
permite al gobierno meterse en el bolsillo a la mayoría de la población,
esconde grandes contradicciones. La primera y principal: ¿qué país
va a funcionar? Hoy el país está totalmente polarizado y los
problemas estructurales de Bolivia continúan intactos, además de
que temas fundamentales como la minería, la refundación de YPFB y la
COMIBOL, la educación, por citar algunos, han sido pateados para el año
que viene, por lo que la perspectiva para el gobierno es la
acumulación de contradicciones, que seguramente estallarán
cuando comience el año político en el 2007.
Al
cierre de esta edición, los sectores sociales, en concertación con
el gabinete ministerial, las directivas de las cámaras del Congreso,
la directiva masista de la Asamblea Constituyente y la dirigencia
nacional del MAS definirán el futuro del gobierno, la Asamblea
Constituyente, el congreso y el modelo de autonomías, entre otros
puntos de importancia, en un encuentro nacional convocado para el 3, 4
y 5 de enero en Cochabamba.
|