Adiós Lula, hola Chávez
Por Valentina Álvarez
BBC en español, 27/01/05
Después de haber sido la estrella de anteriores
ediciones del Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, el presidente
brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, fue recibido este jueves con
silbidos y protestas.
Muchos jóvenes abuchearon a Lula durante su discurso,
llamándolo "traidor".
Los organizadores estiman que el presidente de Venezuela,
Hugo Chávez, será el nuevo mimado del foro, que el año próximo se
muda a Caracas.
No fue una sorpresa, porque el humor de los participantes
ya dejaba entrever que sucedería.
Lula da Silva, entre dos aguas
Pero no por eso dejó de ser la noticia del día: el público
que asistió esta mañana al gimnasio Gigantinho, de Porto Alegre, se
dio el lujo de abuchear a quien, hasta hace pocos años, era una de
las estrellas del foro, que se celebra desde hace cinco años en esa
ciudad brasileña.
El presidente Lula da Silva, un icono de la izquierda
latinoamericana, no se amilanó ante los silbidos e interrumpió el
discurso de balance de sus dos años de gobierno y a favor de una
nueva geografía comercial en el mundo, para responderles.
"Esos que no quieren escuchar son hijos del PT",
dijo refiriéndose a su partido, el Partido de los Trabajadores.
"Es propio de la juventud: un día van a madurar,
volverán al partido y los recibiremos con los brazos abiertos",
aseguró, mientras los silbidos se confundían con aplausos de sus
seguidores, vestidos con camisetas rojas, el color del PT.
Reacciones encontradas
Lula también fue aplaudido por muchos de los asistentes.
Los participantes en el FSM (estimados en 200.000 y
llegados de todas partes del mundo), acaso no entendieran muy bien las
reacciones encontradas que desató el presidente.
"Los militantes de izquierda y del propio PT
consideran que Lula traicionó sus promesas electorales y pactó con
el establishment económico, cuando en realidad su campaña electoral
nunca prometió una ruptura con el sistema sino la búsqueda de mayor
justicia social", puntualiza el analista Luciano Dias, del
Instituto Brasileño de Estudios Políticos.
Pero el ambiente que se respira en las calles de Porto
Alegre, que algunos periodistas extranjeros han comparado con el
festival de Woodstock, Estados Unidos, en 1969, no permite análisis
tan mesurados.
Muñecos que parodian al presidente Bush fueron quemados
en la marcha de apertura, y las críticas al capital financiero y al
gobierno brasileño han sido una constante.
"Hasta ahora Lula sólo ha combatido el hambre de
lucro de los banqueros", se quejó ante los periodistas José María,
presidente del Partido Socialista de los Trabajadores, e infaltable
participante del FSM.
También a Davos
Como respuesta a sus críticos, Lula ha enviado a media
docena de sus ministros a participar de los debates programados en el
Foro, y ha dado la cara a sus detractores.
Manifestantes queman imagen del presidente Lula junto a
una bandera de Estados Unidos.
Incluso el estatal Banco do Brasil es uno de los
principales patrocinantes del evento.
"No impusimos nuestra presencia aquí", se
defendió el ministro de Educación, Tarso Genro, cuando le
preguntaron si el gobierno trataba de copar el foro para evadir las críticas.
Mientras la popularidad de Lula en Porto Alegre sigue en
baja (en contraste, su popularidad a nivel nacional roza el 60%), el
presidente siguió viaje al Foro Económico Mundial de Davos, en
Suiza, y es el único mandatario que asistió a ambos encuentros.
Ahora los fogosos participantes del FSM esperan ansiosos
la llegada de Hugo Chávez, quien tiene previsto visitar en las próximas
horas un campamento del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra,
MST, confesos aliados políticos suyos.
A la espera de Chávez
Se espera que Chávez participe en el foro el domingo.
Todos los pronósticos coinciden: así como se descontaba
el abucheo al presidente anfitrión, se da por segura una calurosa
bienvenida al presidente venezolano, a quien la mayoría de los
presentes en Porto Alegre identifican como el nuevo paladín del
antiimperialismo.
Por si esto fuera poco, el gobierno venezolano envió a
Porto Alegre una de las más numerosas delegaciones presentes, y Chávez
cuenta con adeptos brasileños de distinto tenor, incluyendo
activistas universitarios, versiones locales de "círculos
bolivarianos" y los propios dirigentes del MST, que ya movilizan
a sus huestes para recibir a Chávez con ovaciones y saludos.
No es casual entonces que el Foro Social Mundial se
despida este año de Porto Alegre, y en 2006 se celebre en Caracas,
como ya adelantaron sus organizadores.
Acaso sea una oportunidad de aprovechar la "moda Chávez"
antes de que pueda sucederle lo que a Lula, y los aplausos se
conviertan en abucheos.
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