Ley
de privatización
“Entregan el Amazonas”
Por
Emiliano Guido y Pamela Damia
APM
(Agencia Periodística del Mercosur), 03/04/06
El
presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva licitó al sector
privado la totalidad de su territorio amazónico. APM entrevistó a la
especialista en geopolítica y biodiversidad Elsa Bruzzone para romper
el cerco de silencio sobre este tema.
Las
empresas multinacionales podrán explotar la mayor fuente de
biodiversidad del planeta gracias a una reciente promulgación del
Congreso de Brasil. El país que lidera Luiz Inacio Lula da Silva
relega la soberanía política de la región dentro de un marco legal.
–
¿Cómo se llega a ésta situación?
–Esta
es la culminación de un proceso comenzado en el 2004, cuando fue
presentado el primer proyecto de ley para entregar a la explotación
privada, principalmente multinacionales europeas, asiáticas y también
norteamericanas, 500 mil kilómetros cuadrados de la zona amazónica.
El tema logró pararse en el Parlamento por la oposición de algunos
legisladores pero también por la movilización de la sociedad civil y
también por las protestas dentro de las Fuerzas Armadas brasileñas,
porque significaba la entrega del patrimonio nacional, la entrega de
territorio a empresas relacionadas no solo con la obtención de
madera, (ya que hay árboles de muy alto valor porque son de maderas
finas buscadas por gente de mucho dinero para sofisticar su
mobiliario) también se busca la extracción de la pulpa del árbol
para elaborar el papel. A esto hay que sumarle toda la biodiversidad
que tiene la Amazonia: la fuente de producción que dan las plantas
para la producción de alimentos –la mayor parte de la industria
farmacéutica esta basada en la información natural que aportan las
plantas–.
Por
otro lado es una zona muy rica en minerales y en elementos estratégicos:
no solo encontramos petróleo, también bauxita que se usa para la
producción de aluminio; tiene el yacimiento más grande del mundo de
tugseno, el de titanio que se usa para industria aéreo espacial y
militar; el 95 por ciento de los yacimientos de niobo que mezclado con
otros aceros es indispensable para la construcción de las naves
espaciales y para los mísiles intercontinentales.
Hay
oro, hay gas, da para todo tipo de actividades y más ahora con el
corrimiento de las fronteras agropecuarias, aunque alguna vez Brasil
se opuso al cultivo de transgénicos. Cuando vas por el sur de Brasil,
Río Grande do Sul o Foz do Iguazú, donde se encuentra la represa de
Itaupú, se comprueba que están desapareciendo los bosques y selvas
originarias por los sembradíos de soja transgénica.
Ésta
línea de cultivos está avanzando sobre los Estados amazónicos y
motivó el desalojo de los pueblos originarios y comunidades
campesinas de sus tierras por parte de estas empresas que son o
transnacionales o nacionales aliadas al capital transnacional. Está
ocurriendo conflictos armados porque intentan expulsarlos a la fuerza
y los nativos están resistiendo.
–
¿Cuáles son los alcances de la ley y en qué consiste?
–
Este proyecto solo contemplaba 500 mil kilómetros, debemos tener en
claro que el Amazonas es el 56 por ciento del territorio brasileño
que tiene 8 millones 500 mil kilómetros cuadrados, mientras la
superficie amazónica es de 4 millones 750 mil kilómetros, y todo
esto puede licitarse a la actividad privada. La ley habla de tres
zonas: se puede licitar zonas pequeñas, medias y grandes que están
planteadas para que puedan acceder las Pequeñas y Medianas Empresas
(PYMES) y las compañías de gran escala, muchas veces asociadas con
las medianas de Brasil, algo que es una constante en toda la región.
Entonces,
con la excusa de evitar la tala ilegal, la explotación minera ilegal,
se dice que de esta manera el Estado ejercerá un control real y
soberano sobre la región. Pero a su vez, éste mecanismo le permite
al Estado de Brasil obtener ganancias, ya que las concesiones son a 40
años, por lo tanto, las empresas deberán pagar mensualmente un
canon. La posibilidad de ejercer el control, ratificar la soberanía y
preservar los recursos llevándolo a un desarrollo sustentable es
absolutamente una falacia.
Ninguna
de estas multinacionales van a tener el cuidado del medio ambiente. No
va a haber control de nada, lisa y llanamente es el abandono de una
política histórica del Brasil: de preservación, de reafirmación de
los derechos soberanos. Están previstas unas Unidades de Conservación
Forestal pero los controles se van a hacer cada 3 años para
determinar que paso durante ese período de tiempo.
–
¿Cómo ve al gobierno de Lula Da Silva con ésta decisión y a las
organizaciones sociales y políticas brasileñas?
–
Esta ley, repito, cierra el círculo iniciado en el 2004. Antes observé
en el gobierno de Lula Da Silva una decisión de ejercer control sobre
el territorio amazónico. Ahora hay un abandono a la ratificación de
la soberanía, el abandono de la preservación del desarrollo
sustentable, el abandono del cuidado de los pueblos originarios y las
comunidades campesinas que son las que viven en armonía con la tierra
y la naturaleza.
Me
gustaría ver a la sociedad brasileña reaccionando, no trascendió
demasiado esta medida, me extraña el silencio de las organizaciones
amigas con las que tratamos el tema del agua, que reaccionen las
organizaciones sociales y políticas populares y parte del Parlamento.
No puede ser que triunfe el engaño de que van a impedir la tala
furtiva, los cazadores furtivos de oro, las extracciones furtivas de
minerales, están privatizando, no tiene otro nombre. Por 40 años las
empresas van a tener poder de vida y de muerte, se van a llevar hasta
el último árbol, van a destruir hasta el último animal y expulsar
hasta el último habitante de los pueblos originarios y van a dejar
todo devastado. Ya hay lagunas dentro de la Amazonia que están
totalmente contaminadas y sus especies se están muriendo, ya hay ríos
que están contaminados. Si todas estas actividades de extracción se
daban sin un marco de legalidad, ahora que el gobierno entrego a la
rapiña de estas empresas el 56 por ciento de su territorio, para las
cuales todo es mercadería, la pregunta es ¿Esta ley no perjudica la
autonomía del país? ¿La devastación del territorio no entrará en
una fase superior?
–¿Cuál
es el papel de los países vecinos que comparten la región amazónica?
–
Los países que comparten la Amazonia cuentan con el Pacto Amazónico,
un Tratado que ratifica la soberanía de los países sobre la región
y un trabajo en conjunto para el desarrollo sustentable y la
preservación. Hay acuerdos bilaterales de vigilancia para evitar la
extranjerización, como aquel rumor de declararla Patrimonio de la
Humanidad. Estamos asistiendo a procesos nuevos en Venezuela, Bolivia
y con la privatización del Amazonas puede haber problemas en las
fronteras. Aunque digan que no están resignando soberanía, se
entiende que quienes ganen la licitación, serán grandes señores
feudales y las buenas intenciones de los organismos de control quedarán
en el papel, no se explica que estos monitoreos se hagan solo cada 3 años.
–¿Qué
papel juega la soja en todo esto?
–
La soja necesita expandir las fronteras, ya hicieron unos desastres
terribles en el Estado de Pará, la soja va asociada a los agrotóxicos
y los pesticidas así que es una sentencia a muerte. Sectores que están
relacionados con la actividad minera y la actividad petrolera y
sectores madereros ahora con la variante de la fabricación de muebles
suntuosos, laboratorios medicinales y grupos interesados en la pulpa
del árbol para la elaboración del papel. Grupos diversos avanzan
sobre la región, de alguna manera se consuma la internacionalización
del Amazonas que puede servir de pretexto para una intervención
armada un conflicto entre una transnacional y el Estado de Brasil.
–
Cuáles son las consecuencias que se vislumbran frente a ésta situación?
–
Bueno, por ejemplo, el Acuífero Guaraní también entra en alerta
porque comparte frontera. El Amazonas es el pulmón del planeta y si
ese pulmón se destruye con él la tierra, porque respira por los
bosques y las selvas. ¿Qué va a pasar con los ríos? Porque esos árboles
permiten que ellos renueven su caudal; ¿Qué va a pasar con los
reservorios de agua subterránea? Va a haber erosión, aridez e
inundaciones porque los árboles ya no van a poder detenerla.
No
es nada disparatado que a este ritmo de deforestación desaparezca la
mitad de los bosques en el 2050. El último informe de la ONU alerta
sobre este sentido. Tenemos que parar este sistema de muerte, hay que
batallar para que la economía y la política gire alrededor de la
vida. Ahora los procesos naturales, como ciclones, huracanes, avances
de glaciales o deshielos, son más acelerados y violentos. El Planeta
esta avisando.
–
¿Qué papel juegan las ONG ambientalistas?
–
Acá hay muchas fundaciones internacionales que están totalmente de
acuerdo, que se presentan como ONG s pero son absolutamente falsas
porque son organizaciones ecologistas financiadas por empresas
transnacionales europeas y norteamericanas. La WWF (World Wild Forest)
fue creada por los Príncipes Bernardo y el Príncipe Felipe de
Inglaterra, uno de los grupos privados que más aporta es la cerveza
alemana Heineken; en la década del 90, la WWF con el auspicio de
Heineken, emitió un documento donde aconsejaban en Europa la disolución
de los Estados Nacionales para la formación de un gobierno supra
nacional. Con el falso cuento de la conservación han logrado hacer
pie en casi todo el mundo, generalmente donde abundan los recursos
naturales. En África, por ejemplo, provocaron un desastre natural con
la desaparición en Ruanda del santuario de los elefantes.
Convencieron al gobierno de que tenían ya demasiado con el santuario
de los gorilas y lo desmantelaron: se descubrió que era una zona muy
apta para el cultivo del piretro: un arbusto donde se extrae la
piretrina para el uso de insecticidas, cuando la industria química
encontró sustitutos al arbusto esas tierras fueron abandonadas. Con
la matanza de los elefantes desmontaron toda la selva que había, se
talaron los árboles de la montaña, resultado: erosión e
inundaciones porque ya no se podían detener las crecidas del río,
desertificación. Uno de sus directores, responsable de esta calamidad
en África, es el actual Director de Parques Nacionales y Medio
Ambiente del gobierno de Estados Unidos.
Esta
ola privatizadora venía siendo propuesta por la Unidad de Asistencia
y Desarrollo Sustentable (USAID, por sus siglas en inglés), un
organismo de Estados Unidos que socorre al mundo en catástrofes, la
enfermedad del SIDA y el hambre, y por la Dirección de Parques
Nacionales de ese mismo país. Me llama la atención que por ejemplo
Greenpeace (que fue creado en Alemania) ejerce mucha presión sobre
los países en desarrollo en cuanto al cuidado de la naturaleza; y
salvo las protestas en Europa por la energía nuclear, nunca los vi
movilizarse y criticar a ninguno de los países del Grupo de los 7
(G7) por la depredación que hacen con sus recursos naturales. Porque
las campañas que vemos en el Cono Sur no se desarrollan en el
interior de los Estados Unidos y Europa.
Lo
que pasa en Europa repercute en el sur y viceversa. El agua es una
sola corriendo la tierra, aunque tengan distintos nombres los mares,
los vientos, son uno solo; la tierra es una sola porque aunque
separado por continentes debajo del mar hay tierra. Lo que le pasa a
uno les afecta a todos. ¿Porque las ONG`s solo ejercen presión en el
Tercer Mundo, que posee la mayor cantidad de recursos naturales, y no
en el Norte, que son los países que los contaminan y que los ven como
mercancías y servicios?
Lula
aprueba una polémica ley que privatiza 5 millones de km. cuadrados de
selva amazónica
EcoPortal.net,
marzo 2006
Son
5 millones de km cuadrados, que serán licitados para su explotación.
El gobierno dice que así protege la zona de la apropiación ilegal.
Sus críticos aseguran que el Estado no tendrá cómo controlar el
negocio. Así, la nueva ley que regula la explotación económica de
una de las mayores matas tropicales del mundo, nace en medio de
controversias.
Unos
la llaman el "gran legado" del presidente Lula da Silva para
el Amazonas. Otros la consideran una entrega de la selva al capital
privado, sobre todo extranjero.
Así,
la nueva ley que regula la explotación económica de una de las
mayores matas tropicales del mundo, nace en medio de controversias.
Sancionada por el presidente brasileño, había más incertidumbres
que certezas sobre los efectos que la legislación tendrá sobre los
5.000.000 de kilómetros cuadrados cubiertos por esa portentosa
floresta (el 60% en manos estatales), uno de los pocos pulmones del
mundo que siguen en pie.
La
ley, aprobada hace un mes por el Congreso brasileño, representa una
privatización del llamado Amazonas Legal: abre la concesión de las
florestas públicas a la iniciativa privada, aun cuando conserva la
titularidad de la tierra en manos del Estado. Condenada por algunas
organizaciones ambientalistas, la norma es defendida por otras ONG
como Greenpeace.
El
objetivo oficial para privatizar mediante licitación pública la
explotación amazónica es que se evita, así, la apropiación ilegal
de las tierras por aventureros que se las ingeniaban para fraguar títulos
de propiedad sobre posesiones estatales. Uno de los casos más
renombrados fue el de Cecilio do Rego Almeida, dueño de una empresa
constructora que se apropió sin más de 5 millones de hectáreas en
el sur del estado de Pará. La otra función de la ley es garantizar
al Estado brasileño un canon por las áreas concesionadas, tal como
ocurre con los servicios públicos privatizados, por ejemplo YPF de
Argentina. Es plata que entraría al fisco a cambio de permitir que
las empresas conviertan el Amazonas en un sitio de explotaciones económicas
"sustentables": desde la extracción maderera hasta su uso
para producción de medicamentos.
En
teoría, esto debería "reordenar" las actividades en el
medio amazónico. Así, la ley crea el Servicio Forestal Brasileño,
que no existía hasta ahora, le otorga la facultad de identificar los
bloques –especies de yacimientos– de selva que podrán ser
explotados en los próximos diez años y, también, le da la tarea de
organizar el proceso licitatorio. Los pedazos de selva a privatizar no
son homogéneos. La ley establece tres tamaños: pequeños, medianos y
grandes; esa distinción tiende, según el gobierno, a garantizar que
accedan al tesoro amazónico empresas de distinto rango: desde pymes
hasta grandes nacionales y multinacionales. A éstas se les pide
apenas que tengan una filial con oficinas en Brasil.
El
plazo de las concesiones llega a ser de hasta 40 años. Y por toda
prevención para un uso "sustentable" se establece una
auditoría de la gestión forestal cada tres años. Para los
detractores de la nueva legislación, es tiempo de sobra para que las
empresas puedan provocar desastres ecológicos sin culpa ni pena, y
sobre todo, sin que se entere el Estado brasileño.
Como
se trata de una ley sancionada por un gobierno como el de Lula y una
ministra popular como Marina Silva –nacida en una familia de obreros
del caucho– ésta incluye un costado social. Prevé crear unidades
de conservación de las florestas nacionales que serán dedicadas a
una producción sustentable.
Dicho
de otro modo, se les da algún espacio a quiénes exploten frutos amazónicos
para uso comunitario y comercial de pequeña escala. Es el caso de las
comunidades negras y poblados indígenas.
En
esta iniciativa, un objetivo confeso es atraer el capital privado para
explotar la madera y la biodiversidad del Amazonas; todo esto, en
nombre de propender a una "floresta productiva". Con la
salvedad oficial de que deberá ser "autosostenida" y
proteger la biodiversidad, además de integrarse a la política científico–tecnológica
nacional. Los detractores de la ley son implacables. Sostienen que ésta
no impedirá la extracción abusiva de la madera; esto es, seguirá
viento en popa la tala indiscriminada de árboles. Muchos técnicos
consideran que las concesiones forestales no serán suficientes para
mejorar el control sobre la industria maderera. Subrayan, incluso, las
experiencias en otros países amazónicos donde leyes similares
demostraron su falta de eficacia. Afirmar que las concesiones en
lugares remotos de difícil acceso no sirven para evitar que las
madereras hagan trampa y continúen con extracciones ilegales de
maderas preciosas.
|